Ya puede ver el piloto de "Escépticos", el programa de José A. Pérez presentado por Luis Alfonso Gámez con el tema "¿Fuimos a la Luna?", en este enlace. Altamente recomendable.
diciembre 31, 2010
diciembre 28, 2010
Timopromociones
Ante la envidiable acción de las autoridades australianas (y no, nada de esto es una inocentada) que ha obligado a la mafia internacional PowerBalance a reconocer que "no hay pruebas científicas creíbles que apoyen nuestras afirmaciones (de mejora de la fuerza, el equilibrio y la flexibilidad)", admitiendo la estafa y devolviendo el dinero a sus víctimas, ya otros han expresado públicamente su desazón porque las autoridades de otros países, supuestamente electas para proteger a la sociedad, simplemente han aplicado multas ridículamente irrisorias o han mirado para otra parte mientras las timopulseras se siguen vendiendo hasta en farmacias y tiendas deportivas.
Ya en mayo, en este mismo blog, comentábamos cómo el personal del programa "El Hormiguero" de la cadena Cuatro estaba uniformado con estas pulseras, según rumores a cambio de un pago y como actividad promocional, y también el uso de este talismán por parte de la entonces Secretaria de Organización del PSOE, Leire Pajín, y el diputado del PP Gustavo de Aristegui, mientras que otros se escandalizaban por ver a otras figuras políticas y públicas con los mentados trozos de silicona carísima, muy destacadamente el vendedor de misterios Íker Jiménez Elizari, quien llega a lucir cuatro de estos amuletos en su colección de brazaletes.
Más allá del chiste de que esto demuestra cuán desequilibrado se considera a sí mismo el millonario presentador, y cuánta plata le sobra para traer 160 euros de plástico cutre en los brazos, el punto es la obscena fortuna amasada con este timo (contra el que, curiosamente, advierte la guardia civil pero sin actuar legalmente contra los timadores) y cómo se promueve.
¿Es grave que representantes públicos utilicen este tipo de amuletos mágicos? Lo es porque al menos revelan un preocupante nivel de desinformación. Es decir, que estas personas, que deben tener la mejor información (y para ello se pagan generosas cantidades en "asesores") para poder tomar decisiones con base en los datos más confiables disponibles, en realidad no superan el dato del rumor callejero, el cotilleo de portera y el chismorreo de bareto. Y si no preguntan en cosas tan evidentes como pasearse haciendo el ridículo con un timo en la muñeca, aterra pensar el tipo de supersticiones absurdas pueden dominar su accionar de gobierno, de oposición, legislativa, ejecutiva y judicial.
Pero estos servidores públicos han sido objeto de intensa presión por su desinformación. Seguramente se arrepienten de haber ostentado esas bobadas y quizá, sólo quizá, esto les sirva para estar un poco más alertas a las imbecilidades que revolotean por este mundo en busca de orejas acogedoras y cerebros sin defensas ante la irracionalidad.
Lo que no se ha destacado lo suficiente es que quienes más daño hacen y han seguido haciendo a la sociedad son personajes como los de El Hormiguero o Íker Jiménez. Más allá de que se les pague o no por el uso público de estos fraudulentos productos, la influencia que tienen sobre un público que está o absolutamente entregado o no tiene ningún anticuerpo contra lo que estos personajes expelen en los medios es sin duda mucho más profunda y grave que la de los políticos. Su absoluta inmunidad a las críticas y la complacencia (de nuevo) de las autoridades, los convierte en verdaderas fábricas de dinero para el timo de las fraudulentas pulseras y para muchísimos otros timos, libros delirantes, congresos de boberías, aquelarres paranoicos y revistas cuyos directores (como el delirante Enrique de Vicente, director de la revista Año Cero son capaces de afirmar sin ninguna prueba (ni ninguna vergüenza) que existe una "federación galáctica" y ellos saben que nuestro planeta será admitido en ella en cien o doscientos años (si es una profunda esquizofrenia o un descaro monumental, quizá nunca lo sabremos).
