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marzo 31, 2004

Ahora los ocultistas... ¿de dónde sale tanto orate?

De piel delicada y virginal nos han resultado los charlatanazos que no dudan en calificar un brillo de luz en el objetivo de una cámara como una misteriosa manifestación del otro mundo.

Ahora son los de la RHOI (Red Hispana de Ocultismo en Internet) los que se lanzan al ruedo contra nosotros y de pasadita meten las ocho patucas al confundirme a mí, que funciono como lobo estepario, independiente y libre, con la ARP-SAPC, a la que parece que le tienen miedo, y acusan tontamente a "El retorno de los charlatanes" de ser parte de esa organización que juzgan siniestra y a la que nunca hemos pertenecido.

Somos responsables de lo que escribimos ante el espejo y ante la gente que nos lee, nada más.

Antes de la parte de la befa y la chacota que tanto nos gusta, antes de seguirnos divirtiendo con estos personajos astracanados, antes de dejar claro que no saben de lo que hablan (como siempre), vamos a lo serio.

Como recordarán, hay una chavala asustada porque cree que la persiguen los espíritus desde que hizo un conjuro con velas negras. La cosa no es de risa, porque ella sufre realmente y necesita apoyo para hacer la luz en su comprensión, que ha sido confiscada por estos pánfilos sin sentimientos.

A esta chica, en el foro de la SEIP, se le sugiere que acuda a organizaciones de payasos y charlatanes como la propia SEIP, Hepta y RHOI. Ante tal estulticia, dije: "La lista que ofrece este tipo anónimo, por supuesto, no es de gente seria y ocupada en ayudar a personas que tienen problemas de percepciones ilusorias promovidas por sitios sin escrúpulos."

Eso dije. Lo sostengo. Lo reitero. Lo resalto. Lo reconfirmo. Lo pongo por escrito y lo firmo. ¿Qué pasa?

De allí, y echando mano del sombrero de sus propias percepciones alteradas de la realidad y sus alucinaciones, un tal Javier Blanco me escribe todo encrespado con la siguiente tontería: "Dices en ella, por medio de un escrito de una persona que hace referencia a nuestro grupo, que no somos serios y no tenemos intención de ayudar, vienes a decir que sólo nos interesa el dinero, ser famosos, darnos palmaditas entre nosotros, etc., a lo que he de decirte que no somos científicos, no hemos cobrado nunca nada de dinero por nuestras investigaciones, de hecho perdemos dinero en cada una de ellas, no hemos publicado jamás en ningún medio que no fuese una página web de nuestro grupo, y demostramos ser más serios y educados que ustedes, al no criticar a otras personas sin conocimiento."

Serios no son. No es necesario demostrarlo, basta visitar sus paginitas en la Web, donde se inculpan solos.

Que tengan o no "intención de ayudar" me tiene sin cuidado (de buenas intenciones está empedrado el camino al infierno).

Lo que sé y lo que se puede demostrar sin despeinarse es que ustedes, sean quienes sean y sin importar cuánta demonología y astralidades rumien, no son nadie para ayudar a una chica que precisamente está en problemas por culpa de las imbecilidades cerriles que promueven.

Esto no es cosa de educación, es de inteligencia. Les dejo la educación si los hace sentir tan importantes, ya que han optado darle la espalda a la inteligencia, porque con escritos ridículos defendiéndose de acusaciones que nunca les hice (ustedes solos, ante su mismidad, se sintieron aludidos por verse reflejados en este blog) siguen sin poder demostrar, ni siquiera argumentar, que tienen la calidad profesional, intelectual o moral necesria y exigible para ayudar a nadie que haya llegado a sufrir genuinamente por creer en las salvajadas que ustedes y los de su especie promueven. Y eso los incomoda.

Su problema, no mío.

Y no me hables en plural, Javier. Tú y yo sabemos perfectamente que los charlatanes viajan en manada, pero yo soy sólo una persona, que nunca se ha dicho perteneciente a ningún grupo en España, que no es presidente ni vicepresidente de nada y que simplemente disfruta dejándoos con el culo al aire. Con vuestra invaluable ayuda, todo hay que admitirlo.

Cuando uso el plural es recurso retórico y estilístico, simplemente. Porque al menos sé expresarme por escrito, algo que no he podido apreciar en mis breves repasos del material que vomitan a la red estas organizaciones y redes obtusas.

Lo que más parece molestarle a Javier y su RHOI es que, dice, ellos no cobran sino que pagan para hacer los desfiguros que irresponsablemente llaman "investigaciones" (aunque, la verdad, sólo han hecho una, que hasta ahora consiste en tomar unas fotos malísimas con sombras que en su delirio creen que son fantasmas y en prometer un "cuaderno de investigación" sobre su visita a una casa embrujada.

¡Huy, qué miedo!

(A ver si no nos salen con que las fotos donde sí aparecen los fantasmas "se velan", "se extravían", "son robadas", "se desmaterializan" o de alguna forma desaparecen, como siempre. En tal caso, tengo un amigo, Mengelenanda Valepura, el gurú del PhotoShop, que les hace unas donde pueden ver a Carlos V sacando un córner en Mestalla, lo cual es fantasma en serio; dice que como ustedes tienen dinero para tirarlo en babosadas, a él siempre le falta, de modo que podría cobrarles una cuota exorbitantemente módica.)

Bueno, pues si dicen que no cobran, no cobran. Al menos de momento y mientras no se demuestre lo contrario.

(Recuerdo hará la friolera de doce años o más, cuando Jaime Maussán, el charlatán con peor aliento de México, afirmaba en televisión que él no hacía esto por negocio, que su búsqueda era pura, sana y "científica" [palabra que, sin comprenderla, les encanta a estos papanatas]. Yo le dije, sentado junto a él, que en unos años cobraría. Y vaya si ha cobrado. El tipo ahora no da puntada sin hilo y ha creado un verdadero emporio de supercherías de pago con videos, conferencias, clasecitas, viajes con todo pagado a cónclaves de zopencos, apariciones mil en radio y televisión y todo género de lucrativos negocietes. Como vidente soy la repera, supongo.)

O sea, chavales, no dije que ustedes cobraban, pero ahora lo digo como predicción. Me he desplazado espaciotemporalmente en el Mundo Astral del que hablan en su Web y he visto con el tercer ojo cómo dos de ustedes se convertían en asiduos colaboradores de revistuchas impresentables, que iban con Javier Sierra a "Crónicas Marcianas", que empezaban a impartir clases y a escribir libros con sus "investigaciones" además de comer y beber de gorra en Congresos Internacionales de Zafios.

En diez años nos vemos de regreso a ver si tuve o no razón, ¿les parece?

Y entretanto ocúpense de algo bueno, útil y beneficioso.

Devaneos astro(i)lógicos

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Una de las supersticiones más antiguas que sobreviven en nuestra época es la de la astrología, disciplina iniciada por los antiguos habitantes de Babilonia.

Es de suponerse que, si pudiera usted elegir entre ser atendido por un médico con los conocimientos que se tenían en la Babilonia de hace 4 mil años o un especialista en Rochester, elegiría usted al segundo. No por despreciar al primero, pero todos sabemos que el conocimiento ha avanzado un poco desde aquél entonces, y que le meta cuchillo un tipo que desconoce las normas elementales de la higiene y la teoría de la enfermedad producida por agentes patógenos microscópicos (por no contar que en lugar de anestesia le daban a usted una flecha para que la mordiera mientras lo operaban) no parece una opción inteligente.

El nivel del conocimiento del universo de los babilonios era más o menos el mismo que su nivel de conocimiento de la medicina.

Y sin embargo, hay toda una subespecie de para anormalistas que se dedica a forrarse los bolsillos con el cuento de la astrología.

¿Qué dice la astrología?

Fundamentalmente, que ciertas colecciones de estrellas y los planetas de nuestro sistema solar pueden afectar mágicamente nuestras vidas dependiendo del momento de nuestro nacimiento según sus posiciones.

Las tonterías que subyacen a esta afirmación son muchísimas, anotamos solamente las más bastas y groseras.

Los astrólogos afirman que una constelación formada por estrellas que pueden estar a millones de años unas de otras puede afectarnos en su totalidad, sin importar la distancia a la que cada estrella esté de nosotros ni su tamaño tanto aparente como real (desde la Tierra se puede ver muy pequeña una estrella cientos de veces más grande que el sol y muy grande una que sea la mitad del sol pero que esté más cerca), porque la magia estelar no sabe de distancias, tiempos y tamaños.

Lo que nunca explican es por qué sólo esas estrellas y no los trillones y trillones de estrellas adicionales del universo (muchas de ellas metidas en el mágico cinturón del "Zodiaco") nos afectan. ¿Por qué son especiales esas estrellas y las constelaciones que forman si uno las mira con ánimo fantasioso y abandonado?

¿Cómo efectúan su mágica labor las estrellas y planetas? Pues no lo dicen. Suelen salirse por la tangente diciendo que es obvio que el sol y la luna afectan a la tierra, produciendo las mareas. Pero las mareas son resultado de la gravedad, una fuerza elemental bastante bien explicada. Tan bien explicada que sabemos que la influencia que puede tener la gravedad de una estrella que esté a algunos miles de años luz sobre nosotros es minúscula y se ve compensada, claro, por fuerzas gravitacionales más inmediatas. Porque, y de esto no se han enterado estos papanatas, la fuerza de la gravedad disminuye exponencialmente con la distancia.

Pero, se apresuran a intervenir, la fuerza mágica que ejercen las estrellas seleccionadas por los astrólogos no es la de la gravedad, qué va, eso de la gravedad resulta que era sólo un ejemplo, que en realidad la fuerza que ejercen las estrellas es... ah, pues no lo dicen.

Como explicábamos en otra entrada de este irreverente blog, las energías místicas no existen y éstos embaucadores no pueden ni siquiera definir tales energías.

En realidad, todas las interpretaciones astrológicas se basan en la poesía mítica antigua que decía que si el planeta Marte corresponde al dios de la guerra, cuando una víctima esté bajo la influencia de Marte estará expuesta a violencia, mientras que si la dominante es Venus, mejorará su vida amorosa.

Paparruchas a tutiplén, pues.

Y luego, para desgracia de estos petisuís, llegan los científicos que realmente estudian el universo y les anuncian con ensordecedoras fanfarrias que se ha descubierto otro planeta en el Sistema Solar.

¿Volverán a rehacer sus cálculos estos desvergonzados tomando ahora en consideración a Sedna como influencia astrológica? Porque fíjese usted que la pamplina astro(i)lógica vivió durante milenios asegurando que servía para prever el futuro (y cobrando por cartas astrales y otras mamadas sin base alguna) considerando sólo a los planetas visibles a simple vista.

En 1930 los astrónomos serios informaron que existía Plutón (en versión anterior decíamos que Urano, varios lectores y hasta el tal Manuel Capella nos señalaron el error, que se corrige y punto), planeta no visible a simple vista, lo cual debería haber bastado para que todos los astrólogos, en un ejercicio colectivo de la decencia, dejaran atrás sus cuentos chinos y se dedicaran a las labores del campo u otras ocupaciones honradas. Pero no, medio explicaron algo y siguieron cobrando.

Y lo mismo pasará con Sedna. Los que tienen visión de negocios empezarán a vender "cartas astrales mejoradas incluyendo la influencia de Sedna", otros dirán que Sedna no importa por ser tan pequeño (aunque originalmente decían que el tamaño importaba un rábano) o se sacarán de la manga alguna explicación por la cual la influencia de Sedna es secundaria por alguna causa.

Y luego, para remate, los astrónomos descubren una seudoluna, un asteroide que gira alrededor del sol en la misma órbita que nosotros.

La astrología no pasa de ser un espectáculo de salón empleado para separar a los inocentes de su dinero.

¿O usted no se dio cuenta que de entre todos los astrólogos (y otros videntes de España entera) ninguno advirtió que iba a ocurrir una desgracia el 11 de marzo?

Ahora a ver si no le echan la culpa a Sedna.

El regreso del vengador hipnótico

Los muchachitos del "Foro de la Sociedad Española de Investigaciones Parapsicológicas (jejé), donde encontrará comunicación con los mejores parapsicólogos del mundo (jijí)" parecen dispuestos a converitirnos en un blog de éxito. Joer, tíos, que siendo las tres y media de la tarde del 31 de marzo ya es han descolgado por aquí 75 visitantes.

