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junio 27, 2008

¿Nos escribe la policía seudoecologista?

Actualización a las 14:27: ¡Siguen llegando anónimos ofensivos y bobalicones! Empiezo a sospechar que la entrada contra la policía seudoecologista ardió mucho, pero mucho. O sea que da la idea de que el tema merecería ser debatido. Lástima que sus proponentes no estén en modo debate, sino en modo chusma enfebrecida persiguiendo al monstruo con antorchas e implementos de labranza. Y no podía ser menos: son dueños de la verdad y son los buenos de la película. Por decreto. Como las sectas.

A poco de publicar la entrada anterior atreviéndome (¡qué osadía!) a poner en duda la sensatez de la propuesta aprobada ignorantemente por una comisión del Congreso de los Diputados, recibí la siguiente misiva.

Destaco la calidad de los argumentos, la solidez de los datos, la disposición al diálogo, la tolerancia y las fuentes fiables de las que echa mano "Raymond de León", que es como se firma el Cervantes de esta epístola. Y lo ponto entre comillas porque, como siempre, no da datos que confirmen su identidad (ah, la cobardía, ese don que Internet ha dejado que surja y fluya tan abundosamente), lo mismo que ha ocurrido cada vez que recibo correítos mamones firmados por sujetos que afirman ser, por ejemplo, "Eric Frattini", entre otros nombres, pero que no tienen lo que hace falta para ponerle pruebas de su identidad a los desperdicios orgánicos que distribuyen por correo electrónico. Pasan cosas curiosas, así, como que el presunto "Eric Frattini" canceló su bonita cuenta de correo "eric_frattini@yahoo.com" después de mandarme "a cagar" (lo vulgar no quita lo cobarde, como es claro). Algún día le contaré las emocionantes investigaciones que hicimos sobre la IP desde la que se mandaban esos correos.

Lo más que averiguamos en el caso de "Raymond de León" (qué nombre más coqueto tienes, chaval) es que la IP de origen de su prueba de la falta de luces es 201.210.229.248, y que se encuentra en Caracas, Venezuela, pero dicha IP podría ser falsificada pues no resuelve a la inversa. Igualmente, la dirección de correo de origen "arieledb@hotmail.com" es falsa, y la original es "raydlyon@hotmail.com". Nada impresionante, prueba de otro charlatán sintiéndose héroe sin arriesgar nada. Por supuesto le respondí, y por supuesto no ha vuelto a asomar las polvorientas narices.

Así, queda con ustedes la pieza poética: "Tu cultura le da risa a un pedo", que así la intituló su brillante autor, que es por tanto un simple pedo, según él mismo:

Señor petulante e ignorante.

Pero qué te has creído pedazo de charlatán! ¿Por qué no eres un poquito original y en vez de aventurarte en críticas generalizadas e insulsas y sin fundamentos, estudias y experimentas un poco más?
¿Qué buscas? Darte a conocer atacando a los diferentes, ensombreciendo luces porque tu eres una sombra nimia de un hombre?
¿Deseas salir de tu mediocre anonimato criticando?
!Qué poco original y qué mediocre de verdad!
Eres un bufón con cabeza de gorgojo, un presumido ignorante y un perfecto GILIPOLLAS listillo y miserable pseudo oportunista de turno.
!Payaso!
Ni sabes lo que haces ni lo que dices. Caricaturista de sombras y manchas en la noche. Oráculo de los desventurados y pilote de incultos y superficiales. Da verguenza que tengas la osadía, el descaro y sobre todo, como blasón de tu ignorancia: TU INSOLENTE ATREVIMIENTO para salir al público hablando nimiedades y estupideces de cosas que no tienes ni idea... charlatán!

Este es alguien que te responde por las quintas y que te puede probar la insensatez de tus ridículas y superficialísimas aseveraciones, PAYASO!

Raymond de León

Wie ist es moglich dass du shreiben kann Arschloch!

