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septiembre 21, 2005

¡Nace "Mike"!

Desde hace unas tres semanas, un supuesto experto en la "magia de las pirámides" llamado Juan Carlos ha estado visitando la lista Charlatanes y tratando de promover su creencia en los poderes maravillosos de tal forma geométrica. Para ello, se ha contradicho una y otra vez de mala manera (puede usted leer los mensajes, se divertirá sin duda).

Una de las líneas del debate (la otra es la de un supuesto experimento que se ofrece a hacer, siempre y cuando no sea correcto desde el punto de vista metodológico) pasó por el material que, según los que se llaman a sí mismos pomposamente "piramidólogos" (a los que el máximo egiptólogo del mundo, Zahi Hawass, secretario general de Supremo consejo de antigüedades de Egipto y rescatista del patrimonio cultural egipcio, gusta de llamar "piramidiotas") se debe emplear para que la "energía piramidal" se manifieste (se manifieste quién sabe cómo, porque no tienen forma de medirla).

Vamos atrás en el tiempo. La oratez piramidera nació cuando un francés llamado Antoine Bovis supuso que un gato muerto que encontró dentro de la Gran Pirámide de Keops cuando la visitaba no se había podrido, sino desecado, debido a alguna fuerza extraña. (Bovis era un orate que, entre otras cosas, propuso una escala para "medir" la "energía natural de la tierra" en unidades que llamó, modestamente, "Bovis", lo que no hizo nunca fue el aparato para medir la tal energía; hoy se vende "agua energizada" medida en Bovis, por supuesto). A continuación, un checoslovaco llamado Karel Drbal sacó una patente para una piramidita que, decía él sin comprobarlo, "afilaba las hojas de afeitar". El gobierno checoslovaco, que enfrentaba las permanentes escaseces de las economías centralizadas autoritarias, le dio la patente para dorarles la píldora a los sufridos checoslovacos: piramiditas de papel en lugar de hojas de afeitar de acero.

Drbal afirmaba claramente que la pirámide debía de hacerse de un material "dieléctrico", es decir, que no fuera conductor de la electricidad. Él favorecía el papel parafinado (probablemente porque con un material baratísimo podía vender muchas piramiditas).

Pero los piramideros actuales gustan de usar el aluminio y otros materiales que sí conducen la electricidad. Por tanto, en el debate se desechó (así nomás porque sí) que el material fuera dieléctrico y se dijo que no debía ser "ferromagnético".

Es evidente que al hablar de un material dieléctrico, Drbal sugería aviesamente que lo que había en acción eran fuerzas eléctricas o similares a ellas (no hay nada en acción, como lo saben quienes han hecho los experimentos correspondientes, entre ellos los divertidísimos Mythbusters). Al cambiar a "no ferromagnético" los piramitimadores del siglo XXI implican que lo que hay en acción es "máomenos magnético".

Como siempre, cambian la hipótesis a contentillo.

Pero...

Pero el encargado de mandar a Juan Carlos a aplastar a los escépticos de la lista Charlatanes o algo así, Gabriel Silva, comerciante en pirámides, ofrece construirle una bonita casa en forma de pirámide, asegurando que, además de curarlo todo (punto esencial de toda charlatanería, sea piramidiota o hipnoboba al estilo Amorós), su despropósito de entre 120 mil y 550 mil euros está "Construido con estructura de hormigón armado sismorresistente".

Hormigón armado...

El hormigón armado (o concreto armado en América Latina) es hormigón con armadura de acero. El acero es ferromagnético y no es dieléctrico. ¿Qué pasa allí?

El piramidero mandado al sacrificio aseguró cosas como las siguientes (el número en paréntesis es el número del mensaje en la lista Charlatanes, por si alguien cree que se está descontextualizando la cita:

"NUNCA hay vigas de acero en NINGUNA piramicasa." (11212)

"Y si fueran de hormigón, habría buen cuidado en que el "armado", no fuera de hierro. Todo eso está perfectamente estudiado." (11216)

"Gabriel tiene buen cuidado en saber cómo y con qué arma el hormigón. Le he visto hacerlo, en vivo y en directo. Y no había hierro ni acero. En ninguna parte de la web se dice que el hormigón armado tenga que "armarse" con varillas de hierro o acero. ¿Capta?" (11232)

"Lo que es de Hormigón, es la base, que no lleva añadido de varillas de acero." (11295)

Todo ello para salir, en el mensaje 11404 con que "Para pirámides mayores, se emplean otros materiales, y no se excluye el hormigón
armado (con acero, venga)".