Pero, sobre todo, mientras un país como España se ríe de la ingenuidad de sus políticos, sigue permitiendo que sedicentes periodistas falseen los hechos, denigren todo el conocimiento humano, pongan en solfa sin un solo argumento cuanto hemos descubierto con el método científico, ataquen brutalmente a la actividad científica y se erijan en gurús con hordas de seguidores.
Quizá es menos preocupante una foto de un político con un amuleto mágico (como si llevara un crucifijo, digamos) que este bombardeo incesante en medios de comunicación que han dejado de lado todo interés por informar a cambio de engañar, manipular y, como suelen decir los miembros de la manada de los Jiménez y los De Vicente, "entretener".
Ya en mayo, en este mismo blog, comentábamos cómo el personal del programa "El Hormiguero" de la cadena Cuatro estaba uniformado con estas pulseras, según rumores a cambio de un pago y como actividad promocional, y también el uso de este talismán por parte de la entonces Secretaria de Organización del PSOE, Leire Pajín, y el diputado del PP Gustavo de Aristegui, mientras que otros se escandalizaban por ver a otras figuras políticas y públicas con los mentados trozos de silicona carísima, muy destacadamente el vendedor de misterios Íker Jiménez Elizari, quien llega a lucir cuatro de estos amuletos en su colección de brazaletes.
Más allá del chiste de que esto demuestra cuán desequilibrado se considera a sí mismo el millonario presentador, y cuánta plata le sobra para traer 160 euros de plástico cutre en los brazos, el punto es la obscena fortuna amasada con este timo (contra el que, curiosamente, advierte la guardia civil pero sin actuar legalmente contra los timadores) y cómo se promueve.
¿Es grave que representantes públicos utilicen este tipo de amuletos mágicos? Lo es porque al menos revelan un preocupante nivel de desinformación. Es decir, que estas personas, que deben tener la mejor información (y para ello se pagan generosas cantidades en "asesores") para poder tomar decisiones con base en los datos más confiables disponibles, en realidad no superan el dato del rumor callejero, el cotilleo de portera y el chismorreo de bareto. Y si no preguntan en cosas tan evidentes como pasearse haciendo el ridículo con un timo en la muñeca, aterra pensar el tipo de supersticiones absurdas pueden dominar su accionar de gobierno, de oposición, legislativa, ejecutiva y judicial.
Pero estos servidores públicos han sido objeto de intensa presión por su desinformación. Seguramente se arrepienten de haber ostentado esas bobadas y quizá, sólo quizá, esto les sirva para estar un poco más alertas a las imbecilidades que revolotean por este mundo en busca de orejas acogedoras y cerebros sin defensas ante la irracionalidad.
Lo que no se ha destacado lo suficiente es que quienes más daño hacen y han seguido haciendo a la sociedad son personajes como los de El Hormiguero o Íker Jiménez. Más allá de que se les pague o no por el uso público de estos fraudulentos productos, la influencia que tienen sobre un público que está o absolutamente entregado o no tiene ningún anticuerpo contra lo que estos personajes expelen en los medios es sin duda mucho más profunda y grave que la de los políticos. Su absoluta inmunidad a las críticas y la complacencia (de nuevo) de las autoridades, los convierte en verdaderas fábricas de dinero para el timo de las fraudulentas pulseras y para muchísimos otros timos, libros delirantes, congresos de boberías, aquelarres paranoicos y revistas cuyos directores (como el delirante Enrique de Vicente, director de la revista Año Cero son capaces de afirmar sin ninguna prueba (ni ninguna vergüenza) que existe una "federación galáctica" y ellos saben que nuestro planeta será admitido en ella en cien o doscientos años (si es una profunda esquizofrenia o un descaro monumental, quizá nunca lo sabremos).
