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noviembre 09, 2007

Las conspiraciones de los tontos

Actualización el 13 de octubre a las 13:25: El demente al que aludo al principio de esta entrada alucina que lo mencioné por nombre (todo a su tiempo), cree que esta entrada es sobre él (pobre) y ha respondido hoy con apenas 9 mensajes a esta hora (desde la misma IP de siempre) sin dar ningún argumento en favor de su menjunje milagroso, pero eso sí, con el inevitable: "ten cuidado con lo que escribes" y aullando: "... me temo que más que dejar tu país, debieron echarte por parásito inútil". ¿Por qué será que los fanáticos siempre caen en la amenaza más o menos velada y en los ataques más bobos y fachas? Lo patético es que luego van de progres de sábado por la noche para vergüenza de los genuinos luchadores por la justicia social. Por supuesto, el mamarracho me acusa delirantemente de ser favorable al PP (bueno, no de "ser favorable" sino de "limpiarle el culo" que es más poético y difícilmente más falso) y a la extrema derecha (ni risa merece tal sandez miserable), a las multinacionales (jojó, lo que es ser tonto), de ser un "mercenario periodistilla" (sea lo que sea eso, ¿será porque cobro como periodista?) y de lo que se tercie, total da igual, junto con el inevitable intento de insulto de patio escolar, sugiriendo que el adversario es homosexual pasivo, lo que debe ser horrendo, supongo y cosas así de altos vuelos dialécticos: "Y tu puta compasión, lo de 'pobres víctimas' que dices al final, métetela por tu esfinter por muy dado de si que esté el pobre". Como para que miles de enfermos le encarguen la curación de su afección, rendidos de admiración, ¿o no? Sólo él puede compadecerse por las víctimas de cáncer, pero no de las víctimas de pócimas no probadas. El personajillo amenaza con difamarme también en un "blog colectivo" que tiene con un grupo de valientes que escriben ocultando su nombre. Nada hace más valientes que el anonimato, ya sabe usted. Seguiremos informando.

Mientras preparo una entrada sobre las seudomedicinas, un pequeño demente evangelizador de una pócima milagrosa llamada "Bio-Bac" me ha sometido a un increíble bombardeo de correo electrónico (70 mensajes del 26 de octubre al 8 de noviembre, más lo que se acumule después) encabronadísimo porque no quiero creerle que el Bio-Bac funciona nadamás porque me lo dice por sus egregios y (según él) altísimos dídimos. Yo empecé preguntándole si tenía pruebas sobre la eficacia terapéutica del Bio-Bac y cuál era el principio activo de tan asombroso menjunje, con lo cual me he enterado de varias cosas, principalmente de que el tal evangelizador es un tonto en Cinemascope, Technicolor y sonido Dolby THX en varios temas que aborda desde la ignorancia arrogante, el ideologismo ígnaro y la bobería de esa izquierda after hours que cree que hace la revolución antisistema porque compra el café en una tienda de comercio justo. Pero de las pruebas de la eficacia terapéutica de este enésimo potaje milagroso anticáncer, nada, y menos aún de qué contiene, que es más secreto que el color de los calzoncillos de Putin.

Bueno, el caso es que el argumentario de este pajarraco, aprendido y copiado ad litteram de fuentes tan fiables como la revista Discovery Dsalud y los beneficiarios económicos de la venta del brebaje incluye grandes dosis de conspiranoia imperiofarmacéuticocapitalistamalamalísima de la variedad más baratona y maniquea.

Antes de que la Sinneuronen Philarmoniker empiece a arrancarse las pestañas gritando que yo creo que las farmacéuticas son como la Madre Teresa de Calcuta, quiero aclarar que creo que Teresa (Agnes Gonxha Bojaxhiu) era algo más malvada que las farmacéuticas, pues éstas sólo están movidas por la más descarada, fría e inhumanizada ambición, es decir, que cuando hacen daño es al estilo de la mafia "nada personal", mientras que la infinita crueldad de la Nobelizada amiga de Baby Doc y Enver Hoxha estaba motivada por su deseo de obtener el cielo a costa de cualquier sufrimiento... ajeno, no olvidemos que en sus morideros (no construyó hospital alguno, sólo morideros) no se administraban analgésicos porque "el dolor es grato a Dios", y ella era el instrumento privilegiado de tal deidad.