¿Con acero, venga?

Caramba, cáspita y canastos...

Ante el estupor generalizado por las cambiantes teorías piramifragilísticas respecto de qué es y cómo se define el "hormigón armado" y cuándo pueden negar o ya no la presencia de acero en tal producto, José Ángel, un participante de la lista Charlatanes lo comentó con un amigo suyo, arquitecto él, que rápidamente generó una representación del hormigón armado según la teoría piramiramelacara.




¡Nace así "Mike, el hormigón armado" (suenan fanfarrias)!

El autor, amablemente, ha decidido liberar los derechos de Mike con licencia Copyleft, de modo que puede descargar a Mike en tres tamaños: grande, mediano y chico para su solaz y esparcimiento, junto, claro, con Randi, el gato teleplástico de libre distribución.

Este añadido al zoológico irracional del siglo XXI seguramente no le hará ninguna gracia a los solemnazos del ocultismo, pero a nosotros sí nos cae bien.

¿Y las pirámides? Pues siguen sin funcionar pese a los tremendos rollos contradictorios, falsarios, mendaces y ofensivos a la lógica que nos sigue recetando Juan Carlos. Pase a verlo a su lista de correos favorita, donde los charlatanes que realmente se creen los infundios que sobre los escépticos cuentan y divulgan los Amoroses, los Jiménezes y los Silvases, llegan buscando demostrar que los escépticos somos más malos que comer escorpiones y más tontos y desinformados que una planaria, e invariablemente acaban haciendo el ridículo, demostrando de manera patente que no tienen idea de lo que dicen, mintiendo como bellacos y exhibiendo esa falta de escrúpulos que tan bien les queda.

septiembre 17, 2005

Gracias, Pedro Amorós

Hace 404 días...

... o 1 año, 1 mes, 1 semana y 1 día...

... 34.905.600 segundos... o 581.760 minutos... o 9.696 horas...

Pedro Amorós Sogorb, en su calidad de presidente de la (o el) SEIP, entidad de dudosa existencia jurídica y nula autoridad científica o investigativa me informó mediante un simpático correo que me iba a demandar por haber dicho que su bobo CD de "autohipnosis" para "curar" enfermedades (a 13 euros la dosis) no sólo no curaba nada, sino que mentía descaradamente sobre ciertas ondas sonoras misteriosas que "no se copian" si uno copia el mágico CD.

Le agradecí la demanda y, de hecho, le pedí cortésmente que la presentara. Pocas cosas me hacían más ilusión que ver ante un juez, en el serio ambiente de un tribunal, a un verdadero ocultista profesional, a un señor que dice que conversa con los muertos, a alguien que afirma que los espíritus pintan caras (con una capacidad artística entre nula e inexistente), a alguien que vende descaradamente un producto inservible para "curar" afecciones. (Los ocultistas tardíos se autonombran "parapsicólogos" o "investigadores de lo paranormal", pero lo que hacen es lo de los ocultistas de siempre: tratar de comunicarse con los muertos, invocar fuerzas mágicas preternaturales, buscar obtener algo a cambio de nada por medio de rituales y cosas así.)

Pero Pedro no presentó la demanda.

A mí, el incidente me hizo interesarme en otras destacadas mentiras de este personaje lamentable, como su pertenencia al SETI Institute, su uso de aparatos de ese instituto en una farsantesca "alerta ovni", su asesoría a la BBC de Londres o a la CNN, etc. Y pude determinar, sin lugar a dudas, que Pedro Amorós Sogorb miente como un bellaco en todas esas cosas. Esto le ganó a Pedro, en este blog, una sala especial de exposiciones donde se cuentan todas estas historias en tono regocijado.

En el proceso, me di de frente con un artículo escrito en El Mundo en 2002 por Javier Cavanilles, que junto con Paco Tormo ya había pasado por donde yo caminaba y había publicado que tal sarta de afirmaciones extravagantes de Amorós Sogorb no era sino un collar de trolas monumentales, incluida la atribución de que Pedro es "ingeniero informático", que se suelta alegremente en sus entrevistas (cuando no deja simplemente que lo llamen "doctor" y se siente importante).