(Por cierto, es "möglich". Lo que demuestra que los charlatanes la pueden cagar en varios idiomas.)

junio 25, 2008

Más ciencia y menos policía

Una iniciativa de ésas donde la política y la superchería seudoecologista se encuentran con el new age y una ignorancia supina ha recibido el apoyo de la Comisión de Medio Ambiente, Agricultura y Pesca del Congreso de los Diputados. Esencialmente, han votado en favor de una proposición no de ley que condena a muerte a los niños que padezcan enfermedades cuyas curas dependan de estudios con los más cercanos parientes genéticos del hombre, como el chimpancé, el bonobo y otros grandes simios.

No, no exagero. Sin la investigación en chimpancés (que son la única especie además de la humana que se contagia del virus de la hepatitis B), no existiría hoy en día la vacuna contra la hepatitis B, que no sólo previene esta enfermedad, sino una de sus más temibles consecuencias: el cáncer de hígado. La hepatitis B mata a casi un millón de personas al año, casi todas (no es sorprendente) en países del tercer mundo, donde esta afección es endémica, especialmente el África subsahariana y el sudeste asiático. La hepatitis C, por cierto, se descubrió también gracias a los chimpancés. Si los promotores de la prohibición rotunda de investigar con grandes simios hubieran llegado a tiempo, según su visión peculiar, esta vacuna no existiría, los niños tercermundistas seguirían sin vacuna, morirían en silencio (a lo que están muy acostumbrados, claro) y los ecologistas de asfalto se sentirían héroes merecedores de monumentos.

Mejor debíamos hacer un monumento a los chimpancés que ayudaron en esa investigación, pensaría uno, y garantizarle una vida feliz a los que ya no se usan por haber terminado los estudios. Por cierto que hace tiempo tengo deseos de proponer al ayuntamiento de Gijón un Monumento al ratón de laboratorio, que bien lo merece, pero ése es otro tema.

Usted probablemente no sabe qué es la elastasa neutrófila, y muy probablemente los que llevaron la propuesta al Congreso (y los que la redactaron) tampoco. La elastasa neutrófila es una enzima cuya presencia incontrolada colabora en procesos patológicos como la fibrosis quística, el asma y el enfisema pulmonar, tres afecciones sumamente angustiosas que añaden al daño físico de sus víctimas una fuerte carga emocional. Gracias a la investigación con chimpancés, y a su parentesco genético con nosotros se han podido desarrollar inhibidores de la elastasa de los neutrófilos mejorando la calidad y cantidad de vida de las víctimas de estas y otras afecciones.

Si la policía hubiera tirado las puertas de los laboratorios gritando "Achtung! Verbotten!" y hubiera roto el equipamiento científico a palos, haciendo felices a algunos personajes, y no habría inhibodores de la elastasa neutrófila.

Hay muchos casos más de investigaciones que sólo podrían hacerse con grandes simios, al menos por ahora, que se han hecho y han salvado vidas de verdad de gente que hubiera muerto de verdad si esta propuesta se hubiera hecho efectiva antes. Los chimpancés en los Estados Unidos (unos 1.200 actualmente) se usan para investigar en hepatitis, VIH/SIDA, estudios cognitivos y conductuales, terapia genética, virus respiratorios, desarrollo de vacunas y pruebas de medicamentos. Campos todos donde se puede dejar morir a mucha gente, hay que decirlo.

Grandes momentos del noísmo y el prohibidismo

Si los promotores de la declaración del "Proyecto Gran Simio" quisieran que "se justifique la investigación con razonamientos sólidos", o que "se investigue tratando de la mejor manera posible a los animales", o al menos propusieran un esquema ético al que deban conformarse los protocolos experimentales, serían dignos de apoyo. Pero tales acciones, requieren trabajo, dedicación y más sudor que reflectores y podios desde los cuales evangelizar y salir en tele. Así, se pone el tema en manos de un policía grande, armado con un garrote y, en su caso, gases lacrimógenos y botas con punta de acero, y se procede a la siguiente cosa que hay que prohibir.

