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Nota bene: al final de esta crónica, vea cómo el ganador de este concurso de mentecatos prodigiosos ya, desde el momento mismo en que acabó el programa, si no es que desde antes, ordeña la ubre del triunfo sin valor alguno que consiguió, buscando aprovecharlo para hundir sus garras en las cuentas bancarias de más inocentes.
Llega el final. Llega apresurado, acelerado, como dos meses antes de lo programado. Llega el final porque los embaucadores no son divertidos individualmente, pero en piara resultan abominables. Llega el final porque es más entretenido cualquiera de los demás clones de Gran Hermano. Pero sobre todo llega el final porque los anunciantes y Antena 3 han descubierto que hicieron la peor inversión de su vida suponiendo que realmente había más en estos papanatas que lo que se ve a primera vista.
Su profundidad es la de un plato llano, sus alcances son lo que le cabe a una cucharilla de café, su estulticia es cósmica (es lo único cósmico que tienen), su incapacidad para la convivencia es definitiva. En fin, que las "mentes prodigiosas" del castillo ése demostraron cuán limitados son los profesionales de la engañifa y qué tan poco interesantes son para el público en general.
Así llega la última emisión del peor programa imaginable. Y, para cerrar con broche de oro, nada mejor que darle un horario estelar: la 1:30 de la mañana en una noche de martes a miércoles, cuando la mayoría de la gente honrada y trabajadora ya plancha oreja y babea almohada, razonamiento que hace casi heroico el quedarse despierto para reseñar la final stupidity.
Ojalá que, al menos, la gente normal que haya pasado algún minuto o dos de su vida viendo a los protagonistas hacer sus desfiguros se haya alejado así sea mínimamente del riesgo de caer en las pezuñas de tan distinguidos miserables.
Pero antes, la respuesta a nuestra última pregunta de la vez pasada, que era: ¿Quién es el desahogao que ofrece, además de la colección habitual de boberías místicas, "consultas de sexología" por Internet a 42 euros la preguntita?
El pillastre en cuestión (que es tan sexólogo como vidente) es, ni más ni menos, el fracasado guitarrista y fallido compositor Manuel Carabantes, disfrazado para sus tropelías misticoideas bajo el alias de "Profesor Mercury".
Pero, ¿cuál (nos preguntamos mientras pasa la primera, larguísima tanda de anuncios que se agradecen porque posponen el momento de ver y oir a los abanderados de la asnalidad) es la diferencia entre Paco Porras y J JB con hielo? ¿En qué se distinguen el "Divino" Otelma y Pedro Amorós? ¿Qué distancia separa a Santi Molezún de Javier Sierra? ¿Cómo sabe uno quién es la bruja Lola y quién Fernando Jiménez del Oso?
En realidad, no hay diferencia más que de grado. Quizá fingen mejor o se saben expresar con más decencia en cuanto al uso del idioma, o cobran más (mucho más) pero en el fondo son los mismos. La diferencia que hay entre las parejas propuestas es la que hay entre un carterista callejero o un especialista en el "tirón" para despojar de sus bolsos a ancianas y los delincuentes de más "categoría" que se ocupan en robar joyerías o despojar accionistas de su dinero con emisioes fraudulentas. Es cosa de alcance y de la marca de los trajes. Nada más.
Quedan como residuos de la batalla de leperadas, bajezas y ruindades cuatro bichitos.
Primero resumen la participación del mexicano Jorge Astyaro, mentalista de escenario que finge que no es tal, sino poseedor de poderes preternaturales. Dado que sí es ilusionista, es al único al que le salen los trucos, incluyendo varios de mentalismo y uno de hipnosis de escenario, cosas que puede hacer cualquier mago que valga su smoking, pero que este descarado disfraza bajo el lema "la magia existe", cosa que tampoco significa nada.
Sigue la argentina Leevon "Kennedy", con su cuento de ser hija de John F. Kennedy y Marilyn Monroe. Resumen sus paparruchas, que se basan en pelearse con el Divino Otelma y lo que ya hemos reseñado aquí: un conjuro idiota, predicciones a voleo, "lecturas" de famosos españoles e internacionales y acusaciones a los demás de ser "farsantes"... nada.
Se nota la falta total del "tribunal". Ahora no están ni Apeles ni la Fúster ni el barbitas que se regodeaba encantado con los "aciertos" de los macacos que han sido los únicos beneficiados del programa (se presume que, como es costumbre en estos programas, además de pagarles sus gastos a los honorables huéspedes se les asignó un salario por día de desfiguro).
Está de finalista la bruja Lola Montero, que en su bastedad y rusticidad encuentra su redención, pues es probablemente la única que se cree realmente que es bruja y que todo su rollo tiene relación con la realidad. No sabe que lo suyo es falso, pero eso no lo hace verdadero, sólo honrada ignorancia. En su ingenuidad (no exenta de crueldad, la crueldad de quien se siente poderoso y los demás se lo hacen creer) hay, al menos, sabiduría popular y menos manipuleo.
Queda Santi Molezún, el atrabiliario modisto metido a médium que se ocupa de la innecesaria tarea de desprestigiar a la comunidad gay y que, para hacerlo con más brutalidad, se presenta afeitado y con una peluca rubia tal que no se sabe si personifica a Hedi Lamarr o al baterista de Queen en tiempos de A day at the opera. Repiten sus "lecturas" de tarot (alguien recuérdeme que algún día hablemos del cuentazo del tarot), sus broncas, y jura que en las noches "chateaba por Internet", cuando en realidad desplumaba congéneres en su ciberoráculo, del que se dice inventor. Y espera que esta experiencia le abra "más oportunidades", suponemos que de hacerse de euros sin ganárselos.
Alicia Senovilla trata de llenar el vacío televisual patente con el escote más pronunciado que ha usado en los programas. El espectáculo es, sin duda, tonificante, pero esto no se salva ni con un desnudo colectivo de las playmates de Playboy acompañadas, para no ser sexistas, de sus equivalentes masculinos.
¿Alguien estará viendo esto aparte de este sufrido blogger?
Leevon Kennedy al menos ofrece un nuevo dato sobre las patrañas de uno de los locales: Paco Porras, que, dice ella, la perseguía sin cesar con propósitos nada castos. En primer lugar, el tal Porras debe padecer unas urgencias entrepiernales verdaderamente añejas y potentes. En segundo lugar, habrá que recordar que el último cuento de Porras era que había descubierto que era "homosexual" (para vergüenza de los homosexuales honrados y dignos de este mundo) y contó la trola de que se había "casado" con un soldadito que se encontró en la calle, con el cual se paseó (cobrando, claro, por supuesto, ¿había duda?) por las televisiones.
Así son los cuentos de los cófrades de "El castillo de las mentes prodigiosas".
Quizá las escenas más fantásticas se disfrutan cuando este hato de irrefrenables mentirosos es conducido a una casa del horror llamada "El castillo de las tinieblas" donde en una escenografía a modo trabajan varios actores honrados y decentes disfrazados de momias, muertos poco frescos, monjes orates, vampirillos, caballeros medievales y demás, con objeto de asustar a los visitantes.
Las "mentes prodigiosas" que se llevan de tú con los espíritus de los muertos, que invocan demonios, que enfrentan a las fuerzas del mal y que se conectan sin necesidad de hacer tierra con todas las energías positivas y negativas del universo... se cagan de miedo a coro con los actores, se horrorizan como quinceañeras, gritan cual histéricas virginales y uno se pregunta cómo aguantan, entonces, sus rituales mágicos.
Y por fin, misericordiosamente, nos enteramos de que "los espectadores" (los cinco o seis, excepto yo), dejan en tercer lugar a Santi Molezún, en segundo a la bruja Lola, y en primero a Jorge Astyaro, suponemos que por guapo, lo cual es un termómetro del tipo de público que, aunque escaso, ha seguido la emisión.
Le ponen capa, le dan un mazo a modo de cetro, lo hacen elegir una llave para ver si se puede regresar a chupar sangre en México 18 mil euros más rico. Predecimos que acertará.
Para elegir, pone las manos sobre los cofres. Igual que hacía Uri Geller para encontrar la lata de película llena de agua entre varias que se le ofrecían. O usa ese truco o lo sabe desde antes.
Elige y, "sorprendentemente", acierta. Consigue poner cara de sorpresa (vaya mierda de vidente; en cambio yo debo ser la repera como tal).
El caso es que vaya usted a saber cuándo se vino grabando la "gran final" de este soporífero programa, pero algo nos dirá el saber que al parecer antes de que terminara, la página Web del desvergonzado Astyaro nos ofrecía la siguiente reseña modesta, que copiamos con todo y sus errores y patadas a la gramática:
Increíble, impresionante, indescriptible, emocionante, mágico, fabuloso, alucinante, espectacular, asombroso, casi inefable....
JORGE ASTYARO SE HA PROCLAMADO VENCEDOR DEL CASTILLO DE LAS MENTES PRODIGIOSAS!!!!!
El mentalista mexicano, de 32 años, el coleccionista de misterios, el estudioso de lo oculto, lo ha conseguido.
Tras una vibrante y emocionante final, se ha impuesto al resto de compañeros demostrando así que posee la mante más prodigiosa del mundo.
Puruebas de afecto, de cariño, de amor, de apoyo, de entusiasmo, de compañerismo, de amistad, de reconocimiento, de ayuda, de admiración, han llegado a la pantalla, a las terminales de sms, de teléfono, a su web, a su e-mail.....
Para hacerse publicidad es bueno, no cabe duda, jugando a que nadie en México se enterará realmente de la clase de pifia y fracaso estrepitoso que fue la emisión, ni, para el caso, de la calaña de los "compañeros" de Jorgito.
Despiden el programa corriendo, que se ha colgado seis minutos y ya vienen las noticias y luego la teletienda, para reponer los fondos tirados por la cadena a la basura (humana).
Las noticias nos hablan de cosas importantes, de soldados que salen de Irak, de soldados que se quedan en Irak atacando a los pobladores, de debates parlamentarios, de ataques terroristas y de todas esas cosas para las que sí serviría tener un vidente si los videntes existieran. En realidad, hay una ligera decepción al descubrir que tales poderes no son más reales que los unicornios, los reyes magos o la caperucita roja. Sería fascinante tener un mundo con esas maravillas, pero a falta de ellas tenemos el mundo como es y debemos encontrar en él las maravillas que sí tiene.
Y tiene muchas.
Si no me cree, saque la cabeza por la ventana y mire hacia arriba: las luces que hay en el cielo, parafraseando al escritor Fredric Brown, no son dioses, no son influencias mágicas, no son fríos acidentes, no son expresiones de fuerzas ignotas... son estrellas, soles. Allá debemos ir, como especie y como individuos. Nuestro futuro es el universo, si así lo decidimos. Podemos conocerlo, entenderlo, describirlo, emocionarnos con él y arrancarnos la venda que nos ponen en los ojos las creencias más salvajes, groseras e indignas.
La opción es revolcarnos en el lodo abrazados a sujetos sin escrúpulos que se fingen prodigiosos cuando no son sino sanguijuelas de la credibilidad humana, que se aprovechan de quienes no tienen acceso a la riqueza del conocimiento para pasarles la moneda falsificada de sus "poderes".
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abril 28, 2004
abril 25, 2004
La maravillosa verdad sobre la meditación
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La meditación funciona.
Antes de que usted proceda a llamar a los servicios de salud informando que el autor de este blog ha perdido la chaveta completamente y ahora chupa de la pipa de hachís de los infelices orates, permítanos la posibilidad de dar nuestros argumentos.
Primero, no se confunda "meditación" con la "Meditación Trascendental (Marca Registrada)" del insigne embaucador y conocido enfermo sexual Maharishi Mahesh Yogui. Lo que hace ese gordito infeliz es un asunto de sectas peligrosas debidamente tratado en sitios más serios que éste (merece seriedad por el daño psicológico atroz que le inflige a sus víctimas en su búsqueda de poder, sexo y dinero, por no decir que además ha dejado en la pobreza a más de cuatro "fieles creyentes").
Segundo, no se confunda "meditación" con el rollo misticoide con el que se ha rodeado esta palabra por parte de casi todos los charlatanes, ya que casi todos acuden a esta práctica.
Tercero: entiéndase "meditación" como lo que uno hace cuando "medita", es decir, aislarse sensorialmente del mundo a su alrededor y del trajín cotidiano, relajar sus músculos, tratar de no pensar en las preocupaciones cotidianas y concentrarse en cosas agradables. (Es lo mismo que uno hace si, en vez de mirarse el ombligo, da tranquilos paseos solitarios por el campo o navega con brisa leve en un velero, o se sienta a escuchar música suave tranquilamente en su sofá [en lugar de escuchar música potindustrial salsero-heavy en un walkman mientras corre, viaja en autobús, come apresuradamente algún alimento basura o espera con impaciencia].)
Hecho esto, entiéndase: cuando uno hace esas cosas (aislarse, relajarse, desconectar, pensar en cosas agradables) se siente bien.
Ese sentirse bien es lo que funciona en las prácticas meditativas.
De hecho, es lo único que funciona.
Dado que la reacción que provoca es notable y observable, numerosísimas disciplinas esotericonas la usan de forma depredadora dándole todo tipo de extrañas, maravillosas y siempre contradictorias implicaciones. Desde las prácticas orientalistas que aseguran que la meditación lleva a la iluminación nihilista del buda hasta los newagers esquizoides de California que meditan antes de iniciar una sesión de channeling, que es como le llaman al espiritismo reciclado.
Bueno, pues meditando no se llega a ser el buda, ni se entiende mejor el universo ni se comunica uno con los espíritus.
Pero se siente bien.
Esto no debería sorprendernos. Mientras más vivimos en una sociedad occidental moderna, menos tiempo tenemos para nosotros mismos, más acelerados vamos, menos descanso tenemos, no sólo físico, sino mental. Nuestros ratos libres los ocupan formas del ocio más o menos bruscas y adrenalínicas, diseñadas para cobrarnos por disfrutarlas o para inducirnos al consumo ocupando toda nuestra atención. Y ocupan las 18 horas del día que solemos estar despiertos.
En ese tornado de actividad y estímulos intensos y permanentes, tomarse diez minutos para no hacer nada, para concentrarse en cosas "intrascendentes" según la visión de la sociedad neoliberal de consumo, nos provoca una sensación de paz, tranquilidad y bienestar. Y no por motivos astrales, por la influencia de una deidad ni por energías imaginarias supuestas por impostores a prueba de bombas, sino porque nuestro cuerpo y mente agradecen ese paréntesis.
Se llama "descanso". Le dicen "meditación".
Y entonces, luego de esos diez minutos, nos sentimos bien o, para no exagerar, nos sentimos mejor que antes de esos diez minutos.
No nos sentiremos mucho mejor si meditamos seis horas seguidas, y es probable que nos dé un calambre en el espinazo, como nadie aguanta paseos de seis horas por el campo todos los días ni seis horas de conciertos a diario.
Pero los diez minutos de "desconectar" son algo agradable y, según algunos médicos, sano y recomendable.
Y la maravillosa verdad sobre el tema es que puede hacerse sin comulgar con ruedas de molino administradas por algún gurú con la cabeza rapada o un astrologuillo pillo disfrazado de Harry Potter.
Pero usted no lo sabe.
Y de allí se agarran los vendedores de disparates.
Usted se acerca a un grupo, club, asociación, sociedad, hermandad, cábala, junta, conspiración, iglesia, secta, sectita,sectota, agrupación, asamblea, corporación, red u lo que se les ocurra llamarla (incluso una marca registrada) y no pasa mucho tiempo antes de que lo pongan a meditar para "demostrarle" que su "filosofía" (y hay que tener la cara de acero al alto carbono para llamarle filosofía a las extravagancias que afirman estos psicotiquillos) guarda "misteriosísimos secretos" que ellos pueden develarle. Y usted sigue las indicaciones, se relaja y "medita". Diez minutos, no más.
Usted, poco acostumbrado a no hacer nada, descubre que esos diez minutos le sientan de maravilla, como una siesta de media hora, pues.
Y en ese momento, usted está adobado para que le injerten el cuento de que ese bienestar puede verse aumentado, ampliado, magnificado, potenciado y desarrollado si usted adquiere el curso, el libro, el casete, el vídeo, la conferencia, la clase, el diplomado, la membresía, etc., etc. que le ofrecen a precio de regalo. Y está listo para que le digan que ese bienestar procede de energías supuestas, de interacciones indemostrables o de una "sabiduría ancestral" que nunca sirvió para que nuestros ancestros vivieran vidas más largas, más sanas, más sabias y más felices.
Caramba, piensa uno que ha vivido los últimos diez o quince años a velocidad de fórmula uno, si eso pueden hacer en diez minutos y gratis, ¿qué no podrán hacer en tres meses y soltándoles unos billetucos?
La verdad es que no pueden hacer nada, y que usted puede disfrutar el ratito de bienestar de la "meditación" sin tener que comprar las demás historias que le cuenten estos desvergonzados. La "meditación" es su principal truco, cuando no el único, para el reclutamiento de corderitos para su matadero. Tienen algo que funciona y sobre eso levantan un enorme edificio de demencias imposibles de demostrar, explicaciones psicodislépticas y "filosofías" afiladas para extirparle la cartera.
Pero dado que esto no es del conocimiento común, usted sigue sin saberlo.
Y muerde el cebo.
La meditación para sentirse bien funciona, sin importar que usted la haga según sus depredadores para "volar" como los discípulos de Sexy Sadie (nombre que John Lennon le dio al Maharishi), para "iluminarse", para "contactar" con espiritus o extraterrestres, para "captar energía vital", para "alinear sus chacras", para "cargar el aura", para "percibir el cuerpo astral", para "desfloccinipaucificar las nerenias del discombuto místico" o cualquier mercadería que le estén ofertando.
Por supuesto, una vez habiendo picado, descubrirá que no conseguirá ni volar ni iluminarse ni nada por el estilo, simplemente se sentirá mejor por motivos eminentemente fisiológicos del funcionamiento normal (no paranormal) del cuerpo y la mente humanos. Pero para entonces ya pueden haberle hecho un bonito lavado de cerebro para dejárselo con consistencia de arroz con leche, como cualquier invitado de Javier Sierra en "Crónicas Marcianas".
El desconocimiento generalizado de que este "descanso" funciona como "meditación" sin explicaciones descabelladas lo aprovecha un amplio surtido de oligofrénicos para ofrecerle "algo más" a las personas a las que les arrancan algo (dignidad, dinero, sexo, poder, admiración o libertad de pensamiento).
Ahora usted lo sabe: la "meditación" funciona. Pero no por los cuentos que relatan simuladores diversos.
Así que relájese, respire hondo y tranquilícese. A eso le llaman "meditación" y cobran por ello, cuando usted lo puede tener de manera gratuita y sin regalarle el alma a los comerciantes de la ignorancia humana.
La meditación funciona.
Antes de que usted proceda a llamar a los servicios de salud informando que el autor de este blog ha perdido la chaveta completamente y ahora chupa de la pipa de hachís de los infelices orates, permítanos la posibilidad de dar nuestros argumentos.
Primero, no se confunda "meditación" con la "Meditación Trascendental (Marca Registrada)" del insigne embaucador y conocido enfermo sexual Maharishi Mahesh Yogui. Lo que hace ese gordito infeliz es un asunto de sectas peligrosas debidamente tratado en sitios más serios que éste (merece seriedad por el daño psicológico atroz que le inflige a sus víctimas en su búsqueda de poder, sexo y dinero, por no decir que además ha dejado en la pobreza a más de cuatro "fieles creyentes").
Segundo, no se confunda "meditación" con el rollo misticoide con el que se ha rodeado esta palabra por parte de casi todos los charlatanes, ya que casi todos acuden a esta práctica.
Tercero: entiéndase "meditación" como lo que uno hace cuando "medita", es decir, aislarse sensorialmente del mundo a su alrededor y del trajín cotidiano, relajar sus músculos, tratar de no pensar en las preocupaciones cotidianas y concentrarse en cosas agradables. (Es lo mismo que uno hace si, en vez de mirarse el ombligo, da tranquilos paseos solitarios por el campo o navega con brisa leve en un velero, o se sienta a escuchar música suave tranquilamente en su sofá [en lugar de escuchar música potindustrial salsero-heavy en un walkman mientras corre, viaja en autobús, come apresuradamente algún alimento basura o espera con impaciencia].)
Hecho esto, entiéndase: cuando uno hace esas cosas (aislarse, relajarse, desconectar, pensar en cosas agradables) se siente bien.
Ese sentirse bien es lo que funciona en las prácticas meditativas.
De hecho, es lo único que funciona.
Dado que la reacción que provoca es notable y observable, numerosísimas disciplinas esotericonas la usan de forma depredadora dándole todo tipo de extrañas, maravillosas y siempre contradictorias implicaciones. Desde las prácticas orientalistas que aseguran que la meditación lleva a la iluminación nihilista del buda hasta los newagers esquizoides de California que meditan antes de iniciar una sesión de channeling, que es como le llaman al espiritismo reciclado.
Bueno, pues meditando no se llega a ser el buda, ni se entiende mejor el universo ni se comunica uno con los espíritus.
Pero se siente bien.
Esto no debería sorprendernos. Mientras más vivimos en una sociedad occidental moderna, menos tiempo tenemos para nosotros mismos, más acelerados vamos, menos descanso tenemos, no sólo físico, sino mental. Nuestros ratos libres los ocupan formas del ocio más o menos bruscas y adrenalínicas, diseñadas para cobrarnos por disfrutarlas o para inducirnos al consumo ocupando toda nuestra atención. Y ocupan las 18 horas del día que solemos estar despiertos.
En ese tornado de actividad y estímulos intensos y permanentes, tomarse diez minutos para no hacer nada, para concentrarse en cosas "intrascendentes" según la visión de la sociedad neoliberal de consumo, nos provoca una sensación de paz, tranquilidad y bienestar. Y no por motivos astrales, por la influencia de una deidad ni por energías imaginarias supuestas por impostores a prueba de bombas, sino porque nuestro cuerpo y mente agradecen ese paréntesis.
Se llama "descanso". Le dicen "meditación".
Y entonces, luego de esos diez minutos, nos sentimos bien o, para no exagerar, nos sentimos mejor que antes de esos diez minutos.
No nos sentiremos mucho mejor si meditamos seis horas seguidas, y es probable que nos dé un calambre en el espinazo, como nadie aguanta paseos de seis horas por el campo todos los días ni seis horas de conciertos a diario.
Pero los diez minutos de "desconectar" son algo agradable y, según algunos médicos, sano y recomendable.
Y la maravillosa verdad sobre el tema es que puede hacerse sin comulgar con ruedas de molino administradas por algún gurú con la cabeza rapada o un astrologuillo pillo disfrazado de Harry Potter.
Pero usted no lo sabe.
Y de allí se agarran los vendedores de disparates.
Usted se acerca a un grupo, club, asociación, sociedad, hermandad, cábala, junta, conspiración, iglesia, secta, sectita,sectota, agrupación, asamblea, corporación, red u lo que se les ocurra llamarla (incluso una marca registrada) y no pasa mucho tiempo antes de que lo pongan a meditar para "demostrarle" que su "filosofía" (y hay que tener la cara de acero al alto carbono para llamarle filosofía a las extravagancias que afirman estos psicotiquillos) guarda "misteriosísimos secretos" que ellos pueden develarle. Y usted sigue las indicaciones, se relaja y "medita". Diez minutos, no más.
Usted, poco acostumbrado a no hacer nada, descubre que esos diez minutos le sientan de maravilla, como una siesta de media hora, pues.
Y en ese momento, usted está adobado para que le injerten el cuento de que ese bienestar puede verse aumentado, ampliado, magnificado, potenciado y desarrollado si usted adquiere el curso, el libro, el casete, el vídeo, la conferencia, la clase, el diplomado, la membresía, etc., etc. que le ofrecen a precio de regalo. Y está listo para que le digan que ese bienestar procede de energías supuestas, de interacciones indemostrables o de una "sabiduría ancestral" que nunca sirvió para que nuestros ancestros vivieran vidas más largas, más sanas, más sabias y más felices.
Caramba, piensa uno que ha vivido los últimos diez o quince años a velocidad de fórmula uno, si eso pueden hacer en diez minutos y gratis, ¿qué no podrán hacer en tres meses y soltándoles unos billetucos?