Uno de ellos fue Manuel Capella, no el honrado cantautor de Béjar que vive y trabaja sin dañar a nadie en la bella República Oriental del Uruguay, sino el experto en fenómenos para anormales, y aprovechó para graznar unos comentarios que a continuación respondemos de la mejor manera que podemos (prometemos que en varios días no vamos a hacerle más la promoción a este personaje).

Lo que va en cursivas son las profundas disquisiciones de Manu, mientras que lo que está en negritas son nuestras irreverentes cuanto sólidas respuestas.

Y abre el fuego Manolete:

Le contesto, donde usted me indica,... aquí en su web; y en esta ocasión, para hacerle nuevamente algunas puntualizaciones. Porque permítame que le diga, que de nuevo vuelve a errar gravemente en sus comentarios; en esta ocasión dedicados a mi.

Hombre, Manu, no te preocupes. Nosotros sabemos rectificar cuando nos equivocamos, que somos humanos normales (no paranormales) y no somos astrólogos, hipnotístas "clínicos" ni barbaridades similares de charlatanazos que creen que tienen la verdad. Si hemos errado, corregimos, no pierdas el sueño ni el hambre por eso. Tranqui, majete.

1.- Yo no vivo ni he cobrado un solo duro de mis libros. El libro que tengo publicado en la web del Seip, es completamente gratuito. Tal vez, con las prisas, no le dio tiempo a leer que tales libros han sido editados, sin cobrar un solo duro ni por la Seip, ni por sus autores.

¿No has cobrado por tus participaciones en radio, por tu atención "clínica" a personas "con dolencias de tipo nervioso o psicológico", por tu participación en "numerosos medios de comunicación, tanto en radio, televisión como en revistas y periódicos. Ha colaborado en la Cadena Ser, Antena 3 radio, Canal 15 de Alicante, Canal 9, Onda 2000 radio, La guía de Alicante, Canal 15 "Noche de misterio", Las provincias, etc, etc." según anuncias también un tanto pomposamente?

¿Nueva FM no te paga por tu programa "Entre 2 mundos"? Piénsalo bien antes de responder. Porque las instalaciones que tienen cuestan una pasta, y me imagino que el personal de tal empresa cobra, sin contar con que venden publicidad...

Es posible que te estén viendo la cara de gil, ya que al menos varias de esas empresas de comunicación les pagan a todos sus invitados. ¿Será? Hay que confirmarlo.


2.- Mi contestación en el Foro del Seip, va firmada como Manuel Capella solamente, y en ningún momento, (ni vanidosamente como usted me atribuye) como Vicepresidente de la SEIP.

Vámonos en orden, Manolo. Cuando uno busca tu apelativo en Google, lo primero que se encuentra es una modestísima página Web cuyas primeras palabras son: "¡Hola!: Soy Manuel Capella, Vicepresidente de la SOCIEDAD ESPAÑOLA DE INVESTIGACIONES PARAPSICOLÓGICAS (S.E.I.P.)". Como verás, no tengo a bien inventarme nada, tú eres el que se presenta así en su propia página Web. Ahora, si tal cosa es o no vanidosa, es cuestión de enfoques. A mis ojos, tal profusión gramaticalmente injustificada de mayúsculas reverenciales me dice que te enorgullece y alimenta tu vanidad tener el pretencioso puesto de vicepresidente de tal expendio de barbaridades irracionales, y por tanto expongo mi opinión con todo gusto y en plena libertad democrática. A diferencia de ti, que en lugar de hablar de lo que opinas, afirmas desvergonzadamente memeces como la siguiente:

Para los amantes de la Astrología, hallaréis mensualmente en "HORÓSCOPO", un seguimiento de las influencias planetarias; y algunas descripciones, sobre el signo zodiacal de cada mes que atravesemos.

Dicho en buen castellano, hijo mío, presumes de que eres mágicamente capaz de hacer "un seguimiento" de algunas misteriosas "influencias planetarias" cuya existencia no puedes ni siquiera demostrar y vendes como real lo que no es sino la desenfrenada fantasía producto de una educación deficiente (lo cual, aclaro, no es tu culpa, eres producto de tu circunstancia) y las más groseras supersticiones cavernarias.

O sea, yo opino y puedo equivocarme. En cambio tú afirmas a rajatabla y demostrablemente te equivocas. ¿Vas captando la diferencia? Así se educa uno.


Todos mis mensajes suelen ir firmados con mi apellido solamente, aunque coincide con el nombre de una estrella, lo cual no sé si usted desconoce, ya que en lo único que se le ha ocurrido pensar es en el honrado cantante de Béjar que vive y hace música en Uruguay.

Primero: la estrella no se llama Manuel Capella, o sea que no has logrado impresionarme. Yo tengo el nombre de unas islas paradisiacas y no por eso me finjo especialista en playas y surf. Segundo: el honrado cantante al que hago referencia sí se llama "Manuel Capella", tal cual, y, francamente, al ser confundido contigo sin que haya dado motivo alguno, se le puede perjudicar o cuando menos ofender. Por eso, desprendido y dadivoso como soy, te sugerí dos bonitos nombres para que los uses sin necesidad de pagarme derechos de autor. ¿No es para que al menos me dieras las gracias?

Así está el mundo, amiguitos y amiguitas, uno regala y el otro, desagradecido, se enfada y hace mohínes. ¿Qué va usté a hacele? como preguntaba una amiga cubana.


3.- Me gano la vida mediante un trabajo que nada tiene que ver ni con la Parapsicología, ni con la Astrología, ni con la Hipnosis. Por ello, debe de mejorar usted su nivel periodístico.

Primero que nada: ni hipnosis, ni parasicología, ni astrología ni embuste ni alucinación llevan mayúsculas reverenciales.

Dicho eso, el amor por tus delirios obnubila la totalidad de tu percepción, Manuelín. Yo aquí hago un blog, no un "trabajo periodístico". Periodismo hago en otros lados, desde hace muchísimos años. Pero confundir este blog full-contact con una pieza periodística es como ver cuatro estrellas que parecen estar juntas desde nuestro punto de vista (cuando pueden separarlas millones de años luz) y fantasear que son una constelación con poderes para influir en la vida amorosa de la portera.

¿Deveras te ganas la vida honradamente? Si así lo afirmas, lo confirmaremos con gusto, que para eso estamos.


Si ha entrado en mi web, habrá observado que en ningún momento sugiero a quien la visite, que se pongan en contacto conmigo para cobrarles nada. Por lo tanto, amigo mio, esté usted tranquilo, que nadie me va a denunciar por haberle estafado.

¿Ni siquiera las personas a las que les impartes clases? ¿También las clases son gratuitas? ¿Igual que la hipnosis c(l)ínica? Pues dinos de qué vives, para informarnos y enterarnos. ¿Eres físico nuclear? No creo. ¿Profesor de filología hispánica? Cervantes no lo quiera, si andas a patadas con el idioma. ¿Friegas suelos? ¿Vendes lencería fina? ¿Eres topólogo? ¿Guardia civil? ¿Afilador de cuchillos? Anda, dinos y te guardamos el secreto. Piensa que, digas lo que digas, así fuera que trabajas de pianista en un burdel, no sería tan indigno como ser promotor de supersticiones y adversario de la razón.

4.- En la única ocasión, que he cobrado por acudir a un programa de televisión, fue en el desaparecido Parle Vosté, Calle Vosté y fue la cantidad de 25.000 ptas, cada una de las dos veces que acudí. (Mas gastos de desplazamiento). Como verá, tal cantidad, no me ha permitido (ni nunca lo he pretendido) retirarme de mi trabajo, que le vuelvo a recordar, nada tiene que ver con la parapsicología, ni temáticas afines.

Si aceptamos como hipótesis que tú no te beneficias económicamente de esto (¿en serio Antena 3 no te quiso pagar?) ni de tus programas de radio, ni de tus publicaciones en variados panfletos, ni de tus clases, ni de tus poderosos tratamientos a enfermos (¿no hay allí un intrusismo profesional de seis pares de cojines?), entonces tu caso salta de la farsantería común al de patética comparsa de los que sí cobran, y que se están llevando tu parte, te lo digo por si quieres reconsiderar. O sea, sirves como peón de infantería a los Jotajotas y demás fauna que sí se forra los bolsillos (y cuando se emborracha en sitios lejanos confiesa que ni ella se cree sus pamplinas).

La hipótesis ésa, pues, la dejamos pendiente y la confirmaremos más adelante, deja hacer algunas preguntas por acá y por acullá. En todo caso, los diez mil duros confesados demuestran que no ando tan desencaminado. Pero preguntémonos: ¿por qué a Manuel no le pagan si están dispuestos a soltarle un pastón a Paco Porras y a esa cosa lamentable llamada Divino Otelmo?


5.- No entiendo por qué le molesta que esté fotografiado junto a la pirámide de Keops.

Por Tutatis, no me molesta, Manolín. Al contrario, me divierte. Todos los paranormalólogos se sienten poderosamente atraídos hacia las pirámides de base cuadrangular, como ya comentábamos en este blog, de modo que la foto ante la pirámide es parte integral del currículum de cualquier candidato fallido a ser prota del "Castillo de las mentes prodigiosas (jé)".

Ni entiendo por que me dice que me paseo por el país. Seguramente como le he indicado antes, por falta de información que para un periodista debe ser lo más sagrado antes de calumniar a nadie.

¿Decir que te paseas por España es una calumnia? Que venga un juez y lo vea, mi pequeño. Paseas bastante por España, según confesión propia: de Valencia donde estudias (es un decir) en el esperpéntico "Instituto de bioinformación" hasta Barcelona donde te dan un papelucho simulando que eres "parapsicólogo", pasando por Alicante donde colaboras en muchos medios y acabando en Antena 3 (¿de verdad que no te pagaron los desahogaos ésos?), que tiene su sede en Madrid.

¿No te paseas por España?

Pues en todo caso, te recomiendo que te pasees por España. Es un país maravilloso, con gente estupenda y comida de maravilla. Debieras conocerlo.


6.- Tiene usted razón en una cosa: los títulos a que hago referencia en mi web, posiblemente valgan de poco. Sin embargo, he dedicado casi toda una vida buscando respuestas a algunas preguntas, sobre las que no tenemos respuesta. Solo la experiencia que he conseguido a través de tal búsqueda, ha valido según mi opinión- la pena.

Qué bueno que para ti valga la pena haber desperdiciado miserablemente tu única vida (no, Manuel, la reencarnación tampoco existe) en esto. Como digo en el artículo sobre "El síndrome de la vida perdida", tú no eres cliente mío ni de este blog, eres un creyente fanatizado e irredimible (si es que no cobras, cosa que seguro veremos) y por tanto inmune a la razón. Mis clientes son tus víctimas potenciales, en especial los jóvenes, a los que trato de enseñarles simplemente a hacer dos preguntitas cada que alguien como tú empiece a marcarse un rollo misticoide:

-¿Cómo lo sabe?

-¿Puede probarlo?

ya con eso, para mí también vale la pena todo este vals.


En definitiva, y como le dije, al principio, creo que vuelve a equivocarse en su comentarios; en esta ocasión, hacia mi persona y creo que también hacia otros compañeros míos de la Seip.

Como dijimos desde el principio nosotros también: si nos equivocamos, corregimos, cosa que no hacen los astrólogos con sus ridículos descarados.

Pero hasta ahora lo único que queda es la duda de si puedes dedicar tanto tiempo y esfuerzos a estas paparruchas y a salir en los medios (que les pagan a los demás, ¿por qué hacen la excepción contigo?) además de "curar" gente y dar clases y escribir artículos, todo sin cobrar un duro. Admito la posibilidad como hipótesis de trabajo. ¿Eres el hijo secreto de Bill Gates? Porque si te sobra la pasta, podrías dedicarte a algo más humanamente productivo, como la lucha contra el hambre o la promoción de la democracia, el apoyo a los voluntarios médicos en África o, cuando menos, a hipnotizar a Bush para que ya no se cepille más inocentes.

Y como me entere de que te han pagado, oh, mi pequeño saltamontes...


Sobre los adjetivos que me dedica, como Manuelito o Manolín no se los tomo en consideración porque los considero incluso graciosos.

Qué bueno que te diviertan. A mí también. Sirven, en el esquema de comunicación de este blog, para establecer una atmósfera distendida y enrollada, para que se vea que los que están inmersos en el mundo de la superstición y quienes tratamos de evitar que otros inocentes resbalen en su lodo nos podemos llevar bien. Anda, Manolín, te permito que me digas Mauri, que se vea que no hay odio. Sonríe para la foto, hasta te puedo hacer famoso (y consigo que Antena3 te pague lo que te debe, ¿qué se habrán creído esos...?).