Sería mucho mejor luchar por que España financie un trabajo decidido en clonación, células madre, citología y cultivo de tejidos que hiciera innecesaria gran parte de la investigación en animales (no sólo grandes simios) empleando tejidos reproducidos en laboratorio en vez de seres completos, lo cual además sería fuente de ingresos y premios científicos a montones para el país. ¿Por qué no mejorar o sustituir por algo mejor lo existente con propuestas positivas en lugar de noísmo prohibicionista?

Ojalá estuviéramos exagerando, pero no es así. Acciones como esta propuesta no de ley presentada por Esquerra Republicana e Izquierda Unida-Iniciativa per Catalunya Verds (ICV) y aprobada hoy responden no estrictamente a datos científicos, médicos, de investigación, de bioética y de hechos sólidos, sino a una percepción filosófico-religiosa, un mesianismo misántropo que en el fondo desprecia a la ciencia. Su objetivo es que no se utilice a los grandes simios en ninguna investigación, al menos si no se tiene su consentimiento, igual que se requiere el consentimiento de los seres humanos para que participen en estudios científicos. Simple, sin duda. Vaya, como si los científicos eligieran a los primates para la investigación sólo por crueldad, ocurrencia o ganas de molestar. Pero la selección de una especie animal u otra para la investigación depende de factores extremadamente complejos, desde las costumbres sociales, los componentes genéticos, su actividad fisiológica, su conducta, la resistencia a enfermedades, la longevidad de los individuos, etc.

La investigación científica tiene, por supuesto, todos los defectos humanos porque es una de las actividades más humanas que hay, y por tanto se puede y debe mejorar continuamente, vigilar y someter a exigencias firmes, pero ése no parece ser el tema.

¿Ciencia? ¿Qué es eso y con qué se cocina?

Esta propuesta peligrosa de fundamentos más religiosos que científicos ha sido aprobada, decíamos, por la Comisión de Medio Ambiente, Agricultura y Pesca. A día de hoy, está presidida por María Antonia Trujillo Rincón, PSOE, doctora en derecho y profesora de derecho; la vicepreside José Madero Jarabo, PP, ingeniero agrónomo y funcionario; el segundo vicepresidente es Francisco Reyes Martínez, diplomado en educación infantil y del PSOE; la secretaria primera es Mª Luisa Lizárraga Gisbert, PSOE, profesora de EGB; el secretario segundo, del PP, es Arsenio Pacheco Atienza, licenciado en farmacia. Entre los diez portavoces de todo el espectro político español tenemos a un filólogo de lengua vasca, un veterninario, economistas, licenciados en derecho, ingenieros agrónomos, profesores de EGB, una enfermera y, finalmente, un biólogo (¡UNO!), Joaquín María García Díez, diputado por Lugo del Partido Popular, pero que no ha ejercido como investigador.

Es como si un complejo problema de derecho internacional se le encargara a un grupo de especialistas en mecánica cuántica... Buena fe pueden tener a puñados, pero ello no los faculta para tomar la mejor decisión.

¿Con qué bases han votado estas damas y caballeros, sin duda impulsados por una vocación buenrrollista admirable y desencaminada? Pues han votado sobre la propaganda que les ha alimentado otro grupo en el cual TAMPOCO hay especialistas en el tema. No es buena idea tratándose de vidas humanas.

Más y mejor investigación y menos policía. Aunque los seudoecologistas se enojen.

junio 23, 2008

Kennedy, Lincoln y las chapuzas de Frattini

Elegimos un breve ejemplo de la emisión del 22 de junio de la vergonzosa caravana de engañifas que es "Cuarto Milenio", esta vez a cargo de Eric Frattini, como muestra de cuánto conviene ser muy cauto ante las afirmaciones pontificias que lanzan a montones Íker Jiménez y sus monaguillos en su homilía de los domingos.

¿Recuerda usted una serie de supuestas coincidencias, más o menos forzadas, que pretendían establecer alguna relación misteriosona --y con algún significado que nunca se explica-- entre el asesinato de Lincoln y el de Kennedy? Yo la vi por primera vez con unos 10 puntos en mi más tierna infancia, seguramente pocos meses o año y pico después del asesinato de Kennedy. La lista ha ido creciendo con añadidos cada vez más sórdidamente bobos, buscando evocar el asombro del público si la repiten como cacatúas esponjadas señores que ocultan que en realidad aquí hay trampa, cartón, oscuridad, y una ausencia de taquígrafos que da pena.