Las farmacéuticas son negocios, y como tales tienen las desventajas de los negocios. Pero además son enormes negocios multinacionales, lo que las dota además de los defectos de todos los demás negocios multinacionales, sólo que en el caso de las farmacéuticas se les nota más porque trabajan en los terrenos del dolor humano y la enfermedad, los espacios de la desesperación y la esperanza, de la vida y la muerte.

Establecido eso, lo que no es razonable es afirmar que los medicamentos no funcionan, del mismo modo en que hay que ser bastante descerebrado para afirmar que la electricidad no sirve para iluminarnos porque la suministran unos mamarrachos negociantes. Cada cosa en su lugar. Ciertamente es criticable (y una putada) que por mantener las utilidades las farmacéuticas se nieguen a bajar los precios de los antirretrovirales en África. Pero eso no justifica (ni de lejos) que un siniestro sujeto como Matthias Rath se agarre de eso para engañar a la población diciendo que el SIDA se cura con las vitaminas marca Rath y no con medicamentos de verdad.

Y es que tener medicamentos "no aprobados" es el mejor negocio del mundo. Primero que nada, el coste de la investigación y el desarrollo es de cero, porque no hay que hacerlo, simplemente se afirma que "los malos malísimos no nos dejaron" y ya hay quien pica. Segundo, no hay que tener controles de calidad en la producción (cualquier cosa que aparezca en un frasco nuestro vale como "complemento" y ya). Tercero, no hay responsabilidades legales ante los muertos (siempre se hace correr el cuento de que cura que da gusto, pero el fabricante en sí no hace ninguna afirmación que lo pueda poner entre rejas, dejando que el vox populi y la histeria atizada bajo cuerda le hagan las relaciones públicas. Quinto, no hay que respetar los estrictos requisitos para poner un medicamento en el mercado, basta decir que no es un medicamento aunque la gente lo use como tal y a cobrar. Es decir, todo es ganar y nada es gastar, que es mejor negocio que el de las farmacéuticas, que se gastan un pastón en investigación y desarrollo, y aunque tengan abogados más astutos que un papa con cierta frecuencia tienen que pagar otro pastón cuando meten la pata y los demandan sus víctimas. Compárese eso a la lucha de este servidor, por ejemplo, para convencer a una señora que demandara a cierto distinguido "naturista" mexicano sin escrúpulos (un vegetariano "estricto" al que luego uno se encontraba comiendo cosas curiosas cuando no estaba ante las cámaras) que le "trató" una diabetes con batidos de coliflor y tomate hasta que a la señora se le gangrenó una pierna y se le tuvo que amputar. "Ay, señor", me decía toda compungida, "¿cómo cree que voy a ir al juez a decirle que soy tan taruga que me creí las babosadas de este tipo y que por ahorrar en médicos perdí una pata? No, no... mejor lo dejamos allí, total, no voy a recuperar la pierna, ¿verdad?"

Pero por un momento vamos a imaginar que existe el milagro erisipelante y megafuncional que han afirmado tener todos los vendedores de pociones curativas. Pienso en la "chahína", en el agua de Tlacote, en las antitoxinas de Koch, el tratamiento de Hoxsey, el krebiozeno, los antineoplastones, el Entelev (vendido también como CanCell, Cantron y Protocel), la "cura para todos los cánceres de Hulda Clark, el Essica, la "terapia de células frescas", la "dieta Gerson", el Iscador, la terapia metabólica Kelley-González, el "Control del Cáncer de Revici", el cartílago de tiburón, la máquina de Rife y la terapia inmunoaumentativa, por mencionar sólo algunos "milagros contra el cáncer" que nunca lo fueron.