Después pasaron muchas, muchas cosas. Amorós dijo que también había demandado a Cavanilles y a Tormo y aseguró que no sólo estos periodistas le habían pedido disculpas en un programa de televisión que nunca existió, sino que Cavanilles era ahora "su amigo".

Mentira.

Y luego vino la invención de las "Caras de Bélmez II", lo que ha sido llamado con precisión quirúrgica "el fenómeno parapsicológico más cutre de todos los tiempos". Algunos pedimos a los medios de comunicación una actitud equilibrada mediante una carta, lo que encabronó muchísimo a Pedro, que por entonces se paseaba ufano por radio, prensa y televisión como dueño de la verdad maravillosa del grafitti espiritista.

Lo de las Caras parte II era de burla y así lo recogieron algunos medios, entre ellos El Mundo, en la pluma, nuevamente, de Javier Cavanilles, que informó que las nuevas caras no son paranormales para sorpresa de casi nadie.

Pedro Amorós amenazó con que la SEIP iba a denunciar por el delito de difamación (querella criminal) a Cavanilles y a todos los implicados en El Mundo. Luego embarcó a su coleguita y amiga, la alcaldesa de Bélmez, vergüenza del socialismo a nuestro humilde juicio, para que amenazara a su vez con la querella criminal correspondiente contra Javier Cavanilles, misma que el pleno del ayuntamiento aprobó, me parece, el 5 de febrero próximo pasado.

Entretanto, hubo más cosas interesantes que otros blogs han reseñado de manera excelente, como el "Método Mañez" para hacer "caras" y el registro de "Las caras de Bélmez" en calidad de marca comercial, la recogida (a saber con qué método) de "muestras" de las caras para que fueran analizadas por unos laboratorios secretísimos que en nueve meses no le han podido arrancar a las muestras el secreto de las caras, la intensificación de la censura en los foros ocultistas, en particular el de la SEIP, el brillante análisis que Lola Cárdenas ha hecho del tambache infumable de Amorós llamado Psicofonías, ¿quién hay allí? (no hay nadie, Pedro, son tus alucinaciones y tu negocio) en su blog Uno por uno, uno; uno por uno, dos; uno por uno..., donde también podrá usted comprobar cómo se las gastan los fanáticos cuando un hereje se aparece por sus "jornadas" y saraos paranormaloides con espíritu crítico aunque respetuoso. Lola lo la hecho aguantando a pie firme las barbaridades cometidas en su contra por los protosectarios.

Pero de demandas criminales, de investigaciones del CSI a la española, de órdenes de búsqueda y captura nada. Nada.

Y el que no hubiera nada tampoco sorprendía a casi nadie.

¿Por qué?

Porque los ocultistas constantemente están amenazando a todo mundo (incluso a sus colegas) con litigios, acciones legales, causas, demandas, juicios, pleitos legales, procesos, denuncias, querellas y demás procedimientos judiciales, invocando si se puede al Tribunal de La Haya y al Consejo de Seguridad de la ONU con objeto de provocar temor entre quienes los cuestionan por las tonterías que dicen y que no pueden probar.

Pero nunca llevan a cabo los procesos legales.

Tienen muy presente que Uri Geller ha hecho el ridículo al demandar a su crítico (o "detractor", como le gusta decir a Pedro Amorós Sogorb, quien cree que así pinta a los críticos con rasgos más feroces e irracionales) James Randi. Y el chiste le costó al ilusionista israelí varios miles de los dólares ésos que tanto le gustan y que colecciona con fruición.

Las amenazas de Íker Jiménez de demandar a todos los que divulgaron que la "noche de misterio" que andaba organizando era realmente una "alerta ovni" (otra) en la que quería embarcar astrónomos de verdad para hacerle el caldo gordo, no se materializaron.

Los bramidos de Bruno Cardeñosa amenazando con otra megademanda de carácter internacional a Perspectivas# por descubrirle una de sus mentiras tampoco se materializaron en demanda alguna.

Los charlatanes se ponen dignos, anuncian a gritos y urbi et orbi que echarán mano de la ley (al no poder echar mano de pruebas, de experimentos, de hechos, de ideas), sus seguidores los aplauden hasta desollarse las manos y comentan entre ellos qué tan bien los tiene puestos "el jefe" y cómo vencerá al adversario... y luego se olvidan de todo y pasan al siguiente punto del orden del día.

Como dicen en mi pueblo, "no hay borracho que coma lumbre", que es la forma de la conseja popular para señalar que la tontería y la necedad tienen un límite.