Eric Frattini sacó de algún sitio (mencionó un "Centro de estudios presidenciales" de la Universidad de Washington o algo así, con lo que Íker se emocionó como una quinceañera decimonónica, pero como la Universidad de Washington no tiene tal institución, me da que el Frattini se lo inventó porque suena guay) la lista actualizada en cuestión.

Claro, si le dicen a usted que Lincon tenía un secretario llamado Kennedy y que Kennedy tenía un secretario llamado Lincoln, está indefenso para "sacar sus propias conclusiones" (Íker dixit continuamente) y no tiene forma saber si debe o no creerle al Jiménez-Boy de turno. Así se mantienen varias "coincidencias" Lincoln-Kennedy con las que los charlatanes ikerosos ponen cara de azoro y alopecia nerviosa.

Se necesita a gente seria y con acceso a datos lejanos como para determinar que Lincoln nunca tuvo un secretario llamado Kennedy, pues sus secretarios en la Casa Blanca eran John G. Nicolay y John Hay. Así lo busque en Internet, tal dato prácticamente no aparece en español. Algo parecido pasa si un señor en la tele escupe la borrachada de que Booth nació en 1839 y Oswald en 1939... ¡a ver quién es el guapo que se pone a buscar para demostrar que Booth nació en 1838! En resumen que hasta el chupaflautas que cuenta la historia que se encontró en Internet puede creerse lo que dice. Es posible, sí, que la gente sea tan crédula, es el negocio de todo timador y todo misteriólogo...

Pero...

Pero uno no puede pasar por alto que Eric Frattini se autovende como "experto" en historia y que se da unos aires como para impulsar varias regatas de veleros. Y cuando dijo, casi al final de su letanía, que una investigación había determinado que John Wilkes Booth había actuado en solitario como Oswald, hasta a mí, que apenas sé lo razonable de historia estadounidense, me sonaron las alarmas. Recordaba yo, ignorante inexperto, barrendero pobre (pero honrado) que John Wilkes Booth pertenecía a un grupo simpatizante de la Confederación de estados derrotada en la Guerra Civil Estadounidense, y que con varios conspiradores de verdad (no de los que le inventan los compinches de J.J. Benítez) había preparado el asesinato de Lincoln y el de varios miembros más de su gobierno, y que sus cómplices lo ayudaron a escapar durante días hasta que fue atrapado en un cobertizo de tabaco y murió en una balacera.

Lo comprobé. Revisando los datos históricos, cualquiera puede ver que en la conspiración estaban David Herold, George Atzerodt, John Surratt y Lewis Powell (o Lewis Payne), y que varios de ellos estaban al tanto de que Booth atentaría contra Lincoln el 14 de abril de 1865. Booth mató a Lincoln, se lastimó una pierna al huir y fue acogido y curado por su cómplice el Dr. Samuel Mudd, y que además el propio Herold estuvo con él hasta el final, rindiéndose poco antes de que Booth decidiera morir como mártir del esclavismo.

Vaya, si los propios soldados detuvieron a sus cómplices, ¿sería posible que una investigación judicial decidiera que Booth actuó en solitario como el Informe Warren dice que hizo Lee Harvey Oswald? Pues no, obviamente. Pero el punto no es que la lista frattiniana esté llena de tonterías y exageraciones o imprecisiones en las que como siempre se sacrifica la verdad por el show del asombro cuidadosamente coreografiado, como puede ver en detalle en el sitio cazador de leyendas snopes.com, sino que alguien con las ínfulas de historiador, periodista acucioso y experto lo importante que se da Eric Frattini no se diera cuenta de la metida de gamba que estaba regalándole a los cada vez menos fans de "Cuarto Milenio". Y claro, "saque usted sus propias conclusiones" después de ver a cuatro desahogaos jugando con dados cargados y cartas marcadas. Sí, claro.