Llamemos a nuestro compuesto "HFH" y supongamos que, secretamente, con los millones que nos dejó la tía Euphrosine Muddleton, de Worcestershire, Inglaterra, hemos descubierto y realizado los estudios de nuestro compuesto y resulta que cura el cáncer que da gusto, sin efectos secundarios, sin ninguna nocividad y para remate con un agradablñe y popular sabor a cereza. O mejor aún, no tenemos ninguna prueba, no hicimos ningún estudio, no sabemos qué contiene exactamente, pero el 80% de las personas que lo toman una semana se curan de cualquier forma de cáncer en cualquier lugar del cuerpo, con la misma eficiencia con la que la penicilina curaba la sífilis.

En el mundo capitalista, las farmacéuticas, que pueden estar de acuerdo en muchas cosas, pero sobre todo en que quieren joder a la competencia y hacerse con las utilidades que hoy tiene su adversario, que de eso va el sistema, se matarían entre sí por obtener mi fórmula, llenarme de dinero y, la que gane, procedería a hacer los estudios adecuados para lograr su comercialización y producirlo en cantidades navegables para aplastar a las demás, hacerse con _todo_ el "mercado" de cancerosos del mundo mundial hoy _y para siempre_ (eso es mucha plata, sobre todo con la garantía de que no les pueden quitar el mercado ya nunca), hacer quebrar a las otras farmacéuticas, humillar a sus directivos y comprarlas a precio de papel higiénico mientras los accionistas se ríen como poseídos.

Así funciona el asunto, nos guste o no (a mí me gusta poco, la verdad). En toda la historia del capitalismo a galope tendido, y más desde el siglo XIX, el éxito se ha basado en joder al de junto con un sistema nuevo, un producto superoriginal, una sustancia más efectiva y una solución mejor. Cuando se ponen de acuerdo las empresas es, sobre todo, para acordar precios injustos (o más injustos), pero no para pactos de no agresión que existen menos en el mundo empresarial que en política. Es muy difícil que yo me crea que todas las farmacéuticas (incluso las que andan rengueando en la parte baja de la tabla de la revista Fortune y necesitan oxígeno para sobrevivir) dejarían pasar sin más la oportunidad de ganar dinero como para parar diez trenes y de paso joder a su competencia, todo en nombre de una "solidaridad conspirativa" que, francamente, jamás ha exhibido el mundo "empresarial", ni ahora, ni cuando los mercaderes venecianos se mandaban envenenar unos a otros por el mercado de la pimienta, que era entonces a la economía lo que hoy es el petróleo y mañana será otra cosa.

Pese a todo eso, venga, vamos, supongamos que hay una conspiración perfecta de todas las farmacéuticas que gastan lo que no está en los libros por conseguir que los médicos receten su marca y no la de su competencia, las farmacéuticas que ofrecen sueldos de superproducción de Hollywood a los mejores bioquímicos y farmacólogos y fisiólogos del mundo entero para evitar que trabajen en la competencia (en lugar de "ponerse todas de acuerdo" para ahorrar en sueldos poniendo topes salariales a sus mejores investigadores, jejé). Juguemos a creer que las empresas voraces que no han tenido empacho, por ejemplo, en desgraciar todo el megamercado de los antiácidos al aprovechar el descubrimiento de que la úlcera es una infección bacteriana en el 90% de los casos (y no se "solidarizaron" cuando salió pro la ventana el meganegocio del Melox o Maalox, del Tagamet y de otros productos que eran superrentables, revise usted los números de venta de tales cosas en los años 70-80) están menos dispuestas a enriquecerse con la cura perfecta contra el cáncer que con los antibióticos que se cargan a la bacteria del píloro, por alguna causa archiesotérica y contraria al capitalismo galopante.

Si suponemos (más allá de la razón) que las farmacéuticas se coluden de tal modo suicida, pensemos entonces que podemos buscar a cualquier otro personaje que tenga eso que hoy llaman "espíritu emprendedor" y antes se llamaba "ambición ciega sin escrúpulos", un empresario voraz que busca en qué invertir unos millones de euros si a cambio gana unos miles de millones, puede ser un constructor (muy de moda en España), un vendedor de ropa, un dueño de aerolínea, cualquiera con ganas de descollar y llenarse los bolsillos... Vaya, que hacemos una subasta pública del HFH bajo las condiciones que se nos dé la gana imponer, y aún así habrá miles o decenas de miles de tipos en todo el mundo dispuestos a hacerse con la fórmula y laminar a todas las farmacéuticas y a sus tías fundando su propia empresa farmacéutica con su apellido en el nombre, claro que sí. Si el producto funciona, claro.