Pero, sobre todo, mientras un país como España se ríe de la ingenuidad de sus políticos, sigue permitiendo que sedicentes periodistas falseen los hechos, denigren todo el conocimiento humano, pongan en solfa sin un solo argumento cuanto hemos descubierto con el método científico, ataquen brutalmente a la actividad científica y se erijan en gurús con hordas de seguidores.
Quizá es menos preocupante una foto de un político con un amuleto mágico (como si llevara un crucifijo, digamos) que este bombardeo incesante en medios de comunicación que han dejado de lado todo interés por informar a cambio de engañar, manipular y, como suelen decir los miembros de la manada de los Jiménez y los De Vicente, "entretener".
diciembre 21, 2010
¿Director del Centro de Formación en Homeopatía?
Como algunos lectores recordarán, este blog, un servidor y mi perro Teko somos, desde el pasado mes de septiembre, especialistas certificados en homeopatía.
Ahora, y dado que el BioScience Talents Group está buscando un director para cierto "Centro de Formación en Homeopatía" que aún no parece existir, probablemente está en proceso de fundación, este humilde bloguero ha decidido solicitar el puesto (algo que ya han hecho algunos periodistas británicos en otros puestos de la rama homeopática).
Usted dirá: "Pero usted no cree en la magia de la homeopatía", y yo le diré "No tiene por qué hablarme de usted, hábleme de tú. Y eso no importa, conozco a muchos homeópatas que no se creen nada y que cuando les duele el píloro corren a su médico de la Seguridad Social, donde se atienden, operan, revisan, reciben recetas de medicamentos reales que consumen felices y recuperan la salud para poder seguir engatusando incautos. Y además, a diferencia de muchos, yo sí sé qué es la homeopatía."
Usted dirá que sin embargo, es poco ético vender un embuste de estas proporciones. Y allí estaré de acuerdo con usted y le diré que claro que no aceptaría el puesto. Pero no se trata, por supuesto, de que realmente me den el puesto de director de un centro dedicado a enseñarle mentiras a sus alumnos a cambio de dinero, sino ver qué respuesta o falta de la misma obtenemos del citado negocio. Y como me ofrezcan el puesto, mire que nos vamos a reír bastante.
¿Y qué dije yo para que me tengan en cuenta como posible cabeza de la empresa?
Ésta es la carta que he enviado a la empresa de headhunting. Lea y opine:
Ahora, y dado que el BioScience Talents Group está buscando un director para cierto "Centro de Formación en Homeopatía" que aún no parece existir, probablemente está en proceso de fundación, este humilde bloguero ha decidido solicitar el puesto (algo que ya han hecho algunos periodistas británicos en otros puestos de la rama homeopática).
Usted dirá: "Pero usted no cree en la magia de la homeopatía", y yo le diré "No tiene por qué hablarme de usted, hábleme de tú. Y eso no importa, conozco a muchos homeópatas que no se creen nada y que cuando les duele el píloro corren a su médico de la Seguridad Social, donde se atienden, operan, revisan, reciben recetas de medicamentos reales que consumen felices y recuperan la salud para poder seguir engatusando incautos. Y además, a diferencia de muchos, yo sí sé qué es la homeopatía."
Usted dirá que sin embargo, es poco ético vender un embuste de estas proporciones. Y allí estaré de acuerdo con usted y le diré que claro que no aceptaría el puesto. Pero no se trata, por supuesto, de que realmente me den el puesto de director de un centro dedicado a enseñarle mentiras a sus alumnos a cambio de dinero, sino ver qué respuesta o falta de la misma obtenemos del citado negocio. Y como me ofrezcan el puesto, mire que nos vamos a reír bastante.
¿Y qué dije yo para que me tengan en cuenta como posible cabeza de la empresa?
Ésta es la carta que he enviado a la empresa de headhunting. Lea y opine:
Estimados señores,
Tengo un gran interés en el puesto de Director del Centro de Formación en Homeopatía que ustedes han anunciado a través del BioScience Talents Group.