Si lo que ha pretendido es insultarme, le recuerdo que el insulto no es otra cosa que la poca capacidad de recurrir a otros argumentos. Tampoco suelo emplearme como un miura. Siempre procuro emplear el respeto hacia los demás. Cosa, que usted no ha hecho en sus comentarios.

En este terreno no te mereces ningún respeto. Como persona sí, supongo hasta que se demuestre lo contrario, pero no se puede olvidar que tú te dedicas a embaucar incautos, a desterrar la razón de mentes impresionables, a promover barbaridades demenciales sin detenerte por un momento a pensar si puedes o no dañar a inocentes.

Por favor, Manuel, no seas absurdo... el respeto se gana.

Haz investigaciones de verdad para acabar con el Sida, o para sustituir la gasolina, o para que los hollejos duros de las palomitas de maíz no se nos claven en las encías cuando llega lo mejor de la película, promueve la sensatez y la decencia, deja de pavonearte por tener puestos arrogantes en chiringuitos impresentables y, entonces, te merecerás el respeto, no sólo mío, que vale poco, sino de los demás que seguramente los de fuera de tu tribu te miran como a un orate poco violento, cuando mucho.

Insultarte, lo que se llama insultarte, no lo he hecho. Y mira que si me lo propongo me sale muy bien. Si estás interesado, pide y se te concederá.

Cualquier día de éstos serás de nuevo el prota de este blog. De momento te vas al desván para no aburrir a mis lectores con más de lo mismo con el mismo personaje. Ta luego, Manolín.

marzo 30, 2004

El mono viene del mono

Un lector con el seudónimo "Torres de nombre José" propone la pregunta de que por qué decimos que el hombre "no desciende del mono", como afirmábamos en nuestro artículo sobre el "Foro de la Sociedad Española blablá", y la pregunta es válida siempre que se ponga en contexto.

Hoy en día, los paranormalólogos y los creacionistas (estos más peligrosos que los primeros, porque los mueve la certeza religiosa, como a Bin Laden) se encuentran muchas veces opinando lo mismo en cuanto al origen del hombre. Para los paranormalólogos, los seres humanos fuimos traídos por los etés (los extraterrestres, pues) para un experimento o algo así, mientras que los creacionistas aseveran que su deidad nos creó a partir de la nada hace unos seis mil años.

Ambos ignoran olímpicamente los conocimientos de los que disponemos, recopilados, estructurados, comprobados y analizados por verdaderos científicos de acuerdo a procedimientos rigurosos y, sobre todo, replicables.

Problemas con la afirmación de que "el hombre desciende del mono" hay varios, pero toquemos sólo los fundamentales.

"El mono" no existe, no es una especie definida, sino una categorización populachera y no taxonómica. Así lo recoge la propia RAE en su tamalote: "Nombre genérico con que se designa a cualquiera de los animales del suborden de los Simios." (¿Le preguntamos a la academia por qué pone "Simios" con mayúscula? Mejor no.)

El orden de los primates incluye, en sus muchas familias, a muchos animales a los que llamamos "monos" pero que no son en realidad simios antropoides. Sin embargo, dentro de la familia Hominidae de los primates que sí son simios antropoides (es decir, monos), hay cuatro genus: Gorilla, Homo, Pan y Pongo. Pan es el genus de los chimpancés, Pongo el de los orangutanes, Gorilla es obviamente el de los gorilas y Homo son las especies humanas (sí, ha habido varias), incluida la nuestra.

O sea, para decirlo con menos palabras: nosotros no descendemos del mono, porque nosotros somos monos, o simios antropoides, homínidos.

Esto horripila a los supersticiosos cavernícolas que piensan que el hombre es especial porque es muy inteligente. No se ponen a considerar que si no fueran homo sapiens sino Illacme plenipes se mirarían no el cerebro, sino las patas, y contándose 375 pares se creerían muy superiores al resto de los animales, pues nadie tiene tantas patas como ellos.

Veamos históricamente de dónde sale la idea de que "el hombre desciende del mono".

Cuando Charles Darwin sugirió en El origen de las especies que el hombre descendía de los monos del viejo mundo, los religiosos y chupahuesos del momento lo acusaron de decir que nosotros éramos hijos de los monos que se pueden ver en los circos y en los zoológicos, y así lo representaron en muchísimos grabados y caricaturas de la época. El clímax del escándalo público en Inglaterra sobre las afirmaciones de Darwin fue el famoso debate entre el naturalista inglés Henry Huxley y el obispo de la iglesia anglicana Samuel Wilberforce, donde el primero machacó al segundo cuando éste terminó su alocución burlona preguntándole a Huxley si: "era por parte de abuelo o abuela como pretendía descender del mono".

La respuesta de Henry Huxley es histórica, y vale la pena reproducirla para que usted, persona pensante, la use a placer contra los charlatanazos que se pueda encontrar, y a los que Huxley caracteriza bastante bien:

"Si por tanto se me hace la pregunta de sí desease tener más bien a un miserable mono como abuelo que a un hombre generosamente dotado por la naturaleza y poseedor de grandes medios de influencia, y que, sin embargo, emplea esas facultades e influencias con el mero fin de introducir el ridículo en una grave discusión científica, indudablemente afirmó mi preferencia por el mono'."

Pero la ciencia ha avanzado desde Darwin. La biología, la taxonomía, el conocimiento del registro fósil, los esfuerzos de la paleoantropología científica (a la que ningún mamarracho seudocientífico ha aportado ni un grano de arena), la biología molecular y la secuenciación de cadenas de ADN han abierto nuevos caminos a la comprensión (y, de paso, hacen aún más asombroso que la brillante capacidad de Darwin pudiera avanzar tanto sobre la base de los datos que tenía, muy limitados desde la perspectiva actual).

Esa comprensión nos permite saber que el hombre es un mono, cosa que si Darwin sospechaba se la calló para no menear más el cotarro. Sí, el ser humano es un mono de hábitos notables, pero es apenas distinto de un chimpancé desde el punto de vista genético. Según el Dr. Derek Wildman, en la revista especializada Proceedings of the national Academy of Sciences (que seguro no conoce ninguno de los "expertos" que medran en las Sociedades Internacionales de Nombres Pomposos, Engreídos, Prepotentes, Soberbios y Aparatosos), compartimos el 99.4% de nuestro ADN con los chimpancés.

Una variabilidad tan pequeña puede justificar dividir a los hombres de los demás miembros de la familia Hominidae, pero no puede justificar que nos separemos de los monos en general, entendidos como simios antropoides. Somos monos.

Para quienes gustan de revolcarse en las supersticiones más variadas, como que los extraterrestres trajeron nuestra preciosa semilla de otra galaxia (sin explicar entonces por qué nuestro ADN se corresponde al de chimpancés, antropoides, mamíferos, vertebrados, animales y seres vivos en general, demostrando la cadena evolutiva sin lugar a dudas) o que nos han diseñado "como el Macrocosmos", esto es inaceptable. Renuentes a aceptar las evidencias del conocimiento certero, inventan pamplinas y, por supuesto, rebuznan a tono con los arzobispos ingleses del siglo XIX dudando si "el hombre desciende del mono".

El vengador hipnótico se cabrea

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Oh, hermanitos. Nada como sacudir los nidos de alimañas para que las más ponzoñosas se azoten contra las paredes y agiten las patitas.

Nos atrevimos (qué barbaridad) a comentar tres o cuatro de los muchísimos mensajes que se escriben en el "Foro de la Sociedad Española de Investigaciones Parapsicológicas, donde encontrará comunicación con los mejores parapsicólogos del mundo" (jejé) en el cual fundamentalmente escriben tres o cuatro tipos, para el caso.

Hoy veo las estadísticas de este modestísimo blog (que cualquiera puede ver si pica en el logotipo de SiteMeter que aparece arriba a la derecha, el cubito de colores, pues) y me doy cuenta de que montones y montones de personas nos visitan desde el "Foro de la Sociedad blablablá". Allá fui a ver qué pasaba.

Y lo que pasaba es que les alborotamos estrepitosamente el gallinero.

Entre las vacuas críticas a este blog se coló el señor Manuel Capella, que vanidosamente dice ser Vicepresidente de la "Sociedad Española de etcétera etcétera", y se lanzó contra nosotros con espíritu de miura (y armas de caniche, todo hay que decirlo).

Bueno, pues en lo que seguimos enterándonos de los mundos fantásticos y psicodislépticos de la SEIP, sus dueños y sus clientes, me di diez minutillos para contestarle, y para que vean ustedes el nivel intelectual tan elevado de tan insignes misterpoteitos.

Por cierto, le respondo aquí porque, torpemente, quiso responderme a mí en su forete, del cual no soy cliente y al que francamente me da pereza volver, ya que, como todo el mundo sabe, la originalidad no es sello distintivo de esta tribu.

Pero se entiende que Manu no colija muy bien esto de los ordenadores y la Internet, así que le aclaro: Mira, chavalillo, arriba a la derecha, donde dice "Enlaces" hay uno a "Comentarios", donde puedes decirnos lo que quieras (aunque eso, claro, no te permite exhibirte ante tus clientes, que supongo que es lo que realmente te interesaba).

Si él me contesta allá, pues yo le contesto acá, no por no saber que puedo responderle en el "Foro de la sociedad patatín y patatán", sino porque me niego a seguirles haciendo el trabajo promocional a estos tipos.

Y dice (los párrafos en cursivas son la aportación sesuda de Manuel Capella, nosotros respondemos en negritas).

Como veo, que el señor que ha escrito tal artículo

Primero que nada, mi nombre está bien claro en todo lo que escribo desde 1973, Manuelito. Úsalo. Te juro que hacerlo no te embrujará el teclado ni te obligará a ganarte la vida trabajando.

suele frecuentar este Foro, aquí le dejo algunas puntualizaciones

Te equivocas, chavalote. Entré anoche porque vi en Google que mencionaban nuestro blog. Ahora regresé porque veo en mi bitácora que desde el "Foro de la sociedad tururú" han venido a visitarme un montón de sus habituales. Asústate, astrólogo, que puede ocurrir que a alguno se le despierte la neurona y te deje sin un par de clientes.

1.- Confunde usted, lo que es el “Foro del Seip”, con el “Seip”

No confundo nada, hijo. Lo que tu confundes es LA "SEIP" con "el SEIP" (será "el sociedad española de algo..." supongamos, porque es claro que la gramática no es lo tuyo; por eso escribes libros, me imagino).

De las pamplinas de la SEIP ya dije que hablaremos luego. No te angusties, échate una sesión de autohipnosis en el espejo y convéncete de que de todos modos eres grande y paranormalísimo, con unos poderes acojonantes, que a la SEIP ya le llegará su turno, lo que pasa es que estamos atendiendo a varios que ya están en la fila.


miembros e investigadores del Seip, por cierto, algunos con carrera universitaria.

¿Y esto qué significa? ¿El que alguien tenga una carrera universitaria (o como tú, un papelajo pomposo afirmando que es diplomado en Hipnosis Clínica, Rehabilitación Psicosomática y Técnicas de Relajación por el "Instituto de Bioinformación" de Valencia y diplomado en Parapsicología por el "Instituto de Ciencias Parapsicológicas Hispano Americano", dos chiringuitos de cero credibilidad y totalmente desconocidos) no garantiza ninguna seriedad ni credibilidad. Hombre, Ruiz Mateos tenía carrera universitaria, y Bin Laden... eso no los hace más creíbles.

Aquí le ofrezco la invitación, para si lo desea, impartirnos usted, alguna.

Hace años aprendí a no hacerle el caldo gordo a los charlatanes. Ya sé que te atraería un montón de público si voy a tu chat en el IRC, pero a eso y a la boda del Príncipe no voy a poder ir por compromisos previos.

3.- Sobre lo que “no investigamos”, o sobre “lo que somos unos desocupados” solo decirle una cosa: “Miente”.

¡Qué prueba más fabulosa! ¡Qué evidencia tan incontrovertible! ¡Un sujeto que se pasea por el país (y otros países, ya lo vi sonriendo frente a la pirámide de Keops) mareando ingenuos y cobrando en los medios me dice que "miento"! Ante eso sólo queda callar (y reír en silencio).

Calcule el lector que ése es el nivel de rigor de estos personajes de cómic.