La verdad es que no pueden hacer nada, y que usted puede disfrutar el ratito de bienestar de la "meditación" sin tener que comprar las demás historias que le cuenten estos desvergonzados. La "meditación" es su principal truco, cuando no el único, para el reclutamiento de corderitos para su matadero. Tienen algo que funciona y sobre eso levantan un enorme edificio de demencias imposibles de demostrar, explicaciones psicodislépticas y "filosofías" afiladas para extirparle la cartera.
Pero dado que esto no es del conocimiento común, usted sigue sin saberlo.
Y muerde el cebo.
La meditación para sentirse bien funciona, sin importar que usted la haga según sus depredadores para "volar" como los discípulos de Sexy Sadie (nombre que John Lennon le dio al Maharishi), para "iluminarse", para "contactar" con espiritus o extraterrestres, para "captar energía vital", para "alinear sus chacras", para "cargar el aura", para "percibir el cuerpo astral", para "desfloccinipaucificar las nerenias del discombuto místico" o cualquier mercadería que le estén ofertando.
Por supuesto, una vez habiendo picado, descubrirá que no conseguirá ni volar ni iluminarse ni nada por el estilo, simplemente se sentirá mejor por motivos eminentemente fisiológicos del funcionamiento normal (no paranormal) del cuerpo y la mente humanos. Pero para entonces ya pueden haberle hecho un bonito lavado de cerebro para dejárselo con consistencia de arroz con leche, como cualquier invitado de Javier Sierra en "Crónicas Marcianas".
El desconocimiento generalizado de que este "descanso" funciona como "meditación" sin explicaciones descabelladas lo aprovecha un amplio surtido de oligofrénicos para ofrecerle "algo más" a las personas a las que les arrancan algo (dignidad, dinero, sexo, poder, admiración o libertad de pensamiento).
Ahora usted lo sabe: la "meditación" funciona. Pero no por los cuentos que relatan simuladores diversos.
Así que relájese, respire hondo y tranquilícese. A eso le llaman "meditación" y cobran por ello, cuando usted lo puede tener de manera gratuita y sin regalarle el alma a los comerciantes de la ignorancia humana.
abril 23, 2004
La cabaña de las cabecitas locas 5: el fracaso
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Ya sé que algunos esperaban con ansias la reseña del circo del martes pasado en Antena 3, pero resulta que mi máquina sufrió un colapso y hubo de pasar por una profunda reparación dejándome en la inopia informático-computacional.
Pero estamos de vuelta. Dora la computadora está en su versión número 10 desde la primera que tuve hace un montonal de años, y yo reviso las notas del desfiguro del martes.
Lo más notable: el gloriosísimo programa se va a la mierda depués de fracasar estrepitosamente en términos de audiencia, dejando a Antena 3 con un agujero en el bolsillo que no será pequeño, sobre todo si contamos cómo comen y cómo beben (y qué beben, que lo menos que se ve por ahí son botellas de Johnny Walker etiqueta negra) los cabezas de chorlito que están haciéndose tontos en "El castillo de las mentes prodigiosas". Pues les queda esta semanuca para rellenarse como morcillas porque el martes próximo vuelven a su casa y a su tarea de separar a gente de buena fe de sus euros.
Una de nuestras preguntas de la semana pasada fue: Adivina, adivinador: ¿quién es el distinguido y millonario insolente del "castillo" de las "mentes" "prodigiosas" que se ha dedicado, además de esquilmar incautos con su "brujería", a la política, primero de la mano de un insigne militar acusado públicamente de torturador y de responsable de desapariciones de personas, y luego haciendo su propio partidito político?
La respuesta es: don Carlos Luconi, argentino que se disfraza de italiano y de conde para asombrar almas cándidas. La información es la siguiente, con sus respectivas fuentes ("fuentes", palabra que desconocen del todo los arañaparedes del charlatanaje mundial).
Hasta uno de los mas conspicuos parasicologos, Carlos Luconi, formo su propio partido luego de militar en la UCeDe y Bandera Blanca (Bussi) nos cuenta G.Gimenez de Castro en su sitio Web.
El tal Bussi es Antonio Bussi, uno de los encargados de la represión en Argentina durante la feroz dictadura que padeció ese país. Una de sus víctimas relata con detalles la clase de hijo de puta que es el mentor político de Carlos Luconi diciendo, entre otras muchas cosas: En noviembre de 1998, Baltasar Garzón ordenó la captura internacional de el ex general acusándolo del secuestro y desaparición de descendientes y ciudadanos españoles en Tucumán. Pero también lo procesó por "enriquecimiento ilícito", hecho que estaría directamente vinculado con estos delitos de lesa humanidad.
Casi nada.
El prestigiado diario Página 12 de Argentina nos informa además: Carlos Luconi, "mentalista" que "hace trabajos" y "destraba problemas" (desfaze entuertos y endereza agravios al decir del Ingenioso Hidalgo) desde hace tiempo se dedica a la politica. Sus primeros pasos los dio en el partido del Gral. Antonio Bussi, ex gobernador del Proceso de la pcia de Tucuman y fundador del partido Bandera Blanca. Luconi intento organizarle el partido a nivel nacional hasta que se peleo con el Gral. Ahora esta decidido a hacer carrera con su propio partido y la ayuda de las fuerzas de Lucifer con el partido Confederacion Alianza Popular de neto corte conservador. Sus primeras declaraciones fueron "siempre dijeron que este pais necesita un brujo para salvarse. Bueno aqui estoy."
Por su parte, Nicolás Pablo Gasparotto nos ofrece este interesante retrato del mencionado pilluelo: Carlos Luconi se publicitaba como el "mayor humanista de América". En 1994, se presentó en convocatoria de acreedores y se fue del país, violando la resolución impuesta por el Juzgado Comercial Número 23 Sección 45 que le prohibió "abandonar el territorio argentino", ya que tiene un impedimento por quiebra. En pocas palabras, está prófugo. Luconi ganaba más de 2 millones de dólares anuales, atendía a 300 pacientes por día, tenía institutos de parapsicología en Córdoba, Rosario y La Plata. El cuarto, el de la Capital Federal, hoy lo utiliza su hermana Teresita. Era dueño de un canal de televisión en Avellaneda, vivía en un dúplex de la calle Callao al 1600 y viajaba en un Mercedes Benz 380. Ahora se encuentra en Italia y atiende un consultorio a metros del Vaticano. Su frase preferida: "Yo saco radiografías del alma". Gastaba 100 mil pesos mensuales en notas y columnas periodísticas paga.
La segunda pregunta la dejamos para el final.
Pues así por el estilo son los muchos bufones de ese castillo sin monarca. Aunque Luconi ya no vino porque no es tonto y porque sabe que en Inglaterra está más seguro que en España, donde sigue vigente una orden de detención contra su guía político.
El martes lo que hicieron es lo que saben hacer: insultarse a gritos, descalificarse, ofenderse, gritarse improperios y comportarse como mentes de barrio bajísimo antes que prodigiosas. Y en la casa casi se aventaron los platos. Al menos esa personaja asombrosa que es Leevon "Kennedy" (que para cantar se llamaba "Lee Von Fitzner" y que seguramente se llama Juana Pérez en realidad, suponemos) llegó a tirarle de las manos unos papeluchos al Divino Pelma, digo, Otelma, el "dios" italiano. Ella gritaba pidiendo que producción le llevara un abogado, él pedía que producción le trajera alguien de seguridad. Producción, en un desliz inteligente, no trajo a nadie y los dejó cocerse en su salsa de odios y vanidades.
Notable también es que no estén en el "tribunal" ni Gabriel Carrión ni Javier Armentia, las dos voces de la razón y la inteligencia ante el tinglado de taradeces estofadas que sirve el programa. ¿Se les acabó el contrato? ¿Eran demasiado inconvenientes señalando los trucos del tal Astyaro? Pues no hay información al respecto, pero ahora el tribunal lo domina "Aramís Fuster", disfrazada de algodón de azúcar de feria y flanqueada por la plasta sacerdotal llamada "Padre Apeles" y por un tipo que vive asombradísimo de los "poderes" de los babuinos que saltan ante él.
Hacen el truco más viejo del mundo: la Ouija. Ciertamente se ha demostrado más allá de toda duda posible que la planchette o tablita de la Ouija la mueven las personas que la tocan, ya sea voluntaria o involuntariamente, pero la mueven ellos y no el espíritu de "Gascón", como dicen. Les da igual. Hacen preguntas que se responden solos y luego no falta quien llora. El chaparrito del "tribunal" confirma asombrado que hubo un Gascón al que se le murió un hijo. Vaya mierda de videntes. Van a una excursión a un antiguo castillo de verdad y "ven" muertos y vuelven a gritar y a desmayarse. Espectáculo patético a más no poder.
El paripé alcanza su clímax sinfónico cuando Leevon "Kennedy" hacer "fotovidencia" (práctica que consiste en ver la foto de alguien y decir tonterías "adivinatorias"). Le dan fotos de personajes del "corazón" de España, como Carmina Ordóñez, David Beckham y Rocío Jurado. Y la Leevon jura que no conoce a estas personas (ni siquiera porque Rocío Jurado es ídolo de masas en Argentina), pero misteriosamente "le atina" en todo a lo que dicen las revistas del corazón.
Increíblemente, suponemos que alguien le creerá.
Mientras se pasan estas lamentables escenas en las que se hacen patos en los ratos en los que no están entregados a la manduca y al consumo de caldos de buena crianza, los agarrones siguen, la Leevon contra el Divino (apenas le llama "estafador, hijo de puta, vagabundo de mierda y puto reprimido"), Josefina contra Lola (que viene vestida con un brocado como de sofá de funeraria). Leevon contra Miguelina (a la que acusa de cobrar 3 mil euros por "trabajito").
Se descubre que Paco Porras estuvo tocando las ánforas para ver cuál tenía los dineros. ¿Pues cómo creen que han atinado las tres semanas anteriores, chiquillos? ¿Por sus inexistentes "poderes" o por sus trampas? Pero como esta vez les caen en la trampa, de modo que cambian los lzos de colores de las ánforas. Yo, audaz, "adivino" que esta vez fallan.
Y fallaron (debo ser la repera como vidente).
El hecho es que le dan puerta al "Profesor Mercury" (el tal Carabantes, ahora con un smoking blanco que hace que uo quiera pedirle no ya un whisky, sino un café), a Josefina Valero, a Paco Porras, al "Divino" Otelma (vaya mierda de dios, habría que decir) y a la "Santera" Miguelina, todos los cuales ya estarán dando consulta y cobrando sus buenos billetes, porque la semana que entra es la "Gran final", apresuradísima seguramente al verse que en este remake del Gran Hermano había de todo menos prodigios, adivinaciones, poderes, mentes ni cosa remotamente similar.
Nos queda entonces la segunda pregunta de la semana pasada: Adivina, adivinador: ¿Quién es el caradura que por suministrar mentiras en consultas por correo se pedía, ya en 1996, el equivalente a más de cuatro mil cien euros, pagaderos en 10 cómodas mensualidades con un pequeño recargo del 22%?
La respuesta es: el "Divino" Otelma, megafarsante de altos vuelos. El asunto está relatado aquí en italiano para que nos demos una idea de cómo llegan a cobrar estos despojos humanos por las patrañas que entregan con todo desparpajo a cambio de dinero de verdad.
Por cierto, el caballeruco aficionado a las túnicas carnavalescas ya ha sido al menos puesto en su sitio al menos una vez por un tribunal italiano que le prohibió en noviembre de 2002 difundir sus anuncios charlatanescos por considerar que eran publicidad engañosa. Queda constancia, así sea en italiano, del veredicto de este juicio, a ver si los jueces españoles espabilan.
Y nos despedimos con otra bonita pregunta:
¿Quién es el desahogao que ofrece, además de la colección habitual de boberías místicas, "consultas de sexología" por Internet a 42 euros la preguntita?
Y el martes próximo: adiós al programa más malo que alguien pudo jamás imaginar.
Ya sé que algunos esperaban con ansias la reseña del circo del martes pasado en Antena 3, pero resulta que mi máquina sufrió un colapso y hubo de pasar por una profunda reparación dejándome en la inopia informático-computacional.
Pero estamos de vuelta. Dora la computadora está en su versión número 10 desde la primera que tuve hace un montonal de años, y yo reviso las notas del desfiguro del martes.
Lo más notable: el gloriosísimo programa se va a la mierda depués de fracasar estrepitosamente en términos de audiencia, dejando a Antena 3 con un agujero en el bolsillo que no será pequeño, sobre todo si contamos cómo comen y cómo beben (y qué beben, que lo menos que se ve por ahí son botellas de Johnny Walker etiqueta negra) los cabezas de chorlito que están haciéndose tontos en "El castillo de las mentes prodigiosas". Pues les queda esta semanuca para rellenarse como morcillas porque el martes próximo vuelven a su casa y a su tarea de separar a gente de buena fe de sus euros.
Una de nuestras preguntas de la semana pasada fue: Adivina, adivinador: ¿quién es el distinguido y millonario insolente del "castillo" de las "mentes" "prodigiosas" que se ha dedicado, además de esquilmar incautos con su "brujería", a la política, primero de la mano de un insigne militar acusado públicamente de torturador y de responsable de desapariciones de personas, y luego haciendo su propio partidito político?
La respuesta es: don Carlos Luconi, argentino que se disfraza de italiano y de conde para asombrar almas cándidas. La información es la siguiente, con sus respectivas fuentes ("fuentes", palabra que desconocen del todo los arañaparedes del charlatanaje mundial).
Hasta uno de los mas conspicuos parasicologos, Carlos Luconi, formo su propio partido luego de militar en la UCeDe y Bandera Blanca (Bussi) nos cuenta G.Gimenez de Castro en su sitio Web.
El tal Bussi es Antonio Bussi, uno de los encargados de la represión en Argentina durante la feroz dictadura que padeció ese país. Una de sus víctimas relata con detalles la clase de hijo de puta que es el mentor político de Carlos Luconi diciendo, entre otras muchas cosas: En noviembre de 1998, Baltasar Garzón ordenó la captura internacional de el ex general acusándolo del secuestro y desaparición de descendientes y ciudadanos españoles en Tucumán. Pero también lo procesó por "enriquecimiento ilícito", hecho que estaría directamente vinculado con estos delitos de lesa humanidad.
Casi nada.
El prestigiado diario Página 12 de Argentina nos informa además: Carlos Luconi, "mentalista" que "hace trabajos" y "destraba problemas" (desfaze entuertos y endereza agravios al decir del Ingenioso Hidalgo) desde hace tiempo se dedica a la politica. Sus primeros pasos los dio en el partido del Gral. Antonio Bussi, ex gobernador del Proceso de la pcia de Tucuman y fundador del partido Bandera Blanca. Luconi intento organizarle el partido a nivel nacional hasta que se peleo con el Gral. Ahora esta decidido a hacer carrera con su propio partido y la ayuda de las fuerzas de Lucifer con el partido Confederacion Alianza Popular de neto corte conservador. Sus primeras declaraciones fueron "siempre dijeron que este pais necesita un brujo para salvarse. Bueno aqui estoy."
Por su parte, Nicolás Pablo Gasparotto nos ofrece este interesante retrato del mencionado pilluelo: Carlos Luconi se publicitaba como el "mayor humanista de América". En 1994, se presentó en convocatoria de acreedores y se fue del país, violando la resolución impuesta por el Juzgado Comercial Número 23 Sección 45 que le prohibió "abandonar el territorio argentino", ya que tiene un impedimento por quiebra. En pocas palabras, está prófugo. Luconi ganaba más de 2 millones de dólares anuales, atendía a 300 pacientes por día, tenía institutos de parapsicología en Córdoba, Rosario y La Plata. El cuarto, el de la Capital Federal, hoy lo utiliza su hermana Teresita. Era dueño de un canal de televisión en Avellaneda, vivía en un dúplex de la calle Callao al 1600 y viajaba en un Mercedes Benz 380. Ahora se encuentra en Italia y atiende un consultorio a metros del Vaticano. Su frase preferida: "Yo saco radiografías del alma". Gastaba 100 mil pesos mensuales en notas y columnas periodísticas paga.
La segunda pregunta la dejamos para el final.
Pues así por el estilo son los muchos bufones de ese castillo sin monarca. Aunque Luconi ya no vino porque no es tonto y porque sabe que en Inglaterra está más seguro que en España, donde sigue vigente una orden de detención contra su guía político.
El martes lo que hicieron es lo que saben hacer: insultarse a gritos, descalificarse, ofenderse, gritarse improperios y comportarse como mentes de barrio bajísimo antes que prodigiosas. Y en la casa casi se aventaron los platos. Al menos esa personaja asombrosa que es Leevon "Kennedy" (que para cantar se llamaba "Lee Von Fitzner" y que seguramente se llama Juana Pérez en realidad, suponemos) llegó a tirarle de las manos unos papeluchos al Divino Pelma, digo, Otelma, el "dios" italiano. Ella gritaba pidiendo que producción le llevara un abogado, él pedía que producción le trajera alguien de seguridad. Producción, en un desliz inteligente, no trajo a nadie y los dejó cocerse en su salsa de odios y vanidades.
Notable también es que no estén en el "tribunal" ni Gabriel Carrión ni Javier Armentia, las dos voces de la razón y la inteligencia ante el tinglado de taradeces estofadas que sirve el programa. ¿Se les acabó el contrato? ¿Eran demasiado inconvenientes señalando los trucos del tal Astyaro? Pues no hay información al respecto, pero ahora el tribunal lo domina "Aramís Fuster", disfrazada de algodón de azúcar de feria y flanqueada por la plasta sacerdotal llamada "Padre Apeles" y por un tipo que vive asombradísimo de los "poderes" de los babuinos que saltan ante él.
Hacen el truco más viejo del mundo: la Ouija. Ciertamente se ha demostrado más allá de toda duda posible que la planchette o tablita de la Ouija la mueven las personas que la tocan, ya sea voluntaria o involuntariamente, pero la mueven ellos y no el espíritu de "Gascón", como dicen. Les da igual. Hacen preguntas que se responden solos y luego no falta quien llora. El chaparrito del "tribunal" confirma asombrado que hubo un Gascón al que se le murió un hijo. Vaya mierda de videntes. Van a una excursión a un antiguo castillo de verdad y "ven" muertos y vuelven a gritar y a desmayarse. Espectáculo patético a más no poder.
El paripé alcanza su clímax sinfónico cuando Leevon "Kennedy" hacer "fotovidencia" (práctica que consiste en ver la foto de alguien y decir tonterías "adivinatorias"). Le dan fotos de personajes del "corazón" de España, como Carmina Ordóñez, David Beckham y Rocío Jurado. Y la Leevon jura que no conoce a estas personas (ni siquiera porque Rocío Jurado es ídolo de masas en Argentina), pero misteriosamente "le atina" en todo a lo que dicen las revistas del corazón.
Increíblemente, suponemos que alguien le creerá.
Mientras se pasan estas lamentables escenas en las que se hacen patos en los ratos en los que no están entregados a la manduca y al consumo de caldos de buena crianza, los agarrones siguen, la Leevon contra el Divino (apenas le llama "estafador, hijo de puta, vagabundo de mierda y puto reprimido"), Josefina contra Lola (que viene vestida con un brocado como de sofá de funeraria). Leevon contra Miguelina (a la que acusa de cobrar 3 mil euros por "trabajito").
Se descubre que Paco Porras estuvo tocando las ánforas para ver cuál tenía los dineros. ¿Pues cómo creen que han atinado las tres semanas anteriores, chiquillos? ¿Por sus inexistentes "poderes" o por sus trampas? Pero como esta vez les caen en la trampa, de modo que cambian los lzos de colores de las ánforas. Yo, audaz, "adivino" que esta vez fallan.
Y fallaron (debo ser la repera como vidente).
El hecho es que le dan puerta al "Profesor Mercury" (el tal Carabantes, ahora con un smoking blanco que hace que uo quiera pedirle no ya un whisky, sino un café), a Josefina Valero, a Paco Porras, al "Divino" Otelma (vaya mierda de dios, habría que decir) y a la "Santera" Miguelina, todos los cuales ya estarán dando consulta y cobrando sus buenos billetes, porque la semana que entra es la "Gran final", apresuradísima seguramente al verse que en este remake del Gran Hermano había de todo menos prodigios, adivinaciones, poderes, mentes ni cosa remotamente similar.
Nos queda entonces la segunda pregunta de la semana pasada: Adivina, adivinador: ¿Quién es el caradura que por suministrar mentiras en consultas por correo se pedía, ya en 1996, el equivalente a más de cuatro mil cien euros, pagaderos en 10 cómodas mensualidades con un pequeño recargo del 22%?
La respuesta es: el "Divino" Otelma, megafarsante de altos vuelos. El asunto está relatado aquí en italiano para que nos demos una idea de cómo llegan a cobrar estos despojos humanos por las patrañas que entregan con todo desparpajo a cambio de dinero de verdad.
Por cierto, el caballeruco aficionado a las túnicas carnavalescas ya ha sido al menos puesto en su sitio al menos una vez por un tribunal italiano que le prohibió en noviembre de 2002 difundir sus anuncios charlatanescos por considerar que eran publicidad engañosa. Queda constancia, así sea en italiano, del veredicto de este juicio, a ver si los jueces españoles espabilan.
Y nos despedimos con otra bonita pregunta:
¿Quién es el desahogao que ofrece, además de la colección habitual de boberías místicas, "consultas de sexología" por Internet a 42 euros la preguntita?
Y el martes próximo: adiós al programa más malo que alguien pudo jamás imaginar.
abril 19, 2004
El fanatismo del creyente y la cautela del sentido común
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Una y otra vez, a lo largo de los años, hemos constatado que es imposible convencer a los verdaderos creyentes acerca de la falsedad de su religión.
Esto únicamente sirve para demostrar que tales homínidos son inmunes a la razón, a los datos, a las pruebas y a la evidencia real. Por eso no discutimos con ellos, a menos que hacerlo tenga algún valor didáctico para sus posibles víctimas.
El ovni de Puebla
Pongamos un caso que fue ciertamente famoso, el del "Ovni de Puebla", de México, el 29 de Julio de 1977, visto por decenas de miles de personas, filmado varias veces, incluso profesionalmente (por un equipo que trabajaba en una película sobre el cual pasó el objeto), y que cayó finalmente en la Sierra Norte de Puebla.
Mientras los loquetes de siempre deliraban por la "visita extraterrestre", dos investigadores, Héctor Chavarría y Pablo Latapí, llegaron al lugar, entrevistaron a los pobladores e incluso obtuvieron un trozo de lo que se estrelló en el asoleadero de café de un campesino severamente perjudicado por todo el meneo. El objeto fue analizado y se determinó que era acero similar a una aleación al cromo silicio usada, entre otras cosas, para hacer resortes.
Los años pasaron mientras los ufólogos creyentes bordaban una tontería tras otra sobre el "Caso Puebla".
En 1990, amparado en el Acta de Libertad de Información, el ufólogo escéptico Héctor Escobar consiguió datos del Comando de Defensa Estratégica de los EE.UU., que probaban que la trayectoria, velocidad y hora de entrada del "ovni" a la atmósfera coincidían con los de la tercera etapa del cohete soviético que había puesto en órbita al satélite Cosmos 929.
El objeto venía de los cielos, habiendo sido lanzado previamente desde Baikonur. Misterio resuelto. Ovni convertido en ovi.
¿Alguien en el mundo de la ovnilogía o ufología charlatanescas quedó convencido de la prueba y archivó el caso Puebla? Pues no.
La historia completa la escribieron Héctor Chavarría (uno de los primeros investigadores) y Héctor Escobar (que resolvió el caso) en en el boletín de la ARP-SAPC y en muchos otros lugares.
El mundo de la ovnilatría sinvergüenza no tuvo interés en investigar el hecho. Tenían lo que llamaron "un caso perfecto" y no iban a permitir que se los viniera a joder la realidad. La investigación de verdad tuvo que ser hecha por quienes no comparten los dogmas de fe de estos acólitos de la baba.
Pero los fanaticazos fundamentalocos siguen citando el caso y, antes de acudir a esta información, prefieren citar párrafos de franca alucinación, pergeñados por tipos que nunca vieron los restos pero aseguran que tienen "un brillo azul que nos llena de paz" y sofritos mentales de este tipo. (He tenido en mis manos varias veces el trozo que guarda Héctor Chavarría, y es acero sin ningún brillo mamón ni efectos esotéricos.)