Aunque carezco de titulación universitaria, cuento con un diploma de especialista en medicina homeopática de los Laboratorios Boiron, la mayor empresa vendedora de preparados homeopáticos del mundo.
Mi experiencia en 30 años de periodista científico me coloca en una posición singular para dirigir un centro formativo de esta índole, pues conozco a fondo todas las respuestas, pretextos y coartadas que durante 200 años han empleado la homeopatía -y otras muchas disciplinas pseudomédicas- para rehuir la responsabilidad de presentar estudios controlados que validen alguna de las "leyes" de Hahnemann o la mínima capacidad terapéutica por encima del placebo de ninguno de sus preparados. Esta experiencia puede ser invaluable para cualquier institución que pretenda formar personas que finjan curar utilizando procedimientos que rechazan la totalidad del conocimiento científico de la humanidad, ampliando conceptos como "la homeopatía, por su naturaleza, no es sujeta de estudios científicos y debe ser validada por otros medios".
Igualmente, mis conocimientos en otras muchas disciplinas científicas sobre las que he trabajado como divulgador, especialmente la física cuántica, así como cuanto he hecho respecto de la historia de la ciencia y la medicina, me dan una ventaja difícil de igualar en el manejo de términos de la ciencia de modo que parezca que la homeopatía tiene alguna base. "Energías", "campo vibracional", "memoria del agua", "principio curativo", "bioelectricidad", "codificación terapéutica" y otros muchos conceptos ya existentes o producidos ad hoc pueden dar a los estudiantes una firme convicción de que están haciendo algo más que dispensar el agua y la lactosa más caras del planeta. Del mismo modo, estoy ampliamente familiarizado con todas las falacias argumentales comunes, que me permiten hacer argumentos como "la industria farmacéutica es un negocio y por tanto no cura". Algunos años actuando en teatro y televisión me permiten además el control necesario para declarar públicamente frases como la anterior sin soltar la carcajada.
Como periodista dedicado a temas de ciencia y de su opuesta, la pseudociencia, conozco a fondo los procedimientos y estrategias empleados por la homeopatía en Alemania y Francia para conseguir financiamiento y reconocimiento por parte de gobernantes ignorantes de los más elementales principios de la ciencia. Considero que tengo la capacidad de definir estrategias claras y acordes con el pensamiento de los políticos españoles para ayudar a que en un plazo muy breve la Sanidad Pública destine elevadas cantidades al pago de practicantes homeopáticos y los correspondientes preparados. Todo es tema de cabildear la "libertad" en el PP, la cuestión "tradicional-rebelde" en IU, el tema "natural contra artificial" entre los verdes y el aspecto "la gente lo quiere" ante el PSOE.
Adicionalmente a mi labor periodística reconocida tanto en México como en España, he trabajado en comunicación publipromocional, de modo que cuento con las bases necesarias para dirigir certeramente las acciones comunicacionales de la escuela para darle la notoriedad necesaria para cumplir y superar sus objetivos económicos.
Por si todo esto fuera poco, tengo una modesta pero reconocida carrera como escritor de ciencia ficción, ganador del Premio Puebla en 1984, autor de dos colecciones de cuentos y además cuatro novelas policiacas y diversos guiones de cine y televisión, todo lo cual da fe de una capacidad imaginativa que, puesta al servicio de la homeopatía, puede generar numerosas ocurrencias novedosas e interesantes merecedoras de la atención de Discovery DSalud, Cuarto Milenio y Año Cero, independientemente de que sean únicamente fantasía.
La credibilidad de la homeopatía necesita, en mi opinión, un nuevo giro, más allá de los argumentos empleados en los últimos 200 años, donde aún se puede percibir cierta ligera preocupación ética, y me precio de contar con la experiencia, los conocimientos y la capacidad necesarias para generar nuevos argumentos convincentes respecto de esta práctica.