Pero no.

Finalmente, Pedro ha emprendido una acción legal.

Gracias, muchas gracias, Pedro, aunque no haya sido contra mí.

Gracias, aunque no haya sido más que un "parto de los montes".

En lugar de una denuncia atroz por un "delito" terrible de "difamación" por parte de la (o el) SEIP y el Ayuntamiento de Bélmez cual Don Quijote y Sancho (cuál es cuál queda a gusto del lector) o tremenda querella criminal contra Javier Cavanilles, lo que hay es una común demanda civil personal de Pedro Amorós Sogorb contra Javier Cavanilles, el diario El Mundo (en versión nacional, en línea y alicantina), contra el director de la edición alicantina y contra Pedro J. Ramírez (vaya, que es como decir que Bill Gates se salvó de milagro de verse incluido en este pote, y, dice mi abogada, Gutenberg la libró sólo por estar muerto), en una acción de "Protección civil del honor, la intimidad y la propia imagen".

Parturiunt montes, nascetur ridiculus mus profetizaba Horacio. Es decir, "Se ponen de parto los montes y nace un ridículo ratón". En lugar de un querellón que cimbre los cimientos de la jurisprudencia hispana sobre el ocultismo para establecer que los delincuentes son los que critican y no los que venden milagros, hay una acción menor en busca de... ¿lo adivina usted?

A ver, ¿para qué se dedican al ocultismo quienes manejan el cotarro? Ojo que no nos referimos a sus víctimas, a los creyentes, a los seguidores, a los que beben las palabras del subgurú, sino al subgurú.

En las inmortales palabras cantadas por Joel Grey y Liza Minelli, "Money, money, money, money, money, money..."

Con razón Pedro decía algunos meses después de su boba amenaza contra mí que no me había demandado porque soy "un mexicanito muerto de hambre". Si lo suyo es que lo adoren y ganar algún eurillo para ir tirando.

Dicen los que saben que la demanda en cuestión es la que se puede descargar en e-lecturas. Si lo es, vale la pena bajar los seis megabytes porque no tienen desperdicio.

Cierto que antes de presentarla, Pedro Amorós tuvo la aparentemente astuta, pero en realidad inútil precaución de borrar todo el sitio Web del SEIP, incluidas sus afirmaciones levemente discriminatorias contra quien esto escribe y firma o, mucho peor, las acusaciones delirantes y gravísimas de otros de sus seguidores contra otras personas que han osado críticar a la SEIP y a sus enjuagues, su venta de cedés milagrosos y otras cosas que pueden interesar a su señoría.

Los abogados que han visto la demanda paranormal se han carcajeado bien y bonito. Porque, sin darle más vueltas al asunto, para demostrar (el que demanda debe probar) que su honor ha sido mancillado, Pedro Amorós Sogorb sólo tendrá que demostrar que las caras duras de Bélmez son de origen paranormal, que es ingeniero informático, que es (o ha sido) miembro del SETI Institute y otras cosas, hermanitos y hermanitas, dignas de verse.

Porque más allá de argumentos, de ofensas, de amenazas, de infundios, de simpatías, de antipatías, de fingir que se es lo que no se es, de cobrar o no cobrar, lo único que importa es que los ocultistas den PRUEBAS de sus afirmaciones, y nunca las dan porque nunca las tienen.

En el universo del conocimiento, como en los tribunales, las pruebas mandan, rigen y controlan. Si se pasa usted en estos días por las listas de correos Charlatanes o Forodedios verá a algunos ejemplares divertidísimos argumentando todo tipo de orateces (abducciones extraterrestres, energías piramidales, misterios de la ingeniería de rascacielos), personajes del muestrario de la credulidad a prueba de bombas que lo hacen todo, todo, menos dar pruebas.

Así también Amorós y su troupe han chupado del tarro de Bélmez (libros, libritos, librotes, tours "todo pagado" a ver las casas de Bélmez, altar en la cassa de las primeras caras y todo) y de las sicofonías, y de la hipnosis, y de los ovnis, y de la ouija, y de lo que se ponga a tiro mientras suene a misterio, sin dar jamás una sola prueba de que sus descabelladas declaraciones, afirmaciones y conclusiones tienen alguna vinculación con la realidad.