"Los hechos nos importan un carajo"
¿Se demostró que las "investigaciones" sobre Uri Geller en la universidad de Colgate estuvieron malhechas y no son válidas al no evitar que el vivaracho israelí hiciera trampa? Ni lo mencionan. ¿Se encontraron modelos de "naves extraterrestres" adecuados para trucos fotográficos en la casa del demencial "Billy" Meier? Eso no demuestra nada, según ellos. ¿La psicología ha demostrado que las "regresiones" son memorias falsas introducidas por hipnotistas imbéciles o interesados? No hay una sola mención en los documentos públicos de los hipnotizadores que ofrecen tales "regresiones". ¿Una investigación demuestra las falsedades de distintos curanderoides? No importa, la consulta sigue llena. ¿Las pruebas estadísticas demuestran que las predicciones astrológicas no funcionan para un carajo? Es que la ciencia no nos quiere, es mala con nosotros (y se sueltan a llorar). ¿El caso de las hermanas Fox hace ciento y tantos años fue un fraude confesado por una de ellas, Margaret? Lo ocultan avergonzados.
Nada, absolutamente nada de lo que se diga a estos fanáticos los mueve de sus convicciones. Lo suyo, aunque lo disfracen con palabras extravagantes como "investigaciones" es cosa de fe, asumida de manera fundamentalista, en la que el no creyente es, cuando menos, un hereje, y el que los critica se vuelve blanco de todo tipo de ataques.
Como los talibanes, pues.
Nunca han aceptado las pruebas que se les dan, por sólidas que sean (y pocas cosas más sólidas que un trozo de acero) y a cambio exigen que se acepten "evidencias" frágiles, cuando no meramente simples decires de personas, que habitualmente hacen negocio con sus afirmaciones.
Los escépticos ya han visto que su aproximación a los hechos no tiene efecto sobre estos cerebros de planaria y su buena fe inexistente. La mentalidad científica no tiene ningún problema en cambiar de opinión, pues ni tiene ni cree tener a La Verdad agarrada por el pescuezo, sino que se concibe como un proceso de acercamiento continuo a hechos y datos certeros y certificables por cualquiera para obtener explicaciones válidas y que se integren a todo un enorme cuerpo de conocimientos (esto último quiere decir que lo que ocurre en la química no contradice a la física, y que la anatomía del aparato digestivo no contradice a la química, el conocimiento está sistematizado y es coherente, a diferencia de los jirones patéticos que hilan los paranormalólogos).
¿Cómo funciona la ciencia? Dice que hay nueve planetas en el sistema solar porque conoce nueve, pero se demuestra la existencia de Sedna y entonces, en vez de "defender" su posición previa, acepta las pruebas, dice que hay diez planetas y se pone a estudiar. Supone que los dinosaurios eran reptiles hasta que se demuestra que no, que tienen un antepasado común con los reptiles pero pertenecen a otro orden, y la ciencia lo acepta y sigue avanzando. Contaba con las leyes de la gravitación de Newton para explicar la dinámica del universo, pero al demostrarse que tales leyes no eran aplicables a nivel microcósmico y macrocósmico, la ciencia aceptó la relitivdad de Einstein y la mecánica cuántica de Planck.
Igualmente, la ciencia se autocorrige. Al funcionar con investigaciones repetibles y contrastables, lo que dice un investigador puede ser comprobado por otros en las mismas condiciones, si no se replica, se analiza todo de nuevo. Eso impide que los charlatanazos sobrevivan mucho en el mundo de la ciencia real.
¿Que en la ciencia hay reticencias y a veces no se puede avanzar tan rápido como se pudiera? Pues sí, pero los científicos son humanos y se comportan como tales. Pero, a la larga, los hechos demostrables se imponen sobre las opiniones y resulta que conocemos mejor nuestro universo y podemos operar sobre él de manera predecible (algo que ninguna forma de la charlatanería nos permite hacer, mire a su alrededor y constátelo).
Por tanto, quien tiene un pensamiento crítico y científico, que sabe dudar de su propia visión de la realidad, supone ingenuamente (y tontamente, los años lo demuestran) que los embusteros de oficio piensan igual, y que bastarán las pruebas y una argumentación racional impecable para que muden de parecer.
Nunca van a cambiar de opinión porque tienen la respuesta antes de enfrentar los hechos, porque prefieren creer antes que saber y porque tienen intereses creados enormes.
Siete formas de ser como el tío Lolo, que se hacía tonto solo
Primero: tratar de trasladar el peso de la prueba a los escépticos. Esto es falaz, porque quien presenta una hipótesis es quien debe demostrarla, no al revés. Si alguien dice que Fulanito Descerebradito puede hacer algo maravilloso (doblar metales con la mente, predecir el futuro, conversar con extraterrestres, teletransportarse) debe demostrarlo satisfactoriamente. El que afirma, debe probar, el que afirma cosas maravillosas (fantasmas, extraterrestres, visión del futuro) debe dar pruebas igualmente maravillosas, no fotos y grabaciones dudosas, relatos lisérgicos y "predicciones" simplotas que cualquiera puede hacer.
Segundo: acudir a que los fenómenos "no los pueden reproducir los escépticos". Este argumento es especialmente bobo. Yo no sé cómo hace el mago Yunke su ilusión de cortarle la cabeza a la nena que lo ayuda, pero no porque yo no pueda reproducirlo voy a creer que "hace magia de verdad".
Tercero: saltarse a la torera la demostración de los hechos para tratar de discutir su "explicación" de manera delirante. Basta echar un ojo a cualquier manual de los especialistas en dar gato por liebre para encontrar docenas de explicaciones de cada taradez suya, haciendo que el lector (víctima) olvide que nadie ha podido demostrar la existencia del fenómeno en cuestión. Es como debatir el tipo sanguíneo de las hadas o el nombre del sastre de Astérix.
Cuarto: hacer el blanco móvil. Si alguien ofrece un misterio y se pone en duda, se apresura a ofrecer otro y otro, y otro, complicando el escenario para que nadie se dé cuenta de que todavía sigue sin demostrarse que el primer "misterio" no fuera un embuste. Así, un sacaplata superprofesional como el supuesto "contactado" Billy Meier empezó diciendo que tomaba fotos de platos volantes (se encontraron los modelos en su garaje), luego de extraterrestres (lástima que una "extraterrestre" fotografiada era una cantante conocida, por mucho que la desafocó), luego los filmaba (colgados de un palito), luego resultó que además viajaba en los platillos volantes y, lo último, ahora viaja en el tiempo (como prueba ofrece una foto de San Francisco después de un ataque nuclear, lástima que es la foto de un dibujo de un artista para ilustrar un artículo sobre el tema en la revista Geo años antes de la "foto" de Meier). Y entonces, en vez de centrarnos en que sus fotos no son pruebas de nada, se nos cuenta algo tan oriental como que le ha tomado una foto a Cristo cuando viajó en el tiempo.
Quinto: diversificarse (variación del 4). Habiendo dinero y "prestigio" (por fraudulento que fuere) en tantas áreas, los charlatanes surgen de una especialidad y al cabo de pocos años están metidos en muchas de las demás formas de desplumamiento de incautos. Con esto, además, pueden mover el blanco con más eficacia, por ejemplo, al ser cuestionados sobre sus fantasmas salir con un rollete sobre ovnis que hace todo diálogo imposible.
Sexto: desprestigiar al crítico. Quienes han tenido la mínima formación en lógica saben que ésta es una falacia de argumentación llamada argumento ad hominem, y que demuestra una mente poco ducha en la discusión racional (descubrimiento asombroso).
Séptimo: el insulto, la ofensa y acusaciones más o menos veladas. Cuando pierden los estribos y asumen su personalidad real (la de fanáticos babeantes, acefálicos y desprovistos de toda ética) resultan sumamente divertidos. Quedan totalmente desnudos en su ruin bajeza, la que antes de ese momento ocultaban bajo un manto de "espiritualidad", "iluminación", "sabiduría ancestral (o extraterrestre, o astral)" , "desarrollo mental", "relación con energías preternaturales maravillosas" y demás inventos engañabobos. (Por cierto, es cuando llegan a esto cuando los irracionales vendedores de abono disfrazado de alimento kármico acaban ante un juez explicando sus acciones y afirmaciones difamatorias.)
La bala mágica: el sentido común
El sentido común (que, como todo el mundo sabe, es el menos común de los sentidos) es, por ello, el arma ideal para enfrentar a los farsantes (y en cierta medida a los defraudadores, aunque sería mejor que éstos estuvieran más seguido ante los tribunales por vender curas falsas, cursos imbéciles, "lecturas" adivinatorias mendaces, "contactos con espíritus" imaginarios y todo tipo de imposturas dañinas, perjudiciales y, en última instancia, delictivas).
Pero no se trata de enfrentarlos para "convencerlos", sino para exhibir su miseria humana, moral, intelectual y científica ante sus posibles víctimas, quitándoles así a los charlatanes la posibilidad de seguir obteniendo beneficios de su oferta de ignorancia y ayudando a sus víctimas a escapar de la trampa.
¿Hay datos que puedan demostrar que los muertos gustan de hablarle al micrófono especialmente a Pedro Amorós en sus psicóticas psicofonías? No los hay ni les interesa ofrecerlos, que muy ocupados están vendiendo cursetes mamertos y cobrando publicidad de sitios igualmente desavenidos con la verdad. ¿Hay forma de demostrar que, efectivamente, las "miles" de cintas con las que pretende apabullar a sus presas sean falsas? Pues menos, porque nadie ha controlado cómo manufactura sus cuentos de muertitos durante tantos años. No se deja.
Sólo hay dos formas de enfrentar seriamente tales estupideces. La primera sería que, en aras de la "investigación" con la que se llenan la boca falsamente, Pedro Amorós o alguno de sus compinches aceptara realizar sus milagretes bajo condiciones de laboratorio con variables controladas y un protocolo experimental debidamente establecido por científicos y magos de escenario (expertos en las artes de engañar al público, pero de manera honrada). A esto no se someten estos pavorreales inútiles ni bajo amenaza de muerte. (Bueno, en contadas ocasiones sí, y cuando se someten y fracasan, siempre tienen pretextos. Lo que nunca tienen es éxito.)
La otra forma es poner en palabras claras lo que venden estos descerebrados para que sus presas lo vean con claridad. Decir en lenguaje llano lo que ellos revisten de imaginación enfermiza y verborrea deesaforada y demencial (demencial porque pretenden confundirla con la realidad; como todo el mundo sabe, sólo los niños y los locos son incapaces de distinguir entre lo real y lo imaginario), acudir a la lógica, a lo simplemente obvio:
¿Realmente las mentes superiores de este universo vienen desde el grupo de estrellas de Las Pléyades a 400 años luz sólo para las vea un chalado llamado Billy Meier y se forre de dinero vendiendo el cuento? ¿Es lógico pensar que las estrellas influyen en nosotros sin importar su distancia de nosotros y luego creer que su posición sí importa? ¿Cómo es que los estudios de sonido de todo el mundo borran cintas en magnetófonos sin micrófono y a nadie le aparecen las voces que persiguen a un puñado de selectos lamesuelos? ¿En verdad alguien puede aceptar que un pelmazo como los de "El castillo de las mentes prodigiosas" sea un sujeto "superior" cuando se comporta como cualquier delincuente menor?
Lo importante es que usted, que no está tan seguro de si tantas afirmaciones extravagantes son o no verdad, aprenda a dudar y preguntar con agudeza ante las barbaridades que pretenden que crea y compre.
Y que recuerde que más allá de los cuentos de estos viles orates, el universo real está lleno de maravillas reales y asombrosas que éstos quieren ocultarle; ellos se dedican a evitar que usted levante la cabeza y mire de frente a su realidad y la entienda, su meta es conseguir que usted se deje manipular, que eso siempre conviene a los poderosos, en lugar de entender su mundo y disfrutar del conocimiento real y de todo lo que ofrece.
Lógica, sentido común, razón elemental, pensamiento simple. Son como los Cuatro Jinetes del Apocalipsis para esos vividores que sólo pueden prosperar si reclutan incautos.
A ellos no los convence nadie, y precisamente por eso es peligroso que usted se deje convencer por ellos sin dudar sistemáticamente.
Una y otra vez, a lo largo de los años, hemos constatado que es imposible convencer a los verdaderos creyentes acerca de la falsedad de su religión.
Esto únicamente sirve para demostrar que tales homínidos son inmunes a la razón, a los datos, a las pruebas y a la evidencia real. Por eso no discutimos con ellos, a menos que hacerlo tenga algún valor didáctico para sus posibles víctimas.
El ovni de Puebla
Pongamos un caso que fue ciertamente famoso, el del "Ovni de Puebla", de México, el 29 de Julio de 1977, visto por decenas de miles de personas, filmado varias veces, incluso profesionalmente (por un equipo que trabajaba en una película sobre el cual pasó el objeto), y que cayó finalmente en la Sierra Norte de Puebla.
Mientras los loquetes de siempre deliraban por la "visita extraterrestre", dos investigadores, Héctor Chavarría y Pablo Latapí, llegaron al lugar, entrevistaron a los pobladores e incluso obtuvieron un trozo de lo que se estrelló en el asoleadero de café de un campesino severamente perjudicado por todo el meneo. El objeto fue analizado y se determinó que era acero similar a una aleación al cromo silicio usada, entre otras cosas, para hacer resortes.
Los años pasaron mientras los ufólogos creyentes bordaban una tontería tras otra sobre el "Caso Puebla".
En 1990, amparado en el Acta de Libertad de Información, el ufólogo escéptico Héctor Escobar consiguió datos del Comando de Defensa Estratégica de los EE.UU., que probaban que la trayectoria, velocidad y hora de entrada del "ovni" a la atmósfera coincidían con los de la tercera etapa del cohete soviético que había puesto en órbita al satélite Cosmos 929.
El objeto venía de los cielos, habiendo sido lanzado previamente desde Baikonur. Misterio resuelto. Ovni convertido en ovi.
¿Alguien en el mundo de la ovnilogía o ufología charlatanescas quedó convencido de la prueba y archivó el caso Puebla? Pues no.
La historia completa la escribieron Héctor Chavarría (uno de los primeros investigadores) y Héctor Escobar (que resolvió el caso) en en el boletín de la ARP-SAPC y en muchos otros lugares.
El mundo de la ovnilatría sinvergüenza no tuvo interés en investigar el hecho. Tenían lo que llamaron "un caso perfecto" y no iban a permitir que se los viniera a joder la realidad. La investigación de verdad tuvo que ser hecha por quienes no comparten los dogmas de fe de estos acólitos de la baba.
Pero los fanaticazos fundamentalocos siguen citando el caso y, antes de acudir a esta información, prefieren citar párrafos de franca alucinación, pergeñados por tipos que nunca vieron los restos pero aseguran que tienen "un brillo azul que nos llena de paz" y sofritos mentales de este tipo. (He tenido en mis manos varias veces el trozo que guarda Héctor Chavarría, y es acero sin ningún brillo mamón ni efectos esotéricos.)
"Los hechos nos importan un carajo"
¿Se demostró que las "investigaciones" sobre Uri Geller en la universidad de Colgate estuvieron malhechas y no son válidas al no evitar que el vivaracho israelí hiciera trampa? Ni lo mencionan. ¿Se encontraron modelos de "naves extraterrestres" adecuados para trucos fotográficos en la casa del demencial "Billy" Meier? Eso no demuestra nada, según ellos. ¿La psicología ha demostrado que las "regresiones" son memorias falsas introducidas por hipnotistas imbéciles o interesados? No hay una sola mención en los documentos públicos de los hipnotizadores que ofrecen tales "regresiones". ¿Una investigación demuestra las falsedades de distintos curanderoides? No importa, la consulta sigue llena. ¿Las pruebas estadísticas demuestran que las predicciones astrológicas no funcionan para un carajo? Es que la ciencia no nos quiere, es mala con nosotros (y se sueltan a llorar). ¿El caso de las hermanas Fox hace ciento y tantos años fue un fraude confesado por una de ellas, Margaret? Lo ocultan avergonzados.
Nada, absolutamente nada de lo que se diga a estos fanáticos los mueve de sus convicciones. Lo suyo, aunque lo disfracen con palabras extravagantes como "investigaciones" es cosa de fe, asumida de manera fundamentalista, en la que el no creyente es, cuando menos, un hereje, y el que los critica se vuelve blanco de todo tipo de ataques.
Como los talibanes, pues.
Nunca han aceptado las pruebas que se les dan, por sólidas que sean (y pocas cosas más sólidas que un trozo de acero) y a cambio exigen que se acepten "evidencias" frágiles, cuando no meramente simples decires de personas, que habitualmente hacen negocio con sus afirmaciones.
Los escépticos ya han visto que su aproximación a los hechos no tiene efecto sobre estos cerebros de planaria y su buena fe inexistente. La mentalidad científica no tiene ningún problema en cambiar de opinión, pues ni tiene ni cree tener a La Verdad agarrada por el pescuezo, sino que se concibe como un proceso de acercamiento continuo a hechos y datos certeros y certificables por cualquiera para obtener explicaciones válidas y que se integren a todo un enorme cuerpo de conocimientos (esto último quiere decir que lo que ocurre en la química no contradice a la física, y que la anatomía del aparato digestivo no contradice a la química, el conocimiento está sistematizado y es coherente, a diferencia de los jirones patéticos que hilan los paranormalólogos).
¿Cómo funciona la ciencia? Dice que hay nueve planetas en el sistema solar porque conoce nueve, pero se demuestra la existencia de Sedna y entonces, en vez de "defender" su posición previa, acepta las pruebas, dice que hay diez planetas y se pone a estudiar. Supone que los dinosaurios eran reptiles hasta que se demuestra que no, que tienen un antepasado común con los reptiles pero pertenecen a otro orden, y la ciencia lo acepta y sigue avanzando. Contaba con las leyes de la gravitación de Newton para explicar la dinámica del universo, pero al demostrarse que tales leyes no eran aplicables a nivel microcósmico y macrocósmico, la ciencia aceptó la relitivdad de Einstein y la mecánica cuántica de Planck.
Igualmente, la ciencia se autocorrige. Al funcionar con investigaciones repetibles y contrastables, lo que dice un investigador puede ser comprobado por otros en las mismas condiciones, si no se replica, se analiza todo de nuevo. Eso impide que los charlatanazos sobrevivan mucho en el mundo de la ciencia real.
¿Que en la ciencia hay reticencias y a veces no se puede avanzar tan rápido como se pudiera? Pues sí, pero los científicos son humanos y se comportan como tales. Pero, a la larga, los hechos demostrables se imponen sobre las opiniones y resulta que conocemos mejor nuestro universo y podemos operar sobre él de manera predecible (algo que ninguna forma de la charlatanería nos permite hacer, mire a su alrededor y constátelo).
Por tanto, quien tiene un pensamiento crítico y científico, que sabe dudar de su propia visión de la realidad, supone ingenuamente (y tontamente, los años lo demuestran) que los embusteros de oficio piensan igual, y que bastarán las pruebas y una argumentación racional impecable para que muden de parecer.
Nunca van a cambiar de opinión porque tienen la respuesta antes de enfrentar los hechos, porque prefieren creer antes que saber y porque tienen intereses creados enormes.
Siete formas de ser como el tío Lolo, que se hacía tonto solo
Primero: tratar de trasladar el peso de la prueba a los escépticos. Esto es falaz, porque quien presenta una hipótesis es quien debe demostrarla, no al revés. Si alguien dice que Fulanito Descerebradito puede hacer algo maravilloso (doblar metales con la mente, predecir el futuro, conversar con extraterrestres, teletransportarse) debe demostrarlo satisfactoriamente. El que afirma, debe probar, el que afirma cosas maravillosas (fantasmas, extraterrestres, visión del futuro) debe dar pruebas igualmente maravillosas, no fotos y grabaciones dudosas, relatos lisérgicos y "predicciones" simplotas que cualquiera puede hacer.
Segundo: acudir a que los fenómenos "no los pueden reproducir los escépticos". Este argumento es especialmente bobo. Yo no sé cómo hace el mago Yunke su ilusión de cortarle la cabeza a la nena que lo ayuda, pero no porque yo no pueda reproducirlo voy a creer que "hace magia de verdad".
Tercero: saltarse a la torera la demostración de los hechos para tratar de discutir su "explicación" de manera delirante. Basta echar un ojo a cualquier manual de los especialistas en dar gato por liebre para encontrar docenas de explicaciones de cada taradez suya, haciendo que el lector (víctima) olvide que nadie ha podido demostrar la existencia del fenómeno en cuestión. Es como debatir el tipo sanguíneo de las hadas o el nombre del sastre de Astérix.
Cuarto: hacer el blanco móvil. Si alguien ofrece un misterio y se pone en duda, se apresura a ofrecer otro y otro, y otro, complicando el escenario para que nadie se dé cuenta de que todavía sigue sin demostrarse que el primer "misterio" no fuera un embuste. Así, un sacaplata superprofesional como el supuesto "contactado" Billy Meier empezó diciendo que tomaba fotos de platos volantes (se encontraron los modelos en su garaje), luego de extraterrestres (lástima que una "extraterrestre" fotografiada era una cantante conocida, por mucho que la desafocó), luego los filmaba (colgados de un palito), luego resultó que además viajaba en los platillos volantes y, lo último, ahora viaja en el tiempo (como prueba ofrece una foto de San Francisco después de un ataque nuclear, lástima que es la foto de un dibujo de un artista para ilustrar un artículo sobre el tema en la revista Geo años antes de la "foto" de Meier). Y entonces, en vez de centrarnos en que sus fotos no son pruebas de nada, se nos cuenta algo tan oriental como que le ha tomado una foto a Cristo cuando viajó en el tiempo.
Quinto: diversificarse (variación del 4). Habiendo dinero y "prestigio" (por fraudulento que fuere) en tantas áreas, los charlatanes surgen de una especialidad y al cabo de pocos años están metidos en muchas de las demás formas de desplumamiento de incautos. Con esto, además, pueden mover el blanco con más eficacia, por ejemplo, al ser cuestionados sobre sus fantasmas salir con un rollete sobre ovnis que hace todo diálogo imposible.
Sexto: desprestigiar al crítico. Quienes han tenido la mínima formación en lógica saben que ésta es una falacia de argumentación llamada argumento ad hominem, y que demuestra una mente poco ducha en la discusión racional (descubrimiento asombroso).
Séptimo: el insulto, la ofensa y acusaciones más o menos veladas. Cuando pierden los estribos y asumen su personalidad real (la de fanáticos babeantes, acefálicos y desprovistos de toda ética) resultan sumamente divertidos. Quedan totalmente desnudos en su ruin bajeza, la que antes de ese momento ocultaban bajo un manto de "espiritualidad", "iluminación", "sabiduría ancestral (o extraterrestre, o astral)" , "desarrollo mental", "relación con energías preternaturales maravillosas" y demás inventos engañabobos. (Por cierto, es cuando llegan a esto cuando los irracionales vendedores de abono disfrazado de alimento kármico acaban ante un juez explicando sus acciones y afirmaciones difamatorias.)
La bala mágica: el sentido común
El sentido común (que, como todo el mundo sabe, es el menos común de los sentidos) es, por ello, el arma ideal para enfrentar a los farsantes (y en cierta medida a los defraudadores, aunque sería mejor que éstos estuvieran más seguido ante los tribunales por vender curas falsas, cursos imbéciles, "lecturas" adivinatorias mendaces, "contactos con espíritus" imaginarios y todo tipo de imposturas dañinas, perjudiciales y, en última instancia, delictivas).
Pero no se trata de enfrentarlos para "convencerlos", sino para exhibir su miseria humana, moral, intelectual y científica ante sus posibles víctimas, quitándoles así a los charlatanes la posibilidad de seguir obteniendo beneficios de su oferta de ignorancia y ayudando a sus víctimas a escapar de la trampa.
¿Hay datos que puedan demostrar que los muertos gustan de hablarle al micrófono especialmente a Pedro Amorós en sus psicóticas psicofonías? No los hay ni les interesa ofrecerlos, que muy ocupados están vendiendo cursetes mamertos y cobrando publicidad de sitios igualmente desavenidos con la verdad. ¿Hay forma de demostrar que, efectivamente, las "miles" de cintas con las que pretende apabullar a sus presas sean falsas? Pues menos, porque nadie ha controlado cómo manufactura sus cuentos de muertitos durante tantos años. No se deja.
Sólo hay dos formas de enfrentar seriamente tales estupideces. La primera sería que, en aras de la "investigación" con la que se llenan la boca falsamente, Pedro Amorós o alguno de sus compinches aceptara realizar sus milagretes bajo condiciones de laboratorio con variables controladas y un protocolo experimental debidamente establecido por científicos y magos de escenario (expertos en las artes de engañar al público, pero de manera honrada). A esto no se someten estos pavorreales inútiles ni bajo amenaza de muerte. (Bueno, en contadas ocasiones sí, y cuando se someten y fracasan, siempre tienen pretextos. Lo que nunca tienen es éxito.)