Precisamente por haber recibido un diploma de Boiron en breves minutos de capacitación, y conociendo a fondo los programas de estudios de instituciones que han explotado la homeopatía desde hace años, como el Instituto Politécnico Nacional de México y la Los Angeles School of Homeopathy (entre muchas otras), me considero capaz de desarrollar un plan de estudios prolongado, complejo y altamente convincente pese a las bases tan escasas y simples de la homeopatía, como para crear numerosas materias de aspecto altamente serio y que cubran cualquier cantidad de años y nivel, desde el técnico hasta la licenciatura y el postdoctorado.
Espero que con todo esto quede claro que mi falta de titulación médica no es una desventaja ante la homeopatía sino antes una virtud, puesto que no se me ha indoctrinado en las aulas sobre afirmaciones relacionadas con los gérmenes patógenos, la fisiología, la genética y otras disciplinas que contradicen al maestro Hahnemann que dejó muy claro que de nada sirve investigar el origen de la enfermedad pues éste no puede conocerse (v. Organon, de S. Hahnemann).
Espero su respuesta positiva con los datos concretos de la oferta para proseguir las posibles negociaciones.
Atentamente,
Mauricio-José Schwarz
diciembre 13, 2010
Dos semanas y MOPA
Última oportunidad para nominar a lo más selecto del mundo de la filfa, el embuste, la anticiencia, el balbuceo interesado, la conspiranoia panicosa, la parapsicología paranada y otras disciplinas del maravilloso mundo del misterio y el ocultismo.
Este 28 de diciembre, en su día, los charlatanes y embaucadores celebran una de las fiestas más señaladas del calendario babeante: la entrega de los premios MOPA, Máxima Orden de la Parapsicología Alucinadita, valoradísimos galardones que año con año estremecen a la opinión pública y sustentados en el granítico prestigio de su convocante, otorgante y litigante mangante, la Academia de Ciencias y Artes Neo-Ocultistas (ACA-NO).
En la ceremonia de entrega, que se realiza la noche del 28 de diciembre en un lugar del que se informa telepáticamente a los invitados, nominados y orgullosos ganadores, se reúne la crema, nata y papanata del engaño sin distingos de clase, desde quirománticas de El Retiro hasta millonarios de la televisión, con el único objeto de darse cera, que les gusta hasta el delirio.
Usted, ciudadano normal, común, corriente, vulgar, no dotado de poderes y dones, más bien perrada y ser humano de segunda B que apenas puede aspirar a ser cliente, consumidor, paciente o víctima de estos próceres, puede sin embargo participar nominando a posibles ganadores en las más distintas especialidades: extracción de euros, tontería reciclada décadas después, la cara más dura del misterio, soplapitidos completos de los medios, el personaje más siniestro del 2010 o el "mamarracho 2010". Usted decide la categoría y al ganador, y la ACA-NO decide.
Envíe sus nominaciones a nahual55(arroba)gmail.com, gracias.
Este 28 de diciembre, en su día, los charlatanes y embaucadores celebran una de las fiestas más señaladas del calendario babeante: la entrega de los premios MOPA, Máxima Orden de la Parapsicología Alucinadita, valoradísimos galardones que año con año estremecen a la opinión pública y sustentados en el granítico prestigio de su convocante, otorgante y litigante mangante, la Academia de Ciencias y Artes Neo-Ocultistas (ACA-NO).
En la ceremonia de entrega, que se realiza la noche del 28 de diciembre en un lugar del que se informa telepáticamente a los invitados, nominados y orgullosos ganadores, se reúne la crema, nata y papanata del engaño sin distingos de clase, desde quirománticas de El Retiro hasta millonarios de la televisión, con el único objeto de darse cera, que les gusta hasta el delirio.