¿Habría ayuda para nosotros, humildes descubridores del HFH? A kilos, a manos llenas, a saciar... Si la efectividad de nuestro producto fuera demostrable y cada estudio la reconfirmara, podríamos elegir a qué gobernante sinceramente de izquierda o ultrapopulista de todo el mundo querríamos acercarnos, que todos nos darían sombra, protección y billetes por una u otra causa más o menos legítima. Podríamos llamar a filas a más de una ONG, y conseguir protección para que no nos maten los farmacéuticos encabronados (si se puede proteger a Salman Rushdie, se nos puede proteger a nosotros). Ahora, si el riesgo percibido fuera muchísimo, la solución simple y sencilla (al estilo del enorme cuento de Theodore Sturgeon "Zapatos marrones") sería hacer pública la fórmula y renunciar a toda propiedad intelectual, como lo hicieron los Curie con sus métodos de purificación de minerales o lo hizo Tim Berners-Lee, ni más ni menos que el inventor de la World Wide Web, la parte de Internet que usted usa ahora (las otras son el FTP, el correo electrónico, etc.) Se le regala al mundo en versión de conocimiento libre Creative Commons y se hace la revolución un día en que uno ande medio aburrido. Simple y sencillo. Y a partir de allí, mantenernos será facilísimo, viviremos como reyes sólo dando conferencias para contar nuestra heroica historia. O, si no, simplemente regalamos el producto durante unos meses y tendremos cientos o miles de personas curadas de cáncer defendiéndonos porque ya están bien (no porque "tienen esperanzas" y "quieren comprar" nuestra mercancía). Miles de médicos nos aclamarán (no cuatro gatos desconocidos), los reporteros del mundo querrán entrevistarnos, seremos portada, seremos más famosos que Einstein o cualquiera otro que haya revolucionado la ciencia...

Pero además faltaría la otra parte de la conspiración. Para que la onda de "el mundo contra mí" funcione más o menos, es indispensable que todos absolutamente todos los científicos, médicos, laboratoristas, biólogos, bioquímicos, farmacólogos, fisiólogos, enfermeras y demás personal sanitario y de las ciencias de la vida de todo el mundo, más los estudiantes de eso en todas las universidades del planeta, todos, sean parte del "muro del silencio" conspirador y malévolo. Ahora, si usted está dispuesto a creer que no hay médicos que honradamente deseen el bienestar de sus pacientes, yo no, porque conozco a muchos científicos que viven de acuerdo con el principio de ser amigos de Platón pero más amigos de la verdad, y que no se doblegan ni ante el poder ni ante el dinero, igual que a médicos que ponen en juego su propia salud, su vida, su bienestar y su integridad para sanar a sus pacientes. No son los miserables que pinta la propaganda curanderista. Simplemente, el mundo no es así, aunque suene "supermegaguay que así fuera, colega", que es más o menos la lógica de los difundidores de patrañas al por mayor.

Y si algunos científicos decentes y apegados a los principios de la ciencia se enteran de que nos quieren reprimir con el HFH, harán los estudios en sus laboratorios, reproducirán los datos, confirmarán las hipótesis, exigirán el reconocimiento y el Nobel para nosotors. Porque si nuestros datos son científicamente válidos y mi método el correcto, no será posible acallarlos. Y no será necesario mandar a intrascendentes con aspiraciones a hacer evangelismo barato, ni ordenar que nuestras víctimas hagan ayunos en una parroquia, que es tema que ya trataremos, porque las dudas se dirimirían científicamente y no en la propaganda politicoide.