La otra forma es poner en palabras claras lo que venden estos descerebrados para que sus presas lo vean con claridad. Decir en lenguaje llano lo que ellos revisten de imaginación enfermiza y verborrea deesaforada y demencial (demencial porque pretenden confundirla con la realidad; como todo el mundo sabe, sólo los niños y los locos son incapaces de distinguir entre lo real y lo imaginario), acudir a la lógica, a lo simplemente obvio:
¿Realmente las mentes superiores de este universo vienen desde el grupo de estrellas de Las Pléyades a 400 años luz sólo para las vea un chalado llamado Billy Meier y se forre de dinero vendiendo el cuento? ¿Es lógico pensar que las estrellas influyen en nosotros sin importar su distancia de nosotros y luego creer que su posición sí importa? ¿Cómo es que los estudios de sonido de todo el mundo borran cintas en magnetófonos sin micrófono y a nadie le aparecen las voces que persiguen a un puñado de selectos lamesuelos? ¿En verdad alguien puede aceptar que un pelmazo como los de "El castillo de las mentes prodigiosas" sea un sujeto "superior" cuando se comporta como cualquier delincuente menor?
Lo importante es que usted, que no está tan seguro de si tantas afirmaciones extravagantes son o no verdad, aprenda a dudar y preguntar con agudeza ante las barbaridades que pretenden que crea y compre.
Y que recuerde que más allá de los cuentos de estos viles orates, el universo real está lleno de maravillas reales y asombrosas que éstos quieren ocultarle; ellos se dedican a evitar que usted levante la cabeza y mire de frente a su realidad y la entienda, su meta es conseguir que usted se deje manipular, que eso siempre conviene a los poderosos, en lugar de entender su mundo y disfrutar del conocimiento real y de todo lo que ofrece.
Lógica, sentido común, razón elemental, pensamiento simple. Son como los Cuatro Jinetes del Apocalipsis para esos vividores que sólo pueden prosperar si reclutan incautos.
A ellos no los convence nadie, y precisamente por eso es peligroso que usted se deje convencer por ellos sin dudar sistemáticamente.
abril 16, 2004
Las crónicas mariguanas de Javiercito Sierra
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Fue jueves, día de frikis zarrapastrosos en versión de Javier Sierra, director de la orquesta de mentiras que se distribuyen casi todos los jueves a través de Crónicas Marcianas y que hacen que se vean sensatos y decentes otros personajes habituales de la emisión, culpables sólo de famoseo y de mentiras mucho menos perjudiciales que las que guarda en su cartera de productos este mercader de la engañifa.
(¿Será cierto, por cierto, avisen si alguien lo sabe de cierto, que la presencia de tan insigne picaporte mental no es producto del interés del conductor y director Javier Sardá por exhibir sus paparruchas, sino que el panfleto inmundo Más allá compra el tiempo a Tele5 en el programa para promover sus trolas y vender más revistuchas a más víctimas e incautos? Nosotros no lo sabemos, pero nos interesa saberlo.)
El "invitado" de hoy es un chupapitos verdaderamente destacado. Para quienes no puedan ver la televisión española, se trata de "Juan Miguel" (así, sin apellido), un peluquero moreno, gordito, de grueso bigote negro, que se tiñe la estropajosa greña de rubio, estuvo casado con Karina ("protagonista" de la última mamada sideral de "El castillo de las mentes prodigiosas", según consignamos aquí), que presume de bisexual (ante el asombro del personal que no entiende que le pueda gustar ni a hombres, ni a mujeres ni a burros ciegos en primavera) y además se presenta antes en el programa con su última gracejada: es ahora actor de películas porno malíiiiiiisimas (pero malas en serio, si usted sabe cualquier cosa de pornografía, la identificará como una mala película porno, para empezar porque no hay erección que resista cuando este espantajo asoma los belfos en la pantalla), como se demuestra ofreciéndonos algunas de sus olvidables escenas en la pantalla.
Tan brillante personaje, tan creíble ciudadano, tan serio profesional, tan estudiado y modesto individuo, señorón tan enemigo del escándalo y noble hidalgo con tal sentido del ridículo seguramente no nos va a mentir cuando hable del mundo de lo misterioso, ¿verdad?
Ni menos que lo haga para promover su porno malamalísimapeor. ¿Cómo va uno a creer tal cosa?
Omitimos el resto del desperdicio de videocinta y procedemos a esperar la entrada de Javiercito Sierra, que se persona con Josep Guijarro, a quien autopsiamos brevemente más adelante.
Ah, vaya, el porno no tiene nada que ver, porque Sierra nos revela que Juan Miguel era una persona normal hace 14 años y fue entonces, en 1990, cuando se teletransportó con su esposa. ¡Guáaaaaau, Javier, qué habilidad!
¿Y se lo guardó hasta hoy que es actor porno? ¡Qué discreto, el caballero!
(Lástima que, para demostrarlo, Javier muestra una foto de Juan Miguel en aquellos locos años, con el mismo aspecto de espantajo que ahora pero más joven, con Karina, la ya citada creyente en brujerías y el auto del misterio que parece un auto normal.)
Breve la historia del pornopeluquero: iba en auto con su esposa en Barcelona y se teletrasportaron 6 kilómetros apareciendo en dirección contraria. Ofrece como prueba su sólido testimonio y su digna reputación. Absolutamente nada más.
Guijarro dice que los casos de "teletransportación" son "anecdóticos pero significativos".
¿Cómo?
No, mira, Josep, lo "anecdótico" lo es todo menos "significativo". La ciencia de verdad, no los embustes que tú mercas, no puede aceptar la evidencia anecdótica precisamente porque está teñida de subjetividad, carece de pruebas, se contamina de opinión, le escasea el rigor e incluye otros elementos que dan a lo anecdótico precisamente su nombre y su definición como algo referido a anécdotas en la cuarta acepción de anécdota: "Suceso circunstancial o irrelevante", según dice el DRAE.
Si eres capaz, Josepcín, hijo, de decir que algo es "anecdótico pero significativo" (que es como decir que algo es rojo pero verde), eres capaz de decir cualquier estupidez sin sonrojarte.
El acusado de periodista nos da la razón y dice las que corresponden: que la niebla es un episodio "muy común" porque "siempre se entra en esa niebla" al teletransportarse. ¿Se ha teletransportado Josep? Obviamente no. ¿Cómo lo sabe? No lo sabe pero finge. Jura que hay gente que se teletransporta a otros países niebla de por medio. ¿Sus pruebas? Lo bien recortada que trae la perilla, porque otra no tiene. Dice que existe eso porque se lo han dicho tipos como Juan Miguel, y considera que si él tiene tan poco seso como para trgarse con fruición tal lelada, seguramente tendrá clientes que le crean cuando él escupa las propias. Y las escupe.
Juan Miguel dice que 15 días antes de la misteriosa teletransportación que nadie vio, en Montserrat, tomó unas fotos de la virgen de la Moreneta en las que aparece algo muy raro. ¿Y las fotos? Ah, no las trajo, pero jura que las tiene en casa. No invita a su casa a verlas. Todo es "muy misterioso" (bostezo).
Javier Sardá se burla lo justo para salvar la dignidad.
El Guijarro mental habla de "tormentas temporales" (o sea, ha leído ciencia ficción, pero no hay físico que hable de tal fumada ni persona cuerda que se crea la ciencia ficción, que es noble artesanía de contar cuentos, lo decimos avalados por algún antiguo premio como narradores en ese género y estudiosos del mismo), de "arreglos espaciotemporales" (a saber qué carajos quiere decir eso) y de "abducciones extraterrestres" (¡perobutofcourse!, faltaba más). Para ello muestra una foto con un resplandor del sol en el objetivo o una mancha producto del descuido, pero que Josep presenta como "la niebla misteriosa" (sonido de viento ululante pasando de oreja a oreja por las vacantes cabezas de los honorables invitados).
Las fotos no demuestran nada, como ya demostraremos. Pero Javier (Sierra, aclaramos, porque en realidad da algo de vergüenza ajena que Sardá deba asistir a tal espectáculo, mucho peor que las barbaridades divertidas del resto del programa, que es irreverente pero no irrespetuoso) ahora quiere relacionar esta pamplina, probablemente producto del consumo de yerbita atontadora, con otro caso de otra mujer (sin más nombre que "Asun") que "meses antes" (sin decir fechas) se teletransportó en su auto 40 kilómetros en Canarias.
Para demostrarlo tienen una foto del automóvil al ladito de una carretera. Podría ser la foto mala de cualquier automóvil, teletransportado o no.
(¡Qué maravilla! ¡Qué asombro! ¡Qué solidez de argumentos! ¡Qué pruebas tan contundentes! ¡Qué hato de desvergonzados cobrones! [sí, con "o"], ¡Qué atropello a la razón, como diría Santos Discépolo!)
¿Quién es, entonces, el majestuoso mico llamado Josep Guijarro? Un negociante de buen ojo que ya a los 16 años fundó la misteriosa "Unión Autónoma de Investigadores Parapsicólogos (UAIP)", membrete pomposo que ya no existe y que seguramente "unió" a cuatro amiguetes con el sueño de vivir sin trabajar, como los de la lamentable RHOI de ahora. Innovador, Guijarro trata de imbricar a los ovnis con la parapsicología para poder presentar ofensas a la inteligencia en varios registros distintos (cobrando en todos). No se le conoce, pues, profesión honorable ni actividad digna. Desde su juventud mama de la ubre de los fenómenos para anormales y hoy funda su prestigio en el hecho de que trabaja bajo las órdenes de Sierra.
Periodista más creíble no lo hay como no sea Urdaci (los no españoles tendrán que buscar la referencia, era el vocero oficioso, obediente y mentiroso a control remoto del gobierno del PP que se acaba mañana para regocijo de casi todos).
Su página Web "oficial (jiji)" (de Guijarro, no de Urdaci, se entiende) es un poema a su intensa actividad en la tarea de desplumar incautos con libros, con simposios, en la radio y en la prensa comercializando pamplinas sobre ovnis, parapsicología, "civilizaciones desaparecidas" (de las imaginarias, se entiende, porque es dudoso que este zampabollos sepa nada de arqueología de verdad), "enigmas" (cajón de sastre de los embusteros), "historia ignorada" (donde tiene la caradura de afirmar que Hitler logró fabricar una bomba atómica, total, igual y era extraterrestre transdimensional de la Atlántida y se teletransportó a Austria, da igual), "conspiraciones" y, por supuesto, como corresponde a todo investigador serio, su propio invento (que él presenta mendazmente como "descubrimiento", truco que ya hizo muchas veces Juan JB con hielo).
El invento es... (fanfarrias): ¡"Friendship"!
¿Qué es "Friendship"? una conspiración "en el cono sur de Chile" (vaya usted a saber dónde conos o coños se encuentra el cono sur de Chile, porque este papamoscas no sabe que "Cono sur" es nombre que se da a la parte del extremo sur de Suramérica que forma, precisamente, un cono continental, y que la gansada del "cono sur de Chile" es sólo prueba de su enciclopédica ignorancia de la más elemental geografía).
(A reserva de un día reírnos más con ella, Friendship es una isla de extraterrestres, al parecer anglófonos, que existe pero que nadie ha podido ver nunca, y la "descubrió" desde Barcelona este tipoide, curiosamente cuando tenía el negocio de Karma 7 otro panfleto de asuntos para anormales.)
Pues ya, eso, no hay más, a dormir a casita. Un sujeto con cero credibilidad, presentado por otros dos sujetos con cero credibilidad, dice que le pasó algo maravilloso pero no tiene ninguna prueba, ni maravillosa ni de ningún tipo para sustentarlo.
La idea de los embaucadores es que si usted es tan ingenuote como para creerse tamaña trola, se le invita a que compre Más allá, donde con gusto y por unas monedas le contarán tantas mentiras como pueda digerir. No crea usted que vayan a consentir que ningún sentido de la decencia, la ética o la razón se interponga en su camino hacia los euros de los demás.
Y, si se descuida, le venden la Torre Eiffel y el Puente de Brooklyn.
Fue jueves, día de frikis zarrapastrosos en versión de Javier Sierra, director de la orquesta de mentiras que se distribuyen casi todos los jueves a través de Crónicas Marcianas y que hacen que se vean sensatos y decentes otros personajes habituales de la emisión, culpables sólo de famoseo y de mentiras mucho menos perjudiciales que las que guarda en su cartera de productos este mercader de la engañifa.
(¿Será cierto, por cierto, avisen si alguien lo sabe de cierto, que la presencia de tan insigne picaporte mental no es producto del interés del conductor y director Javier Sardá por exhibir sus paparruchas, sino que el panfleto inmundo Más allá compra el tiempo a Tele5 en el programa para promover sus trolas y vender más revistuchas a más víctimas e incautos? Nosotros no lo sabemos, pero nos interesa saberlo.)
El "invitado" de hoy es un chupapitos verdaderamente destacado. Para quienes no puedan ver la televisión española, se trata de "Juan Miguel" (así, sin apellido), un peluquero moreno, gordito, de grueso bigote negro, que se tiñe la estropajosa greña de rubio, estuvo casado con Karina ("protagonista" de la última mamada sideral de "El castillo de las mentes prodigiosas", según consignamos aquí), que presume de bisexual (ante el asombro del personal que no entiende que le pueda gustar ni a hombres, ni a mujeres ni a burros ciegos en primavera) y además se presenta antes en el programa con su última gracejada: es ahora actor de películas porno malíiiiiiisimas (pero malas en serio, si usted sabe cualquier cosa de pornografía, la identificará como una mala película porno, para empezar porque no hay erección que resista cuando este espantajo asoma los belfos en la pantalla), como se demuestra ofreciéndonos algunas de sus olvidables escenas en la pantalla.
Tan brillante personaje, tan creíble ciudadano, tan serio profesional, tan estudiado y modesto individuo, señorón tan enemigo del escándalo y noble hidalgo con tal sentido del ridículo seguramente no nos va a mentir cuando hable del mundo de lo misterioso, ¿verdad?
Ni menos que lo haga para promover su porno malamalísimapeor. ¿Cómo va uno a creer tal cosa?
Omitimos el resto del desperdicio de videocinta y procedemos a esperar la entrada de Javiercito Sierra, que se persona con Josep Guijarro, a quien autopsiamos brevemente más adelante.
Ah, vaya, el porno no tiene nada que ver, porque Sierra nos revela que Juan Miguel era una persona normal hace 14 años y fue entonces, en 1990, cuando se teletransportó con su esposa. ¡Guáaaaaau, Javier, qué habilidad!
¿Y se lo guardó hasta hoy que es actor porno? ¡Qué discreto, el caballero!
(Lástima que, para demostrarlo, Javier muestra una foto de Juan Miguel en aquellos locos años, con el mismo aspecto de espantajo que ahora pero más joven, con Karina, la ya citada creyente en brujerías y el auto del misterio que parece un auto normal.)
Breve la historia del pornopeluquero: iba en auto con su esposa en Barcelona y se teletrasportaron 6 kilómetros apareciendo en dirección contraria. Ofrece como prueba su sólido testimonio y su digna reputación. Absolutamente nada más.
Guijarro dice que los casos de "teletransportación" son "anecdóticos pero significativos".
¿Cómo?
No, mira, Josep, lo "anecdótico" lo es todo menos "significativo". La ciencia de verdad, no los embustes que tú mercas, no puede aceptar la evidencia anecdótica precisamente porque está teñida de subjetividad, carece de pruebas, se contamina de opinión, le escasea el rigor e incluye otros elementos que dan a lo anecdótico precisamente su nombre y su definición como algo referido a anécdotas en la cuarta acepción de anécdota: "Suceso circunstancial o irrelevante", según dice el DRAE.
Si eres capaz, Josepcín, hijo, de decir que algo es "anecdótico pero significativo" (que es como decir que algo es rojo pero verde), eres capaz de decir cualquier estupidez sin sonrojarte.
El acusado de periodista nos da la razón y dice las que corresponden: que la niebla es un episodio "muy común" porque "siempre se entra en esa niebla" al teletransportarse. ¿Se ha teletransportado Josep? Obviamente no. ¿Cómo lo sabe? No lo sabe pero finge. Jura que hay gente que se teletransporta a otros países niebla de por medio. ¿Sus pruebas? Lo bien recortada que trae la perilla, porque otra no tiene. Dice que existe eso porque se lo han dicho tipos como Juan Miguel, y considera que si él tiene tan poco seso como para trgarse con fruición tal lelada, seguramente tendrá clientes que le crean cuando él escupa las propias. Y las escupe.
Juan Miguel dice que 15 días antes de la misteriosa teletransportación que nadie vio, en Montserrat, tomó unas fotos de la virgen de la Moreneta en las que aparece algo muy raro. ¿Y las fotos? Ah, no las trajo, pero jura que las tiene en casa. No invita a su casa a verlas. Todo es "muy misterioso" (bostezo).
Javier Sardá se burla lo justo para salvar la dignidad.
El Guijarro mental habla de "tormentas temporales" (o sea, ha leído ciencia ficción, pero no hay físico que hable de tal fumada ni persona cuerda que se crea la ciencia ficción, que es noble artesanía de contar cuentos, lo decimos avalados por algún antiguo premio como narradores en ese género y estudiosos del mismo), de "arreglos espaciotemporales" (a saber qué carajos quiere decir eso) y de "abducciones extraterrestres" (¡perobutofcourse!, faltaba más). Para ello muestra una foto con un resplandor del sol en el objetivo o una mancha producto del descuido, pero que Josep presenta como "la niebla misteriosa" (sonido de viento ululante pasando de oreja a oreja por las vacantes cabezas de los honorables invitados).
Las fotos no demuestran nada, como ya demostraremos. Pero Javier (Sierra, aclaramos, porque en realidad da algo de vergüenza ajena que Sardá deba asistir a tal espectáculo, mucho peor que las barbaridades divertidas del resto del programa, que es irreverente pero no irrespetuoso) ahora quiere relacionar esta pamplina, probablemente producto del consumo de yerbita atontadora, con otro caso de otra mujer (sin más nombre que "Asun") que "meses antes" (sin decir fechas) se teletransportó en su auto 40 kilómetros en Canarias.
Para demostrarlo tienen una foto del automóvil al ladito de una carretera. Podría ser la foto mala de cualquier automóvil, teletransportado o no.
(¡Qué maravilla! ¡Qué asombro! ¡Qué solidez de argumentos! ¡Qué pruebas tan contundentes! ¡Qué hato de desvergonzados cobrones! [sí, con "o"], ¡Qué atropello a la razón, como diría Santos Discépolo!)
¿Quién es, entonces, el majestuoso mico llamado Josep Guijarro? Un negociante de buen ojo que ya a los 16 años fundó la misteriosa "Unión Autónoma de Investigadores Parapsicólogos (UAIP)", membrete pomposo que ya no existe y que seguramente "unió" a cuatro amiguetes con el sueño de vivir sin trabajar, como los de la lamentable RHOI de ahora. Innovador, Guijarro trata de imbricar a los ovnis con la parapsicología para poder presentar ofensas a la inteligencia en varios registros distintos (cobrando en todos). No se le conoce, pues, profesión honorable ni actividad digna. Desde su juventud mama de la ubre de los fenómenos para anormales y hoy funda su prestigio en el hecho de que trabaja bajo las órdenes de Sierra.
Periodista más creíble no lo hay como no sea Urdaci (los no españoles tendrán que buscar la referencia, era el vocero oficioso, obediente y mentiroso a control remoto del gobierno del PP que se acaba mañana para regocijo de casi todos).
Su página Web "oficial (jiji)" (de Guijarro, no de Urdaci, se entiende) es un poema a su intensa actividad en la tarea de desplumar incautos con libros, con simposios, en la radio y en la prensa comercializando pamplinas sobre ovnis, parapsicología, "civilizaciones desaparecidas" (de las imaginarias, se entiende, porque es dudoso que este zampabollos sepa nada de arqueología de verdad), "enigmas" (cajón de sastre de los embusteros), "historia ignorada" (donde tiene la caradura de afirmar que Hitler logró fabricar una bomba atómica, total, igual y era extraterrestre transdimensional de la Atlántida y se teletransportó a Austria, da igual), "conspiraciones" y, por supuesto, como corresponde a todo investigador serio, su propio invento (que él presenta mendazmente como "descubrimiento", truco que ya hizo muchas veces Juan JB con hielo).
El invento es... (fanfarrias): ¡"Friendship"!
¿Qué es "Friendship"? una conspiración "en el cono sur de Chile" (vaya usted a saber dónde conos o coños se encuentra el cono sur de Chile, porque este papamoscas no sabe que "Cono sur" es nombre que se da a la parte del extremo sur de Suramérica que forma, precisamente, un cono continental, y que la gansada del "cono sur de Chile" es sólo prueba de su enciclopédica ignorancia de la más elemental geografía).
(A reserva de un día reírnos más con ella, Friendship es una isla de extraterrestres, al parecer anglófonos, que existe pero que nadie ha podido ver nunca, y la "descubrió" desde Barcelona este tipoide, curiosamente cuando tenía el negocio de Karma 7 otro panfleto de asuntos para anormales.)
Pues ya, eso, no hay más, a dormir a casita. Un sujeto con cero credibilidad, presentado por otros dos sujetos con cero credibilidad, dice que le pasó algo maravilloso pero no tiene ninguna prueba, ni maravillosa ni de ningún tipo para sustentarlo.
La idea de los embaucadores es que si usted es tan ingenuote como para creerse tamaña trola, se le invita a que compre Más allá, donde con gusto y por unas monedas le contarán tantas mentiras como pueda digerir. No crea usted que vayan a consentir que ningún sentido de la decencia, la ética o la razón se interponga en su camino hacia los euros de los demás.
Y, si se descuida, le venden la Torre Eiffel y el Puente de Brooklyn.
abril 14, 2004
El topillo de las mentes vergonzosas: 4
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Empezaremos la crónica del dislate de esta semana con una bonita adivinanza:
Adivina, adivinador: ¿quién es el distinguido y millonario insolente del "castillo" de las "mentes" "prodigiosas" que se ha dedicado, además de esquilmar incautos con su "brujería", a la política, primero de la mano de un insigne militar acusado públicamente de torturador y de responsable de desapariciones de personas, y luego haciendo su propio partidito político?
Otro punto previo al arranque de esta edición de uno de los nominados para el premio al programa más anencefálico de la televisión mundial: visiten el blog Por la boca muere el pez, donde "El señor Pez" es Javier Armentia, astrofísico que ha vivido en carne propia las barbaridades del supuesto castillo de las supuestas mentes supuestamente prodigiosas, toreando a las diez reses mentales del tal castillo con la capa roja que lo obligan a llevar en el "tribunal".
Comenzamos bien, no por otra cosa sino porque Alicia Senovilla trae más escote que la vez pasada, porque la piara de farsantes es la misma que antes, excepto porque el "Divino Otelma" viene disfrazado con la capa y el tocado de Nefertiti según interpretación del modisto más exagerado y aficionado a la mezcalina del Carnaval de Rio de Janeiro (en la cabeza lleva un cubilete gigantesco recubierto en purpurina o diamantina dorada, con ocho kilos de bisutería y una capa dorada larga como su historial de embustes), Manuel Carabantes (a) El "profesor" Mercury viene vestido con un smoking rojo que dan ganas de pedirle un whisky en las rocas y la cosa repelente llamada Paco Porras se ha hecho un rizado permanente en las greñas.
El "aspirante" a entrar en este gallinero es otro mentalista que se hace llamar "Khofrank", es decir, otro mago de escenario e ilusionista, como Astyaro, que prostituye, como Astyaro, su noble arte escénico fingiendo tener verdaderos poderes. Hace un truquito de mentalismo bastante elemental, según recuerdo un efecto de Houdini (se los he visto más impresionantes al profesor Rochy, por decir algo). Una vergüenza, pues, para la honrada profesión de Houdini.
(Leevon llama "caradura" a "Khofrank". Haga de cuenta Maradonna reclamando una mano en el área.)
Ante la falta de hechos, acontecimientos o algo que pudiera aspirar a capturar el interés del televidente, repiten la caída del techo por tercera semana consecutiva.