En un tribunal, los cuentos y los rollos no son bien vistos. O el demandante demuestra que las caras son paranormales, o no es injuria decir que son lo que parecen: falsificaciones.

Será divertido, pues.

Y no se pierda, como bien advierte Razones para dudar esa última página de la demanda, en la que la etiqueta de una salsa se usa como argumento de que las caras son paranormales porque los hongos no medran en la pimienta verde o despropósito similar. Vaya, de la caradurología a la salsometría en dos lecciones fáciles, a ver si el juez cae.

Pedro, tu ayuda para desenmascarar lo que hay realmente detrás de esa actividad extravagante que pomposa e ingorantemente llaman "investigación" los ocultistas, ha sido y seguirá siendo invaluable. Tras la sábana del fantasma no hay muerto, hay un vivo que se pasó de vivo.

Por esas cosas (y muchas más), gracias, Pedro, muchas gracias. Tener a un ocultista demostrando sus trucazos y tratando de que un juez comulgue con ruedas de molino como tu club de admiradores es algo que yo siempre he querido ver. Y cuando el juicio de Geller contra Randi, estaba demasiado ocupado para asistir. A las audiencias de éste, si tengo la menor oportunidad, iré.

septiembre 05, 2005

Masacres, superstición, poder

Empecemos con lo que parecerá un circunloquio, pero que nos lleva directamente a algunos escenarios políticoesotéricos de la actualidad, especialmente en México.

Regina y el 68 mexicano


Regina era una joven mexicana más en 1968, que había logrado ser elegida como edecán de los Juegos Olímpicos que la Ciudad de México albergaría desde el 12 de octubre de ese año. Como tantos jóvenes, animada por el movimiento estudiantil-popular que se desarrollaba en México de frente al autoritarismo salvaje del PRI y de su entonces presidente, Gustavo Díaz Ordaz, fue al mitín que se celebró en la Plaza de las Tres Culturas, en la unidad habitacional de Tlatelolco, para apoyar los puntos del pliego petitorio de los estudiantes.

La respuesta del poder ante una movilización que lo desbordaba había sido única y exclusivamente la violencia: desde derribar la puerta de la Preparatoria Nacional de San Ildefonso con un bazucazo hasta tomar militarmente el Instituto Politécnico Nacional y la Universidad Nacional Autónoma de México, las detenciones ilegales, las palizas, la tortura, el uso del ejército contraviniendo las disposiciones constitucionales. La culminación de la bestialidad del autoritarismo se alcanzó ese 2 de octubre por la tarde, cuando el ejército cercó a quienes se manifestaban pacíficamente y procedió a una masacre aterradora. Entre 300 y 800 muertos, se ha dicho, se dice, nadie supo cuántos. Entre ellos, Regina, con seis disparos por la espalda.

Movimiento por la democracia, por la libertad de expresión, por la legitimidad de la oposición partidista, organización sindical, organización campesina, organización popular e incluso quienes consideraron que el camino era el alzamiento armado... todo encuentra, si no totalmente sí en parte, su raíz en esa tarde. Por eso, para muchos mexicanos, una frase se repite año tras año: "Dos de octubre no se olvida".

El delirio esotérico


Al paso de los años, mientras la política en México evolucionaba lentamente y siempre bajo la violencia oficial (periodistas asesinados, guerra sucia, represión permanente), entró en escena un tal Antonio Velasco Piña que, primero con un seudónimo y luego bajo su nombre real, publicó un libro en el cual inventaba toda una serie de mentiras sobre la joven para forrarse las alforjas y promover su propia versión absurda de lamaísmo-aztequista. Entre sus afirmaciones delirantes estaba (está) la de que Regina había sido "descubierta por un lama" como la reencarnación de una diosa y había sido llevada a "iniciarse" en "el Tibet" (por supuesto) y su muerte había sido una especie de sacrificio para iniciar la "nueva era" en México, de la cual (cómo no) Velasco Piña era el profeta y taquillero.

Mientras los creyentes y adeptos reunidos a su alrededor por la monumental desvergüenza de Velasco Piña empezaron a exhibir una adoración absurda por Regina, la familia de la joven caída intentó, con poco éxito, detener al farsante. Elena Poniatowska, brillante periodista y escritora mexicana, autora de esa joya del periodismo valiente que es La noche de Tlatelolco, que narra en voz de sus protagonistas el movimiento del 68 mexicano hasta su brutal fin, con lujo de detalles, ayudó a los padres de Regina para tratar de desenmascarar a Velasco Piña, su desvergüenza, su insensibilidad y su impresionante bajeza. Recuerdo a Elenita (en México es "Elenita" para todos) llegando a una de las conferencias de pago de Velasco Piña para increparlo valerosamente. Mientras daba conferencias asegurando que todo era cierto, verdad incuestionable, ante los medios Velasco Piña se defendía diciendo que eso "era una novela" y así consiguió seguir explotando a una joven asesinada.