Por lo visto, el único desocupado es usted, ya que siendo este Foro, un lugar “tan pernicioso”, suele usted perder su tiempo leyéndose todos los mensajes y visitando este lugar a menudo.

Oye, Manolín, no les digas "desocupados" a tus clientes sólo porque leen los mensajes de aquí. Que yo lo diga, que encuentro imposible tomarlos en serio, vaya y pase, pero que lo digas tú, que vives de ellos, que a ellos les vendes tus libracos, que esperas que ellos escuchen tus despiporres en los medios, que te contratarán en vez de a un profesional serio cuando tengan "dolencias de tipo nervioso o psicológico" es francamente atender mal la tienda.

(No se enojen, Manuel no les quiso decir "desocupados", eso lo digo yo, solamente. Él los considera alumnos aventajados en la senda mística de la iluminación y la transparanaturalidística, y quiere enseñarles hasta con descuento, supongo.)

La verdad no creo que te gustara que yo estuviera tan desocupado que los visitara "a menudo". Por suerte para ti, una hora anoche y diez minutos hoy son lo más que puede soportar mi estómago por lo menos en un buen tiempo. Así que no tengas miedo, que mientras no sean tus víctimas las que te denuncien, puedes seguir cobrando y promoviendo la más grosera y cavernaria magia representativa, ("el organismo humano representa un Microcosmos construido exactamente a imagen del Universo", jé... si te compran eso, te compran la Torre Eiffel).


Y no todos escribimos bajo seudónimos farsantescos

¿Sólo algunos? Bueno, ésas ya son trifulcas familiares entre ustedes "los mejores parapsicólogos del mundo", así que los dejo en paz para que decidan quién sí usa seudónimos farsantescos y quién no.

Yo pensé que lo tuyo también era seudónimo y que habías copiado el nombre de cierto honrado cantante de Béjar que vive y hace música en Uruguay. Para no joderle la vida a ese inocente, te recomiendo que te pongas "Profesor Uranus, el magnífico" o "Adnyari Maruján", que está más a tono con su cirquito.

Si quieres contestar, aquí tienes la sección de "Comentarios" de "El regreso de los charlatanes", donde pronto tendrás tu propia cripta con tus hazañas, para que veas que no te despreciamos nomás por no estar en el programa estrella de Antena 3.

Tómate una tila y duerme bien.

Mauricio

marzo 28, 2004

El cibercastillo de los orates asombrosos

¿Cómo es la gente que se siente llena de espiritualidad elevadora cuando ve a Astyaro Delstrego inventar pamplinas? ¿Qué pasa por el cerebro de quienes consideran que Paco Porras es un iluminado y Javier Sierra un "investigador"? ¿Qué perfil tiene (en España, al menos) el comprador de Año Cero y el adorador de Jotajota? ¿Cuál es el nivel real de relación con la realidad que mantiene alguien que considera que la verdad verdadera no la conoce Stephen Hawking, sino que la dominan simuladores como Pedro Amorós o Sinesio Darnell?

La respuesta está no en el viento, sino en la colección de insanías que se puede encontrar ni más ni menos que en el "Foro de la Sociedad Española de Investigaciones Parapsicológicas, donde encontrará comunicación con los mejores parapsicólogos del mundo", como modestamente se autoproclama este punto de encuentro de crédulos e ingenuos y donde, después de buscar durante un rato a "los mejores parapsicólogos del mundo" nos tuvimos que conformar con una serie de seudónimos farsantescos que nos ofrecen perlas de sabiduría como las que a continuación reproducimos y comentamos:

"... si se supone que descendemos del mono como se explica uno la explosion subita de inteligencia y conciencia que sufrimos tan de golpe..."

Ni mencionemos la ortografía y el desdén por la gramática. Si en vez de perder el tiempo en forillos delirantes este corresponsal se ocupara de estudiar alguna ciencia, digamos, por decir algo, la paleoantropología, se enteraría de algunos hechos asombrosos que en su escuela le han ocultado (si es que se apareció por la escuela, cosa que estaría por verse): 1) no descendemos del mono, 2) no hubo una "explosión súbita te inteligencia" sino un proceso de algunos millones de años que ni siquiera en términos evolutivos es asombrosamente rápido, 3) que hasta donde sabemos no hubo una, sino dos especies inteligentes, lo cual demuestra que el tema no es tan asombroso.

Pero, por supuesto, esta alma cándida está apasionada por la idea de que hubo unos extraterrestres que "nos trajeron" a la Tierra. Esta alucinación no está basada en ningún hecho ni en ningún conocimiento científico, sino que por el contrario niega toda la información comprobable, científica y sólida de la biología evolutiva, la paleoantropología, la anatomía comparada y otras disciplinas serias que nada tienen que ver con la ovnilatría. Pero como esta tontería mayúscula está avalada por la "Sociedad Española de Investigaciones Parapsicológicas", lo ha cautivado.

(Por cierto, metiéndonos a hacer espeleología mental en el membretillo que es la SEIP, estamos reuniendo datos dignos de la comicidad involuntaria más desatada. Ya los publicaremos.)

"El próximo lunes dia 8, en el canal #seip_misterios del irc-hispano, a las 23:00, Josep Guijarro, subdirector de la revista "Más Allá" y director del programa "Enigmes y Misteris" de RNE, nos hablará sobre este apasionante tema."

Esto sí es ciencia pura. Ni más ni menos que el grumete de Javier Sierra hablará sobre "Abducciones extraterrestres". ¿Que nadie ha demostrado que ninguna nave extraterrestre haya aparecido por nuestro planeta? ¡Qué más da, seamos objetivos y babeemos por las afirmaciones subjetivas de algunos vividores! ¿Que todos los abducidos que se dejan investigar resultan unos farsantazos con ganas de ganar dinero sin trabajar? ¡Por favor, si ya sabemos que los promueven personas que funcionan de pura buena voluntad, como Josep Guijarro, que nunca ha cobrado por ofertar taradeces en su chiringuito!

"Hace más de un año, por circunstancias de la vida hice sin querer algo con velas negras y unos conjuros de un libro siendo mi religión la cristiana. Esto me persigue y lo noto en mi. Ya no solo me habla, guia mis actos, no me deja pensar ni sentir, me habla de muerte y me asusta, fui a un psiquiatra pero mi sorpresa es que no estoy enferma porque me ha cambiado las cosas de sitio y cosas que me da miedo contar."

Esto ya no se presta a la burla sino a alarma social. Tenemos a una chica, joven según parece, que se ha tragado el abono agrícola que expenden estos desvergonzados, que ha sido víctima de la inaudita ambición de los medios de comunicación que, con tal de arrancarle un euro más al ciudadano de a pie, no tiene empacho en darle espacios a las mentiras de brujos y esperpentos de toda laya que balbucean necedades sobre conjuros y velas negras que pueden impresionar a personas de buena fe, cuando ellos saben que se trata de invenciones para sanguijuelear carteras ajenas. Eso y sitios como éste de "Investigaciones Parapsicológicas" (mayúscula majadería porque ni investigan ni la parapsicología es una ciencia que pueda investigar nada) pasan a joderle la vida a gente cuyo único pecado es creer lo que le ofrecen a modo de "verdad" tanto los medios de comunicación como los desvergonzados vividores y los pobres ingenuos que se creen a pie juntillas cualquier fumada.

No son menos aterradoras las respuestas que esta víctima recibió de los demás habitantes del forete:

"si crees que tu caso es grave, busca a algún grupo que se pueda dedicar a investigar esos temas, yo no te puedo ayudar porque lo desconozco, pero buscando en internet podrás ver que hay muchos como: SEIP, Hepta, RHOI, etc..."

La lista que ofrece este tipo anónimo, por supuesto, no es de gente seria y ocupada en ayudar a personas que tienen problemas de percepciones ilusorias promovidas por sitios sin escrúpulos.

Al menos hubo una persona que le dijo que consultara con un especialista en salud mental, pero eso suena a poco habiendo cosas como "SEIP, Hepta, ROI" y demás mamadas.

"es muy simple, y más en este fenómeno, que puede ser captado en laboratorio con diversas técnicas controladas: que esos científicos prueben, y que después, en caso de lograr intrusiones, las analizen convenientemente. Quizás se lleven una sorpresa, al igual que se la han llevado los científicos e investigadores que hasta ahora se han molestado en hacerlo."

Esto, que se refiere a la engañifa de las "sicofonías" (más datos en este mismo blog) merece capítulo aparte, dejando antes de lado la monumental mentira de que hay verdaderos "científicos e investigadores" que se hayan sorprendido con este cuento de médiums del siglo XIX.

Uno supondría que las maravillas para anormales serían asunto de todos los seres humanos. Es decir, que los fenómenos que se presentan en Barranquilla, Colombia y los que se pueden estudiar en Badiraguato, Sinaloa o en Santiago de Compostela, Galicia son los mismos: iguales espíritus y fantasmillas sin fronteras. Pero no, esto está sujeto a las moditas y a los caprichos de los negociantes de turno. Las "psicofonías" son una majadería que vende mucho en España pero no "suenan" igual en otros países. Es una forma de charlatanería que ha florecido con especial vigor en tierras ibéricas.

Y así, por el estilo, va esa cosa cuyo deplorable nivel puede explorar por usted mismo y donde "Los mejores parapsicólogos del mundo" (¿y por qué no decir "de la galaxia" o "del universo"?) se dedican a intercambiar papasadas, a malencaminar a víctimas de engaños y a darse palmaditas en la espalda sintiéndose importantes, creyendo ser científicos (desconociéndolo todo acerca del método y procedimientos de la ciencia, por supuesto) y soñando en convertirse en engañabobos dignos de cobrar en la televisión como sus héroes. Como dice uno de los corresponsales:

"Hola lo primero me encanta esta pagina a mi todo lo relacionado con este tema me encanta sobre todo las sicofonias alla va mi pregunta ¿que tengo q estudiar para poder ser parapsicologo?¿y q he de hacer para ser investigador del S.E.I.P.?"

Y, con toda tristeza, le respondemos: Vas por muy buen camino perdiendo el tiempo en este espacio de desocupados, pero te va a costar bastantes euros antes de que tú, también, empieces a cobrar.

marzo 27, 2004

El "psíquico" y la bomba en el avión

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Imagínese usted que está a cargo de la seguridad de un aeropuerto y recibe una llamada que le dice, más o menos, lo siguiente:

"Pues verá usted, resulta que yo soy psíquico o vidente, es decir, que poseo poderes mentales asombrosos y maravillosos para ver el futuro y aunque mis maravillosos dones ultraterrenales y supranaturales no me sirvieron para ver el atentado de las Torres Gemelas, ni el de Bali, ni el de Madrid, ni siquiera para sacarme la lotería, fíjese que los espíritus me han dicho que tal vez, quizá, haya una bomba en el avión que va a hacer el vuelo número tal, de modo que mejor deje a un par de cientos de inocentes en tierra y movilice a todas sus fuerzas antes de que ocurra una desgracia."

Para tomarse tamaña parrafada de abrazafarolas en serio, usted debería ser:
  • Fanático de las más descabelladas alucinaciones y lector de las papillas mentales de Javier Sierra

  • El encargado de seguridad más inepto desde el retiro del Inspector Clouseau

  • Un pusilánime de proporciones ciclópeas

  • Todas las anteriores.

Algo así debe haber sido la persona que recibió una llamada este 26 de marzo en el Aeropuerto internacional sureste de Florida, en Fort Myers. Un autoproclamado psíquico (pero, pregunta uno, ¿es que acaso no todos los psíquicos son autoproclamados?) dijo que "tal vez" había una bomba en el vuelo 1304 de American Airlines.

La serena, inteligente y ponderada decisión tomada fue la de revisar el avión con perros entrenados y personal especializado, lo cual puede ser algo excesivo. Pero, pensaría uno, si el que llamó está tan orate como para sentirse poderoso y hacerle caso a las voces que escucha en su cabeza (cosa que en psiquiatría tiene su nombre), existe la posibilidad de que esté lo bastante demente como para poner la bomba.

Pero por suerte no hubo bomba. Los perros olisquearon la nave y luego procedieron a olisquearse el culo entre sí, actividad que hallaban más efectiva. Los especialistas no vieron ninguna bomba. Entonces se prolongó la búsqueda. ¿Qué tal que la bomba era invisible? O acaso estaban esperando que llegaran unos médiums para conectar con el espíritu de la bomba y decirle que siguiera la luz y descansara en paz. O necesitaban que los extraterrestres bajaran con música de John Williams y revelaran la existencia de la bomba y el significado de las pendejadas que braman los síquicos.

