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junio 22, 2007

60 años de platillos volantes

Quizá usted no lo sepa, pero los primeros platillos voladores no eran circulares. Eran más bien de forma de luna creciente o de bumerang y se movían "como un plato" lanzado sobre la superficie de un estanque (lo que en México se llama "hacer patito"). Pero un reportero entendió lo que le dio la gana y habló de objetos voladores en forma de platos de taza de café (saucers) y la gente que se fascinó con el cuento contado por Kenneth Arnold empezó a ver naves misteriosísimas no en forma de bumerang, sino de plato.

El histórico "avistamiento" de Kenneth Arnold, hombre de negocios y piloto de avioneta, ocurrió el 24 de junio de 1947 y marcó el inicio de un mito singular del siglo XX, que incorporó la paranoia de la guerra fría, los delirios de la xenofobia y la eterna disposición de algunas personas a creer en cualquier cosa sin prueba alguna, como era el caso de los "platillos voladores", "platos volantes" o "platívolos" que la prensa le inventó a Kenneth Arnold.

En los 60-años-60 durante los cuales los creadores y difusores de mitos depredaron impunemente los terrenos creativos y artísticos de la ciencia ficción (literaria, televisual y cinematográfica) para promover la idea de visitas de misteriosas naves extraterrestres, se ha podido reunir una gran cantidad de información sobre el génesis, desarrollo y difusión de un mito, sobre la ingenuidad humana, sobre el infinito descaro de los perpetradores de todo tipo de fraudes, engaños y bulos y sobre la siempre delicada función de los medios de comunicación. Pero lo que no ha habido es ni una prueba sólida de la existencia de tales extraterrestres inteligentes ni mucho menos de que se recorran una o dos galaxias para venir a nuestro planeta con el único objetivo de ser vistos por el tonto del pueblo. Es una pena, sin dudarlo. Realmente, la existencia de seres inteligentes que nos visitaran con tecnologías mucho más desarrolladas sería un vuelco tan trascendente de la historia humana que a todos nos gustaría ser testigos de ello, pero hasta ahora nada indica que haya ocurrido.

Recordando el avistamiento de Kenneth Arnold, que bien podría llamarse "Cómo un vendedor de sistemas antiincendios armó la gorda", la Biblioteca de Bidebarrieta de Bilbao (c/ Bidebarrieta, 4) acogerá el 5 de julio el ciclo de charlas "60 años de platillos volantes", en una iniciativa del diario El Correo, la Universidad del País Vasco (UPV), el Círculo Escéptico (CE), el Center for Inquiry y el Ayuntamiento de Bilbao.

El programa de la jornada es el siguiente:
  • 18.00 horas: La invasión que nunca llegó, por Ricardo Campo, filósofo de la Universidad de La Laguna, y miembro de la Fundación Anomalía y el CE.
  • 18.30 horas: La chapuza galáctica: ufología a la española, por Fernando L. Frías, abogado y presidente del CE.
  • 19.00 horas: ¡Marciano, ven a casa!, por Eduardo Angulo, biólogo de la UPV y miembro del CE.
  • 19.30-19.45 horas: Descanso.
  • 19.45 horas: 40 años de hombrecillos grises, por Luis Alfonso Gámez, periodista.
  • 20.15 horas. Mesa redonda. Platillos volantes, realidad y ficción, con los conferenciantes e invitados.
Si anda por Bilbao, no se lo pierda.