La familia tuvo que agregar al dolor de una hija asesinada por un poder al que aún no se puede llevar ante la justicia el dolor de verla utilizada vilmente por un comerciante sin escrúpulo alguno.

El delirio a escena


Entra entonces en escena un personaje peculiar, Antonio Calvo, productor y músico además de insigne creyente en cualquier barbaridad esotérica. Lector (como gran parte del mundo de la farándula televisiva mexicana que gira alrededor de Televisa) del libro de Velasco Piña, decide convertirla en un rentable musical, pero, dice él mismo, un día su amiga y "mano derecha", Rebeca Moreno Lara Barragán, le llega asegurándole que "un ermitaño" en el volcán de Tacaná en Chiapas le dijo a ella que debían acercarse a Velasco Piña. Convencido, Calvo procedió a hacer el musical en cuestión, con libreto de Alex Slucki, que estrenó en marzo de 2002, llevando en el elenco a figuras del monstruo televisual mexicano como Lucero y obteniendo una buena cantidad de dinero a cambio. Es de suponerse que Antonio Velasco Piña llevó también su parte.

Por cierto, el tal Alex Slucki no es sólo libretista y cantautor, sino "un joven y bien conocido médium (en realidad channeler, que es el nombre de los médiums en el New Age), sanador, escritor y poeta mexicano bilingüe" según nos dice él mismo luego de escupir un tremendo rollo en inglés supuestamente proveniente de un extraterrestre con el que Slucki está en comunicación, un tal Akshmil, según relata Slucki en su delirante página Web.

El elenco es asombroso: un infeliz depredando la muerte de una inocente e hiriendo a su familia, un compositor medio esotérico, un libretista que habla con extraterrestres y la tal Rebeca Moreno Lara Barragán, nombre que conviene que recuerde el lector.

La conexión política


Antes de ese 2002, Antonio Calvo ya estaba movido por la "misión" de corte reginista, y como tal fue el autor de las canciones ("inspiradas por el musical", dice) de la campaña de Vicente Fox, quien en 2000 consiguió quitar de la presidencia al PRI (aunque, por supuesto, sus principales colaboradores, como el Secretario [Ministro] de Hacienda son destacados priístas) consiguiendo el extraño resultado de que el PRI perdió la presidencia pero no el poder, y que ningún priísta fuera nunca requerido por la ley para responder por sus corruptelas, asesinatos y, en algunos casos, claras traiciones a la nación.

¿Cómo llega Calvo a convertirse en compositor oficial de un candidato ultracatólico y ultraderechista vinculado a una organización semisecreta como "El Yunque", de corte filonazi, por decir lo menos (según lo relata el periodista Álvaro Delgado al propio megagigante Televisa)?

¿Qué relación puede haber entre un movimiento esotérico que revuelve asuntos como un aztequismo renacido (y falsificado) y un lamaísmo tibetano estilo El tercer ojo y la esposa del presidente Fox, Marta Sahagún, que fuera tesorera en Guanajuato del siniestro y poderosísimo grupo "Los legionarios de Cristo", que también tenía la atención de Aznar en España, igualmente vía su esposa, Ana Botella, cuyo confesor es parte de esta orden?

La bisagra, según lo revelaba La Jornada en agosto de 2003 era precisamente Rebeca Moreno Lara Barragán, que por entonces, además de ser la productora del musical de Velasco Piña/Calvo/Sucki era la coordinadora de giras y eventos de la esposa del Presidente de la república, Marta Sahagún de Fox.

Los rumores malévolos eran, además, que la "Regina" reinventada por Calvo y Sucki se parecía muchísimo a la imagen de "salvadora de la patria" y "reencarnación de Evita Perón" que muchos afirman que tiene de sí misma la señora de Fox, al grado de que ha sido un elemento constante de inquietud en el panorama político mexicano durante años. Rebeca Moreno Lara Barragán le decía a los periodistas que eso no era cierto.