Eso fue lo que pensé primero. Luego pensé en el último "dato" chapucero que dio todo orondo Frattini. Dijo que un mes antes de morir, Lincoln estuvo en la ciudad de Monroe, mientras que un mes antes de morir Kennedy estuvo en la sabrosa Marylin Monroe. Y le dio la risa, a saber por qué.

Kennedy fue asesinado el 22 de noviembre de 1963. Marylin Monroe murió el 5 de agosto de 1962. Si los supermegaexpertísimos de Íker no conocen ni siquiera esos datos, difícil es esperar que se ocupen de otros más difíciles de exhumar.

O les importa un pito si es verdad o mentira mientras el público concluya lo que ellos quieren, que es lo que yo humildemente extraigo como conclusión provisional ante el lamentable espectáculo

junio 14, 2008

Expertos y eggspertos

Siempre llama la atención que los "periodistas del misterio" entrevisten y citen a unos señores a los que llaman "expertos" y cuyas afirmaciones lanzan esperando que así se convenza a su sufrido público de que realmente tienen idea de lo que están diciendo y, por tanto, el público debe creerles y adquirir el merchandising de lo abracadabrón: cedés, deuvedés, libros, revistas, entradas a conciliábulos fantasmales, terapias turulatas, agua a 140 dólares el litro y otros productos y servicios de esta industria colosal.

Claro, la palabra "experto" implica que uno ha estudiado todos los elementos relacionados con cierta área del conocimiento. Y aquí es donde los mercachifles del ocultismo hacen su truco, porque cuando se compara lo que se necesita para ser "experto" en un conocimiento real y los requisitos que cumple la fauna que cobra en los susodichos programas, revistas, libros y etcétera, la diferencia es bastante abismal.

Pero no me crea usted, por favor. Siga adelante y compare lo que estudian los verdaderos expertos, a ver si al final está de acuerdo en que quienes se pueden ver en los anuncios de la supernaturalidad paranormal erisipelante son, cuando mucho, "eggspertos", es decir, tipos que cobran por hablar de lo que no saben, lo cual en el mundo real se llama simplemente engaño, , embaucamiento, dolo, embeleco, engañifa, falacia, falsedad, fraude, hipocresía, patraña, tapujo, trola, simulacro, bulo, camándula, filfa, artificio, estafa, engañifa, fraude, pufo, timo, trapacería, chancullo, trampa, chanchada y demás sinónimos.

Por ejemplo, para ser zoólogo es requisito, primero, ser biólogo, y luego especializarse en zoología. Para ser biólogo por la Universidad de Navarra, por ejemplo, es necesario estudiar Física de los procesos biológicos, Ampliación de Química, Matemáticas, Citología, Química, Zoología, Bioquímica, Fundamentos de Antropología I y II, Bioestadística, Ampliación de Bioestadística, Histología Vegetal y Animal, Botánica, Microbiología, Fisiología Vegetal, Ecología, Fisiología Animal, Genética, Laboratorio Integrado sobre Experimentación e Instrumentación Biológica, Diseño Experimental, Deontología Profesional del Biólogo, Informática Avanzada y Técnicas bibliográficas, y una pila de materias optativas. Todo esto se estudia en al menos cinco largos años.

Un zoólogo como, digamos, Desmond Morris, tiene además estudios de postgrado, ya sean maestrías o doctorados o hasta postdoctorados internacionalmente reconocidos.

Veamos lo que tiene que estudiar de criptozoología alguien como Loren Coleman, reconocido mundialmente en el mundo de la superchería, premiado, autor de montones de libros, conferenciante a sueldo y mediático payaso al que le gusta fotografiarse con maniquís de bichos que él cree que son el Pie Grande o Bigfoot. Para ser criptozoólogo, Loren Coleman estudió: nada.