Es la televisión en la que no pasa nada, una televisión sin fondo, pero con una forma que ni siquiera tiene los atractivos de la televisión basura (sexo, gente conocida que aporta la posibilidad de un disfrute vicario de la trascendencia mediática, la desgracia de los poderosos que facilita al jodido aceptar su triste sino). Brujas desmelenándose a gritos e insultándose. Tres esperpentos aullando de pie, arrancándole a la conductora el timón de la emisión. Feria de vanidades y exhibidor de las miserias humanas que acumulan con codicia estos personajes. El programa naufraga, que es como decir que hoy naufragó el Titanic, porque esto se hundió al zarpar.
El "Divino Otelma" conduce a un grupo de subnormales en fila dando saltitos. Se repiten los rituales de semanas anteriores, incluido uno "celta" en el que Paco Porras se desnuda, hace un agujerito pequeño, pequeño, pequeño en la tierra, mete el pito allí y se masturba en público con lodo. Luego acusan a Josefina de invocar espíritus malignos y de ser "gafe".
Más que hablar de poderes que evidentemente no tienen estos sacadineros, el programa habla a voces de las deficiencias de las sociedades occidentales modernas, del fracaso de la educación (fracaso que no pocos consideran diseñado a propósito en los estamentos de poder), de la pobreza de los medios, de la desesperación de miles de personas que, habiéndoseles despojado de trascendencia mediante la masificación mercadotécnica, se arrojan a los pies de cualquier hebefrénico que les diga que "son especiales" que "son únicos", que "tienen un gran potencial". Entre la consulta a videntes y la adscripción a sectas peligrosas media sólo una cuestión de grado.
Y que no se crea que la información o los títulos universitarios o la posición económica o política hacen a la gente inmune a estos delirios. Nada más falso. Los charlatanes depredan a personas con un gran vacío espiritual y sin herramientas para pensar críticamente, nada más. Y tales personas se pueden encontrar entre los analfabetas o entre los ingenieros químicos que trabajaban en la secta Aum Shinrikyo a las órdenes de Shoko Asahara o los sujetos exitosos que han regalado la vida a distintas sectas demenciales.
Lo único alentador son los mensajes que se ocupan (pagando, claro) de hacer mofa del programa y sus psicopatitas. Pero de cuando en cuando alguno muestra una veneración peligrosa.
Leevon le hace una lectura en frío como las que explicamos aquí a Karina, la decadente cantante recién ingresada a la política. Hacerle una lectura en frío a un personaje público es más fácil que meterle un penalty a Mr. Magoo, basta leerse un par de revistas "del corazón" para saber todo lo que uno quiere saber sobre estos personajes del famoseo (y varias cosas que no querría saber). Claro, la Leevon jura que ella "no conocía" a Karina. Y uno le cree encantado de la vida y empieza a sentir el aura astral del colágeno.
La bruja Lola, que más sabe de Karina por ser también personaje "del corazón" pero en versión "cutrelux" hace una lectura en frío con el tarot pero más brutal y despiadada, haciendo llorar a la cantante hablándole de cosas que todo el mundo sabe respecto de su vida familiar y dando un espectáculo por demás repugnante. Allí se ve lo que pasa cuando la credulidad se encuentra con la desvergüenza, el enorme poder que la esperpéntica Lola adquiere en breves minutos sobre su presa.
Gabriel Carrión y Javier Armentia impugnan la "videncia", cosa que, nuevamente, enciende la furia del brujerío. Por supuesto, parte del secreto de los impostores esos es gritar durísimo cuando empiezan a hablar los críticos, para que no se les escuche. Y la conductora, en tales casos, deja que los carnavalescos videntes se despachen a gusto.
El Divino Otelma, Santi Molezún, Paco Porras, Josefina Valero y la Santera Miguelina ofrecen breves muestras de sus lecturas en frío, aplicables a la totalidad del público televidente. Astyaro hace un truco de mentalismo con una llave de hierro que usa para varios actos. Karina reconoce que ha ido con videntes y brujos a lo largo de su vida, revelando así que está perfectamente adobada para tragar el cebo de este grupo en particular.
Cada brujo se aferra a sus "aciertos" en las "adivinaciones" de Karina. Nadie menciona sus errores, e incluso Karina seguramente ha olvidado los momentos en que cada uno de los espantajos se fue en banda. Regla número dos de la lectura en frío.
Gabriel Carrión sigue siendo el sector más duro de la crítica y provoca la furia de Molezún y de Porras. La crítica les viene a éstos peor que los andrajos con los que se disfrazan. Ambos gritan y gritan para acallar las palabras del crítico. Espiritualísimos, sin duda. Mentes prodigiosas de verdulería.
Mención aparte merece, de momento, la más esperpéntica bruja del lote, pero que está ubicada en el "tribunal": Aramís Fuster. (Pero antes, una pregunta: ¿por qué no tienen a un mago de escenario en el tribunal?). Desde las alturas se autopromueve y muestra que es una verdadera dominadora no de las fuerzas del mal, sino del más rastrero oportunismo, cuando menciona la muerte de Juanito Valderrama que no viene al caso para nada en este programa, pero con la que se da lustre como corresponde a un buitre del dolor humano.
Astyaro defiende a Carlos Luconi como "amigo" (¡qué amiguitos tienes, pinche güey!) y pide que se muestren las maravillas realizadas por Luconi, que sigue en el Londres debido a una enfermedad que no pudo prever. Vaya mierda de vidente. Los médicos le impiden volar de regreso y no lo previó. Vaya mierda de vidente...
... Pero, ¿cómo? ¿No lo atienden naturópatas, acupunturistas, aromaterapeutas, profesmercuris, homeopatosos, pacosporras, otelmas, santerillos o algún otro tipo de rascamonederos? ¿Lo atienden médicos de verdad?
(Es que, como dicen en mi pueblo, no hay borracho que coma lumbre. Los "sanadores" no se atienden solos, van al médico. Si tan sólo sus víctimas siguieran su sano ejemplo...)
Luconi no sabe si la gente votó porque salga o se quede. Vaya mierda de vidente. Los votos dicen que se quede. El mentalista "Khofrank" se va a tomar por saco, como dicen en el bar de enfrente (o a tomar por el culo, como dicen en el bar de la otra esquina, donde son más bastos y directos). El "Divino Otelma" afirma que él lo predijo (¿por qué no lo dijo antes de anunciarse el resultado?)
Gabriel Carrión pierde los estribos con la Lola durante las "nominaciones". Error. Un escéptico encabronado cae mal al público por principio, ya que de entrada tiene el papel del malo, de aguafiestas, según la visión de estos trapaceros. Se toma en serio dentro de una farsa gigantesca y parece amargado. Grita cuando debería reírse de la pobre, lamentable anciana que vocifera fuera de sí.
(Ése es, probablemente, el más grave error de Gabriel, cuyas intervenciones en televisión siempre son valiosas porque tiene los datos necesarios para demostrar el nivel de las supercherías que enfrenta, pero no se puede reír de estos espantapájaros, algo que debería hacer simplemente para reducirlos a lo que son, meros payasos cuyos embustes pueden ser más peligrosos si no se les desactiva. Gabriel sonríe poco, su justa indignación les da a estos pobres proyectos de pícaros una dimensión de seriedad que no debe conferírseles en modo alguno.)
Lección para desenmascaradores de charlatanes: la risa es un arma más poderosa que la indignación.
¿Que ver a Paco Porras engañando a alguien en cámara oculta, haciendo una interpretación psicopática de un TAC, dándole unos remedios falsos a su víctima, recomendándole que ya no vaya al médico y deje el tratamiento es indignante? Pues sí. Es más, es asunto de que llegara un fiscal y lo procesara por fraude e intrusismo profesional y uno se pregunta por qué no actuó la ley. Pero menos gente lo irá a ver si se le pone en ridículo.
Se llega al aburrido momento de las ánforas. Predigo que los adivinadores "atinarán" mágicamente de nuevo. Atino asombrosamente. Soy la repera como vidente.
Paco Porras da una "receta" contra la inflamación gastrointestinal, una receta para echarse pedos: anís con regaliz tres veces al día. Un pedorro así seguramente sabe lo que dice.
Al final el "Divino Otelma", que asegura que es Dios (éstos viven según la teoría de la Gran Mentira de Joseph Goebbels, y esa mentira es de campeonato: si ese mamarracho es Dios, estamos jodidos, jodidos, jodidos... pero quizá se explicarían muchas cosas raras de este mundo), "predice" que de los dos "nominados" (el calvito del rimmel, Santi Molezún, y el camarero guitarrero Manuel Carabantes) será Molezún el que se quede en el "castillo" por entre el 60 y el 70% de los votos.
Cerramos con otra bonita adivinanza:
Adivina, adivinador: ¿Quién es el caradura que por suministrar mentiras en consultas por correo se pedía, ya en 1996, el equivalente a más de cuatro mil cien euros, pagaderos en 10 cómodas mensualidades con un pequeño recargo del 22%?
Empezaremos la crónica del dislate de esta semana con una bonita adivinanza:
Adivina, adivinador: ¿quién es el distinguido y millonario insolente del "castillo" de las "mentes" "prodigiosas" que se ha dedicado, además de esquilmar incautos con su "brujería", a la política, primero de la mano de un insigne militar acusado públicamente de torturador y de responsable de desapariciones de personas, y luego haciendo su propio partidito político?
Otro punto previo al arranque de esta edición de uno de los nominados para el premio al programa más anencefálico de la televisión mundial: visiten el blog Por la boca muere el pez, donde "El señor Pez" es Javier Armentia, astrofísico que ha vivido en carne propia las barbaridades del supuesto castillo de las supuestas mentes supuestamente prodigiosas, toreando a las diez reses mentales del tal castillo con la capa roja que lo obligan a llevar en el "tribunal".
Comenzamos bien, no por otra cosa sino porque Alicia Senovilla trae más escote que la vez pasada, porque la piara de farsantes es la misma que antes, excepto porque el "Divino Otelma" viene disfrazado con la capa y el tocado de Nefertiti según interpretación del modisto más exagerado y aficionado a la mezcalina del Carnaval de Rio de Janeiro (en la cabeza lleva un cubilete gigantesco recubierto en purpurina o diamantina dorada, con ocho kilos de bisutería y una capa dorada larga como su historial de embustes), Manuel Carabantes (a) El "profesor" Mercury viene vestido con un smoking rojo que dan ganas de pedirle un whisky en las rocas y la cosa repelente llamada Paco Porras se ha hecho un rizado permanente en las greñas.
El "aspirante" a entrar en este gallinero es otro mentalista que se hace llamar "Khofrank", es decir, otro mago de escenario e ilusionista, como Astyaro, que prostituye, como Astyaro, su noble arte escénico fingiendo tener verdaderos poderes. Hace un truquito de mentalismo bastante elemental, según recuerdo un efecto de Houdini (se los he visto más impresionantes al profesor Rochy, por decir algo). Una vergüenza, pues, para la honrada profesión de Houdini.
(Leevon llama "caradura" a "Khofrank". Haga de cuenta Maradonna reclamando una mano en el área.)
Ante la falta de hechos, acontecimientos o algo que pudiera aspirar a capturar el interés del televidente, repiten la caída del techo por tercera semana consecutiva.
Es la televisión en la que no pasa nada, una televisión sin fondo, pero con una forma que ni siquiera tiene los atractivos de la televisión basura (sexo, gente conocida que aporta la posibilidad de un disfrute vicario de la trascendencia mediática, la desgracia de los poderosos que facilita al jodido aceptar su triste sino). Brujas desmelenándose a gritos e insultándose. Tres esperpentos aullando de pie, arrancándole a la conductora el timón de la emisión. Feria de vanidades y exhibidor de las miserias humanas que acumulan con codicia estos personajes. El programa naufraga, que es como decir que hoy naufragó el Titanic, porque esto se hundió al zarpar.
El "Divino Otelma" conduce a un grupo de subnormales en fila dando saltitos. Se repiten los rituales de semanas anteriores, incluido uno "celta" en el que Paco Porras se desnuda, hace un agujerito pequeño, pequeño, pequeño en la tierra, mete el pito allí y se masturba en público con lodo. Luego acusan a Josefina de invocar espíritus malignos y de ser "gafe".
Más que hablar de poderes que evidentemente no tienen estos sacadineros, el programa habla a voces de las deficiencias de las sociedades occidentales modernas, del fracaso de la educación (fracaso que no pocos consideran diseñado a propósito en los estamentos de poder), de la pobreza de los medios, de la desesperación de miles de personas que, habiéndoseles despojado de trascendencia mediante la masificación mercadotécnica, se arrojan a los pies de cualquier hebefrénico que les diga que "son especiales" que "son únicos", que "tienen un gran potencial". Entre la consulta a videntes y la adscripción a sectas peligrosas media sólo una cuestión de grado.
Y que no se crea que la información o los títulos universitarios o la posición económica o política hacen a la gente inmune a estos delirios. Nada más falso. Los charlatanes depredan a personas con un gran vacío espiritual y sin herramientas para pensar críticamente, nada más. Y tales personas se pueden encontrar entre los analfabetas o entre los ingenieros químicos que trabajaban en la secta Aum Shinrikyo a las órdenes de Shoko Asahara o los sujetos exitosos que han regalado la vida a distintas sectas demenciales.
Lo único alentador son los mensajes que se ocupan (pagando, claro) de hacer mofa del programa y sus psicopatitas. Pero de cuando en cuando alguno muestra una veneración peligrosa.
Leevon le hace una lectura en frío como las que explicamos aquí a Karina, la decadente cantante recién ingresada a la política. Hacerle una lectura en frío a un personaje público es más fácil que meterle un penalty a Mr. Magoo, basta leerse un par de revistas "del corazón" para saber todo lo que uno quiere saber sobre estos personajes del famoseo (y varias cosas que no querría saber). Claro, la Leevon jura que ella "no conocía" a Karina. Y uno le cree encantado de la vida y empieza a sentir el aura astral del colágeno.
La bruja Lola, que más sabe de Karina por ser también personaje "del corazón" pero en versión "cutrelux" hace una lectura en frío con el tarot pero más brutal y despiadada, haciendo llorar a la cantante hablándole de cosas que todo el mundo sabe respecto de su vida familiar y dando un espectáculo por demás repugnante. Allí se ve lo que pasa cuando la credulidad se encuentra con la desvergüenza, el enorme poder que la esperpéntica Lola adquiere en breves minutos sobre su presa.
Gabriel Carrión y Javier Armentia impugnan la "videncia", cosa que, nuevamente, enciende la furia del brujerío. Por supuesto, parte del secreto de los impostores esos es gritar durísimo cuando empiezan a hablar los críticos, para que no se les escuche. Y la conductora, en tales casos, deja que los carnavalescos videntes se despachen a gusto.
El Divino Otelma, Santi Molezún, Paco Porras, Josefina Valero y la Santera Miguelina ofrecen breves muestras de sus lecturas en frío, aplicables a la totalidad del público televidente. Astyaro hace un truco de mentalismo con una llave de hierro que usa para varios actos. Karina reconoce que ha ido con videntes y brujos a lo largo de su vida, revelando así que está perfectamente adobada para tragar el cebo de este grupo en particular.
Cada brujo se aferra a sus "aciertos" en las "adivinaciones" de Karina. Nadie menciona sus errores, e incluso Karina seguramente ha olvidado los momentos en que cada uno de los espantajos se fue en banda. Regla número dos de la lectura en frío.
Gabriel Carrión sigue siendo el sector más duro de la crítica y provoca la furia de Molezún y de Porras. La crítica les viene a éstos peor que los andrajos con los que se disfrazan. Ambos gritan y gritan para acallar las palabras del crítico. Espiritualísimos, sin duda. Mentes prodigiosas de verdulería.
Mención aparte merece, de momento, la más esperpéntica bruja del lote, pero que está ubicada en el "tribunal": Aramís Fuster. (Pero antes, una pregunta: ¿por qué no tienen a un mago de escenario en el tribunal?). Desde las alturas se autopromueve y muestra que es una verdadera dominadora no de las fuerzas del mal, sino del más rastrero oportunismo, cuando menciona la muerte de Juanito Valderrama que no viene al caso para nada en este programa, pero con la que se da lustre como corresponde a un buitre del dolor humano.
Astyaro defiende a Carlos Luconi como "amigo" (¡qué amiguitos tienes, pinche güey!) y pide que se muestren las maravillas realizadas por Luconi, que sigue en el Londres debido a una enfermedad que no pudo prever. Vaya mierda de vidente. Los médicos le impiden volar de regreso y no lo previó. Vaya mierda de vidente...
... Pero, ¿cómo? ¿No lo atienden naturópatas, acupunturistas, aromaterapeutas, profesmercuris, homeopatosos, pacosporras, otelmas, santerillos o algún otro tipo de rascamonederos? ¿Lo atienden médicos de verdad?
(Es que, como dicen en mi pueblo, no hay borracho que coma lumbre. Los "sanadores" no se atienden solos, van al médico. Si tan sólo sus víctimas siguieran su sano ejemplo...)
Luconi no sabe si la gente votó porque salga o se quede. Vaya mierda de vidente. Los votos dicen que se quede. El mentalista "Khofrank" se va a tomar por saco, como dicen en el bar de enfrente (o a tomar por el culo, como dicen en el bar de la otra esquina, donde son más bastos y directos). El "Divino Otelma" afirma que él lo predijo (¿por qué no lo dijo antes de anunciarse el resultado?)
Gabriel Carrión pierde los estribos con la Lola durante las "nominaciones". Error. Un escéptico encabronado cae mal al público por principio, ya que de entrada tiene el papel del malo, de aguafiestas, según la visión de estos trapaceros. Se toma en serio dentro de una farsa gigantesca y parece amargado. Grita cuando debería reírse de la pobre, lamentable anciana que vocifera fuera de sí.
(Ése es, probablemente, el más grave error de Gabriel, cuyas intervenciones en televisión siempre son valiosas porque tiene los datos necesarios para demostrar el nivel de las supercherías que enfrenta, pero no se puede reír de estos espantapájaros, algo que debería hacer simplemente para reducirlos a lo que son, meros payasos cuyos embustes pueden ser más peligrosos si no se les desactiva. Gabriel sonríe poco, su justa indignación les da a estos pobres proyectos de pícaros una dimensión de seriedad que no debe conferírseles en modo alguno.)
Lección para desenmascaradores de charlatanes: la risa es un arma más poderosa que la indignación.
¿Que ver a Paco Porras engañando a alguien en cámara oculta, haciendo una interpretación psicopática de un TAC, dándole unos remedios falsos a su víctima, recomendándole que ya no vaya al médico y deje el tratamiento es indignante? Pues sí. Es más, es asunto de que llegara un fiscal y lo procesara por fraude e intrusismo profesional y uno se pregunta por qué no actuó la ley. Pero menos gente lo irá a ver si se le pone en ridículo.
Se llega al aburrido momento de las ánforas. Predigo que los adivinadores "atinarán" mágicamente de nuevo. Atino asombrosamente. Soy la repera como vidente.
Paco Porras da una "receta" contra la inflamación gastrointestinal, una receta para echarse pedos: anís con regaliz tres veces al día. Un pedorro así seguramente sabe lo que dice.
Al final el "Divino Otelma", que asegura que es Dios (éstos viven según la teoría de la Gran Mentira de Joseph Goebbels, y esa mentira es de campeonato: si ese mamarracho es Dios, estamos jodidos, jodidos, jodidos... pero quizá se explicarían muchas cosas raras de este mundo), "predice" que de los dos "nominados" (el calvito del rimmel, Santi Molezún, y el camarero guitarrero Manuel Carabantes) será Molezún el que se quede en el "castillo" por entre el 60 y el 70% de los votos.
Cerramos con otra bonita adivinanza:
Adivina, adivinador: ¿Quién es el caradura que por suministrar mentiras en consultas por correo se pedía, ya en 1996, el equivalente a más de cuatro mil cien euros, pagaderos en 10 cómodas mensualidades con un pequeño recargo del 22%?
abril 10, 2004
Ocultistas necios, nubes lenticulares y fantasmas de cartón
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En su forete de poca monta, la rimbombante "Red Hispana de Ocultismo en Internet" (formada al parecer por un esmirriado puñado de amiguetes) vuelve a ocuparse de nosotros.
Señalamos aquí hace días que estos ignorantazos tenían en su sitio central (modestamente llamado "El predicador") como "foto de ovni" una famosa imagen de varias nubes lenticulares, lo que demuestra que son capaces de creerse cualquier imbecilidad.
Ante eso, un don nadie valiente, decidido y audaz (refugiado en el anonimato, se entiende, pero que parece ser el capo de esta banda), escribe la siguiente babosada: "Por cierto Mauricio, OVNI no son más que las siglas de objeto volante no identificado, por lo tanto, eso que tú dices que es una nube, mientras haya dudas (que puede que lo sea), es un OVNI, te guste o no."
En el caso mencionado, las dudas sólo las puede tener alguien que disfruta de zambullirse como pato en el vasto estanque de su ignorancia. Las nubes lenticulares en cuestión son... nubes lenticulares, es decir, ovis, objetos volantes (más bien flotantes, a todo esto) identificados e identificadísimos. Se conoce perfectamente su origen ("Están formadas por masas de aire húmedo que se ven obligadas a sortear un obstáculo. El brusco cambio en la dirección del viento provoca la formación de este tipo de nubes a sotavento del obstáculo. En Canarias suelen preceder y aparecer con posterioridad a la llegada del mal tiempo." nos informa la página del Observatorio Astronómico de Agache ), su composición (vapor de agua), su comportamiento (flotan en el aire). No hay nada "no identificado" en tales fotografías, salvo la inteligencia de quienes las venden como "ovnis". No hace falta más que ver la foto que mencionábamos para saber que se trata claramente de nubes, pero, si uno duda, le pregunta a un meteorólogo avezado (no a un astrólogo) y éste con gusto le mostrará fotos similares de nubes lenticulares como las que pueden ver aquí, o también la que se puede disfrutar aquí por cortesía de la NASA y, por supuesto, las que tenemos aquí.
La "duda" es algo valioso cuando se ejerce empleando al menos dos neuronas que sepan comunicarse entre sí. "Dudar", por ejemplo, de algo tan obvio como la fuerza de la gravedad no sólo es muestra de una hermética rusticidad, sino un ejercicio peligroso, ya que el dudante puede romperse el deshabitado cráneo si, dudando, dudando, se tira de un tercer piso con su duda a cuestas, haciendo caso omiso de lo que sabemos con certeza.
La duda ignorante no sirve más que para hacer el ridículo. La duda informada y crítica, por otro lado, es una práctica útil que estos ocultados desconocen del todo.
Pero antes de su tontería sobre los ovnis, Anonimito nos regala otro embuste: "Cierto es lo que dice Mauricio-José de que en la web hay fotos que tienen una explicación, o pueden tenerlas. Pasa lo mismo con las fotos de fantasmas, y lo sabemos, pero en ningún momento hemos dicho que sean platillos volantes de precedencia alienígena, ni que esos 'fantasmas' sean fotos auténticas, trucajes o incluso efectos ópticos. Nosotros ponemos fotos que nos envían nuestros lectores, pero si no nos piden nuestra opinión, no las juzgamos."
Anonimito miente, falta a la verdad y altera los hechos. En su página Web se ofrecen sin cesar, como verdades absolutas, las más diversas camamas, farsas y patrañas, escritas con el descaro propio de un prevaricador profesional. Veamos un ejemplillo.
Vamos a la paginuca de "fantasmas" de su palurdo sitio Web y nos encontramos una imagen muy conocida, un fotograma o cuadro de una película, que adornan con una afirmación lisérgica muy apartada de la supuesta objetividad que fingen en sus mensajitos. Lo que dicen (y que, al no estar firmado, se entiende que es comentario de los dueños del sitio, o sea de Anonimito y sus comparsas) es que se trata de: "La prueba mas infalible de que no estamos solos... Esta es la famosa toma de la pelicula 'tres hombres y un bebe' en donde aparece el niño que se mato en ese departamento."
(Paréntesis indispensable: mucho bien harían estos ocultistas de oculta capacidad mental si aprendieran a expresarse antes de creer que pueden desentrañar ellos solos los misterios transparanormales del universo sobrenatural. Su desprecio por el idioma, su abulia por la correcta aplicación de las reglas gramaticales, así como su plena incultura, que les hace suponer que los acentos son meros adornillos caprichosos de los que puede prescindirse, ofenden a cualquiera que tenga la desgracia de leer sus mamarrachadas y esté razonablemente familiarizado con nuestro idioma.)
Bueno, decíamos que la imagen en cuestión es conocida:
El mito que algún haragán inventó fue el que consignan los atarantados de la RHOI como "La prueba mas infalible de que no estamos solos", encumbrada taradez que falta a la más elemental verdad y que sueltan con todo desparpajo e irresponsabilidad.