Los mayas galácticos


Antes de volver a doña Rebeca, que tiene tela de dónde cortar, es indispensable mencionar antes a Santiago Pando, publicista de Vicente Fox. Antes que reescribir, copio lo que sobre el tema escribió el periodista Raúl Trejo Delarbre el 23 de agosto de 2003:

Calvo conocía a Santiago Pando, uno de los principales asesores de propaganda del entonces candidato Vicente Fox. En septiembre pasado Pando declaró a Proceso que los lemas de campaña de la Alianza por el Cambio le fueron sugeridos por seres extraterrestres (“mayas galácticos”, precisó) que quieren estimular la espiritualidad del pueblo mexicano.

Cuando supo la tonada que tenía que propagar, Calvo buscó al publicista: “Pensé en hablarle inmediatamente a Santiago Pando para decirle que utilizaran esta vibración en la música de la campaña, pero antes de que le pudiera llamar …se dio otra de las ‘causalidades’ de esta aventura: Me llama Santiago y me pide a componer una música para cerrar la campaña de Fox”.

Pando le dijo “que el comercial final de la campaña era un acto de psicomagia en donde se iba a generar la victoria en la mente del público antes de que ocurriera, de modo que la música debería celebrar ese triunfo anticipado. El coro decía México, Ya!. También utilicé en la música instrumentos prehispánicos y el coro recitaba el mantra sagrado del país ‘Me Xich Co’”.


(El nombre originario de México proviene del náhuatl "meztli", luna, y "xictli", ombligo, es decir, que el nombre literal significa "en el ombligo de la Luna" y semánticamente es "en el centro del lago de la Luna", que es donde se fundó la capital mexica, Tenochtitlán.)

Extraterrestres, psicomagia, médiums, lucro con una persona indefensa y su familia, política, mantras, mayas galácticos, política, prepotencia...

... y Rebeca Moreno Lara Barragán.

Mejor conocida por quienes tienen trato esotérico con ella como "Kadoma Sing Ya", según relataba el 22 de noviembre de 2004 Gustavo Rentería, periodista de Radio Fórmula.

Una bruja a sueldo del depauperado pueblo mexicano por cuenta y riesgo de un presidente neoliberal y charlatán. Otra vez.

Y lo peor es que no es raro. Hay informes de varios santeros, chamanes y brujoides varios rondando por la residencia presidencial mexicana llamada Los Pinos. Y antes también los ha habido.

La ambición material de lo seudoespiritual


Que los políticos tengan relación con brujos, magos, videntes, profetillas y sacacuartos no es nada raro. Ya hemos comentado aquí la relación de los Reagan con la astróloga Joan Quigley, o la infernal comedia de horrores que protagonizó Francisca Zetina, "La Paca", vidente de la familia Salinas cuando éstos eran en México señores de horca y cuchillo (sin hipérbole, hablamos de 600 opositores asesinados en seis años por el "delito" de ser opositores).

Cuando el excuñado de los hermanos Salinas, Francisco Ruiz Massieu, fue ejecutado atrozmente en plena calle, en una céntrica zona de la Ciudad de México, se disparó una trágica farsa que tuvo como una de sus protagonistas a esta señora, coludida con la amante del hermano mayor del presidente, en una serie de acciones esperpénticas que culminaron cuando "La Paca" exhumó el cadáver de su consuegro para reinhumarlo en el rancho del mayor de los Salinas asegurando que se trataba de cierto diputado (Muñoz Rocha) acusado de haber orquestado el crimen y de quien nunca se ha vuelto a saber nada, se hizo humo (ése sí es un misterio, no lo que venden las revistas de paranormalología barata).

Ya, ya, lo sé, es un lío. Si no entendió nada de lo anterior, está usted en la buena compañía de 110 millones de mexicanos que desde entonces siguen sin entender nada.

El caso es que en México habemus Paca, para decirlo en términos acorde a estos tiempos de relevo papal y avance firme hacia el medievo. La "pareja presidencial" mexicana, protagonista de una administración cuestionadísima y de unos anhelos de reelección por vía conyugal que no están aún cancelados, vive igualmente rodeada de farsantes, charlatanes, esotéricos con taxímetro, desvergonzados y desalmados.

