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septiembre 21, 2006

Fantasmas en Gijón

Actualización al 2 de octubre sobre la uyuyuyante Casa Cuartel de Aboño donde no pasa nada:
- No se pierda usted el brillante blog La Alucinación de Gylfi, al parecer de Javier Cuevas, que no sólo es vecino de Aboño, sino que sabe perfectamente lo que sí ocurre y lo que no ocurre alrededor de la Casa Cuartel comercializada por la trinca infernal GAIPO/Mundo Parapsicológico/Cuarto Milenio, y además lo cuenta de modo sabroso, como vecino ofendido y a la vez desternillado de la risa, con datos a tutiplén que los himbestigadores misteriológicos no consiguieron porque no les interesa para el negocio, pero que seguramente nos interesan a quienes no nos creemos que Íker Jiménez tenga la verdad agarrada por soleares. Javier es, me parece, uno de los escritores de ciencia ficción conocidos de Gijón, de los que hacen todos los años la recomendable Asturcon como parte de la Semana Negra. ¿Será? En tal caso hasta lo conozco.
- La Casa Cuartel presuntamente allanada por GAIPO y Cuarto Milenio ha sido destrozada, pintarrajeada, los muebles que quedaban han sido arrojados por las ventanas, hay algunos grupos de chavales que la "investigan" por las noches allí yéndose de botellón y a fumar cigarritos de la risa... eso sin contar a muchísimos chavalillos sin duda honrados y debidamente engañados que de pronto se sienten "investigadores" porque si los de GAIPO pueden, joer, ¡pues puede cualquiera..! Nada de eso preocupa a la banda de Cuarto Milenio, que se prepara para mostrar, ¡cómo de que no!, cierta fotografía nocturna de la casa cuartel con su infaltable fantasma Clase Jimenitos, tomada por alguno de los muchos visitantes que han seguido allanando, presuntamente, esa casa.
- Para el archivo: David González, capo de GAIPO, se inscribe en la parafacultd parajudicial de Bruno Cardeñosa y ha decretado, en el foro de Mundo Parapsicológico, que no hubo allanamiento porque no rompieron ningún candado. Ya sabe usted, si se mete en una propiedad privada, basta que no rompa el candado para que deje de ser allanamiento. Y si la policía lo detiene de todos modos, llame a GAIPO para que le hagan su defensa paralegal... con suerte le toca Bruno de abogado.
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Actualizaciones uyuyuy el 22 de septiembre:

Gerardo García Trío, en su blog Bajo el volcán reproduce algunas declaraciones del dueño del local presuntamente allanado.

Otro tanto vemos en La Nueva España de Gijón, que parece de pronto que los medios que animaron a los chavales de GAIPO ahora quieren lavarse las manos.

No se pieda, en el delirante sitio Mundo Parapsicológico el "artículo" sobre la himbestigación en cuestión, con fotos (de día, claro), con las clásicas "psicofonías" en las que le dicen qúé tiene que oír, porque si no, no oye nada. Pregúntese cómo se puede llamar "investigación" a la serie de rituales esohistéricos efectuados en la casa presuntamente allanada y, sobre todo, léase los comentarios de los creyentes que consumen las cosas que ofrecen estos sitios de ocultismo turulato, vea su cerrazón a las opiniones en contrario y asómbrese de que los chicos de GAIPO no hayan aparecido en toda la semana para explicar algo de este desfiguro.


Después de que Íker Jiménez y Javier Sierra hicieron el ridículo con sus ovnis renacentistas tal y como se previó en este blog (y no es que yo sea demasiado inteligente, es que estos inverecundos falsos periodistas son más previsibles que los eclipses de sol), Íker procedió a meterse en otro lío de polendas presentando una farsantesca "investigación" de unos chavales que a mí me han reconocido que son aficionadetes sin idea alguna del método usado para investigar algo.

Para su mala pata, la supuesta investigación ocurrió a las afueras de Gijón, ciudad en la que resido, y con protagonistas que conozco.

Primero, Íker le hizo una entrevista fodonga a una de sus empleadas. La chica hizo un verdadero esfuerzo por transmitir una sensación fantasmosa de uyuyuy, pero lo único que pudo decir (además de que "se sentía incómoda", o sea, le dio el miedo por sugestión) es que le falló el visor de la cámara de vídeo.

Íker Jiménez, claro, concluye que las fallas del visor son prueba de que allí hay algo raro, uyuyuy... (al pobre no se le ocurre que las fallas del visor sean, por ejemplo, una avería de la cámara... o se le ocurre y se lo calla porque eso no le mete dinero al bolsillo).

Después pasaron a la "himbestigación". Resumo: unos chavales que no saben nada de investigación pero creen en cosas uyuyuy se encuentran una casa deshabitada que dicen que está "en medio del campo", se meten en dicha casa, hacen unas supuestas "psicofonías", graban un chirrido (al que llaman "alarido") y lo que ellos dicen que son "voces raras" (y hay que creerles, porque el protocolo de la investigación no lo tienen porque ni saben qué es eso), se acojonan con unos clavos clavados en la pared, se asustan con un papel que dice "Mata-Poago" (Mata y Poago son parroquias de Gijón) y luego deciden hacerse publicidad con el tema para que se vea que son importantes y se enfrentan a lo oculto, uyuyuy. Y cuando el escándalo estalla (como en este caso) y sus mentiras se hacen evidentes, pues callan, claro.

Se trata de nuestro conocido David González y su banda llamada GAIPO (Grupo asturiano de amigos de investigación paranormal y ocultista). David es además el representante en Asturias de otro club de chifladitos llamado Mundo Parapsicológico, a cargo de Pablo "ganar más dinero" Moreira.