El asunto, tal como lo presentan, sería tremebundo y misteriosísimo. Lástima que sea una impostura.
La película Three men and a baby no se filmó en ningún departamento, piso, chalé, casa, mansión, castillo de mentes prodigiosas ni edificación similar en donde se hubiera matado un mítico niño sin nombre conocido. Al contrario, como informa el sitio especializado en leyendas urbanas Snopes.com, los interiores de esa película se filmaron enteramente en un estudio de Toronto, y así lo informó la productora cuando le preguntaron (le preguntaron los críticos, no vaya usted a creer que le preguntaron los farsantazos que promueven esta tontería... ¡diecisiete años después de lanzada la película y diceciséis después de demostrada la falsedad del supuesto fantasma!)
(Bueno, también tienen en su paginilla trucos fotográficos de poca pericia realizados en el siglo XIX, así que no es de extrañarse mucho.)
El personaje que aparece tras las cortinas no es ninguna "prueba" de que no estamos solos, como fantasean estos despistados, ni es un niño, ni un fantasma ni ninguna pazguatería similar. Es, simplemente, una figura de cartón recortada del propio protagonista de la película, el actor Ted Danson.
¿Por qué está esa figura en la casa del personaje de Danson, semioculta tras unas cortinas? Pues porque esos recortes en el decorado refuerzan la idea de que ésa es la casa de un actor estadounidense (ocupación del personaje interpretado por Danson), y una línea argumental de la película (que no se incluyó en la edición final) tenía a dicho personaje interviniendo en un anuncio de comida para perros vestido de frac y sombrero de copa, anuncio al cual pertenecía dicha figura recortada. Así lo dijo la productora cuando le preguntaron (ya sabe usted quiénes).
¿Es una figura recortada? Pues en esta foto
que los "ocultistas" desconocen por ignorantes u ocultan por desvergonzados se puede ver claramente la pierna de la figura, y su aspecto es decididamente más plano y bidimensional que astral y supernatural. (Cabe añadir que los más fumados han conseguido ver en esta imagen ¡el fantasma de un rifle! que es la supuesta arma con la que supuestamente se suicidó el supuesto niño que supuestamente habitaba el supuesto departamento, ninguno de los cuales existe, sin explicar la camisa y chaleco blancos que se ven encima de lo que alucinan como culata, ni la sombra del resto de la figura recortada, que se ve claramente contra la ventana. Como dijo Einstein: "Sólo hay dos cosas infinitas, el universo y la estupidez de la humanidad, y no estoy tan seguro sobre lo del universo".)
Pero eso no es todo.
Aquí podemos ver una toma de Ted Danson vestido precisamente con dicho frac y precisamente de pie ante la misma ventana y junto a la figura recortada de él mismo, fotograma extraído de una de las escenas que no se usaron para la edición final del filme (cabría que se pregunte el lector por qué estos insignes bobazos no dicen que ésta también es una "prueba infalible" de algo, y entonces cabría responder que quizá no conocen la imagen o la ignoran convenencieramente, porque eso de investigar les importa un pepino; lo que les gusta es sentir el subidón creyendo que tocan lo sublime astral cuando en realidad se revuelcan en el cieno de su adorada estulticia).
Todo lo que se ha tejido alrededor de esta historia sirve para ilustrar cómo "investigan" y "difunden" sus pendejadas los orates que creen a ciegas en las más extravagantes barbaridades. Por supuesto que basta buscar en Google las palabras danson y ghost o incluso danson y fantasma para encontrar más de un sitio que explica en inglés o español, con paciencia de santo, la verdad sobre este asunto.
Pero precisamente la verdad, los hechos demostrables, los datos, son cosas que repugnan a los creyentes fanáticos. Cualquier cosa que los contradiga les provoca retortijones y ganas de morder a los infieles. Pequeños talibancitos de lo misticoide, son inmunes al conocimiento.
Ésos son los "investigadores" que se andan promoviendo con el objetivo de ganar dinero eventualmente con el tema. Lo que les gusta es la impunidad de poder decir cualquier bobería. ¿Para qué molestarse con hechos, fuentes, nombres, fechas y demás cuando de lo que se trata es de captar incautos para seguirse palmeando las espaldas con regocijo, sintiéndose importantes por ser muchos y apoyarse en sus cretineces? Porque de eso y no de otra cosa se trata, de un circo de gente menor que busca trascender como "ocultistas", pero sin tener que estudiar, trabajar ni, mucho menos, someterse a análisis críticos sobre sus ensoñaciones irracionales.
O sea que ni ocultistas, ni ovnis ni fantasmas, sólo desvergüenza y sandez.
(Fotogramas propiedad de la productora de Three men and a baby, 1987.)
En su forete de poca monta, la rimbombante "Red Hispana de Ocultismo en Internet" (formada al parecer por un esmirriado puñado de amiguetes) vuelve a ocuparse de nosotros.
Señalamos aquí hace días que estos ignorantazos tenían en su sitio central (modestamente llamado "El predicador") como "foto de ovni" una famosa imagen de varias nubes lenticulares, lo que demuestra que son capaces de creerse cualquier imbecilidad.
Ante eso, un don nadie valiente, decidido y audaz (refugiado en el anonimato, se entiende, pero que parece ser el capo de esta banda), escribe la siguiente babosada: "Por cierto Mauricio, OVNI no son más que las siglas de objeto volante no identificado, por lo tanto, eso que tú dices que es una nube, mientras haya dudas (que puede que lo sea), es un OVNI, te guste o no."
En el caso mencionado, las dudas sólo las puede tener alguien que disfruta de zambullirse como pato en el vasto estanque de su ignorancia. Las nubes lenticulares en cuestión son... nubes lenticulares, es decir, ovis, objetos volantes (más bien flotantes, a todo esto) identificados e identificadísimos. Se conoce perfectamente su origen ("Están formadas por masas de aire húmedo que se ven obligadas a sortear un obstáculo. El brusco cambio en la dirección del viento provoca la formación de este tipo de nubes a sotavento del obstáculo. En Canarias suelen preceder y aparecer con posterioridad a la llegada del mal tiempo." nos informa la página del Observatorio Astronómico de Agache ), su composición (vapor de agua), su comportamiento (flotan en el aire). No hay nada "no identificado" en tales fotografías, salvo la inteligencia de quienes las venden como "ovnis". No hace falta más que ver la foto que mencionábamos para saber que se trata claramente de nubes, pero, si uno duda, le pregunta a un meteorólogo avezado (no a un astrólogo) y éste con gusto le mostrará fotos similares de nubes lenticulares como las que pueden ver aquí, o también la que se puede disfrutar aquí por cortesía de la NASA y, por supuesto, las que tenemos aquí.
La "duda" es algo valioso cuando se ejerce empleando al menos dos neuronas que sepan comunicarse entre sí. "Dudar", por ejemplo, de algo tan obvio como la fuerza de la gravedad no sólo es muestra de una hermética rusticidad, sino un ejercicio peligroso, ya que el dudante puede romperse el deshabitado cráneo si, dudando, dudando, se tira de un tercer piso con su duda a cuestas, haciendo caso omiso de lo que sabemos con certeza.
La duda ignorante no sirve más que para hacer el ridículo. La duda informada y crítica, por otro lado, es una práctica útil que estos ocultados desconocen del todo.
Pero antes de su tontería sobre los ovnis, Anonimito nos regala otro embuste: "Cierto es lo que dice Mauricio-José de que en la web hay fotos que tienen una explicación, o pueden tenerlas. Pasa lo mismo con las fotos de fantasmas, y lo sabemos, pero en ningún momento hemos dicho que sean platillos volantes de precedencia alienígena, ni que esos 'fantasmas' sean fotos auténticas, trucajes o incluso efectos ópticos. Nosotros ponemos fotos que nos envían nuestros lectores, pero si no nos piden nuestra opinión, no las juzgamos."
Anonimito miente, falta a la verdad y altera los hechos. En su página Web se ofrecen sin cesar, como verdades absolutas, las más diversas camamas, farsas y patrañas, escritas con el descaro propio de un prevaricador profesional. Veamos un ejemplillo.
Vamos a la paginuca de "fantasmas" de su palurdo sitio Web y nos encontramos una imagen muy conocida, un fotograma o cuadro de una película, que adornan con una afirmación lisérgica muy apartada de la supuesta objetividad que fingen en sus mensajitos. Lo que dicen (y que, al no estar firmado, se entiende que es comentario de los dueños del sitio, o sea de Anonimito y sus comparsas) es que se trata de: "La prueba mas infalible de que no estamos solos... Esta es la famosa toma de la pelicula 'tres hombres y un bebe' en donde aparece el niño que se mato en ese departamento."
(Paréntesis indispensable: mucho bien harían estos ocultistas de oculta capacidad mental si aprendieran a expresarse antes de creer que pueden desentrañar ellos solos los misterios transparanormales del universo sobrenatural. Su desprecio por el idioma, su abulia por la correcta aplicación de las reglas gramaticales, así como su plena incultura, que les hace suponer que los acentos son meros adornillos caprichosos de los que puede prescindirse, ofenden a cualquiera que tenga la desgracia de leer sus mamarrachadas y esté razonablemente familiarizado con nuestro idioma.)
Bueno, decíamos que la imagen en cuestión es conocida:
El mito que algún haragán inventó fue el que consignan los atarantados de la RHOI como "La prueba mas infalible de que no estamos solos", encumbrada taradez que falta a la más elemental verdad y que sueltan con todo desparpajo e irresponsabilidad.
El asunto, tal como lo presentan, sería tremebundo y misteriosísimo. Lástima que sea una impostura.
La película Three men and a baby no se filmó en ningún departamento, piso, chalé, casa, mansión, castillo de mentes prodigiosas ni edificación similar en donde se hubiera matado un mítico niño sin nombre conocido. Al contrario, como informa el sitio especializado en leyendas urbanas Snopes.com, los interiores de esa película se filmaron enteramente en un estudio de Toronto, y así lo informó la productora cuando le preguntaron (le preguntaron los críticos, no vaya usted a creer que le preguntaron los farsantazos que promueven esta tontería... ¡diecisiete años después de lanzada la película y diceciséis después de demostrada la falsedad del supuesto fantasma!)
(Bueno, también tienen en su paginilla trucos fotográficos de poca pericia realizados en el siglo XIX, así que no es de extrañarse mucho.)
El personaje que aparece tras las cortinas no es ninguna "prueba" de que no estamos solos, como fantasean estos despistados, ni es un niño, ni un fantasma ni ninguna pazguatería similar. Es, simplemente, una figura de cartón recortada del propio protagonista de la película, el actor Ted Danson.
¿Por qué está esa figura en la casa del personaje de Danson, semioculta tras unas cortinas? Pues porque esos recortes en el decorado refuerzan la idea de que ésa es la casa de un actor estadounidense (ocupación del personaje interpretado por Danson), y una línea argumental de la película (que no se incluyó en la edición final) tenía a dicho personaje interviniendo en un anuncio de comida para perros vestido de frac y sombrero de copa, anuncio al cual pertenecía dicha figura recortada. Así lo dijo la productora cuando le preguntaron (ya sabe usted quiénes).
¿Es una figura recortada? Pues en esta foto
que los "ocultistas" desconocen por ignorantes u ocultan por desvergonzados se puede ver claramente la pierna de la figura, y su aspecto es decididamente más plano y bidimensional que astral y supernatural. (Cabe añadir que los más fumados han conseguido ver en esta imagen ¡el fantasma de un rifle! que es la supuesta arma con la que supuestamente se suicidó el supuesto niño que supuestamente habitaba el supuesto departamento, ninguno de los cuales existe, sin explicar la camisa y chaleco blancos que se ven encima de lo que alucinan como culata, ni la sombra del resto de la figura recortada, que se ve claramente contra la ventana. Como dijo Einstein: "Sólo hay dos cosas infinitas, el universo y la estupidez de la humanidad, y no estoy tan seguro sobre lo del universo".)
Pero eso no es todo.
Aquí podemos ver una toma de Ted Danson vestido precisamente con dicho frac y precisamente de pie ante la misma ventana y junto a la figura recortada de él mismo, fotograma extraído de una de las escenas que no se usaron para la edición final del filme (cabría que se pregunte el lector por qué estos insignes bobazos no dicen que ésta también es una "prueba infalible" de algo, y entonces cabría responder que quizá no conocen la imagen o la ignoran convenencieramente, porque eso de investigar les importa un pepino; lo que les gusta es sentir el subidón creyendo que tocan lo sublime astral cuando en realidad se revuelcan en el cieno de su adorada estulticia).
Todo lo que se ha tejido alrededor de esta historia sirve para ilustrar cómo "investigan" y "difunden" sus pendejadas los orates que creen a ciegas en las más extravagantes barbaridades. Por supuesto que basta buscar en Google las palabras danson y ghost o incluso danson y fantasma para encontrar más de un sitio que explica en inglés o español, con paciencia de santo, la verdad sobre este asunto.
Pero precisamente la verdad, los hechos demostrables, los datos, son cosas que repugnan a los creyentes fanáticos. Cualquier cosa que los contradiga les provoca retortijones y ganas de morder a los infieles. Pequeños talibancitos de lo misticoide, son inmunes al conocimiento.
Ésos son los "investigadores" que se andan promoviendo con el objetivo de ganar dinero eventualmente con el tema. Lo que les gusta es la impunidad de poder decir cualquier bobería. ¿Para qué molestarse con hechos, fuentes, nombres, fechas y demás cuando de lo que se trata es de captar incautos para seguirse palmeando las espaldas con regocijo, sintiéndose importantes por ser muchos y apoyarse en sus cretineces? Porque de eso y no de otra cosa se trata, de un circo de gente menor que busca trascender como "ocultistas", pero sin tener que estudiar, trabajar ni, mucho menos, someterse a análisis críticos sobre sus ensoñaciones irracionales.
O sea que ni ocultistas, ni ovnis ni fantasmas, sólo desvergüenza y sandez.
(Fotogramas propiedad de la productora de Three men and a baby, 1987.)
abril 09, 2004
Los grandes secretos de los falsos adivinadores
_______________________________________
Era la fiesta posterior a un examen de fin de curso de la escuela Andrés Soler de la Asociación Nacional de Actores de México allá por 1979 o cosa similar, y yo, que había asistido para ayudar con el equipo de sonido a un amigo, director de teatro y profesor de la escuela, miraba con apetito francamente voluptuoso a una actora de largo cabello negro, que hablaba encantada de la vida con un actorzuelo más joven, más alto y más guapo que yo.
Alguien comentó que la tal actora cumplía años en una fecha determinada (una semana después, me parece) y en mi delirio de donjuanismo instantáneo procedí a acercarme muy serio, me metí entre ella y su galán ofreciendo disculpas y le dije: "Tú eres Escorpión, ¿verdad?"
No habiéndome visto en su vida (me vio en el examen, pero ni se enteró), la niña quedó debidamente impresionada. Preguntó cómo lo sabía y, en lugar de responderle, dije alguna vaguedad sobre que la había visto y dudaba si era Escorpión o Sagitario, y que me llamaba mucho la atención porque percibía que ella era una persona que ardía con un tremendo fuego interno que no dejaba ver tan fácilmente.
Para ese momento, el galán de opereta (nunca mejor dicho) estaba anulado, borrado, olvidado, cancelado, erradicado y omitido. Yo tenía la completa atención de la sabrosa actora.
Y cuando ella me pedía que le dijera más y yo empezaba a tejer fantasías con el obvio propósito de llevarla al tálamo, apareció esa cosa de la que carecen por completo los embusteros profesionales: la conciencia. El enano infeliz malhumorado y latoso que la gente normal suele llevar al hombro empezó a recriminarme: a) estás mintiendo, b) estás abusando, c) estás corriendo el riesgo de afectar a una persona inocente, d) si te sigues metiendo en este pantano, te vas a arrepentir, e) estás mintiendo y debiera darte vergüenza, f) estás jugando sucio con un chaval que quizá es su novio, g) estás mintiendo...
Ya no escuché al enano, que, conociéndolo, se acaba el alfabeto con los acápites de sus refunfuños. Murmuré un par de estupideces, le dije a la morena que luego hablábamos y me retiré a buscar un ron con cocacola.
Mi amigo David, el profesor de la actora, me preguntó qué había yo hecho que la nena no me quitaba los ojos de encima. Nunca la volví a ver. El muy cabrón de David, supe después, usó el truco para conquistar a cierta vedetriz que llegó a tener algún renombre en México.
En realidad, lo único que hice fue usar un dato inocente (la fecha del cumpleaños) reinterpretado (convertido en su signo astrológico), y luego soltar generalidades descaradamente por puro ludibrio, por lúbrica, libertina, libidinosa y lasciva lujuria.
Una vez callado el enano con dos pepinazos de ron con cola, me di cuenta del enorme poder que había tenido la posibilidad de ejercer sobre una jovencita de fácil asombro, poca información y ganas de acercarse a lo misterioso.
Ese poder es lo que emborracha a los desvergonzados que se roban la vida (que no se la ganan) "adivinando".
Astrólogos, quirománticos, geománticos, lectores de la borra del café, observadores de las entrañas de las aves, tarotistas... éstos y otros habitantes del mundo místico aseguran poder ver el futuro y el pasado. Son en su mayoría sanguijuelas con patas.
(Aclaración al canto: no faltan los botarates bienintencionados que realmente creen que tienen poderes para anormales, aunque son los menos. Sin embargo, consciente o inconscientemente usan los mismos procedimientos que aquí revelamos.)
Las técnicas que usan los manipuladores profesionales, desde los "másters en astrología" hasta los desvergonzados que tienen un doctorado en publicidad y márketing y ganan al mes lo que uno se tarda dos años en ver pasar por su cuenta bancaria se llama genéricamente "lectura en frío".
Para esta entrada, acudimos a algunos conceptos del artículo sobre cold reading del Skeptic's Dictionary.
Primero, en la lectura en frío, el manipulador echa mano de la inclinación que tiene el ser humano de extraer de una situación un significado mayor que el que tiene. Es decir, la víctima intentará darle sentido a lo que se le diga.
Segundo, el manipulador también aprovecha que la gente en general es egocéntrica y tiende a verse con demasiados buenos ojos (es decir, nuestra educación no ha conseguido enseñarnos a practicar una sana autocrítica).
Tercero, el manipulador usa también en su beneficio el hecho de que sus víctimas se acordarán más intensamente de sus "aciertos" que de sus errores (especialidad de los vivillos que año con año sueltan predicciones de todo tipo, sabiendo que con que atinen una tienen para publicitarse como dementes un año después; no hay mejor ejemplo que el del charlatán-esperpento Octavio Aceves, que cada año predecía la boda del Príncipe Felipe, y como el heredero se casa este año, el diminuto argentino ha hecho una gran alharaca, sin hacer caso del hecho de que lleva como ocho años fracasando exactamente con la misma "predicción").
Cuarto, el manipulador ofrece generalidades aplicables a todos los seres humanos. Todos compartimos una enorme cantidad de características, todos sufrimos ante los problemas, todos tenemos proyectos no realizados, todos queremos más dinero (hasta Bill Gates), todos queremos amar y ser amados, todos tenemos profundas frustraciones.
Finalmente, el manipulador usa el lenguaje (o la labia) con precisión quirúrgica para sacarle detalles a la víctima haciendo lo que en inglés se llama "ir a la pesca de información". Frases como: "Has estado pensando mucho en una persona que murió no hace mucho tiempo, ¿no es así?" parecen dar información cuando en realidad la están extrayendo. Si la víctima es tan ingenua como para responder "Sí, mi tío Bucéfalo", el farsantazo puede soltar "Exacto, eso es lo que veo" y dejar la impresión (entre el público y en el huésped que parasita de momento) que "adivinó que Pepín estaba acordándose de su tío Bucéfalo".
Con estos principios, un sujeto lo bastante descarado puede "leer" a un extraño y hacerle creer que lo hace utilizando poderes especiales.
Los más avezados usan otros trucos para irse guiando por sus adivinaciones del pasado. Recuerdo a un lector de posos de café turco que no despegaba sus ojos de los del pollo al que estaba desplumando, atento a cualquier indicio (sobre todo en la dilatación del iris) que le indicara que una mentira en particular complacía a su presa.
¿Que usted no sabía que el iris se nos dilata cuando vemos algo que nos gusta y se contrae ante algo que nos disgusta aun manteniendo las mismas condiciones de luz? Pues los comerciantes de los zocos árabes lo saben desde tiempos inmemoriales. Por eso cuando le muestran algún artículo lo miran a los ojos: la reacción que usted muestre en el iris de los ojos les indica hasta dónde se puede regatear con usted, qué tan interesado está realmente en el artículo que se le oferta.
Esto lo redescubrieron y sistematizaron los verdaderos neuropsicólogos en los años 70 (mientras que los parapsicólogos no han aportado nada de conocimientos, datos o técnicas útiles a la humanidad).
Lo mismo puede decirse del lenguaje corporal. Los buenos observadores de sus congéneres llevan milenios interpretando los sentimientos o emociones que hay detrás de ciertos actos, posturas o gestos. La ciencia (no las inútiles paraciencias) han confirmado el hecho y sistematizado su conocimiento.
Un buen seudoadivinador interpretará todo lo que tiene la persona: ¿qué ropa lleva, fina o corriente?, ¿tiene el calzado muy desgastado?, ¿usa colonia o perfume?, ¿se expresa con culta corrección o con la bastedad del barrio o de la aldea?, ¿lleva joyas? Todos estos detalles dan, al observador cuidadoso, una enorme cantidad de información sobre nosotros.
Si el tipo suelta esa información habiéndola disfrazado previamente de adivinación (o "mancia", como gustan de decir ahora los habitantes del castillo de los burdos pretenciosos), la ilusión puede ser enormemente poderosa.
Si este tipo de lectura en frío se realiza, además, en una "consulta" de un supuesto "sanador", curandero, médico brujo o cualquier otro depredador de la enfermedad ajena, el gil que paga sentirá que está ante un sujeto verdaderamente poderoso, y no dudará en abandonar un tratamiento médico a cambio de patrañas que pueden ocasionarle daños tan irreversibles como la misma muerte.
(Aclaración: los médicos que saben hacer clínica usan cierta medida de lectura en frío para saber cosas que el paciente puede no querer decirles. El máximo exponente de la lectura en frío en el consultorio médico fue sin duda Joseph Bell, el profesor de Arthur Conan Doyle que fue la inspiración para que éste inventara a Sherlock Holmes. Pero como los médicos no aseguran "curar todo" ni afirman tener "poderes", quedan a merced de las soeces acusaciones que con frecuencia enderezan contra ellos especímenes como Paco Porras y otros matraqueros astrales.)
Para terminar, copiamos algunas "lecturas" (para que vea usted cómo operan estos ejemplares).
Voy a un sitio de "numerología" (una de las pamplinas más irracionales del planeta). Siguiendo sus instrucciones saco "mi número del destino o senda de vida", que es 6 (según éstos insignes cantamañanas, sólo hay 9 destinos en el mundo, ya que aseguran sin despeinarse que los 9 destinos anunciados valen para todos los ingenuos del planeta).
Sobre el 6, suelta la siguiente sarta de mamadas (en cursivas, nuestros comentarios van en negritas):
Muchas veces en esta vida, usted será llamado a ser un pacificador y para ayudar a otros a tomar decisiones difíciles, ya que este número del destino denota servicio a otros, responsabilidad y elaboración de muchos ajustes para favorecer a otros en sus necesidades.
Esto, evidentemente, se aplica a cualquiera, tenga el 6 o la raíz cúbica de pi.
Buscando la perfección en otras personas, lo puede conducir a algunas desilusiones en el amor y las relaciones. Usted debería casarse o establecerse en una sólida relación, ya que el lado elevado del número seis, es el amor, la familia, la armonía y el servicio a los demás.
O sea, sólo las personas cuya suma de año, mes y día de nacimiento tendrán desilusiones. Joder con mi mala pata. Y sólo nosotros debemos cargar con el matrimonio, ¿por qué? Pues sencillamente porque la enorme mayoría de la gente se enamora y se casa, y entonces en esta "predicción", el autor "atina" con la mayoría de quienes tienen el 6.
En contraposición, usted puede experimentar discusiones y problemas con su relaciones románticas que pueden conducir a la separación y el divorcio.
Otra generalidad del tamaño de Mongolia, por supuesto. A tales eventualidades estamos expuestos todos.
Su actitud en la vida será lo que determine cómo vivirá el destino del número seis.