Usted, ciudadano normal, común, corriente, vulgar, no dotado de poderes y dones, más bien perrada y ser humano de segunda B que apenas puede aspirar a ser cliente, consumidor, paciente o víctima de estos próceres, puede sin embargo participar nominando a posibles ganadores en las más distintas especialidades: extracción de euros, tontería reciclada décadas después, la cara más dura del misterio, soplapitidos completos de los medios, el personaje más siniestro del 2010 o el "mamarracho 2010". Usted decide la categoría y al ganador, y la ACA-NO decide.
Envíe sus nominaciones a nahual55(arroba)gmail.com, gracias.
diciembre 01, 2010
Carta abierta a la directora de la Fac. de Ciencias, UNAM
Rosaura Ruiz Gutiérrez es doctora en biología y profesora de asignatura A de la materia de biología evolutiva en la Facultad de Ciencias de la UNAM, considerada todavía la máxima casa de estudios de México y una de las principales instituciones de educación superior e investigación del vapuleado Tercer Mundo.
Como tal, y durante la Semana de la Ciencia, al final de su ponencia sobre "Una ciudad educada en ciencia", respondió a una pregunta de los autores del blog Espejo escéptico diciendo, entre otras cosas: "El conocimiento científico tiene que respetar otras formas de conocimiento. La acupuntura, por ejemplo, es un conocimiento milenario de Asia, de países como China, como Japón, muchísima gente... ellos se han curado con estas tecnologías. Creo que también tenemos que respetar las formas de conocimiento de otros grupos humanos".
Ante esto, este blog siempre a caballo, como el poema de Pedro Garfias, entre México y España, y dado que quien esto escribe pasó parte de su vida académica en la UNAM, hemos enviado el siguiente correo electrónico a la Doctora Rosaura Ruiz. Como siempre, esperamos que nos responda. Como siempre, dudamos que lo haga, como es tradicional con estas misivas que son prontamente desechadas como una molestia menor en las carreras políticas y económicas de los más diversos personajes.
Si usted quiere escribirle a la doctora Ruiz, claro, su dirección de correo es pública como las de todos los catedráticos de la UNAM y puede encontrarla aquí.
Como siempre, aquí relataremos lo que nos conteste la doctora. Si no relatamos nada es porque no contestó, claro.
Como tal, y durante la Semana de la Ciencia, al final de su ponencia sobre "Una ciudad educada en ciencia", respondió a una pregunta de los autores del blog Espejo escéptico diciendo, entre otras cosas: "El conocimiento científico tiene que respetar otras formas de conocimiento. La acupuntura, por ejemplo, es un conocimiento milenario de Asia, de países como China, como Japón, muchísima gente... ellos se han curado con estas tecnologías. Creo que también tenemos que respetar las formas de conocimiento de otros grupos humanos".
Ante esto, este blog siempre a caballo, como el poema de Pedro Garfias, entre México y España, y dado que quien esto escribe pasó parte de su vida académica en la UNAM, hemos enviado el siguiente correo electrónico a la Doctora Rosaura Ruiz. Como siempre, esperamos que nos responda. Como siempre, dudamos que lo haga, como es tradicional con estas misivas que son prontamente desechadas como una molestia menor en las carreras políticas y económicas de los más diversos personajes.
Si usted quiere escribirle a la doctora Ruiz, claro, su dirección de correo es pública como las de todos los catedráticos de la UNAM y puede encontrarla aquí.
Estimada doctora Ruiz Gutiérrez,
Al final de su ponencia en la Semana de la Ciencia, usted hizo algunas afirmaciones que ameritan comentarios y preguntas, y espero que usted tenga la amabilidad de responder a este mensaje.
Como bióloga, seguramente conoce los destrozos en cuanto a conocimientos, vidas humanas y ruina de la ciencia que ocasionó Trofim Denisovich Lysenko en la Unión Soviética de Stalin, disfrazando de conocimiento ("oficial", claro) lo que no eran sino delirios ideológicos y convenencieros.