Para otras cosas estudió trabajo social, que es su carrera. Pero para ser criptozoólogo no necesitó ningún estudio. Sobre todo porque en toda su dilatada carrera de famoso profesional y cobrante entusiasta, nunca ha descubierto absolutamente nada, no ha encontrado a un solo animal de los bichos mitológicos que dice estudiar (¿cómo se estudia lo que no se ve, que no deja restos, que no tiene prueba alguna de que exista?), no ha descubierto pelo, restos, cadáveres, heces fecales, ADN, huesos ni parte alguna del pie grande, el chupacabras, el orang pendek, el hombre polilla, el monstruo de Loch Ness, el diablo de Jersey o ningún otro animal de cuento. Es más, jamás ha visto a ninguno de los animales sobre los que escribe y por los que cobra. ¿No es maravilloso?

Imagínese usted que alguien es biólogo e investiga algo durante 40 años, sin obtener ni un solo dato nuevo, útil o importante en esos 40 años... ¿no pensaría usted que se trata de un mediocrazo, de un fracasado o de un impostor? Pues el mundo del "misterio" por el contrario trata a Loren Coleman como un famoso y todo un experto.

Obviamente, un criptozoólogo puede estudiar zoología, si le place, pero no sólo es innecesario para la tarea de escuchar historias e imaginarse que son reales (que es lo que hacen los criptozoólogos, entrevistan a personas que dicen haber visto ciertos seres más o menos difusos y sin prueba alguna, lo cual acaba siendo mejor, porque cuando hay algo como la famosa película del pie grande de Roger Patterson y Bob Gimlin, resulta ser falsa), sino que francamente estorba. ¿De qué le sirve estudiar zoología si no tiene ninguno de los elementos necesarios para estudiar zoológicamente a un ser viviente, para qué quiere saber qué significa "ADN" si nunca ha tenido el material genético de ningún "críptido", que es como les gusta llamar a los animales míticos que les dan de comer?

Otra comparación interesante se da en el terreno de la "ufología" u ovnilogía, que es el estudio de cosas en el cielo que los que los ven no saben qué son. La sola definición de esta "disciplina" es altamente sospechosa, ya que en su origen pretende que hay una sola explicación a todos los informes de objetos más o menos volantes, flotantes, aterrizantes o despegantes independientemente de que sean luminosos, opacos, largos, gordos, chicos, grandes, rápidos, lentos, difusos, en forma de boomerang, etc.

Pero en fin, dado que hablamos de cosas que vuelan y no parecen animales (no le cuente a nadie que el fundador de la locura plativolera, Kenneth Arnold, solía decir que él creía que los objetos volantes que vio eran animales que vivían en la estratósfera), su correlato en el mundo real sería, suponemos, la aeronáutica.

Para ser ingeniero aeronáutico, el Ministerio de Educación y Ciencia exige que los alumnos estudien (y aprueben) las materias de Ciencia y Tecnología de los Materiales, Expresión Gráfica, Fundamentos Físicos de la Ingeniería, Fundamentos Matemáticos de la Ingeniería, Mecánica y Termodinámica, Sistemas de Navegación y Circulación Aéreas, Tecnología Aeroespacial, Teoría de Estructuras, Transporte Aéreo, Aerodinámica y Mecánica del Vuelo; Aeronaves, Astronáutica e Ingeniería Espacial; Aviónica, Estructuras Aeroespaciales, Ingeniería Aeroportuaria y Organización Aeronáutica, Materiales Aeroespaciales, Métodos Matemáticos, Producción Aeroespacial, Proyectos, Termofluidodinámica y Propulsión.

Esto es para estudiar los pedestres (bueno, no) aparatos volantes creados por el inferior ser humano y que vuelan todos los días por miles y miles en todo el mundo. De este modo, uno supondría que se requieren estudios más completos para ocuparse de cosas volantes que podrían ser prodcuto de una tecnología avanzadísima, complejísima e inimaginable de seres tremendamente inteligentes que cruzan las galaxias para que los vea el tonto del pueblo. Digamos, que un ufólogo debería saber mecánica cuántica, matemáticas matriciales, teoría de materiales, geología, mineralogía, metalurgia y algunas otras cosillas...