En resumen, que si nuestro medicamento de pega "HFH" (siglas de "hacen falta huevos", por cierto) verdaderamente sirve, sería increíble e inviable que fuera reprimido como claman que son los sucesivos vendedores de aceite de víbora, el milagro del mes, la serpiente del verano y la maravilla incomprendida de hoy que mañana será sólo otro embuste más. "Si verdaderamente sirve" son las palabras clave. Si no sirve, si no hay pruebas, si ni siquiera se conoce qué contiene un producto mágico, pues nada de eso pasará, pero nadie serio y respetable será parte del enésimo circo anticáncer de la historia del abuso de la desesperación ajena (a veces con buena intención, sí, pero eso vale de poco). Queda ese recurso patético a los vendedores de humo y a las pobres víctimas que les pagan. Con el tiempo y alguna que otra remisión espontánea, mal diagnóstico o funcionamiento del tratamiento médico de verdad simultáneo a la aplicación del filtro prodigioso, alguna víctima se convertirá en promotora del negocio, y al son de berrinches, gritos, ataques histéricos y babeos por hectólitros, exigirá que le crean que su elixir cura porque lo dice y punto.

A mí, las conspiraciones perfectas que medran en los por lo demás huecos cráneos de los militantes del pensamiento acrítico simplemente me parecen imposibles. Yo me acuerdo de que, en el mundo real, incluso una conspiración armada por Richard Nixon cuando era el personaje más poderoso del mundo occidental y un individuo especialmente malévolo, bruto y siniestro, cayó de la manera más sencilla, porque no se debe olvidar que un secreto lo es entre dos, cuando mucho, que al haber tres la cosa deja de funcionar. Las únicas conspiraciones "perfectas" son las que no existen pero suenan bien o son convenientes, inventadas por guionistas fracasados de la versión local de Beti la fea, pues.

Lo malo es que a ésos les aburre vivir en el mundo real.

noviembre 05, 2007

El castillo de Drácula que no lo era

Doña Carmen Porter, con ese compromiso con los hechos perfectamente constatables y esa profesionalidad periodística de la que modestamente presume a gritos la emisión de entretenimiento Cuarto Milenio esta madrugada de domingo a lunes le ha contado al desprevenido público que un diario ha afirmado que "El Castillo de Drácula" se ha convertido en la segunda residencia más cara del mundo porque lo andan vendiendo en un montón de millones de euros. Esto lo escuché de paso porque la imagen que mostraba la televisión simplemente no se parecía a la ciudadela de Poenari del valle de Arges, en Valaquia, que se considera como el castillo de Vlad Tepes, "El Empalador", inspirador en parte de la novela Drácula de Bram Stoker y que conozco por mi gusto por las novelas de horror.

En medio del incesante desfile de supuestos investigadores, de elegías a Von Däniken y delincuentes similares, de psicofonías de fácil falsificación y de la obsesiva (y a mis ojos repugnante) crónica de carnicerías infantiles, fantasmas de niños, zapatitos de niños, tumbas de niños, fotos falsificadas de niñas gigantes, todo al parecer en la convicción de que las atrocidades contra los menores "hacen buena televisión", el programa de Íker Jiménez mostraba esta imagen, mientras que la ciudadela de Poenari es ésta (gracias al excelente fotógrafo británico Simon Marsden por su permiso para reproducir su espléndida fotografía del verdadero castillo de Vlad Tepes):




Ciudadela de Poenari, castillo de Vlad Tepes, Arges, Valaquia, Rumania.
Copyright © Simon Marsden, usada con permiso del autor
(Así es como se usa la obra creativa ajena, pidiendo autorización,
a ver si se enteran los fracasados del misterio.)


Hay otra imagen aquí.

El artículo periodístico al que hacía referencia Carmen Porter, así como la imagen que presentó inexactamente como "el castillo de Drácula" son del Castillo Bran, situado en Brasov, Rumania, del que hay una leyenda (demasiado "convenientemente moderna") que dice que una vez, en el siglo XV, Vlad Tepes pasó una o dos noches allí. Lo cual no hace de tal castillo "el castillo de Drácula", del mismo modo en que, por decir algo, el Paraninfo de la Universidad de Alicante no se puede vender como "El Paraninfo de Íker Jiménez" sólo porque un día estuvo allí ese señor emitiendo un programa de radio de entretenimiento.