Como dijo Doug Perkins, administrador local de la dirección federal de la Administración de seguridad en el transporte local: "En estos tiempos, no podemos ignorar nada. Queremos tomar las medidas correctas".

Vaya usted a saber qué confunde este tipo con "medidas correctas". El caso es que la búsqueda se prolongó tanto que se les pasó el horario de trabajo a algunos miembros de la tripulación y se canceló el vuelo para júbilo (suponemos) de los 128 pasajeros que deseaban ir a Dallas, Texas.

Por supuesto que no se dio el nombre del oligofrénico que hizo la llamada ni el del inocente que la recibió.

Pero eso sí, ahora se sabe que si usted quiere paralizar al país más avanzado del planeta, si quiere sumir en el miedo y la angustia a la nación que tiene más Premios Nobel de ciencias que ninguna otra en el mundo, si se ha propuesto torpedear a la primera democracia de la era moderna, no necesita ser Bin Laden ni Saddam Hussein.

Basta que sea un onanista mental dotado de un teléfono y hará de estos tipos lo que se le dé la gana.

Y luego se pregunta uno dónde están las armas de destrucción masiva. Quizá sean invisibles, a que no lo había pensado usted.

El castillo de los dementes ociosos 2: concurso de payasadas

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Ante la indiferencia de un público que, en un alarde de inteligencia sumamente interesante, no le encuentra el chiste al programilla de "El castillo de las mentes prodigiosas", los diez caraduras que allí habitan se han empeñado en un concurso por decir babosadas que hagan a alguien suponer que realmente los allí presentes tienen algún poder de algún tipo (además, se entiende, del poder de separar a almas cándidas de su honradamente ganado dinero).

El concurso de estupideces no podía ser más revelador de la baja estofa de los participantes.

Paco Porras, el "charlatán-esperpento" menor, inició las hostilidades diciendo que si no le daba el sol se iba a convertir en vampiro, mayúscula sandez que los otros nueve vividores tragaron sin soltar la carcajada. Como veía que eso le atraía la atención, el tal Porras empezó a decir que el techo se había caído sobre los invitados no debido a que el escayolista o yesero era un chapuzas que no dominaba su oficio, sino porque alguien era "gafe".

El mito primitivo del "gafe" es como el del "mal de ojo" producto de la ignorancia mezclada con el miedo, combinación altamente explosiva. En resumen, la idea es que una persona "atrae la mala suerte" y mediante esa horrible característica perjudica a los que la rodean, con lo que se le aísla socialmente.

Tal bobería podía afectarlo a uno tremendamente en su vida social en otros tiempos, cuando se creía ampliamente en tales supersticiones, se quemaban herejes y se pensaba que la Tierra era el centro del universo.

Sin haberse enterado de que el planeta no es plano y llano, sino esferoidal, el equipo de rancios obsoletos estuvo de acuerdo. El Paco dijo primero (porque es vidente) que el gafe era hombre y no era español, pero más tarde decidió que la impresentable española Josefina Valero, que vive de parasitar la memoria de Diana de Gales, le caía mal y, olvidándose de su tronante predicción previa, la declaró gafe, con lo cual los demás le retiraron el saludo.

Claro que eso no se podía quedar así. Leevon "Kennedy", la asombrosa mujer de plástico, dijo que había sido ella y no ningún gafe el que había tirado el techo. Su potencia psicokinética se vio desatada por la envidia que le tiene "un estafador" al que identifica como el "Conde Luconi". Desde sus ya muchos años de experiencia, la supuesta hija de John F. Kennedy y Marilyn Monroe acusó al tal "Conde Luconi" de no serlo (¡sorpresa generalizada!, ¡ayes de asombro del público!, ¡qué increíble que un chupapitos de tercera que vive de desangrar ingenuos no sea conde!) y aprovechó para acusarlo de ser un argentino dedicado a dar "golpes" (se entiende que delictivos, no de boxeo) en los años 80 en su país natal (país que a sus muchos sufrimientos ahora tiene que agregar el de ser la cuna tanto de la tal Leevon, que según nuestros cálculos se llama Emerenciana y su padre, antes que presidente de los Estados Unidos, debe haber sido parte del malevaje porteño, como ahora del "Conde" Luconi).

Hecha esta parte de la crónica, uno se detiene y relee lo escrito. ¡Cuántas estupideces! ¿Es que en serio hay personas de verdad, de carne y hueso, que parecen normales y que acudan a estos personajes para que les resuelvan "sus problemas" cuando éstos miserables no pueden resolver ni la tabla de multiplicar del 7? ¿Quién, se pregunta uno asombrado, y a causa de qué defecto pavoroso en los sistemas educativos de todo el planeta, puede acercarse sinceramente a un mamarracho como Porras, a una simuladora como la Leevon o a cualquiera de esa colección de adefesios y confiarle su salud, sus cuitas amorosas, sus angustias personales? ¿Qué errores se encuentran en las bases mismas de las sociedades humanas del siglo XXI como para que estos bastos esquilmadores tengan a su disposición suficientes clientes qué desplumar para darse la gran vida pese al avance del conocimiento y de la democracia?

Quizá este desfiguro es un aviso de que debemos prestar atención más cuidadosa a los elementos que conforman nuestros cimientos como civilización...

... o quizá simplemente sea y deba ser motivo de burla y chascarrillo porque tomarse en serio a estos impertinentes es quizá una impertinencia en sí mismo.

Allá se van los diez dementes, allá siguen, discutiendo si los espíritus comen y hablan o no, o si la bruja Lola tiene caído el culo (tema apasionante que pone en su justa dimensión lo prodigioso que es que a lo que dormita en el interior de los cráneos de esta manada de esperpentos se le pueda llamar "mente").

Es la televisión del siglo veintiuno, son los líderes espirituales de cientos de desesperados que no encuentran en los cauces normales de la convivencia el aliento necesario para entender su mundo y vivir de la mejor manera posible.

Porque, y esto es lo más angustioso, esta banda de espantajos saldrá del supuesto castillo para encontrarse con una larga fila de víctimas dispuestas, asombradas porque no sólo éstos hablan de espíritus, poderes, telekinesis, predicciones y mamadas similares, sino que además salieron en la tele, y por tanto son merecedores de admiración, respeto, entrega de billetes y virginidades (o no tanto), confianza absoluta y amor discreto y reverencial.

Eso sí escalofría y mata el buen humor. Sí, son unos perfectos descerebrados, unos descarados sin valores ni redención, pero son sin duda alguna triunfadores según las reglas que se le han impuesto al mundo. Como Bill Gates o George Bush. Quizá habría que invitar a estos dos personajes a completar la docena mágica o trágica de mentecatos perjudiciales del "castillo" de las "mentes" "prodigiosas".

marzo 25, 2004

El castillo de las mentes codiciosas 1: el elenco

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Decíamos el otro día que el más reciente reality show perpetrado por la televisión española era de una estulticia monumental.

Nos quedamos cortos. Es mucho peor.

La tontería llamada pomposamente "El castillo de las mentes prodigiosas" es el refrito número 763 de la idea del Gran Hermano (o Big Brother), ahora con base en la brillante idea de que si se mete a un hato de charlatanazos en una casa a vivir juntos, el público televidente seguirá apasionado su convivencia cotidiana.

En su primera noche, los expertos en fenómenos para anormales encerrados en la casa (que no castillo) hicieron una bonita sesión espiritista con toda la parafernalia, misterio y boato propios de esas ocasiones, y todo habría salido a pedir de boca si se hubiera presentado así fuera un espíritu de séptima categoría.

Pero, ante la sorpresa de absolutamente nadie, no hubo espíritu presente y la primera noche en lo que promete ser el más aburrido reality show de la historia de la televisión acabó en un largo bostezo.

Al día siguiente, demostrando que su capacidad de ver el futuro es más o menos la capacidad que tenía Hellen Keller de lanzar cuchillos, un trozo del decorado se les vino encima y a punto estuvo de averiar a una de las invitadas. Afortunadamente, el golpe lo recibió en la cabeza, o sea que no afectó ningún órgano vital. Como no lo predijeron, se empezaron a pelear a ver quién había "provocado" el incidente.

Veamos quiénes son los estafadores que componen esta pandilla de cínicos a sueldo, con algunos detalles de sus biografías "oficiales" según aparecen en la "página Web oficial" de la emisión.

Astyaro, embaucando a la madre patria

Este tipo, que asegura ser mexicano, para vergüenza de todos los que traemos pasaporte de la tierra azteca, asegura que su nombre completo es Astyaro Delstrego, motivo suficiente para el parricidio, pero en realidad no se llama así.

Hábilmente, en su página Web mexicana dice que ha triunfado en España mientras que en España jura que es, nomás "uno de los mentalistas más prestigiosos de México", cuando en realidad sólo lo conocen cuatro o cinco hebefrénicos y sus víctimas, claro.

Dice la página Web oficial de ECMP (El Castillo de las Mentes Prodigiosas. o bien Estrepitoso Cuento para Manipular Papanatas, que es más o menos lo mismo): En un programa de televisión predijo la caída del PRI y la llegada al poder del presidente Vicente Fox. La predicción estuvo en una caja fuerte dónde constaban incluso la diferencia de votos del ganador.

Deje usted que predecir que Fox iba a ganar después de una campaña de cinco años con millones y millones de dólares de presupuesto introducidos ilegalmente en la campaña y frente a un adversario tan desprestigiado y lamentable como el PRI era algo que cualquier mexicano le podía haber dicho sin cobrarle ni hacerse publicidad.

Pero el cuento de la caja fuerte y la diferencia de votos es un embuste excepcional. Tanto que no se atreve a repetir la engañifa en su sitio Web mexicano, donde nomás dice que "predijo el triunfo" de Fox y "el porcentaje de votos", pero sin caja fuerte, ni programa de televisión. Y yo digo que mi poder mental provocó el más reciente triunfo del Deportivo de A Coruña, total.

Por supuesto, además de fingirse místico holístico, este tipo anuncia descaradamente en su página: "Astyaro presenta sus misterios en español, inglés o francés, adaptándose a sus necesidades especificas. Sus clientes e invitados se mantendrán en el borde de sus asientos mientras son testigos de las más sorprendentes demostraciones de lo inexplicable."

O sea, es un mago de escenario con ganas de mucho dinero, como Uri Geller.

Por cierto, en Internet las únicas referencias a este engañabobos son sus propios anuncios y páginas, una nota del diario Milenio que muestra que este místico huyó cobardemente de la posibilidad de hacer una sesión espiritista para contactar con Francisco I. Madero (iniciador de la Revolución Mexicana y, por cierto, espiritista), una página en la que un argentino inteligente se burla de las pretensiones mamertas del embaucador y poco más.

El "conde" Luconi: impostor a la carbonara

Carlo Luconi asegura ser conde, lo cual no sería de notarse a no ser porque no tiene ningún título nobiliario y en Internet nomás aparece su página relacionada con su nombre.

Su biografía en la página del programa termina con estas apasionantes palabras: "El Curriculum de Carlos Luconi es impresionante: Doctorado en Parapsicología en Buenos Aires, fundador del Instituto Hispano Americano de Parapsicología (1993), tiene en su haber numerosos premios del mundo de la parapsicología y ha escrito varios libros sobre el tema, ha tratado a infinidad de famosos y personajes de la jet set".

Eso de ser "Doctor en parapsicología" es como ser "ingeniero de ubres invisibles" o "contador de cuentos". Se trata de una disciplina imaginaria y pretenciosa. El supuesto "Instituto Hispano Americano de Parapsicología" es, por otro lado, un chiringuito sospechosísimo del que sólo se sabe que vende cursos de "poder mental" con "técnicas subliminales" (interesante mito derrumbado hace años por la psicología seria) y poco más, probablemente porque no sirve más que para darle lustre y bombo a este rufián.

Respecto a que atiende a personas del jet set suponemos que es para que usted se sienta bien sabiendo que le está sacando su dinero alguien capaz de verle la cara a personas tan inteligentes como las que suelen salir en las páginas de sociales o las revistas del corazón. Usted sabe, luminarias de la inteligencia y el pensamiento crítico como los hijos de Julio Iglesias.

Divino Otelma: desvergüenza marinara

Con este nombre asombroso se presenta otro italiano con desapego hacia el trabajo que, con toda modestia y según la página Web del programa, " es considerado el Máximo Ocultista viviente y Mago de Magos".