Ninguna de las cuales ha estudiado ningún brillantísimo "ufólogo español" de los que aparecen en Google cuando uno busca esa combinación de palabras, digamos Óscar Rey Brea, Antonio Ribera (doctor en filosofía y letras y submarinista), Juan José Benítez y Javier Sierra (licenciados en ciencias de la información), Bruno Cardeñosa (también estudió ciencias de la información), etc.

Como todo mundo sabe, los estudios académicos no lo son todo y tenerlos o no significa bien poco. Si una persona puede desarrollar una aeronave eficiente, sería poco relevante que fuera o no ingeniero aeronáutico, y si su trabajo fuera brillante es probable que le dieran facilidades para obtener el título. Pero ¿cómo se detecta a un ufólogo brillante? La teoría sería que es una persona que ha permitido, con su trabajo y conocimientos, adquiridos en las aulas o en la escuela de la vida, da igual, conocer mejor a los objetos voladores no identificados, es decir, que ha dado pasos concretos para la identificación de estas cosas, que ha estudiado sus materiales, a sus tripulantes, sus objetos, sus mecanismos de desplazamiento... el problema nuevamente es que nadie tiene materiales, tripulantes, objetos, mecanismos ni nada, absolutamente nada que pueda relacionarse estrictamente con un ovni y que haya sido identificado como algo fuera de lo cognoscible. Recuerdo ahora los fragmentos del ovni de Puebla de 1973, que más de una década después se identificó como basura espacial soviética.

De fotos de "ovnis" ni hablamos, porque la historia es más o menos la misma que la de las fotos y películas del monstruo del lago Ness o del pie grande.

Con todo esto, es evidente que cualquier lameplatos y abrazapostes puede presentarse, si lo desea el vendemotos a cargo, como "experto" en los medios misteriófilos. No se necesita, no se requiere, no se demanda NADA para ser uno de los expertos que cobran en el programa de Íker Jiménez, para opinar sobre ovnis, monstruos, fantasmas o cualquier cosa.

La televisión rosa al menos no presenta a Belén Esteban, a Aída Nízar o a Alessandro Lecquio como "expertos en temas de relaciones humanas". Los vendedores de misterios son bastante menos honestos cuando nombran "experto" a sus Belenes, Aídas y Alessandros, como Eric Frattini, Santiago Camacho, los chifladitos del Grupo Hepta o cualquier otro ejemplar de la granja del uyquémiedo.

Si al menos los llamaran "eggspertos"...

junio 10, 2008

La voz de ultratumba

En el mundo de las creencias acríticas en todo tipo de ocurrencia, una cosa que siempre me ha llamado la atención es la claridad con la que la gente identifica cosas que no tienen referente.

Me explico: si usted reconoce una silla es porque ha visto sillas y ha podido hacer abstracción de las características consustanciales al concepto "silla". Pero cuando alguien describe una voz como "voz de ultratumba", no tiene forma humana de saber cómo es realmente una "voz de ultratumba". Es decir, las voces graves, dolidas y jadeantes (a veces como sacadas de una peli porno casera, como las que merca el SEIPyPISPIS) son producto de la interpretación que guionistas, dramaturgos y actores han hecho a lo largo de la historia de la creencia en los fantasmas. Pero no son "voces de ultratumba", sino "voces como de los actores haciéndola de muertos vivarachos".

Y sin embargo, podemos escuchar (como ayer en Tele5, donde se estuvieron promoviendo los productos demonológico-criptofranquistas del falsamente beatífico José Antonio Fortea Cucurull) a uno de los promotores de los exorcismos todoacien del párroco de Villalbilla decir que una poseída "tenía voz de ultratumba". ¿Será?

Hagan lo que hagan los plativoleros, no se ha demostrado que ninguna de las cosas, formas, manchones, lucecitas o reflejos que han presentado como "naves procedentes del espacio ultraterreno" lo sean en realidad. Es decir, nadie sabe en realidad cómo es una "nave de etés", ni sabe si realmente se mueven con o sin ruido, en zig zag o en zugzug, para arriba o para abajo, con estela o sin estela, si son redondas, cuadradas o largas en forma de pipa de opio. Pero esto no quita que algunos entusiastas sin ánimo crítico afirmen que "no podía ser más que una nave extraterrestre, yo la ví".