El Castillo de Bran fue construido como fuerte de los caballeros teutónicos en 1212, más de 200 años antes del nacimiento de Vlad III, "El Empalador". Desde el siglo XVII estuvo en manos de la dinastía de los Habsburgo, en 1948 fue confiscado por el régimen comunista y en 2006 se le devolvió al heredero sobreviviente de los Habsburgo, el arquitecto neoyorquino Dominic van Hapsburg, que acordó con el nuevo gobierno rumano no tocarlo durante tres años. Ahora, Dominic ha puesto en venta el castillo, donde no vive ni vivió tampoco él y que, según el encargado de relaciones públicas del museo en que está convertido el castillo, Alex Priscu, costaría mucha plata convertir en una residencia, así que incluso lo de "propiedad residencial" queda en duda.

Ciertamente no faltan periódicos con información poco fiable y sitios Web de desorientados paranormaleros, que al grito de "yocreoenloquesea" rebuznan que ése es "el castillo de Drácula", y no faltan los vivarachos que venden "souvenirs" en los alrededores de la edificación, para el caso. Así, cualquiera puede llamarse a engaño si cree, leyendo una de esas fuentes, que eso perteneció al siniestro defensor de la Europa católica, cualquiera menos un periodista decente, pues. Y uno esperaría que un "equipo de periodistas profesionales" tan gustoso de repetir ad nauseam su "compromiso con la verdad" se habría tomado la molestia de revisar los hechos antes de soltar un bulo en televisión. No sé, si pueden navegar por Internet para encontrar "pruebas" de los "milagros" del papa Wojtyla, más fácil era enterarse de lo que yo me enteré en 10 minutos. O se le puede preguntar del asunto a alguien que sepa de qué va la cosa, aunque no sea un "experto en todo" como esa especie de muñecos para pruebas de choques que suelen ocupar la mesa televisual alrededor de su asombrado empleador.

Esperamos que con esto, la semana que entra Cuarto Milenio emita una disculpa a sus espectadores, dando la versión real, no vaya a ser que algún malintencionado crea que en Cuarto Milenio les da igual eso del profesionalismo, la verdad, los hechos y el periodismo.

noviembre 04, 2007

¿To MOPA or not to MOPA?

En el coqueto "Día del Charlatán", desde tiempo inmemorial se celebra una jornada de fasto y conmemoración de esos hombres y mujeres que con tanto salero mienten, engañan, falsean, ocultan datos, exageran los méritos propios, expenden trolas surtidas a precios que quitan el hipo y babean abundante ácido sulfhídrico contra el conocimiento, los que trabajan para obtenerlo y, notablemente, los que quieren difundirlo, pues ello comporta el riesgo de que las víctimas de los damos y las caballeras en cuestión se pongan a atar cabitos, a leer libros que no están en el índice "Milenio más enigma igual a cero" y (¡horror!) a pensar libremente, con lo cual les dejarían el negocio como bebedero de patos, a lo que se oponen enérgicamente.

En este festivo día se realiza un ritual celebratorio del "charlatán güey of náif", en el cual unas personas utilizan juguetonamente el engaño, la desorientación, la mala fe, la mentira, la trapacería, la traición y el abuso para que una persona les facilite una cantidad de dinero, algún objeto de valor, a una prima de buen ver, al tío Ernesto que tiene fama de no poner peros, alguna joya de la familia o una finca en Mónaco. Cuando las víctimas del engaño solicitan la devolución del préstamo, se le dice el jocoso versillo: "Inocente palomita / que te dejaste engañar / sabiendo que en este día / en nadie debes confiar", adaptado de la advertencia:

Mucho ojo con los orates
de seboso y falso hablar;
no les creas ningún dislate
si no lo pueden probar.

Por ello, la Academia de Ciencias y Artes Neo-Ocultistas ("ACA NO"), tiempo ha decidió festejar en este día a los expertos de secano, farsantes, periodistas "del misterio", brujos, adivinos, chamanes, curanderos, editores parapsicológicos y demás charlatanaje urbi et orbi llevando a cabo una extraordinaria, soberbia, tremenda, brillante, inspirada, prodigiosa, fenomenal, fantástica, portentosa, espléndida, excelente, legendaria, estupenda y singularmente modesta y humilde noche de alfombra roja para entregar año con año los premios de la Máxima Orden de la Parapsicología Alucinadita, la MOPA, a lo más destacado, notable y señalado de cuanto hacen los impostores de esta tierra, de la tierra plana y de la tierra hueca, donde también vive más de uno.