Fantástico, ¿no? Uno es el arquitecto de su propio destino. ¡Qué gran adivinación!
Pero, ¿qué habría pasado si en realidad yo fuera no el 6 sino el 3?
Este número de vida es probablemente el más placentero de todos, ya que es el de la auto expresión, y el pleno disfrute de actividades en una atmósfera armoniosa. Su creatividad y sociabilidad atraerá a muchos amigos y compañeros.
Pues esto se me aplica igualmente. Soy creativo, sociable y me gusta disfrutar en una atmósfera armoniosa. ¿Será que sumé mal?
Usted también tiene la tendencia de sentir celos; debe trabajar para guardarlo para sí mismo, pues si demuestra esos sentimientos en el momento equivocado a la persona equivocada, podría perder un amor o amistades.
Sabio consejo. Pero como casi todos hemos sido celosos, es otro disporo a la segura.
Además, debería aprender a enfocar sus energías, y no permitir que éstas se dispersen.
¿Significa esto que si uno no es 3 sí puede permitir que sus "energías" se dispersen? ¡Qué bien!
Los problemas que encontrará en su búsqueda de amor y belleza, son despreciables contra el potencial de gran éxito.
Obvio, ¿no?
Pues así van todos los números.
Nos despedimos con los absolutamente insanos horóscopos "para abril" del gran promotor de este blog, el mentiroso profesional Manuel Capella.
Nos dice, por ejemplo:
Se impone una nueva realidad en tu ámbito profesional, te conviene asumir las novedades al tiempo que mantienes lo mejor conocido. Lo más importante es que este año Saturno entrará en tu casa diez, algo que augura cambios en tu ámbito profesional o en los más destacados aspectos relacionados con tu futuro. Entras en una etapa compleja. Por otro lado, nuevos proyectos pueden surgir a través de los amigos, procura encontrar momentos para cultivar las relaciones personales, que supondrán una vía de escape y oportunidades para realizarte más ampliamente.
¿Esta ristra de generalidades groseras se le aplica a usted? Piénselo bien. A mí, por lo pronto, se me aplica sin duda alguna. Pero es el "horóscopo" para Libra, y yo no soy Libra.
Aprovecha el clima de euforia para marcar un nuevo rumbo y sentirte mucho mejor contigo mismo. Hace unos cuantos meses que Júpiter, el planeta de la buena suerte, transita por tu signo. Debes confiar en tus posibilidades, en tu potencial y en tu futuro. Tendrás buenas oportunidades para mejorar en todos los sentidos y será el momento de cambiar tu suerte. Los enamoramientos serán habituales entre los nativos del signo. Tu creatividad estará por las nubes. Desde finales de agosto la economía será uno de los aspectos más preocupantes.
¿Se le aplica esto a usted? ¿Importa si usted es Escorpión, Tauro o el verdadero destinatario de esta colecón de obviedades, que es Leo?
Así, en el mundo delirante de los profesionales en la superchería, lo que se encuentra son generalidades, vaguedades, obviedades y otros productos de la lectura en frío que permiten que se cree la impresión de que tienen alguna idea de lo que están diciendo.
¿Cuál sería la prueba de un verdadero adivinador?
Se requerirían varias, claro, porque sólo por azar (cosa que estudia la ley de las probabilidades) siempre es posible "atinar" alguna predicción, especialmente si es evidente (de un tiempo acá, todos los comemocos profesionales "predicen" la muerte de Juan Pablo II, aunque para todos nosotros es evidente que el pontífice está cada vez más enfermo y que también cumple años, o sea que inevitablemente morirá en un futuro cercano, cosa que aprovecharán los gusanos videntes para alimentarse con su cadáver gritando que "ellos lo predijeron", puáj).
Es decir, se requiere una batería de pruebas en las que un supuesto adivinador se pueda desempeñar tan bien como cualquier profesional de verdad.
Digamos, ponemos a un contador o contable frente a veinte resmas de facturas, recibos y datos, y les pedimos que calculen, con sus conocimientos, el impuesto anual sobre la renta que deben pagar esas diez personas. El resultado medirá un nivel de profesionalidad determinado.
Luego se pone a un astrocharlatán ante las fechas y horas de nacimiento de veinte personas que ya hayan muerto (tomadas al azar de algún registro civil) y se le pide que calcule la fecha y hora de la muerte de los veinte.
Si el adivinador obtuviera un porcentaje de aciertos similar al del contador, entonces quizá sepa algo y valga la pena perder el tiempo con él.
Ante la imposibilidad de obtener resultados correctos en este tipo de experimentos (de los que huyen como de la viruela), los farsantes ofrecen otra maravillosa técnica final de la lectura en frío: la presentación de pretextos, coartadas, excusas y justificaciones.
Y cuando todo falla, mienten. Después de todo, como dijo Steiner, su principio básico guía todas sus patrañas: diles lo que quieren escuchar y volverán para que les digas más.
Era la fiesta posterior a un examen de fin de curso de la escuela Andrés Soler de la Asociación Nacional de Actores de México allá por 1979 o cosa similar, y yo, que había asistido para ayudar con el equipo de sonido a un amigo, director de teatro y profesor de la escuela, miraba con apetito francamente voluptuoso a una actora de largo cabello negro, que hablaba encantada de la vida con un actorzuelo más joven, más alto y más guapo que yo.
Alguien comentó que la tal actora cumplía años en una fecha determinada (una semana después, me parece) y en mi delirio de donjuanismo instantáneo procedí a acercarme muy serio, me metí entre ella y su galán ofreciendo disculpas y le dije: "Tú eres Escorpión, ¿verdad?"
No habiéndome visto en su vida (me vio en el examen, pero ni se enteró), la niña quedó debidamente impresionada. Preguntó cómo lo sabía y, en lugar de responderle, dije alguna vaguedad sobre que la había visto y dudaba si era Escorpión o Sagitario, y que me llamaba mucho la atención porque percibía que ella era una persona que ardía con un tremendo fuego interno que no dejaba ver tan fácilmente.
Para ese momento, el galán de opereta (nunca mejor dicho) estaba anulado, borrado, olvidado, cancelado, erradicado y omitido. Yo tenía la completa atención de la sabrosa actora.
Y cuando ella me pedía que le dijera más y yo empezaba a tejer fantasías con el obvio propósito de llevarla al tálamo, apareció esa cosa de la que carecen por completo los embusteros profesionales: la conciencia. El enano infeliz malhumorado y latoso que la gente normal suele llevar al hombro empezó a recriminarme: a) estás mintiendo, b) estás abusando, c) estás corriendo el riesgo de afectar a una persona inocente, d) si te sigues metiendo en este pantano, te vas a arrepentir, e) estás mintiendo y debiera darte vergüenza, f) estás jugando sucio con un chaval que quizá es su novio, g) estás mintiendo...
Ya no escuché al enano, que, conociéndolo, se acaba el alfabeto con los acápites de sus refunfuños. Murmuré un par de estupideces, le dije a la morena que luego hablábamos y me retiré a buscar un ron con cocacola.
Mi amigo David, el profesor de la actora, me preguntó qué había yo hecho que la nena no me quitaba los ojos de encima. Nunca la volví a ver. El muy cabrón de David, supe después, usó el truco para conquistar a cierta vedetriz que llegó a tener algún renombre en México.
En realidad, lo único que hice fue usar un dato inocente (la fecha del cumpleaños) reinterpretado (convertido en su signo astrológico), y luego soltar generalidades descaradamente por puro ludibrio, por lúbrica, libertina, libidinosa y lasciva lujuria.
Una vez callado el enano con dos pepinazos de ron con cola, me di cuenta del enorme poder que había tenido la posibilidad de ejercer sobre una jovencita de fácil asombro, poca información y ganas de acercarse a lo misterioso.
Ese poder es lo que emborracha a los desvergonzados que se roban la vida (que no se la ganan) "adivinando".
Astrólogos, quirománticos, geománticos, lectores de la borra del café, observadores de las entrañas de las aves, tarotistas... éstos y otros habitantes del mundo místico aseguran poder ver el futuro y el pasado. Son en su mayoría sanguijuelas con patas.
(Aclaración al canto: no faltan los botarates bienintencionados que realmente creen que tienen poderes para anormales, aunque son los menos. Sin embargo, consciente o inconscientemente usan los mismos procedimientos que aquí revelamos.)
Las técnicas que usan los manipuladores profesionales, desde los "másters en astrología" hasta los desvergonzados que tienen un doctorado en publicidad y márketing y ganan al mes lo que uno se tarda dos años en ver pasar por su cuenta bancaria se llama genéricamente "lectura en frío".
Para esta entrada, acudimos a algunos conceptos del artículo sobre cold reading del Skeptic's Dictionary.
Primero, en la lectura en frío, el manipulador echa mano de la inclinación que tiene el ser humano de extraer de una situación un significado mayor que el que tiene. Es decir, la víctima intentará darle sentido a lo que se le diga.
Segundo, el manipulador también aprovecha que la gente en general es egocéntrica y tiende a verse con demasiados buenos ojos (es decir, nuestra educación no ha conseguido enseñarnos a practicar una sana autocrítica).
Tercero, el manipulador usa también en su beneficio el hecho de que sus víctimas se acordarán más intensamente de sus "aciertos" que de sus errores (especialidad de los vivillos que año con año sueltan predicciones de todo tipo, sabiendo que con que atinen una tienen para publicitarse como dementes un año después; no hay mejor ejemplo que el del charlatán-esperpento Octavio Aceves, que cada año predecía la boda del Príncipe Felipe, y como el heredero se casa este año, el diminuto argentino ha hecho una gran alharaca, sin hacer caso del hecho de que lleva como ocho años fracasando exactamente con la misma "predicción").
Cuarto, el manipulador ofrece generalidades aplicables a todos los seres humanos. Todos compartimos una enorme cantidad de características, todos sufrimos ante los problemas, todos tenemos proyectos no realizados, todos queremos más dinero (hasta Bill Gates), todos queremos amar y ser amados, todos tenemos profundas frustraciones.
Finalmente, el manipulador usa el lenguaje (o la labia) con precisión quirúrgica para sacarle detalles a la víctima haciendo lo que en inglés se llama "ir a la pesca de información". Frases como: "Has estado pensando mucho en una persona que murió no hace mucho tiempo, ¿no es así?" parecen dar información cuando en realidad la están extrayendo. Si la víctima es tan ingenua como para responder "Sí, mi tío Bucéfalo", el farsantazo puede soltar "Exacto, eso es lo que veo" y dejar la impresión (entre el público y en el huésped que parasita de momento) que "adivinó que Pepín estaba acordándose de su tío Bucéfalo".
Con estos principios, un sujeto lo bastante descarado puede "leer" a un extraño y hacerle creer que lo hace utilizando poderes especiales.
Los más avezados usan otros trucos para irse guiando por sus adivinaciones del pasado. Recuerdo a un lector de posos de café turco que no despegaba sus ojos de los del pollo al que estaba desplumando, atento a cualquier indicio (sobre todo en la dilatación del iris) que le indicara que una mentira en particular complacía a su presa.
¿Que usted no sabía que el iris se nos dilata cuando vemos algo que nos gusta y se contrae ante algo que nos disgusta aun manteniendo las mismas condiciones de luz? Pues los comerciantes de los zocos árabes lo saben desde tiempos inmemoriales. Por eso cuando le muestran algún artículo lo miran a los ojos: la reacción que usted muestre en el iris de los ojos les indica hasta dónde se puede regatear con usted, qué tan interesado está realmente en el artículo que se le oferta.
Esto lo redescubrieron y sistematizaron los verdaderos neuropsicólogos en los años 70 (mientras que los parapsicólogos no han aportado nada de conocimientos, datos o técnicas útiles a la humanidad).
Lo mismo puede decirse del lenguaje corporal. Los buenos observadores de sus congéneres llevan milenios interpretando los sentimientos o emociones que hay detrás de ciertos actos, posturas o gestos. La ciencia (no las inútiles paraciencias) han confirmado el hecho y sistematizado su conocimiento.
Un buen seudoadivinador interpretará todo lo que tiene la persona: ¿qué ropa lleva, fina o corriente?, ¿tiene el calzado muy desgastado?, ¿usa colonia o perfume?, ¿se expresa con culta corrección o con la bastedad del barrio o de la aldea?, ¿lleva joyas? Todos estos detalles dan, al observador cuidadoso, una enorme cantidad de información sobre nosotros.
Si el tipo suelta esa información habiéndola disfrazado previamente de adivinación (o "mancia", como gustan de decir ahora los habitantes del castillo de los burdos pretenciosos), la ilusión puede ser enormemente poderosa.
Si este tipo de lectura en frío se realiza, además, en una "consulta" de un supuesto "sanador", curandero, médico brujo o cualquier otro depredador de la enfermedad ajena, el gil que paga sentirá que está ante un sujeto verdaderamente poderoso, y no dudará en abandonar un tratamiento médico a cambio de patrañas que pueden ocasionarle daños tan irreversibles como la misma muerte.
(Aclaración: los médicos que saben hacer clínica usan cierta medida de lectura en frío para saber cosas que el paciente puede no querer decirles. El máximo exponente de la lectura en frío en el consultorio médico fue sin duda Joseph Bell, el profesor de Arthur Conan Doyle que fue la inspiración para que éste inventara a Sherlock Holmes. Pero como los médicos no aseguran "curar todo" ni afirman tener "poderes", quedan a merced de las soeces acusaciones que con frecuencia enderezan contra ellos especímenes como Paco Porras y otros matraqueros astrales.)
Para terminar, copiamos algunas "lecturas" (para que vea usted cómo operan estos ejemplares).
Voy a un sitio de "numerología" (una de las pamplinas más irracionales del planeta). Siguiendo sus instrucciones saco "mi número del destino o senda de vida", que es 6 (según éstos insignes cantamañanas, sólo hay 9 destinos en el mundo, ya que aseguran sin despeinarse que los 9 destinos anunciados valen para todos los ingenuos del planeta).
Sobre el 6, suelta la siguiente sarta de mamadas (en cursivas, nuestros comentarios van en negritas):
Muchas veces en esta vida, usted será llamado a ser un pacificador y para ayudar a otros a tomar decisiones difíciles, ya que este número del destino denota servicio a otros, responsabilidad y elaboración de muchos ajustes para favorecer a otros en sus necesidades.
Esto, evidentemente, se aplica a cualquiera, tenga el 6 o la raíz cúbica de pi.
Buscando la perfección en otras personas, lo puede conducir a algunas desilusiones en el amor y las relaciones. Usted debería casarse o establecerse en una sólida relación, ya que el lado elevado del número seis, es el amor, la familia, la armonía y el servicio a los demás.
O sea, sólo las personas cuya suma de año, mes y día de nacimiento tendrán desilusiones. Joder con mi mala pata. Y sólo nosotros debemos cargar con el matrimonio, ¿por qué? Pues sencillamente porque la enorme mayoría de la gente se enamora y se casa, y entonces en esta "predicción", el autor "atina" con la mayoría de quienes tienen el 6.
En contraposición, usted puede experimentar discusiones y problemas con su relaciones románticas que pueden conducir a la separación y el divorcio.
Otra generalidad del tamaño de Mongolia, por supuesto. A tales eventualidades estamos expuestos todos.
Su actitud en la vida será lo que determine cómo vivirá el destino del número seis.
Fantástico, ¿no? Uno es el arquitecto de su propio destino. ¡Qué gran adivinación!
Pero, ¿qué habría pasado si en realidad yo fuera no el 6 sino el 3?
Este número de vida es probablemente el más placentero de todos, ya que es el de la auto expresión, y el pleno disfrute de actividades en una atmósfera armoniosa. Su creatividad y sociabilidad atraerá a muchos amigos y compañeros.
Pues esto se me aplica igualmente. Soy creativo, sociable y me gusta disfrutar en una atmósfera armoniosa. ¿Será que sumé mal?
Usted también tiene la tendencia de sentir celos; debe trabajar para guardarlo para sí mismo, pues si demuestra esos sentimientos en el momento equivocado a la persona equivocada, podría perder un amor o amistades.
Sabio consejo. Pero como casi todos hemos sido celosos, es otro disporo a la segura.
Además, debería aprender a enfocar sus energías, y no permitir que éstas se dispersen.
¿Significa esto que si uno no es 3 sí puede permitir que sus "energías" se dispersen? ¡Qué bien!
Los problemas que encontrará en su búsqueda de amor y belleza, son despreciables contra el potencial de gran éxito.
Obvio, ¿no?
Pues así van todos los números.
Nos despedimos con los absolutamente insanos horóscopos "para abril" del gran promotor de este blog, el mentiroso profesional Manuel Capella.
Nos dice, por ejemplo:
Se impone una nueva realidad en tu ámbito profesional, te conviene asumir las novedades al tiempo que mantienes lo mejor conocido. Lo más importante es que este año Saturno entrará en tu casa diez, algo que augura cambios en tu ámbito profesional o en los más destacados aspectos relacionados con tu futuro. Entras en una etapa compleja. Por otro lado, nuevos proyectos pueden surgir a través de los amigos, procura encontrar momentos para cultivar las relaciones personales, que supondrán una vía de escape y oportunidades para realizarte más ampliamente.
¿Esta ristra de generalidades groseras se le aplica a usted? Piénselo bien. A mí, por lo pronto, se me aplica sin duda alguna. Pero es el "horóscopo" para Libra, y yo no soy Libra.
Aprovecha el clima de euforia para marcar un nuevo rumbo y sentirte mucho mejor contigo mismo. Hace unos cuantos meses que Júpiter, el planeta de la buena suerte, transita por tu signo. Debes confiar en tus posibilidades, en tu potencial y en tu futuro. Tendrás buenas oportunidades para mejorar en todos los sentidos y será el momento de cambiar tu suerte. Los enamoramientos serán habituales entre los nativos del signo. Tu creatividad estará por las nubes. Desde finales de agosto la economía será uno de los aspectos más preocupantes.
¿Se le aplica esto a usted? ¿Importa si usted es Escorpión, Tauro o el verdadero destinatario de esta colecón de obviedades, que es Leo?
Así, en el mundo delirante de los profesionales en la superchería, lo que se encuentra son generalidades, vaguedades, obviedades y otros productos de la lectura en frío que permiten que se cree la impresión de que tienen alguna idea de lo que están diciendo.
¿Cuál sería la prueba de un verdadero adivinador?
Se requerirían varias, claro, porque sólo por azar (cosa que estudia la ley de las probabilidades) siempre es posible "atinar" alguna predicción, especialmente si es evidente (de un tiempo acá, todos los comemocos profesionales "predicen" la muerte de Juan Pablo II, aunque para todos nosotros es evidente que el pontífice está cada vez más enfermo y que también cumple años, o sea que inevitablemente morirá en un futuro cercano, cosa que aprovecharán los gusanos videntes para alimentarse con su cadáver gritando que "ellos lo predijeron", puáj).
Es decir, se requiere una batería de pruebas en las que un supuesto adivinador se pueda desempeñar tan bien como cualquier profesional de verdad.
Digamos, ponemos a un contador o contable frente a veinte resmas de facturas, recibos y datos, y les pedimos que calculen, con sus conocimientos, el impuesto anual sobre la renta que deben pagar esas diez personas. El resultado medirá un nivel de profesionalidad determinado.
Luego se pone a un astrocharlatán ante las fechas y horas de nacimiento de veinte personas que ya hayan muerto (tomadas al azar de algún registro civil) y se le pide que calcule la fecha y hora de la muerte de los veinte.
Si el adivinador obtuviera un porcentaje de aciertos similar al del contador, entonces quizá sepa algo y valga la pena perder el tiempo con él.
Ante la imposibilidad de obtener resultados correctos en este tipo de experimentos (de los que huyen como de la viruela), los farsantes ofrecen otra maravillosa técnica final de la lectura en frío: la presentación de pretextos, coartadas, excusas y justificaciones.
Y cuando todo falla, mienten. Después de todo, como dijo Steiner, su principio básico guía todas sus patrañas: diles lo que quieren escuchar y volverán para que les digas más.
abril 07, 2004
El castillo de los chantas pavorosos 3
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Imagínese que ve a los siguientes especímenes reunidos. Un mamarracho con dos pollitos amarillos de juguete ensartados entre el cabello. Un alucinado disfrazado de brujo de fantasía con sombrerito picudo y túnica, todo de color solferino subido. Un calvito con más rimmel que Carmen de Mairena, anillos de kilo y medio cada uno y con un tigre de peluche. Un simulador vestido de negro y con actitud distante y misticona. Un payaso vestido de astronauta del Folies Bergere (trajecito y capa plateados con pedrería) y una escupidera igualmente plateada en la cabeza, a más de anillos para competir con el peluches. Una abuelita rolliza y despeinada con un traje de noche en lamé dorado tan añejo como ella. Otra gorda disfrazada con los jirones sobrantes de la última producción teatral de Aladino y la Lámpara Maravillosa. Otro pájaro de cuenta vestido de cura (sin serlo).
La que no está (pero llega al revuelo) es otra gordita, fina vidente que no pudo prever un problema familiar que se presentó mientras ella cobraba en la tele y tuvo que salir de urgencia. La misma vidente que no pudo prever que se le cayera encima el techo. La reciben de regreso con aplausos.
Están los comparsas, disfrazados con capas rojas (incluido uno que sí es cura), excepto por una dama (con perdón de las damas) que lleva una peluca verde jódemelarretina.
¿Qué es?
No, no es el pabellón siquiátrico de una institución hospitalaria. Ni un casting de "La jaula de las locas", ni el más reciente performance de Yoko Ono ni, mucho menos, la tropa de payasos del Circo Belucci.
Todos los mencionados están en un programa de televisión en el que con todo descaro afirman poseer poderes paranormales, ser "mentes prodigiosas", diponer de conocimientos que nadie más tiene, ver el futuro, contactar con espíritus, curar lo que los médicos no curan, hablar con deidades misteriosas, controlar el clima, mover cosas con la mente
(Para quienes no están en España y no pueden disfrutar este desfile de la miseria humana moral e intelectual, les juramos que no exageramos ni mentimos, que lo de los pájaros de plástico o la escupidera en la cabeza no son producto de nuestra discreta mala leche, es así, asombrosamente, desafiando a toda lógica y toda razón... no exagero, no sería posible exagerar este espectáculo abominable.)
Pero este martes por la noche en que resignadamente nos ponemos a ver sus payasadas, lo que están haciendo realmente es publicitarse (porque saben que pese a su risible aspecto, a sus disfraces carnavalescos y a su soez comportamiento, cuando salgan tendrán llenas las "consultas") y para ello se ocupan minuciosamente de escupir majaderías y de insultarse entre ellos con singular denuedo. Cada uno descalifica a los demás. Intercambian ofensas, casi se retan a duelo, ofrecen un espectáculo digno de un patio de cárcel, de una verdulería de caricatura (donde dichos espectáculos no se interrumpen con anuncios): "Borracha", "Maricón", "Basura", son algunos de los botones de muestra de la profunda espiritualidad y lo prodigioso de estos rascahuevos.
(Paréntesis de cordura. Todos los charlatanes en todo el mundo tienen un comportamiento similar. Afirman que, efectivamente, en el universo de la videncia y lo ultraterreno hay muchos charlatanes pero, claro, ellos son la excepción. Este comportamiento engañoso y falsario se puede ver en las páginas Web y en las publicaciones y tartajeos mediáticos de otros supuestos "ocultistas" o "parapsicólogos" españoles que han albergado críticas contra este lamentable programa, tratando de hacer creer a sus víctimas que "ellos sí son serios". Por supuesto, si a engendros como los que nos escriben burradas con las que no demuestran para nada que posean los poderes que juran tener los hubieran invitado a la cobradera, allá habrían ido, con las plumas del trasero encrespadas como pavorreales en celo. El descalificar a sus compañeros diciendo que "sólo yo tengo poderes místicos" para trincarles la clientela es una de las trescientas formas más sencillas de detectar a un embusterazo.)
Joder, la noche pinta larga. Los anuncios son abundosos. Es evidente que diversos comerciantes consideran que la cantidad de público atento a estos papanatas justifica un gasto en publicidad nada despreciable. Al menos la presentadora, Alicia Senovilla, es guapa. Más que guapa, está buenísima. Mejor sería que trajera una falda más corta y no ese traje negro largo, porque la verdad en este zoológico hay poco que ver.
Falso: no hay nada más que ver que a la presentadora.
Entre el "tribunal" destaca un astrofísico que parece ser la persona más seria de todo este fandango, y que pasa las primeras dos horas de la injustificablemente prolongada emisión enrollado en su capa roja, callado, con gesto de entre vergüenza ajena y asco.