No dice quién se ha podido meter tantos miligramos de LSD como para considerar así a don Divis, pero seguramente esta afirmación caerá mal entre sus colegas, todos aficionados a considerarse "los máximos loquesea" para vender más timos, pero el hecho es que en Internet apenas se le menciona en sus propias páginas promocionales.

Seguramente es su mamá la que lo considera " el Máximo Ocultista viviente y Mago de Magos".

Pero, además, este regordeto soplaflautas es "Presidente Europeo de la Ordre des Occultistes d'Europe (O.D.O.D.E) y Presidente Nacional de la Orden de los Ocultistas de Italia - (O.D.O.D.I.)", sarta de memeces que sólo significan que, de cuando en cuando, se toma unas copas con otros embaucadores, se ríen de sus víctimas y se otorgan títulos rimbombantes.

Josefina Valero: anuncia sus propias metidas de pata

Esta española ya entrada en años y carnes vivió al parecer como una persona honesta durante años, hasta que un día se hartó, inventó que la "piedra central" de Stonehenge le dio una "descarga eléctrica" y se lanzó a ordeñar incautos.

(Por favor, nadie desilusione a tan insigne desvergonzada informándole que Stonehenge no tiene una "piedra central" por tratarse, precisamente, de un círculo de dólmenes que, como los círculos, los donuts (o donas) y los cerebros de los videntes suele estar totalmente vacío.)

Ahora afirma sin pudor alguno que Diana de Gales fue su "clienta" (cosa que no sería rara, las vidas de los ricos, famosos y poderosos suelen ser tan vacuas que con frecuencia acuden a charlatanazos de todo tipo).

Donde realmente patina de fea manera doña Chepina es cuando asegura con una mano en la cintura (mientras con la otra le saca la cartera a un "cliente") que incluso después de venir a España a poner su negocito, siguió en contacto con Diana y la vio tres veces más, "una de ellas poco antes de su muerte".

Pero por Tutatis, doña Chepa, eso se llama autogol, gol en propia puerta o agarrarse los dedos feamente con la puerta.

¿Nos va a decir usted (usted que tiene las especialidades, nomás, de "tarot, runas, regresiones, hipnosis, medicina natural y psicología alternativa" que siendo tan fabulosa vidente se reunió con Diana de Gales y no le avisó que se cuidara de huir de los fotógrafos porque iba a sufrir un accidente mortal? ¿Pues qué clase de vidente viene siendo usted?

Por supuesto que, sin fijarse en esa minucia (porque mire a usted que la profecía de un accidente mortal es de las más valiosas que le puede hacer un verdadero profeta de los que no existen), la Chepa ha anunciado que seguirá lucrando con la muerte de la princesa de Gales perpetrando una biografía más sobre este personaje.

Una perla mayúsula digna de este collar de joyitas del despiporre y el embeleco.

Leevon Kennedy: la trápala de las pampas

Desde Argentina viene esta rubia, 45% persona y 55% silicona, con la mayúscula milonga de que es "la hija de John F. Kennedy y Marylin Monroe", con lo que demuestra al menos que en el tema de las afirmaciones desproporcinadas, le vienen guangos los condes, los divinos y los demás inquilinos de este zoológico de mentes prodigiosas (y dementes peligrosos).

Además de esta fresca mentira tamaño mamut lanudo, ha estudiado teatro con Vittorio Gassman, ópera en La Scala de Milán, su madrina artística es Tina Turner, además es artista plástica y, por supuesto, "Dice que trabaja para el Palacio de Buckingham, para el sultán de Brunei y para grandes personalidades de su país. Asimismo dice que ha hecho ganar a un candidato presidencial, cuyo nombre no puede revelar por ética profesional."

La palabra "ética" en boca de estos personajes es más o menos como recibir un discurso contra las drogas por parte de un Rastafari jamaiquino que, mientras habla, se fuma a grandes bocanadas un churro o porro de mariguana del tamaño de un poste de teléfonos.

Pero allí no se detiene esta mujer (que suponemos que no dice que es Premio Nobel de física y literatura por mera modestia), sino que cierra su joyero de falsificaciones con esta gema: "Viaja a menudo a San Pablo (Brasil) requerida por el presidente Lula".

Suponemos, claro, que una persona inteligente y con cosas importantes que hacer como Luiz Inacio Da Silva, mandará seguido a ésta y a otras oligofrénicas a "San Pablo", para que no le estén jodiendo la marrana mientras él gobierna la nación desde su capital, que sigue siendo Brasilia.

Y, claro, si usted se cree que alguien que trabaja para el sultán de Brunei es una casposa tan lamentable que acepta exhibirse en un programa como el que nos ocupa, probablemente usted estaría dispuesto a comprarnos el puente Golden Gate de San Francisco, por lo cual lo invitamos a que nos escriba diciendo cuánto puede pagar y lo tendremos en cuenta.

Lola Montero: búrlense pero páguenme

Lola Montero, mejor conocida como "La bruja Lola", saltó a la fama cuando el programa de TV "Crónicas marcianas", uno de los más exitosos de la TV española, la empezó a agarrar como motivo de burla, befa, mofa, escarnio y pitorreo.

Vivía esta brujilda en el mediocre anonimato, chupándole la sangre a sus inocentes presas mediante un programita de lecturas de tarot y mamarrachadas similares en la televisión andaluza. Pero alguien descubrió que era un cómico personaje altanero, arrogante y malhumorado que amenazaba a quienes se burlaban de ella con malévolos hechizos y atroces maldiciones, además de caracterizarse por no haberse peinado en los últimos 50 años, de modo que la convirtieron en blanco de las mojigangas y el choteo más irreverentes.

Al final, quizá avergonzados por la chunga nocturna a la que sometían a la anciana hechicera (o a la vieja bruja, según se vea y dependiendo de su crianza y educación), la empezaron a llevar al programa, donde dio rienda suelta a sus ataques de furia y empezó a cobrar dinero de verdad, mucho más allá del que obtenía como cartomanciana de pueblo.

Parece que le gustó, y vuelve por más.

Paco Porras: ensalada de sandeces

Este representante de la variedad conocida como "charlatán-esperpento" asegura sin ningún recato que ha estudiado "Fitoterapia, Botánica, Homeopatía y Naturopatía".

Por supuesto que despropósitos como la homeopatía y la naturopatía no se estudian en ninguna universidad de verdad, sino cuando mucho (y ya es decir) en círculos de cófrades de la mafia farfullera que se preparan para el desplumado de almas cándidas. Pero en general estos mantenidos y lenones de las angustias ajenas no estudian nada, nomás se adjudican un título, chance se imprimen el diploma en su Epson y se ponen a cobrar, sin haber estudiado tampoco botánica, porque es de dudarse que este pregonero de zarandajas conozca la diferencia entre una monocotiledónea y un helecho.

Famoso por fingir que lee el futuro en frutas y verduras que corta en presencia de sus víctimas, tiene la desfachatez de asegurar que "es profesor en el Instituto de Astrología Médica y Ciencias Parapsicológicas de Madrid", institución que nadie conoce y, para remate, jura que ha "contribuido a mejorar la salud del Papa", lo cual sólo podría hacer no con la sofrología (terapia del sueño) que dice usar, sino con la terapia de la risa a la que mueve en cuanto asoma su presencia ratonil en los medios de comunicación.

Igualmente es conocido por haber sido exhibido de fea manera en un programa de cámara oculta, donde se demostró la forma irreverente y cruel con la que les saca el dinero a los inocentes que acuden a su "consultorio".

"Profesor" Mercury: sinfonía de timos

Este zampabollos, que ni es profesor ni se llama "Mercury" ni es inglés, es un vividor español llamado Manuel Guerrero Carabantes, que nunca consiguió como guitarrista y compositor ganar tanto dinero como anhelaba (por no decir que era un mediocre rascatripas), razón por la cual se pasó al mundo de la estafa mística, entre otras ofensas a la razón ofreciéndole a las bastas mentes que lo aplauden una supuesta "astromúsica", que simula componer música según la fecha de nacimiento de una persona, vaya usted a saber para qué carajos (aparte de cobrar).

Afirma ser "director del Centro de Reiki Amor y Sanación Universal", institución inexistente pero que suena muy sobrecogedora y seria, y presume de ser amigo de Julio Iglesias, logro éste que tampoco tiene ninguna importancia.

Santera Miguelina: esquilmadora tropical

Miguelina Noboa Cadet empieza tratando de hacernos tragar el cuento de que viajaba a Cuba a aprender santería en tiempos en que la revolución cubana todavía tenía ideales y cuando la santería se mantenía en la represión y la marginación, pero la verdad es que si usted sabe tanto como para estar consciente de la historia reciente de Cuba, no le interesa como cliente a esta salsera del desfiguro.

Dado que no tiene ni la más remota idea de lo que es la metafísica (rama de la filosofía totalmente respetable), asegura impúdicamente que tiene amplios conocimientos de metafísica. El hecho es que esta mujer estudió y empezó a trabajar desde muy joven, pero al parecer eso de ganarse el dinero con el sudor de su frente en una cadena de discotecas no le prestó, de modo que en 1999 se pasó a vivir del cuento poniendo una "tienda de esoterismo" donde pudo apreciar que la clientela era tan cándida e ingenua que la podía tomar por mistica, cosa que aprovechó para lanzar su carrera de engañabobos.

Santi Molezún: del armario al desplume de ingenuos

La decena risible se completa con este modisto y empresario de drag queens que se ocupa de avergonzar a todos los homosexuales y drag queens honrados y trabajadores de este mundo.

Entre sus fumadas más desternillantes está la de hacerle un estudio esotérico a sus clientes para, con base en sus sesudas conclusiones, confeccionarles ropita que les cambie la vida.

Innovador en el mundo de la tecnología, desde 1996 trasquila a sus víctimas mediante un tarot telefónico "basado en las tendencias sexuales de cada persona", negocio fraudulento que, asegura, "causa furor en el mundo homosexual. Actualmente tiene 1600 líneas en funcionamiento. También trabaja en Internet y
dice ser el primer 'Brujo Cibernético'". Si alguien tiene el mal gusto necesario para ver a este ejemplar sin ropa, puede entrar a su Web personal y pasarlo mal en serio, además de encontrarse a cada clic con una nueva oportunidad de incrementar la fortuna personal de este calvo sinvergüenza.

Y empieza el desfiguro

Si éstos diez especímenes son "mentes prodigiosas", uno entiende con facilidad por qué se le da más importancia a Paulina Rubio que a un Premio Nobel de Física. Lo único verdaderamente prodigioso de esta colección de cretinos es que haya gente dispuesta a darles dinero después de verles la falsaria jeta y de comprobar que sus disciplinas esotéricas, místicas, síquicas, videnciales y ultraterrenas son más falsas que un dólar con la cara de George Bush.

Pero al menos mientras estén encerrados en la casita disfrazada de castillo, con sus cerebritos malignos disfrazados de "mentes prodigiosas", no podrán hacer más daño del que hacen en sus "consultas" y hasta puede que algunas personas se den cuenta de lo sublimemente groseras que son las afirmaciones y despropósitos que venden estos verdaderos maestros de la desvergüenza.

Seguiremos informando.

marzo 24, 2004

Otra exprimida al cuento de la hipnosis

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"¡Alárguese el pene!"

La afirmación no viene en uno de los millones de correos electrónicos fraudulentos que llenan de basura el ciberespacio, sino del monarca de los pesos pesadísimos de la farsantería española, Javier Sierra.

Con el espectáculo lamentable que llevó a la televisión el jueves 18 de marzo, Sierra ejemplifica perfectamente uno de los trucos más socorridos de los embusteros profesionales: hablar de cosas magníficas, milagrosas, impresionantes, asombrosas y tremendas... y sustituirlas luego por dos o tres trucos de salón y datos vagos e imprecisos, cuando no manipulados y majaderos, con los que pretenden convencer a la gente de la verdad de sus primeras, excesivas, afirmaciones para luego pasar el sombrero con objeto de sacarle a los ingenuos su dinero.

Gato por liebre a precio de faisán dorado.

Compárese la afirmación de que "la telepatía permite a dos mentes comunicarse como si fueran dos walkie-talkies", lo cual verdaderamente escalofriaría de ser cierto, y compárese con los lamentables resultados experimentales conseguidos por tipos como J.B Rhine, en los que el parecido más vago entre lo que se le ocurría a un sujeto y lo que le "transmitía" otro se consideraba un éxito pitorreándose de toda decencia científica.