Y, siguiendo con la tradición gnóstica de inspiración egipciolemúrica con mangas de chamanería amazónica y bies de gurú que tan bien le sienta, la ACA NO convoca, invita, reclama, solicita, exige perentoriamente y demanda de modo contundente y en defensa de su honor (al que ya lleva años buscando y ná) a que los lectores de este blog presenten por correo electrónico sus nominaciones para los premios de este año.

Las categorías, decididas sin prejuicio alguno, este año podrían (o no) incluir novedades como "MOPA a la más pírrica victoria soplaflautística", para quien más dinero haya gastado y menos haya recuperado para hacer algún berrinche de poca relevancia; "MOPA ripiosa para los amiguitos soplapitos de los terroristas yihadistas" a más de otras categorías ya conocidas, como "Mejor fraude paranormal", "Mejor troll de blog no creyente", "Revista más empeñada en el atraco y apropiación de lo ajeno" y otras de similar talante condescendiente y de sonriente garrotazo al gilipollaje.

Por supuesto, como siempre, usted, sí usted mismo, puede diseñar su propia categoría y hacer su nominación (pero siempre es buena idea nominar a más de un posible ganador, si no se nota mucho que usted lo que tiene son ganas de joder). Es lo que hemos llamado "MOPA de hágalo usted mismo", o "BricoMOPA". Recuerde que no se vale discriminar, el humilde santero que quiere pasar desapercibido mientras le levanta sus ahorros a una ancianita asustada es para nosotros igual a un "periodista del misterio" de altos vuelos, ropa carísima e inmortalizado en gomaespuma, y no discriminamos a la sencilla tarotimadora que va de cliente en cliente y de euro en euro por darle preferencia a millonarios que hacen del turismo una profesión, ni celebramos a alguien que tima en París de otro que lo hace en Tepito. Ya sea que investiguen el fondo de un vaso de cristal de Bohemia previamente lleno de whisky carísimo o el turbio fondo de un vaso desportillado de vino peleón, cobren mucho o poco, sin importar el color de la piel de su cartera, ni su preferencia sexual, todos los charlatanes son iguales (aunque algunos se crean más iguales que otros) y así los tratamos, con igual cariño y respeto.

Las nominaciones quedan abiertas desde este preciso instante, que recibiremos en nuestro correo electrónico de siempre: nahual55@gmail.com hasta el día 21 de diciembre de este 2007 de la era común a las 16:43 hora de Greenwich, momento elegido porque se nos ocurrió así nomás (pero, claro, algún motivo críptico, hermético, cuántico y templario habrá para ello, ¿quiénes somos nosotros para cuestionar nuestras ocurrencias?).

Se aclara: a) lo de "nahual" del correo no tiene implicación esotericoide ni corticoesteroide alguna, es un asunto de mero amable homenaje cultural, (vea el diccionario si no sabe qué es eso de "cultura"), b) los que el año pasado escribieron para insultar al autor de este blog, no tienen por qué repetir, ya están anotados, c) los que hoy están insultando por correo al autor de este blog también pueden hacer nominaciones, y el autor de este blog puede mandarlas a donde Batman se comió la capa, que es bueno y sano, d) que no, que los MOPAs no tienen asignación en metálico, pesados.

La Gala Galáctica de las MOPAS 2007, se celebrará, como predijo y adivinó Edmundo Astalaspelótix, la noche del 28 de diciembre a una hora y en un lugar de los que se informará, como siempre, telepáticamente. Por cierto que Edmundo Astalaspelótix aprovecha el viaje para confirmar y reafirmar que es el más druida de todos, asegurar que los demás son druidas de rebajas por mercancía defectuosa y los reta a todos juntos a un druelo a celebrarse como parte de las GAGAMOPAS2007.

Non possum accesit nihil obstat, imprimatur omnia california.
Comisión Holística Organizadora de Repetidas Rumbas Alternativas de la ACA NO (CHORRA ACA NO)