Más anuncios novedosos: los demás brujos dicen que Josefina en realidad no conocía a Lady Di. Increíble, ¿cómo podía uno dudar de que tan fina señora no fuera la vidente de Lady Di? (para quienes desean conocer uno a uno al hato de sacadineros que adornan este programa demencial, visiten la primera entrada de esta serie).
Otra terrible acusación: Josefina le quiere quitar "el aura" a la bruja Lola.
Bostezo...
Vamos a pasar el rato, mientras estos distinguidos infelices se gritan, con un bonito experimento para desenmascarar a los mentirosos que aseguran ver el aura.
(Nota sobre los experimentos antibabosos: mientras más sencillos, mejor.)
Se coloca un panel de, digamos, un metro ochenta de alto por dos metros justo ante una puerta. del otro lado de la puerta, a una distancia de unos cuatro o cinco metros, se pone al aurólogo y se le deja allí durante quince minutos. Cada minuto, el aurólogo deberá decir si hay o no hay una persona detrás del panel, guiándose, claro, sólo por el aura que supuestamente sobresale por encima del panel. Hay que tener cuidado solamente de que desde el sitio del auroimpostor no se puedan ver sombras de las personas que pueden o no acercarse al panel por la puerta.
Una forma más compleja del mismo experimento es llevarle 15 personas al aurólogo y que anote "el aura" que tiene cada una, y luego que las identifique por su "aura" conforme van pasando por detrás del panel en un orden establecido al azar.
Es necesario tener como controles experimentales a un científico y a un mago de escenario experimentado y serio, ya que éstos conocen mejor que nadie cómo hacen sus engaños los supuestos videntes.
El único problema de este experimento es que los aurocharlatanes casi nunca lo quieren hacer.
¿Por qué?
Porque sus resultados no son distintos de los que se obtendrían al azar. Dicho de otro modo: porque desenmascara sus paparruchas.
Mientras tecleábamos esto, los brujildos y las brujazas se acusan y se dicen lindezas. En particular es vergonzoso el caso del mexicano Jorge Astyaro, que al ver descubiertas sus "experiencias" como lo que son, trucos de mentalismo de escenario, acudió a la tramposa explicación de que "la gente decide si cree o no cree", suponemos que para no confesar que lo suyo es un arte escénica y nada más. Éste es el tipo de prostitución del ilusionismo que repele y repugna a magos decentes como Houdini, Randi y, más recientemente, Penn and Teller.
La Senovilla está muy bien. La enfocan poco. Lástima.
Más anuncios.
¡Qué vergüenza para Harry Potter!
¡Por fin! ¡Rituales mágicos! ¡Rompen un huevo en un vaso de agua! ¡Tartajean mariguanadas sin sentido en idiomas no existentes! ¡Es la reconciliación entre la mujer inflable Leevon "Kennedy" y el "Conde" Luconi, al que antes había acusado de estafador. Desapareció la acusación. Ambos se quieren y respetan. ¿Y los resultados del ritual? Nada. Sólo más broncas de la más baja estofa.
En lo que se llaman "falsos" (que es como tener a Al Capone acusando a Bugsy Siegel de "gángster"), nos acordamos de cuando el doctor (en física) Rafael Fernández Flores cometió la tontería de hacer un vídeo falso con un globo plateado que lanzó al aire. El único objetivo de este experimento era medir la credulidad de los ufólogos mexicanos. La medición determinó que el 100% de los ufólogos creyentes (los que cobran) es 100% crédulo, ya que ninguno puso en duda que el video del globo fuera otra cosa que una nave extraterrestre.
(Fue una tontería porque, después de que Rafael mostró el vídeo completo, en el cual se veía el proceso de rellenar de hidrógeno y soltar el globo antes de seguirlo con la cámara hasta el trozo que se le entregó a los credulazos, la gran mayoría de éstos se negó a creer que fuera un fraude. Dicho de otro modo, éstos son inmunes a las pruebas y a los hechos. El vídeo sigue flotando por ahí como "prueba" de la existencia de naves ultraterrenas. ¿Puede extrañarnos entonces que en sitios como El predicador, que es la cabeza visible de la tontería pomposamente autonombrada "Red hispana de ocultismo en internet" (RHOI) se sigan ofertando como "fotos de ovnis" hasta las más bastas fotografías de nubes lenticulares?
(Actualización, 21 de febrero de 2006: el sitio de la supuesta RHOI y "El Predicador" desaparecieron y no volvieron, por lo que su enlace lleva ahora al archivo de Internet donde está la última versión de la paginilla, del 6 de marzo de 2005.)
(Esto nos hace recordar que los espiritistas de fines del XIX y principios del XX tampoco quisieron creer en la confesión de Margaret Fox, pero eso da para otra entrada de este blog.)
"Divino Otelma", el hombre con nombre de vedette del Moulin Rouge en tiempos de Toulouse Lautrec, hace un ritual. Aramís Fúster (que es lo que se oculta bajo la peluca verde) lo acusa de usar el cuchillo incorrecto para eliminar las cargas negativas. Se ponen a discutir si lo que hace este esperpento es magia blanca o no. El agarrón llega de nuevo al alcantarillado. ¿Y los resultados del ritual? ¿Hubo magia? No lo dicen.
Dos horas de gansadas y demasiado pocos minutos de la Senovilla. Más anuncios.
"Oración metafísica para adelgazar", por Leevon "Kennedy" (mala suerte, en el momento en que la Senovilla anuncia el prodigio, la cámara enfoca la pancita de la ya provecta Leevon). Se insultan un poco más para no perder vapor.
La "Kennedy" dice más o menos: Juntan las manos mirando la luna, el sol o la naturaleza, con mucha determinación (aquí acude a una de las más peligrosas estupideces del hinduísmo, la de "mirar al sol", actividad que ha dejado ciego a más de un "iluminado", ya que es una práctica que no se debe realizar en modo alguno, digan lo que digan los brujetes y las maguetas y todo tipo de gurúes simuladores) y dicen "Amada presencia divina, yo soy, yo soy, yo soy", y luego dicen su deseo. Murmura: "Yo decreto que en este castillo haya paz y armonía", luego dice "Que así sea" y ya.
Ese ritual vale queso, porque en el chalecito que simula ser un castillo hay todo menos paz. Leevon "Kennedy" jura no tener cirugías plásticas (mala suerte, en ese momento la cámara enfoca sus gordísimos labios siliconados).
El Divino Otelma, disfrazado como el Emperador de Star Wars le trata de curar a Paco Porras una lesión inexistente en el brazo. Lola lo trata de curar de otro modo. Paco afirma que no lo curó nadie (y protesta agitando enérgicamente el brazo).
Bostezo... Hace hambre. Se antoja un sándwich de jamón y queso Emmental con mucha mayonesa.
"La lechuga es buena para el insomnio", jura Paco Porras (cosa de que te caiga una lechuga de doce kilos en la base del cráneo y duermes como un bendito).
Predicciones a ese otro impresentable llamado "El Padre Apeles", un sacerdote real pero habitué de la televisión, con una filia delirante por los reflectores y encantado de haberse conocido.
No importa quién hizo qué predicciones, piénselas y díganos cuántas de ellas se le aplican a usted, lector, lectora.
En el pasado usted tuvo una decepción y dejó de hacer algo que hacía y cambió de vida. Usted tiene un proyecto en la mente. Tiene o va a tener problemas en el hígado y la espalda. Debajo de esa máscara, usted es una persona dulce, muy sensible...
(¿Le atinaron? No se pierda, en algún momento de la Semana Santa o poco después, nuestra entrada sobre la verdad de los adivinadores, cómo adivinar cosas y la misteriosa "lectura en frío".)
Otras predicciones que hacemos nosotros, sin influencia astral alguna: Usted en algún momento de su vida ha sentido que otras personas no le permiten desarrollarse por completo, que si tuviera una oportunidad podría llegar más lejos o hacer realidad algún anhelo. Usted no es frío, al contrario, es una persona apasionada, aunque a veces tiene que mantenerlo en secreto, sobre todo porque las decepciones amorosas le afectan muchísimo. Usted es un luchador, que no se rinde fácilmente a la adversidad. Parte de su emoción está ocupada muchas veces por una persona muy querida que ha muerto demasiado joven, un familiar, o quizá un amigo muy cercano.
Piénselo... si nosotros fuéramos "Adnyari Maruján" (bonito nombre que con toda cortesía le queríamos regalar al hipnotista y adivinador llamado vulgarmente Manuel Capella, pero que nos devolvió sin siquiera dar las gracias) y estuviéramos en "El castillo del embuste prodigioso"... ¿no lo asombrábamos siquiera un poco? ¿No le interesaría que le hiciéramos una consulta particular gratuita (vaya, por la "voluntad", siempre que la voluntad llegue a 25 euros o los supere, pero gratis)?
Tal es la cosa, pues.
Miremos un par de segundos a Alicia Senovilla. Agradable perfil.
El tema no tiene desperdicio: es un collar de bostas de vaca del tamaño de pelotas de baloncesto sin cesar. La mayor parte del público se pitorrea de estos cretinos en mensajes SMS, pero no falta quien se toma todo el asunto en serio.
Llega al final esta mamarrachada. La mayoría de los "adivinos" dice que el dinero por el que están aquí está en el ánfora con listón rojo. Paco Porras y otros dicen que en el ánfora con listón verde. Nadie "adivina" el azul (la semana pasada estuvo mejor, hubo decisión dividida, o sea que alguien "acertó" a huevo [o por cojones, como usted prefiera]), no sin que estos tipos canten, claro. Estos programillas siempre expelen algún videoclip comercializable.
Los "videntes" nuevamente "adivinan" (sorpresa, ayes y ohes de asombro, incredulidad y supuesta "prueba" de que conocen "el futuro").
Le faltaron minutos de pantalla a Alicia Senovilla. Eso es lo único absolutamente cierto. Lo demás sería divertido, pero no lo es porque cada uno de estos desvergonzados abusa de personas de buena voluntad con sus embustes. Y eso hace que ni siquiera sea tan placentero como debiera el ver las sinuosidades de Alicia Senovilla.
Imagínese que ve a los siguientes especímenes reunidos. Un mamarracho con dos pollitos amarillos de juguete ensartados entre el cabello. Un alucinado disfrazado de brujo de fantasía con sombrerito picudo y túnica, todo de color solferino subido. Un calvito con más rimmel que Carmen de Mairena, anillos de kilo y medio cada uno y con un tigre de peluche. Un simulador vestido de negro y con actitud distante y misticona. Un payaso vestido de astronauta del Folies Bergere (trajecito y capa plateados con pedrería) y una escupidera igualmente plateada en la cabeza, a más de anillos para competir con el peluches. Una abuelita rolliza y despeinada con un traje de noche en lamé dorado tan añejo como ella. Otra gorda disfrazada con los jirones sobrantes de la última producción teatral de Aladino y la Lámpara Maravillosa. Otro pájaro de cuenta vestido de cura (sin serlo).
La que no está (pero llega al revuelo) es otra gordita, fina vidente que no pudo prever un problema familiar que se presentó mientras ella cobraba en la tele y tuvo que salir de urgencia. La misma vidente que no pudo prever que se le cayera encima el techo. La reciben de regreso con aplausos.
Están los comparsas, disfrazados con capas rojas (incluido uno que sí es cura), excepto por una dama (con perdón de las damas) que lleva una peluca verde jódemelarretina.
¿Qué es?
No, no es el pabellón siquiátrico de una institución hospitalaria. Ni un casting de "La jaula de las locas", ni el más reciente performance de Yoko Ono ni, mucho menos, la tropa de payasos del Circo Belucci.
Todos los mencionados están en un programa de televisión en el que con todo descaro afirman poseer poderes paranormales, ser "mentes prodigiosas", diponer de conocimientos que nadie más tiene, ver el futuro, contactar con espíritus, curar lo que los médicos no curan, hablar con deidades misteriosas, controlar el clima, mover cosas con la mente
(Para quienes no están en España y no pueden disfrutar este desfile de la miseria humana moral e intelectual, les juramos que no exageramos ni mentimos, que lo de los pájaros de plástico o la escupidera en la cabeza no son producto de nuestra discreta mala leche, es así, asombrosamente, desafiando a toda lógica y toda razón... no exagero, no sería posible exagerar este espectáculo abominable.)
Pero este martes por la noche en que resignadamente nos ponemos a ver sus payasadas, lo que están haciendo realmente es publicitarse (porque saben que pese a su risible aspecto, a sus disfraces carnavalescos y a su soez comportamiento, cuando salgan tendrán llenas las "consultas") y para ello se ocupan minuciosamente de escupir majaderías y de insultarse entre ellos con singular denuedo. Cada uno descalifica a los demás. Intercambian ofensas, casi se retan a duelo, ofrecen un espectáculo digno de un patio de cárcel, de una verdulería de caricatura (donde dichos espectáculos no se interrumpen con anuncios): "Borracha", "Maricón", "Basura", son algunos de los botones de muestra de la profunda espiritualidad y lo prodigioso de estos rascahuevos.
(Paréntesis de cordura. Todos los charlatanes en todo el mundo tienen un comportamiento similar. Afirman que, efectivamente, en el universo de la videncia y lo ultraterreno hay muchos charlatanes pero, claro, ellos son la excepción. Este comportamiento engañoso y falsario se puede ver en las páginas Web y en las publicaciones y tartajeos mediáticos de otros supuestos "ocultistas" o "parapsicólogos" españoles que han albergado críticas contra este lamentable programa, tratando de hacer creer a sus víctimas que "ellos sí son serios". Por supuesto, si a engendros como los que nos escriben burradas con las que no demuestran para nada que posean los poderes que juran tener los hubieran invitado a la cobradera, allá habrían ido, con las plumas del trasero encrespadas como pavorreales en celo. El descalificar a sus compañeros diciendo que "sólo yo tengo poderes místicos" para trincarles la clientela es una de las trescientas formas más sencillas de detectar a un embusterazo.)
Joder, la noche pinta larga. Los anuncios son abundosos. Es evidente que diversos comerciantes consideran que la cantidad de público atento a estos papanatas justifica un gasto en publicidad nada despreciable. Al menos la presentadora, Alicia Senovilla, es guapa. Más que guapa, está buenísima. Mejor sería que trajera una falda más corta y no ese traje negro largo, porque la verdad en este zoológico hay poco que ver.
Falso: no hay nada más que ver que a la presentadora.
Entre el "tribunal" destaca un astrofísico que parece ser la persona más seria de todo este fandango, y que pasa las primeras dos horas de la injustificablemente prolongada emisión enrollado en su capa roja, callado, con gesto de entre vergüenza ajena y asco.
Más anuncios novedosos: los demás brujos dicen que Josefina en realidad no conocía a Lady Di. Increíble, ¿cómo podía uno dudar de que tan fina señora no fuera la vidente de Lady Di? (para quienes desean conocer uno a uno al hato de sacadineros que adornan este programa demencial, visiten la primera entrada de esta serie).
Otra terrible acusación: Josefina le quiere quitar "el aura" a la bruja Lola.
Bostezo...
Vamos a pasar el rato, mientras estos distinguidos infelices se gritan, con un bonito experimento para desenmascarar a los mentirosos que aseguran ver el aura.
(Nota sobre los experimentos antibabosos: mientras más sencillos, mejor.)
Se coloca un panel de, digamos, un metro ochenta de alto por dos metros justo ante una puerta. del otro lado de la puerta, a una distancia de unos cuatro o cinco metros, se pone al aurólogo y se le deja allí durante quince minutos. Cada minuto, el aurólogo deberá decir si hay o no hay una persona detrás del panel, guiándose, claro, sólo por el aura que supuestamente sobresale por encima del panel. Hay que tener cuidado solamente de que desde el sitio del auroimpostor no se puedan ver sombras de las personas que pueden o no acercarse al panel por la puerta.
Una forma más compleja del mismo experimento es llevarle 15 personas al aurólogo y que anote "el aura" que tiene cada una, y luego que las identifique por su "aura" conforme van pasando por detrás del panel en un orden establecido al azar.
Es necesario tener como controles experimentales a un científico y a un mago de escenario experimentado y serio, ya que éstos conocen mejor que nadie cómo hacen sus engaños los supuestos videntes.
El único problema de este experimento es que los aurocharlatanes casi nunca lo quieren hacer.
¿Por qué?
Porque sus resultados no son distintos de los que se obtendrían al azar. Dicho de otro modo: porque desenmascara sus paparruchas.
Mientras tecleábamos esto, los brujildos y las brujazas se acusan y se dicen lindezas. En particular es vergonzoso el caso del mexicano Jorge Astyaro, que al ver descubiertas sus "experiencias" como lo que son, trucos de mentalismo de escenario, acudió a la tramposa explicación de que "la gente decide si cree o no cree", suponemos que para no confesar que lo suyo es un arte escénica y nada más. Éste es el tipo de prostitución del ilusionismo que repele y repugna a magos decentes como Houdini, Randi y, más recientemente, Penn and Teller.
La Senovilla está muy bien. La enfocan poco. Lástima.
Más anuncios.
¡Qué vergüenza para Harry Potter!
¡Por fin! ¡Rituales mágicos! ¡Rompen un huevo en un vaso de agua! ¡Tartajean mariguanadas sin sentido en idiomas no existentes! ¡Es la reconciliación entre la mujer inflable Leevon "Kennedy" y el "Conde" Luconi, al que antes había acusado de estafador. Desapareció la acusación. Ambos se quieren y respetan. ¿Y los resultados del ritual? Nada. Sólo más broncas de la más baja estofa.
En lo que se llaman "falsos" (que es como tener a Al Capone acusando a Bugsy Siegel de "gángster"), nos acordamos de cuando el doctor (en física) Rafael Fernández Flores cometió la tontería de hacer un vídeo falso con un globo plateado que lanzó al aire. El único objetivo de este experimento era medir la credulidad de los ufólogos mexicanos. La medición determinó que el 100% de los ufólogos creyentes (los que cobran) es 100% crédulo, ya que ninguno puso en duda que el video del globo fuera otra cosa que una nave extraterrestre.
(Fue una tontería porque, después de que Rafael mostró el vídeo completo, en el cual se veía el proceso de rellenar de hidrógeno y soltar el globo antes de seguirlo con la cámara hasta el trozo que se le entregó a los credulazos, la gran mayoría de éstos se negó a creer que fuera un fraude. Dicho de otro modo, éstos son inmunes a las pruebas y a los hechos. El vídeo sigue flotando por ahí como "prueba" de la existencia de naves ultraterrenas. ¿Puede extrañarnos entonces que en sitios como El predicador, que es la cabeza visible de la tontería pomposamente autonombrada "Red hispana de ocultismo en internet" (RHOI) se sigan ofertando como "fotos de ovnis" hasta las más bastas fotografías de nubes lenticulares?
(Actualización, 21 de febrero de 2006: el sitio de la supuesta RHOI y "El Predicador" desaparecieron y no volvieron, por lo que su enlace lleva ahora al archivo de Internet donde está la última versión de la paginilla, del 6 de marzo de 2005.)
(Esto nos hace recordar que los espiritistas de fines del XIX y principios del XX tampoco quisieron creer en la confesión de Margaret Fox, pero eso da para otra entrada de este blog.)
"Divino Otelma", el hombre con nombre de vedette del Moulin Rouge en tiempos de Toulouse Lautrec, hace un ritual. Aramís Fúster (que es lo que se oculta bajo la peluca verde) lo acusa de usar el cuchillo incorrecto para eliminar las cargas negativas. Se ponen a discutir si lo que hace este esperpento es magia blanca o no. El agarrón llega de nuevo al alcantarillado. ¿Y los resultados del ritual? ¿Hubo magia? No lo dicen.
Dos horas de gansadas y demasiado pocos minutos de la Senovilla. Más anuncios.
"Oración metafísica para adelgazar", por Leevon "Kennedy" (mala suerte, en el momento en que la Senovilla anuncia el prodigio, la cámara enfoca la pancita de la ya provecta Leevon). Se insultan un poco más para no perder vapor.
La "Kennedy" dice más o menos: Juntan las manos mirando la luna, el sol o la naturaleza, con mucha determinación (aquí acude a una de las más peligrosas estupideces del hinduísmo, la de "mirar al sol", actividad que ha dejado ciego a más de un "iluminado", ya que es una práctica que no se debe realizar en modo alguno, digan lo que digan los brujetes y las maguetas y todo tipo de gurúes simuladores) y dicen "Amada presencia divina, yo soy, yo soy, yo soy", y luego dicen su deseo. Murmura: "Yo decreto que en este castillo haya paz y armonía", luego dice "Que así sea" y ya.
Ese ritual vale queso, porque en el chalecito que simula ser un castillo hay todo menos paz. Leevon "Kennedy" jura no tener cirugías plásticas (mala suerte, en ese momento la cámara enfoca sus gordísimos labios siliconados).
El Divino Otelma, disfrazado como el Emperador de Star Wars le trata de curar a Paco Porras una lesión inexistente en el brazo. Lola lo trata de curar de otro modo. Paco afirma que no lo curó nadie (y protesta agitando enérgicamente el brazo).
Bostezo... Hace hambre. Se antoja un sándwich de jamón y queso Emmental con mucha mayonesa.
"La lechuga es buena para el insomnio", jura Paco Porras (cosa de que te caiga una lechuga de doce kilos en la base del cráneo y duermes como un bendito).
Predicciones a ese otro impresentable llamado "El Padre Apeles", un sacerdote real pero habitué de la televisión, con una filia delirante por los reflectores y encantado de haberse conocido.
No importa quién hizo qué predicciones, piénselas y díganos cuántas de ellas se le aplican a usted, lector, lectora.
En el pasado usted tuvo una decepción y dejó de hacer algo que hacía y cambió de vida. Usted tiene un proyecto en la mente. Tiene o va a tener problemas en el hígado y la espalda. Debajo de esa máscara, usted es una persona dulce, muy sensible...
(¿Le atinaron? No se pierda, en algún momento de la Semana Santa o poco después, nuestra entrada sobre la verdad de los adivinadores, cómo adivinar cosas y la misteriosa "lectura en frío".)
Otras predicciones que hacemos nosotros, sin influencia astral alguna: Usted en algún momento de su vida ha sentido que otras personas no le permiten desarrollarse por completo, que si tuviera una oportunidad podría llegar más lejos o hacer realidad algún anhelo. Usted no es frío, al contrario, es una persona apasionada, aunque a veces tiene que mantenerlo en secreto, sobre todo porque las decepciones amorosas le afectan muchísimo. Usted es un luchador, que no se rinde fácilmente a la adversidad. Parte de su emoción está ocupada muchas veces por una persona muy querida que ha muerto demasiado joven, un familiar, o quizá un amigo muy cercano.
Piénselo... si nosotros fuéramos "Adnyari Maruján" (bonito nombre que con toda cortesía le queríamos regalar al hipnotista y adivinador llamado vulgarmente Manuel Capella, pero que nos devolvió sin siquiera dar las gracias) y estuviéramos en "El castillo del embuste prodigioso"... ¿no lo asombrábamos siquiera un poco? ¿No le interesaría que le hiciéramos una consulta particular gratuita (vaya, por la "voluntad", siempre que la voluntad llegue a 25 euros o los supere, pero gratis)?
Tal es la cosa, pues.
Miremos un par de segundos a Alicia Senovilla. Agradable perfil.
El tema no tiene desperdicio: es un collar de bostas de vaca del tamaño de pelotas de baloncesto sin cesar. La mayor parte del público se pitorrea de estos cretinos en mensajes SMS, pero no falta quien se toma todo el asunto en serio.
Llega al final esta mamarrachada. La mayoría de los "adivinos" dice que el dinero por el que están aquí está en el ánfora con listón rojo. Paco Porras y otros dicen que en el ánfora con listón verde. Nadie "adivina" el azul (la semana pasada estuvo mejor, hubo decisión dividida, o sea que alguien "acertó" a huevo [o por cojones, como usted prefiera]), no sin que estos tipos canten, claro. Estos programillas siempre expelen algún videoclip comercializable.
Los "videntes" nuevamente "adivinan" (sorpresa, ayes y ohes de asombro, incredulidad y supuesta "prueba" de que conocen "el futuro").
Le faltaron minutos de pantalla a Alicia Senovilla. Eso es lo único absolutamente cierto. Lo demás sería divertido, pero no lo es porque cada uno de estos desvergonzados abusa de personas de buena voluntad con sus embustes. Y eso hace que ni siquiera sea tan placentero como debiera el ver las sinuosidades de Alicia Senovilla.