Buscando cómo llenar horas en su programoide, la gente de Íker Jiménez contactó con Moreira sabiendo de qué va la cosa, éste los puso en contacto con David y éste se fue con un equipo de "Cuarto Milenio" a repetir eso que parece un allanamiento de morada en plan horda, pero como no pasó nada, pues la camarógrafa se asustó, dicen (sin probarlo) que pusieron "detectores volumétricos de movimiento" y que éstos daban la alarma pero "cuando uno iba a donde estaban los detectores, no había nada" (sonido ululante de película de miedo cutre) y, claro, falló en visor de la cámara. Uyuyuy...

Obviamente, sin conocer la marca y modelo de los supuestos detectores de movimiento no se puede saber si detectaban una rata, una mariposa nocturna o a un indigente de los que ocasionalmente duermen en el lugar y que salió por pies al darse cuenta de que el edificio estaba ocupado por unos locos que fingen buscar fantasmas para asustar a las personas que les creen.

Y eso es todo.

Por supuesto, los acojonantísimos clavos que casi matan del susto a la empleada de Jiménez no están relacionados (como alucina el esperpéntico Juan Jesús Vallejo) con ningún "ritual de magia negra" ni ningún uyuyuy en venta a cargo de la irresponsabilidad de la cadena Cuatro.

Los pocos hechos que hemos podido averiguar no son como le contaron a trío Íker, David y Juan Jesús (JuanJe, le dicen, ugh). A reserva de ampliar este comentario van algunas cosillas:

1. La antigua Casa Cuartel de Aboño (que no de Gijón) no está "en medio del campo" ni "escondida a simple vista", sino que está en medio de un desgarriate industrial-ferroviario-carretero de polendas. Claro que en las fotos los himbestigadores del GAIPO y los himbestigadores jimenezeros no le enseñan a usted que a tiro de piedra hay una termoeléctrica (gracias a la cual tengo electricidad para escribir esto), varias fábricas, carreteras y una vía férrea por la que pasa uno cuando toma el tren de Gijón a Candás.

2. El "alarido" grabado suena igualito a los chirridos de las ruedas de los trenes que pasan por allí, cuando uno va de Gijón a Candás en el FEVE. Igual es eso. Como no sabemos a qué hora se hizo la grabación, no hay forma de constatarlo, así de cutres son las "investigaciones" que le presenta Jimenitos.

3. El dueño (porque este sitio tiene dueño) nunca ha visto nada raro en su antigua casa cuartel, y explica que los clavos fueron puestos allí por unos indigentes que en ocasiones ocupan la edificación, y que allí guardaba herramienta, entre la que había una pistola de clavos con la que alguien se divirtió un rato en cierta ocasión clavando los clavos uyuyuy.

4. Lo que hicieron el GAIPO primero y Cuarto Mileno después se llama, me parece, allanamiento. Si alguien decide denunciarlos por ello, bien puede ser que la historia de la parademanda fracasada de Amorós acabe como un chiste menor de la soplapitología española. En el artículo original (a ver si dura en la red), GAIPO asegura que el sitio está abierto para que "posibles compradores" lo evalúen, cuando no está en venta, y cosas así que usted puede leer.

5. De paso, los gaipitos y Jimenitos están perjudicando a una persona que ahora se pregunta si podrá construir allí cuando "la televisión" ha dicho que hay fantasmas. Yo, la verdad, apuesto a que la gente no es tan imbécil y cada vez le cree menos a Íker Jiménez y a sus sujetavelas y chupabotas que por salir en tele son capaces de decir cualquier barbaridad, pero al menos sí hay un presunto o posible perjuicio al dueño del sitio que no sabía nada de todo este tenderete antes del domingo.

6. Entretanto, en las listas de correos de "aficionados a lo misterioso" se están ya preparando nuevos presuntos allanamientos, con "quedadas" nocturnas y demás en esa propiedad privada. Es la consecuencia de la promoción impúdica y desfachatada de falsos misterios que hacen Jiménez y sus acólitos, evidentemente. Ahora, la casa tiene un letrero de "Prohibido el paso", por cierto. A ver si los heroicos cazafantasmas lo respetan.

Estamos en la pista y seguramente habrá más. Pero con lo que hay, esos "abogados del grupo Prisa" con los que Íker Jiménez solía amenazar a sus críticos cuando le descubrían otro embuste probablemente sí tengan por qué estar preocupados, más cuando las pruebas del posible o presunto allanamiento las han difundido por televisión nacional ante todos los espectadores de los que presume Ikercito.

Y más lo deben estar los genuinos fantasmas de Gijón, esos autoproclamados "investigadores" que parten de su creencia ciega en el ocultismo para buscar darse lustre sin trabajar y sin estudiar, y a los que les han dado alas los medios locales, permitiéndoles hablar sin dar pruebas y sin cuestionarlos jamás porque "somos amiguitos": Televisión Local de Gijón, los diarios locales, las radios locales. Todo eso lo presumen en su página Web y demuestra lo mal que anda el periodismo en estos tiempos.

David, Dolores, Antonio, Jesús, Pelayo y Eloy, la lección es sencilla: si quieren ser investigadores, pónganse a estudiar biología, antropología, física, química o criminalística. Pero con ínfulas sin bases, una grabadora, una ouija, un aparatejo que no entienden y unas tragaderas del tamaño de El Molinón, lo único que conseguirán es meterse en líos.

O cobrar lo que les haya pagado Íker, si es que les pagó o se va a quedar él con todo el dinero, que tampoco sería nada paranormal.