Pues en el mismo tenor, Javier Sierra empezó su semanal engañifa de fenómenos para anormales diciendo que con la hipnosis se puede hacer crecer los pechos de las mujeres y los penes de los hombres.

¡La hipnosis puede hacer realidad los anhelos sexuales de la humanidad! Caramba y zamba, que diría Violeta Parra. A ver, demuéstrenmelo.

A la demostración de tales maravillas, por supuesto, no llegamos nunca.

Lo que se nos mostró fue a un muchachito de vivaracha imaginación (como suelen serlo los mejores sujetos hipnóticos) que asegura que descubrió sus vidas pasadas gracias a la hipnosis. Según esto, vivió en el País Vasco en 1808, cuando se llevaron a sus hijos a la guerra contra Napoleón, y en el antiguo Egipto, cuando sus hijas murieron en alguna atroz epidemia. No explica en qué cajón lo guardaron durante los tres mil años que mediaron entre ambas "reencarnaciones", pero bueno, no se puede pedir todo. Lo que tampoco dice, y esto es lo más triste, es si le creció el pito mientras chapoteaba en sus fantasías.

El domador de este muchachito y por tanto el cómplice directo de Javiercito Sierra es un tal Pere Alcaraz, hipnotizador supuestamente "clínico", aunque su parloteo revela que es, principalmente, cínico.

Al tal Pere le traen a dos cómplices, paleros o compinches previamente "condicionados" o aleccionados con una "clave" para entrar en "estado hipnótico". Se dice que son del público, sin probarlo, claro.

El brujo hipnotista dice una palabra y los dos se descoyuntan en la silla como muñecos rotos, la cabeza floja con el mentón sobre el pecho, los brazos colgando inservibles a los lados, las piernas con las rodillas juntas, totalmente en asombroso y místico "trance"...

Pero ojo, no hay borracho que coma lumbre ni supuesto hipnotizado que se rompa la crisma a lo imbécil. Todos relajadísimos, la muchachita y el muchachito participantes en el fraudazo se mantienen bien sentaditos en sus sillas. Dicho de otro modo: se les aflojan todos los músculos que sirven para el show, pero no los que los mantienen fijos en la silla. Si se relajaran de verdad azotarían en el suelo como sapos mojados y probablemente se averiarían algo. Y no se trata de eso.

Cuando el hipnotista c(l)ínico va a empezar su show, el conductor Javier Sardá se acuerda que esto no iba de ver a dos tipos fingiéndose en trances esperpéticos, sino de que a los hombres les crezca el pito y a las mujeres las tetas. Ante la insistencia del conductor, el tal Pere tartajea dos o tres estupideces. Dice que para que crezca el pene se hace que hipnóticamente se "redirija el flujo sanguíneo" para que alimente el tamaño, y entonces, automágicamente, el cipote crece (obviamente esto es un insulto a la fisiología elemental, pero el hipnotista no está para saber de medicina, claro), luego tartamudea tres o cuatro palabras más y se sale por la tangente a toda velocidad para dar su espectaculito.

Qué pitos ni qué pitos, vea lo bueno.

Empieza por pellizcar a los "hipnotizados" y luego a uno le clava una aguja con el consiguiente sangrado. Eso demuestra que no sienten dolor "debido a la hipnosis" (es decir, demuestra que la sugestión funciona, o deja claro que el efecto placebo es real, o prueba de nuevo que la hipnosis es un fenómeno social y no un "estado de conciencia alterado" o incluso puede ser evidencia de la aplicación oportuna de una pequeña inyección de lidocaína en la mano del comparsa del hipnotizador, no hay modo de saberlo, se espera que usted le crea a éstos, después de todo, ¿cuándo ha dicho una mentira Javier Sierra?)

Las chusmas aplauden porque se los indica un azafato, la hipnosis queda "demostrada" porque lo repite hasta el hartazgo Javier Sierra, los compinchados despiertan "sintiéndose muy bien", como siempre y sonríen como chimpancés orgullosos de su truco circense y esperando que les den su plátano.

Con base en este espectáculo bastante menos que impresionante, Sierra suelta el cuento de que hay "varias clases de hipnosis", para diferenciar las de relejamiento de las de "regresiones" a vidas pasadas, donde siempre las víctimas vivieron cosas muy emocionantes (epidemias, guerras, momentos históricos) en lugares fantásticos e importantes (Egipto tiene mucho cartel, hay millones y millones que juran haber vivido en Egipto, pero nadie dice que vivió comiendo cocos y copulando sin novedad en el frente, digamos, en una isla diminuta en la Melanesia).

Claro que lo que nunca se consigue es una sola prueba.

Imagínese que encontráramos a un alucinado de éstos que haya vivido, digamos, entre los olmecas de Veracruz o los moches del altiplano andino y nos diera datos precisos, veraces y comprobables acerca de estas culturas tan desconocidas. Sería un ejemplo que realmente merecería que se diera crédito a sus delirios.

Pero no, igual que los "contactaditos", los que "reviven vidas pasadas" dan informaciones vagas, imaginarias e imprecisas sobre su entorno social e histórico, lo cual demuestra que no tienen idea de lo que están hablando, y que sólo han liberado su imaginación mediante una sugestión eficaz que nada tiene que ver con un "estado de trance".

Lo que se ha demostrado incesantemente es que una persona a la que se sugestiona con facilidad (el llamado "sujeto hipnótico") puede generar con facilidad falsas memorias de acontecimientos que evidentemente nunca vivió. Lo mismo pasa con los contactados a los que hipnotizan (empezando por Betty y Barney Hill, los fundadores de esta fantasía) y, claro, con las "vidas pasadas". Las más de las veces,estos ingenuos no están conscientes de que las memorias son falsas, pero sí lo están quienes los manipulan para exhibirlos como fenómenos de circo.

La hipnosis, lo saben los estudiosos de la sicología no es lo que dicen estos aprovechados, ni mucho menos "demuestra" la existencia de los extraterrestres ni la "reencarnación".

Y, por supuesto, no le hace crecer el pene ni las glándulas mamarias a nadie.

Lo que sí hacen la hipnosis y todo el arsenal de las supercherías ofensivas es darle su dinerito periódico a Javier Sierra quien, a cambio de ello, se supera en desvergüenza semana a semana para desgracia de los televidentes españoles, inocentes totalmente de las ficciones de estos vividores.

(Más datos sobre la hipnosis, en inglés, en el inmejorable Diccionario escéptico.)

marzo 23, 2004

La farsa piramidal

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Si usted le muestra a un experto en fenómenos para anormales una esfera, un paralelepípedo, un cilindro o un dodecaedro, encontrará que se trata de formas geométricas que lo impresionan más bien poco.

Sin embargo, si usted le muestra al "experto" una pirámide de base cuadrada, éste entrará en éxtasis, sudará, llorará, se azotará con un látigo de nueve colas, se dejará caer de rodillas (poniendo previamente un mullido almohadón de plumas) y afirmará que esa forma es maravillosa, excelente, extraterrestre, extramística, extrapotente, extratlántica, extranormal y extrageneradora de ingresos extra para todo desvergonzado que se respete.

¿Por qué?

Fundamentalmente como celebración de la ignorancia. Propia y ajena, faltaba más.

Pocas culturas antiguas están tan estudiadas como la de Egipto. Ya quisiéramos saber de Babilonia o del imperio de Nubia o de los olmecas la mitad que se sabe del Egipto antiguo.

Todo ese volumen de conocimientos, todos los resultados de años y años de investigaciones de arqueólogos y otros especialistas de todo el mundo son decididamente ignorados, desconocidos o convenientemente olvidados por esa raza especial que se autodenomina "piramidólogos".

Lo suyo es la ignorancia, vendida a precio de oro.

Imhotep, es el nombre del arquitecto de la tercera dinastía que pasa de la mastaba o túmulo funerario a la pirámide escalonada. Un verdadero innovador. Al cabo de un siglo, los arquitectos habían logrado superar la pirámide escalonada de Imhotep para llegar a las pirámides de Keops, Kefrén y Micerinos, más o menos en el 2500 a.n.e.

Las piedras que componen a las pirámides van siendo cada vez más grandes de la tercera a la cuarta dinastía, mostrando una evolución clara del proceso de construcción sin necesidad de extraterrestres. Vaya, que no era asunto de que un día, sin mediar proceso alguno, se pusieran a hacer la pirámide de Keops y a mover piedras que nunca habían movido. Hay un siglo de evolución arquitectónica allí, que los miembros de la familia mafiosa charlatanesca prefieren ignorar.

Por supuesto, las pirámides no son la única muestra de esta capacidad, están también los templos de Abu Simbel, construidos por Ramsés II (1301-1235 a.n.e), pero a ésos no los incluyen los embaucadores porque hay demasiados datos sobre ellos.

Y eso es lo que mata a estos pobres ingenuos. Desde que los primeros seudomísticos se ocuparon de las pirámides hasta hoy, hemos (a pesar de ellos) aprendido mucho sobre estas estructuras y los hombres que las construyeron. Hoy sabemos, por ejemplo, que las piedras de las pirámides egipcias están muchas veces firmadas orgullosamente por los equipos que las minaron, cortaron o movieron. No eran esclavos, eran canteros y albañiles orgullosos de su habilidad, que no verían con buenos ojos que se pretenda negar su existencia para sustituirlos por hombrecitos verdes (o, racistamente al estilo Von Däniken, por rubios de ojos azules que le arreglan los problemas a los morenos inferiores).

Pero ellos siguen en las teorías tartajeadas hace decenas de años por engañabobos que eran, al menos, más originales.

Olvídense de los "místicos datos" que dicen tener los oficiales de la engañifa y fíjense en la enorme cantidad de datos conocidos con certeza (y no conocidos gracias a estos soplaflautas, sino gracias a arqueólogos serios que sí hacen ciencia) que este hato de borricos persiste en pasar por alto.

Hace un montón de años, hubo un mexicano, cuyo nombre misericordiosamente creo haber olvidado, que escribió y vendió como pan caliente un libraco llamado Los secretos de la gran pirámide en los cuales hablaba de fantasías lobotomizadas como la "pulgada piramidal" y otras medidas convenientemente inventadas para que cuadraran con sus teorías y sacar como conclusión que la pirámide era una especie de "libro del futuro" llena de profecías aritméticas que él, siendo un genio, había descubierto pese a que los malvados arqueólogos se revolcaban en el suelo de la risa al escuchar sus payasadas (cosa que él traducía como que "la ciencia oficial cierra los ojos ante mis apasionantes descubrimientos").

Con el paso del tiempo, la sarta de estupideces que vendía como profecías fueron demostrando que no eran sino fantasías levemente psicodislépticas hasta que el libro quedó inútil.

Y eso que, según él, la pirámide había predicho con 100% de certeza todos los hechos anteriores a la confección de su ladrillo de patrañas.

Es lo que pasa siempre, las profecías funcionan hasta ayer. pero a partir de mañana son bastante imprecisas. Igual pasa con Nostradamus, por ejemplo, que después de ocurridas las cosas salen seis o siete expertos asegurando: "¡Nostradamus lo predijo, yo ya lo sabía!" (a lo que se contesta: "¿Y por qué no avisaste ayer, pedazo de sinvergüenza?").

Bueno, pues la pirámide no se mide en "pulgadas piramidales" ni fumadas similares. Los egipcios medían sus edificaciones en codos sagrados, no en pulgadas que se inventaron en Inglaterra en el medievo.

Por cierto, el delirio de las pulgadas piramidales se refriteó hace poco para asegurar que el 5 de mayo del 2000 en la noche, debido a una alineación planetaria (cosa a la que le tienen miedo estos anormales porque no entienden qué significa, pero que ocurre constantemente sin que pase nada) se provocaría un terrible "cambio en la tierra", que sería el fin del mundo "quizá", que habría más terremotos (¡de hasta 3 días de duración!), más volcanes y peor clima, con el inicio de la nueva era glacial.

Pues no.

La sarta de embustes que se han contado sobre las pirámides recorre todo el abanico de lo misticoide: las hicieron los extraterrestres... no, las hicieron los atlantes que se fueron a Egipto cuando se hundió su continente... no, las hicieron los egipcios para predecir el futuro (bueno, esto se refiere sólo a la de Keops, los charlatanes no se ocupan en explicar para qué son las otras dos grandes pirámides, ni les aplican sus mismas matemáticas delirantes)... no, es una batería cósmica que reúne energía mágica indetectable.