No es aquí lugar para que yo exprese mi razonado rechazo a lo que ha sido la lamentable supuesta administración de Vicente Fox Quesada, quien parece vivir en un mundo aparte del nuestro, bautizado por los mexicanos como "Foxilandia", donde el empleo crece, los niños van a la escuela, se abate la pobreza, la sanidad es eficientísima y abundante, el hambre ha sido conjurada y todo va bien, muy bien, requetebien, salvo la oposición jodona.

Sí es, sin embargo, lugar para levantar nuevamente la voz de alarma que lanzábamos en la radio mexicana a principios de 1997: detrás de muchas expresiones del tardoocultismo se encuentra un afán de poder. Puede ir desde el control total de la vida de algunas víctimas (especialidad de gurús como el Maharishi, Jim Jones, el Sai Baba o Shoko Asahara) hasta el ego trip de los cuentacuentos sin fronteras mediáticos españoles como el jurista de cartón piedra, el rey del autobombo radiofónico y los currículums inventados de tantos autoproclamados parapsicólogos que no son nadie, pero no pueden aceptarlo.

Hago mía la reflexión a la que llegaba Carlos Martínez García en La Jornada el 18 de septiembre de 2002:

Cada quien es libre de tener o no tener sus propias convicciones místicas y religiosas; para nada impugno ese derecho. La cuestión que resalto es cuando una determinada creencia comienza a desbordar el ámbito personal y se vierte hacia la arena pública con afanes totalizantes. Tal vez este no sea el caso de Pando y sus mayas de otros mundos; sin embargo, sí me parece localizar muy nítidamente en buena parte del gabinetazo foxista, y otros mandos importantes en el equipo gubernamental, una tendencia hacia el pensamiento mágico en sustitución del análisis de las condiciones realmente existentes y sus posibles soluciones concretas.

El pensamiento mágico puede ser más o menos irrelevante, aunque nunca totalmente inocuo. Pero cuando es la norma de pensamiento en un líder, en un hombre de estado, en un personaje electo a un puesto público por motivos que nada tienen que ver con la superstición y la charlatanería, se convierte en una amenaza difícil de subestimar que merece atención urgente.

Nada de inocencia


Vaya usted pensando en un señor que, en privado, admite estar convencido de que su dios lo eligió para ser presidente, y vea las guerras con las que asuela el mundo disponiendo de la mayor fuerza militar de la historia, poniéndonos en peligro a todos.

Vaya pensando en los otros integristas dispuestos a dar no sólo su vida, sino la de todos nosotros, por su creencia.

Piense en las jovencitas muertas a manos de sacerdotes que hacen "exorcismos" sanguinarios.

Piense en lo que significa que la Ministra de Salud de Sudáfrica, Manto Tshabalala-Msimang, viva convencida de que el ajo, el limón y el aceite de oliva curan el Sida, siguiendo las salvajes enseñanzas del curandero Matthias Rath, quien asegura que los antirretrovirales son "tóxicos" y que el Sida se cura con vitaminas. La ministra ha hecho distribuir un folleto asegurando que los Illuminati y los extraterrestres han llevado el Sida a África para diezmar a los africanos. Y el propio presidente sudafricano, Thabo Mbeki, en su desesperación ante la terrible situación de salud de su país, ha prestado atención a las teorías delirantes del nuevo exterminador Rath (quien, por supuesto, fabrica y vende sus propios complementos vitamínicos "antiSida" con su foto).

No está en juego el "derecho" de la gente a ser engañada por desvergonzados. Están en juego vidas, el futuro de países enteros, si no del mundo, cuando en las altas esferas del poder vive la superstición y campea el pensamiento desordenado, la magia del siglo veintiuno, la barbarie de traje y corbata, la ignorancia elevada a la calidad de virtud (así, exactamente, Vicente Fox felicitaba a unas ancianas por no saber leer, ya que así sufrirán menos que él al leer los diarios), con el apoyo de quienes desde los medios denigran la profesión periodística.

Y ante esa triste realidad, frente a hombres poderosos que no tienen la más mínima preparación para pensar críticamente, ante los riesgos que eso conlleva, lo único que se le ocurre a los promotores del tardoocultismo es quejarse porque los críticos no son "educados" y "corteses" al arrancar el velo de sus patrañas y exhibirlos tal como son, mostrando su entramado de delirios y complicidades.

Sólo eso faltaba, que los beneficiarios de tantas barbaridades se ocupen de dar clases de buenas maneras y protocolo antes de limpiar sus complicidades y sus conciencias.