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abril 14, 2007

Brainiac: el refrito de una milonga

Me avisan que Cuatro, la cadena de televisión de Íker Jiménez and Company, lanza un "programa de ciencia" llamado "Brainiac", lo que podría hacer pensar a alguien muy ingenuo que están realizando un acto de contrición por la cantidad de basura, mentiras, engaños y falsedades esotericoides, mágicas y ultrarreligionistas que reparte semanalmente Íker Jiménez en compañía de su esposa y las mascotas de la pareja.

Pero no, falsa alarma, ni ciencia ni ná.

"Brainiac" es, para decirlo rápido y con claridad: el programa que pica en el timbre de la puerta de la ciencia y luego sale corriendo.

No lo digo yo, claro, lo dicen los creadores del programa en sus anuncios en Gran Bretaña, Porque claro que éste no es un programa original de Cuatro, sino que es el refrito de una creación de Sky TV en Gran Bretaña, y que por estos días lanza su 5ª temporada en versión original. Claro, Cuatro no lo dice, pero el nombre completo es "Brainiac: Science Abuse" (Brainiac, abuso de la ciencia).

El programa original británico ha sido objeto de críticas porque se trata ante todo de una emisión donde se provocan explosiones y se destruyen objetos sin que nada de ello tenga mucha relación que digamos con la ciencia, pero, sobre todo, porque han falsificado experimentos para tener "televisión emocionante" (o sea, explosiones), según denunció el diario The Guardian. La columna "Bad Science" tiene varios comentarios en inglés sobre la "ciencia" de "Brainiac".

Un ejemplo claro lo tenemos en este video de YouTube en el cual se pone en agua, primero, un par de gramos de rubidio, que provocan una fuerte explosión, y luego se coloca una muestra de cesio, que nos ofrece una explosión aún más acojonante a los dos minutos con 47 segundos del vídeo. Lástima que esa explosión no tiene nada que ver con el cesio, porque al lanzar el cesio al agua no pasó nada. Así, la producción decidió poner una bomba en la bañera, hacerla estallar, contarle una milonga al público, que tampoco se merece tanto respeto, e irse a casita a pasear al perro.

Al final, los creadores del programa le reconocieron al columnista Ben Goldacre que muchos de sus "experimentos" eran falsificados, sobre todo en la generación de explosiones y desmadre televisual. Vaya, que ellos no hacían un informativo, sino un programa de entretenimiento y por tanto es razonable esperar que altere la realidad para hacer televisión, y el televidente que espere lo contrario seguramente es tonto.

Por supuesto, dado que tanto "Cuarto milenio" como "Brainiac" son anunciados por Cuatro en el rubro "entretenimiento", quizá el mismo principio sea válido: es de esperarse que los empleados de ambos programas mientan para conseguir lo único que vale: rating, audiencia, admiración, publicidad, dinero, éxito. La verdad suele interferir con esas cosas. Claro que Cuatro aún no ha declarado abiertamente el desprecio por su público que sí ha afirmado la productora del original.

Supongo que hay que ser un genio de la televisión para decir, ante cosas como ésta: "¡Tengo una gran idea! Vamos a copiar un exitoso programa que engaña a su público falseando los hechos y despreciando el conocimiento". Bueno, la primera vez, cuando lo que se copia es "Milenio Tres", es una genialidad, pero la segunda, cuando se copia "Brainiac" ya es de premio Nobel, Oscar, Goya y disco de platino.

Con esos antecedentes, ver el sábado en Cuatro a Julián Iantzi, personaje con aspecto de primer expulsado de un reality show, tirando televisores desde una furgoneta en marcha y llamándole a eso frescamente "experimento" (sin siquiera haber dicho qué konnios se estaba "experimentando", es decir, cuál era la "hipótesis" que se estaba poniendo a prueba), ya no me sorprendió mucho, y verlo explicar un cohete con la frase "es lo que dicen 'acción-reacción'" tampoco me pareció asombroso. Después de todo, la formación científica de Iantzi es como presentador de reality shows en ETB (que es como decir un doctorado en física en el mundo al revés de Cuatro).

Y vamos, que si querían explosiones, hay divulgadores científicos de verdad, como Theodore Gray, que le pueden enseñar algo de explosiones divertidas a los de Brainiac, tanto británicos como españoles. Por no mencionar las explosiones de "Mythbusters" (Cazadores de mitos), serie que evidentemente en Cuatro no se atreverían a refritear, menos cuando en ella se han puesto en ridículo ikeradas como la de la "energía piramidal" y otras bobadas esotericoides que, de eso puede usted estar seguro, no se tocarán en "Brainiac" ni con una vara de diez metros.

Y es que, en cuanto a la única explosión potente del "Brainiac" versión española, la verdad sea dicha, provoca más dudas que las fotos de fantasmas de Íker Jiménez. Para la explosión, el "experimento" era dispararle con una pistola a un recipiente de gasolina y luego dispararle a una piedra para provocar una chispa que incendie la gasolina, cosa que me hizo pensar en las falsificaciones del "Brainiac" original. La razón es muy sencilla: Neil Solé, el chaval con la pistola que afirmaba modestamente que iba a "pasar a la historia" parece alguien que quizá ha disparado con pistola alguna vez y se le puede confiar un arma sin que se dé un tiro en una pata o se cargue a un camarógrafo, pero no parece tirador olímpico. Buscando algo sobre su historial deportivo-científico, me entero de que es actor, motero y DJ (diyéi), cosa que no lo prepara uno para disparar mejor que Clint Eastwood en "Dirty Harry" ni aunque uno sea nieto de Wyatt Earp. Y atinarle a esa piedra a la primera, a la distancia a la que él disparaba, con lo que parecía una pistola 9mm que para más inri no era de competencia, y sin quitarse las gafitas oscuras copiadas de Top Gun es una hazaña al alcance de muy pocas personas en el mundo. O sea, me queda la duda de que vimos un cuento, una milonga o una "demostración entretenedora" con la fiabilidad de las "reconstrucciones" mamertas que distinguen a "Cuarto Milenio" y a su cuadro de actores en desgracia, o las explosiones del "Brainiac" original. Ni doy mi opinión sobre la explosión en sí, pero les salió bordada.

La primera emisión del "Brainiac" ibérico, pues, sin ser escandalosamente lamentable, tampoco parece realmente tener nada que ver con el conocimiento de nada, ni con ciencia alguna... se tradujeron pedazos del programa británico, se hicieron algunas cosas no en exceso emocionantes, pero de "ciencia" no hubo más que menciones de paso como la de eso que dicen "acción-reacción". Habrá que esperar, pues.

Pero lo de la pistolita: ¿me lo puedes repetir en un campo de tiro, chaval?