Me acuerdo de que hace años, un tipo integralmente hebefrénico predijo, en un programa de la televisión mexicana dedicado a las profecías para ese año, que en determinada fecha se abriría "una puerta dimensional" en la pirámide de Keops para anunciar el inicio de la era de la espiritualidad. Un año después, le reclamé en el mismo programa que no se hubiera abierto ninguna puerta dimensional, demostrando que era un descarado mentiroso o un caso para alguna unidad de siquiatría con espíritu aventurero.

La respuesta del tipo aclara perfectamente el nivel de peyote en sangre que se puede tener sin morir de alucinaciones: "Sí se abrió, exactamente en la fecha prevista, pero sólo lo pudimos ver los iniciados".

Así cualquiera hace predicciones, vaya.

Por supuesto, los rascahuele de la farsantería siempre hacen notar que todas las pirámides están orientadas geográficamente. Asombrosa observación, sin duda alguna. ¿Conoce usted algún edificio que no tenga orientación geográfica? Sobre todo si las culturas primigenias estaban todas descubriendo los cielos y la astronomía, y éstas disciplinas, mezcladas con la religión, eran la base de su cultura y sociedad... ¿qué esperaban?

Lo que no dicen (por su colosal ignorancia o por su no menos ciclópea mala fe) es que las pirámides de las distintas culturas tienen distintas proporciones y tamaños, se realizaron con distintos sistemas de construcción, se emplearon para distintos usos, representaban distintos significados religioso-culturales y sólo se parecen en una cosa aparte de ser todas pirámides de base cuadrada...

... una cosa misteriosa por la que todas las culturas antiguas que intentaron grandes construcciones hicieron pirámides...

... un secreto asombroso que revelamos aquí para que se lo lleve usted al piramidólogo más cercano a su corazón:

¡No se pueden hacer grandes construcciones sin modernos sistemas de construcción a menos que uno las haga piramidalmente!

Es así de simple: al no contar con técnicas que se desarrollarían posteriormente, la única forma viable de hacer estructuras que se acercaran al cielo era hacer pirámides. Los otros intentos se caían.

Trate usted de hacer un gran montón de naranjas y verá que la forma piramidal es la única que se presta para la tarea.

¡Milagro! ¡Extraterrestres! ¡Tecnologías asombrosas!

La forma piramidal es clara muestra del nivel ingenieril de las culturas que las hicieron, no son más avanzadas que eso, que no tuvieron acceso a conocimientos provenientes de otra galaxia ni a reactores nucleares o levitadores energéticos.

O sea que no se trata de apantallarse ante las pirámides, que nos dicen precisamente lo que podían (y lo que no podían) construir determinadas culturas en determinados momentos de su evolución.

Lo verdaderamente apantallante sería encontrar un rascacielos con vigas de acero en tiempos del faraón Zóser. Eso sí sería un misterio y no las divagaciones de estos papanatas.

marzo 09, 2004

Los embustes de Bill Gates: pagar por el correo electrónico

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En principio podría parecer extraño que se incluya al hombre más rico del mundo en un sitio dedicado a embusteros como Uri Geller, Walter Mercado, Rappel, Chaya Michán, Jaimito Maussán, Javier Sierra y demás fauna empeñada en vivir con lujo oriental sin tener que hacer lo que hacen las víctimas a las que parasitan: trabajar.

Pero eso, precisamente, es lo que ha hecho Bill Gates.

Bill Gates no inventó el sistema operativo original de IBM, el DOS. Lo que hizo fue primero venderle al gigante de la informática un cuento chino similar al de la cara de Marte, el fin del mundo o la curación del SIDA y, ya con el contrato "para hacer el sistema operativo", se fue corriendo con una empresa llamada Seattle Computer Products y les compró en una miseria su sistema operativo llamado Q-DOS, que simplemente adaptó para la PC de IBM y empezó a cobrar por no hacer nada.

Con el tiempo, Bill Gates se fusiló la idea de la interfaz gráfica de la MacIntosh de Apple (que a su vez se la había fusilado a Xerox) y le puso el nombre de "Windows", procediendo a vender un programa más que malo durante varias versiones (hasta la 3.11, que finalmente lograron hacer decente los asalariados de Gates).

Bill Gates y sus asalariados de Microsoft no han inventado absolutamente nada. El Explorer que ahora tienen todas las computadoras u ordenadores, con su plétora de agujeros de seguridad, se lo compró a la empresa Spyglass. Excel es una copia de la hoja de cálculo original, Lotus 1-2-3. Word es un refrito del programa de proceso de texto WordPerfect. Tampoco inventó las bases de datos, pero la recreó para Access; incapaz de hacer un programa de base de datos de tamaño gigante, le compró SQL a su competidor Sybase. Finalmente, el Messenger es la versión Microsofteada del primer programa de mensajería instantánea, ICQ, mientras que su Outlook copió a muchos programas de correo electrónico anteriores y, en especial, a Lotus Notes. Compró Hotmail por no poder crear un servicio igual de bueno (y la calidad de Hotmail se desplomó). Finalmente, su estrepitoso fracaso del X-Box no fue más que su deseo de imitar a Nintendo y a Sega, dos empresas prestigiosas y apreciadas.

Bill Gates no ha hecho nada mas que estar en el lugar correcto, en el momento correcto, con una codicia descarnada, una ambición ilimitada y una falta de escrúpulos a prueba de bombas que nadie más en el mundo de la computación tenía. Un mundo impulsado por soñadores, innovadores anticonvencionales, genios visionarios... del que se ha aprovechado un tipejo mediocre y convencional, impulsado por un deseo imbatible de ser alguien.

Probablemente lo que más le joda a Bill Gates es que pocas personas lo admiran. Y casi ninguna en el mundo de la computación (o informática). Ha demostrado ser un negociante despiadado y cruel, que lo haría todo por un dólar y mucho más por algunos miles de millones. Pero sigue sin ser nadie.

Ejemplo de la charlatanería desbocada de Gates es su ya casi olvidado libro The Road Ahead (torpemente traducido como Camino al futuro) donde el malcriadito de Redmond exhibía ante el mundo su visión del futuro.

Fracasó en todas sus profecías. Su visión resultó ñoña, boba, infantil, desprovista de genio, sin capacidad visionaria. Como siempre. Pero vendió muchos ejemplares y ganó mucho dinero con un libro malo. Como siempre.

Ahora, este fallido Nostradamus ha decidido aplicar su ignorancia y su desmedida ambición a detener el spam o correo basura.

Los virus han derrotado a Gates. Sus programas son tan malos que no pasa semana sin que su empresa tenga que publicar parches para evitar los problemas de seguridad que hacen de su sistema el más inseguro del mundo (otros sistemas, como Unix en sus distintos sabores, incluidos Solaris y Linux, o el MacOS, son mucho menos vulnerables).

Gates ha demostrado que lo puede comprar todo menos la originalidad para enfrentar los errores y fallas de los productos que desvergonzadamente sigue vendiendo desde una posición de monopolio ahora aprobada por el gobierno estadounidense.

Sus programas de correo electrónico no sólo son puertas de todo tipo de virus, gusanos, troyanos, zombies y demás engendros de los crackers (los hackers son otra cosa, dicen los que saben), sino que además son un buzón abierto a todo el correo basura del mundo.

En lugar de mirar hacia su propia empresa y preguntarse dónde está el error en sus sistemas operativos y programas, Gates pensó en lo único en lo que sabe pensar: en dinero. Y entonces su ausente genio diseñó una solución absolutamente brillante para evitar que haya personas que envíen diariamente dos o tres millones de correos jodiendo la marrana con anuncios porno, promesas de incrementar el tamaño del pene hasta que le dé tres vueltas al Maracaná, fraudes emprendidos por nigerianos que supuestamente nos invitan a expoliar a su patria ayudándoles a sacar millonadas mal habidas y otras cosas que recibimos todos en nuestros buzones. Su solución: cobrarnos por enviar correo electrónico.

Uno se acuerda del principio de El sentido de la vida de Monty Python, cuando un grupo de millonarios se muestran molestos porque hay todavía muchas cosas que se pueden poseer. Brillantes, los cinco cómicos británicos y su Maquiavelo estadounidense veían en el futuro a gente vendiendo agua o apropiándose de los "derechos de autor" del universo.

Bill Gates es así. No puede ver que alguien obtenga algo sin pagar por ello, y si de él dependiera, uno sólo podría respirar aire pagándole a Microsoft la licencia correspondiente de propiedad intelectual. Dejas de pagar un año y te mueres, y de pasadita dejas de estar jodiendo.

En su delirio, Bill Gates cree que el correo electrónico es gratis, y que entonces hay que cobrar por él. La idea es brillante: pasar de una red mundial a una red de diseñador, Members Only.

Pero alguien debería informarle a Billy que los seres humanos ya pagamos por nuestro correo electrónico.

Todavía no hay un proveedor de servicios de Internet que diga que sus servidores de correo no son negocio. A la hora de cobrar la mensualidad de Internet, pagamos el ancho de banda, el equipo, el personal, las computadoras, los programas (incluso los de Billy) y la electricidad para que funcionen los servidores de correo de nuestro proveedor particular.

Los proveedores de Internet suelen ser empresas boyantes, con resultados anuales que hacen ronronear a los accionistas. Cobran por el correo electrónico y cobran tanto que obtienen ganancias jugosas y sabrosas, aunque para ello tengan que dar un servicio y un producto infinitamente mejores que los que ofrece Microsoft.

Cuando Bill Gates se entere de esto, probablemente montará en cólera y se lanzará a comprar proveedores de servicio de Internet hasta convertirse en su dueño y único beneficiario.

Pero entretanto, la idea de cobrar por correo electrónico, en dinero o en tiempo (tiempo que uno ya paga) no es más que otra pesadilla de Bill Gates que puede representar un problema gravísimo no sólo para los privilegiados que tenemos una computadora en casa, sino sobre todo para las empresas que tienen la osadía de ofrecer acceso a Internet para los no privilegiados: los cibercentros, cibercafés, cafés Internet, cibers o como se llamen en su geografía, apreciado lector. Su negocio es precisamente permitir que muchas personas manden correos electrónicos desde sus máquinas, y quitarles segundos de acceso a Internet es quitarles ganancias. O sea que aumentarán los precios.

La idea de Gates es que nos quiten algunos segundos de Internet cada que mandamos un correo electrónico. Eso será maravilloso cuando estemos descargando por FTP un trabajo que nos puede representar un buen negocio o la simple supervivencia. Disfrutaremos de un mensajito de "Compadre, tu transferencia de 100 megabytes se detuvo en los 99 megabytes y 999 kilobytes y se te cortó el acceso durante seis segundos por el último correíto que mandaste, para que se te quite".

Pero el verdadero problema que inventa Gates con esto es que los enviadores de correo electrónico tienen un poco menos de escrúpulos que Bill Gates, así que no hay nada que impida que estos personajes aprovechen los miles de agujeros de seguridad de los programas del monopolio de Bill Gates para hackearle su máquina a cualquier ciudadano inocente y usar dicha máquina y la cuenta del incauto para mandar sus dos millones de correos electrónicos sobre porno, penes y estafitas.

Y, por supuesto, los que legítimamente tienen que mandar miles o millones de correos al día (los servicios de noticias, las empresas que venden en la red, como Amazon, resúmenes de periódicos, sistemas para compartir bugs como Bugzilla, etc.) serán los perjudicados. Es decir, los que no molestan.

Porque el problema no es "mandar millones de mensajes", sino el que los destinatarios no quieren recibir los mensajes.

Cuando a usted, lectora, lector, se le vuelva tremendamente lento su acceso a Internet y le aparezca el mensaje "No tendrás acceso a la red durante dos semanas por los correos que enviaste" (cuando no envió ninguno, pero le hackearon la máquina), acuérdese de que está en manos de un hombre que no ha hecho nada que no sea vender cuentos y ganar dinero. Su legado a la humanidad es inexistente.

De nuevo somos víctimas de una idea mal cocinada en el cerebro de Bill Gates, sin visión de conjunto, sin considerar su contexto social, geográfico, nacional (o más bien internacional) ni tecnológico.

Lo que hace que Bill Gates confirme su puesto inamovible como rey, envidia y modelo de todos los charlatanes, vagos y parásitos del mundo.

(Texto original enviado por email --gratis-- por Servando Medina.)