Es por ello alarmante lo que está pasando en muchos países, donde distintas disciplinas no validadas mediante evidencias (las mismas evidencias que usted seguramente demandaría para aceptar cualquier afirmación sobre fisiología celular o la existencia de una nueva especie) están siendo convertidas en "conocimiento" y "ciencia por decreto" gracias a la ignorancia de los gobernantes. Y en vez de combatir este ataque de la anticiencia, la antiinteligencia, la superstición y el embuste brujeril, usted parece convalidarlo.
Afirmó que "el conocimiento científico tiene que respetar otras formas de conocimiento". Esta afirmación, tan amable y en apariencia tolerante tiene muchos problemas. El conocimiento científico no está para respetar, porque no es una persona. Otra cosa es que los científicos, que no son "el conocimiento" respeten otras formas de conocimiento, como el derecho romano, la interpretación violinística y la gimnasia rítmica. Pero cuando esas "otras formas" entran en el terreno de la atención de la ciencia (es decir, hacen afirmaciones sobre el mundo físico y relaciones causales comprobables), no se trata de "respetarlas", sino que deben ser sometidas a validación experimental como cualquier otra afirmación, hipótesis u ocurrencia.
Dice usted que la acupuntura es un "conocimiento milenario" que viene de Asia. Esto no lo valida como conocimiento. Es en realidad una "superstición milenaria" del mismo cuerpo de supersticiones pseudomédicas y precientíficas, la creencia de la "medicina tradicional china", que afirma que el hueso de tigre "cura" los dolores de las articulaciones, y en aras de supersticiones similares e igualmente no probadas se están extinguiendo especies enteras.
La acupuntura parte de una serie de creencias supersticiosas sobre una energía (chi) cuya existencia no está demostrada, que se supone que corre por unos "meridianos" o canales fisiológicos que nadie ha observado nunca. Afirma que la enfermedad se causa cuando se "interrumpe" o "desequilibra" el flujo del "chi", y que la salud se recupera cuando se desobloquea el flujo del chi por los meridianos con una aguja.
Nada de esto es "conocimiento", doctora Ruiz, y presentarlo como tal es engañoso. Es una serie de supersticiones milenarias como otras tantas de diversas culturas precientíficas, y todo intento por validarlas científicamente ha sido inútil. Ni chi, ni meridianos, ni flujos ni, sobre todo, curaciones. Una superstición elevada a la calidad de conocimiento por decreto de Mao Zedong para la visita de Nixon.
Porque usted dice: "ellos se han curado con estas tecnologías", y no hay ni un solo estudio científico serio que diga que la acupuntura "cura" nada. Todo intento por demostrar un efecto terapéutico en esta práctica ha sido inútil: la acupuntura tiene una efectividad similar al placebo, es decir, que durante un tiempo un porcentaje pequeño de pacientes se siente mejor aunque no se cure. Cualquier búsqueda que haga en publicaciones científicas serias (no los falsos "Journals" de "medicina alternativa", claro) al respecto corrobora esto. La acupuntura no "cura", sino que tiene efectos sintomáticos de placebo en situaciones de dolor, malestar vago, etc., como lo corrobora el más reciente estudio al respecto.
Me gustaría conocer su opinión respecto de estos hechos. No podemos confundir conocimiento con creencia, y el que un gobierno cualquiera pretenda convertir en conocimiento por decreto creencias no validadas como la acupuntura y la homeopatía, y despilfarrar los escasos fondos públicos en el pago de brujos con ínfulas debe ser preocupación de todos siempre, y más en tiempos de crisis.
Espero que rectifique usted públicamente su posición en favor del conocimiento real (a diferencia de la superstición), de la imagen de la Facultad de Ciencias, de la imagen de la UNAM y de la lucha contra la ignorancia, las pseudociencias y la manipulación de la ignorancia.
Atentamente,
Mauricio-José Schwarz
Premio Nacional del Club de Periodistas de México 1997
Como siempre, aquí relataremos lo que nos conteste la doctora. Si no relatamos nada es porque no contestó, claro.
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