El culmen de este despropósito, en el que intervienen todo tipo de seres, fenómenos y cuentos del mundo del ocultismo abracadabrante (chupacabras, yetis, voces de otras dimensiones, el diablo en sus enemil advocaciones, etc.) es el de la persona que dice "vi un fantasma". ¿Cómo son los fantasmas? ¿Blancos y traslúcidos o en color? ¿Tienen pies? ¿Tienen puestos fantasmas de camisas, camisones, babuchas y ligueros o andan al fresco? ¿Hablan o no hablan? ¿Llevan fantasmas de cadenas para hacer clan clan por los pasillos o las cadenas no mueren? ¿Tienen aspecto de muerto en avanzado proceso de descomposición o no? De todas estas formas y de muchas más se han descrito los espíritus de los muertos que actúan como si no lo estuvieran, sino más bien como si fueran vivos con una resaca monumental que apenas pueden quejarse y caminar inciertamente. Pero eso sí, quien cree en fantasmas puede decir que ha visto un fantasma con la misma certeza con la que el psiquiatra milusos José Cabrera asegura que en la época de las cavernas todo el sexo se realizaba por medio de violaciones, y cagándola igualmente.

¿De qué hablan los que hablan de lo sobrenatural, parapsicológico o paranormal cuando hablan (y hablan hasta por los codos, sobre todo cuando cobran? La verdad es que no tienen idea, no han podido siquiera definir su objeto de estudio, y sus conceptos carecen de referente real.

Alguna vez dijimos que los fenómenos paranormales eran como los pitufos, en cuanto a que no había pruebas sólidas de su existencia. Pero al menos de los pitufos sabemos que son azules y visten de blanco (salvo Papá Pitufo), que viven en setas y que les gusta hacerle la vida de cuadritos a Gargamel. Más, mucho más de lo que sabemos sobre fantasmas, extraterrestres y seres misteriosos protagonistas de los programas de fantasía de Jiménez, Sierra, Cardeñosa y demás vendemotos profesionales. Piénselo: los relatos de asombro asalariado que le ofrecen vienen siendo más inciertos que los pitufos, que ya es decir.

junio 05, 2008

Los asombrosos poderes de los profetas... para meter la pata

El gordito que rebuzna sonoramente es Antonio Vázquez Alba, Toñito, autoproclamado "Brujo Mayor" de México cuando abordó cual corsario en su bajel esotérico el festival de brujería o algo así de Catemaco, Veracruz.

Conocido por este bloguero sin pelos en la lengua desde que estafaba padres vendiendo cursos de telepatía para niños en la revista Supermente de Editorial Posada, Toñito la ha cagado estruendosamente año tras año, demostrando que brujo mayor, embustero mediocrón o descarado menor, sigue sin tener puta idea de lo que nos depara el futuro. A él, lo sabe, el futuro le depara seguir desplumando ingenuos, que para eso está preparando hasta a su vástago para heredarle su imperio de camamas, trolas y puntadas cotorras que se le van ocurriendo al vuelo.

Si no quiere disfrutar sus tonterías en dosis probablemente superiores a lo recomendable para un cerebro humano normal, vaya a los 45 segundos del vídeo y goce la rumba de cómo la candidata demócrata será Hillary Clinton y ganará las elecciones estadounidenses, y además reafirmando que "lo dije hace cuatro años". Pues nada, Toño, como todos los años, hace cuatro y esta vez también has demostrado que tus "poderes" son tan imaginarios como los de Spiderman.



Actualización 10 de junio: Asigan se pregunta por qué no comento el letrero de "Por la libertad de expresión" que adorna la pared detrás del embustero profesional mexicano. Respondo: no me había fijado, seguramente se me borró por parecerme increíble.


Buscando atinar una, una vez más y ya van como diez años, Toñito auguró que ahora sí se muere Fidel Castro. Algún día le tiene que atinar.

(Gracias al lector Plinio Fermín G. por su avispada memoria sobre las burradas que tartajea Toñito.)