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marzo 17, 2010

Ayurveda y mal periodismo

Tuve un feroz encontronazo con la persona a la que La Sexta Noticias ha decidido confiar su imagen en Twitter, porque tuve la osadía de preguntarles por qué promovían la charlatanería ayurvédica o si llevaban porcentaje por el negocio. (Intercambio completo aquí.)

No sería nada raro lo segundo, considerando que La Sexta, como todas las televisiones, alquila su espacio nocturno a astrólogos, tarotistas y otros embaucadores profesionales que les dejan un buen pico, necesario para que cuadren las cuentas, según parece. El de La Sexta lo compra una tal Judith Flores, que afirma ser astróloga y de la que en Internet se encuentran diversas acusaciones por irregularidades, como aquíaquí o aquí.

Me pusieron como bebedero de patos. Vamos, que la crítica les sienta bastante mal.

Esto fue a raíz de la nota desinformativa "Eres khapa, pitta o vata", de hoy 17 de marzo, pergeñada a raíz de que Miguel Bosé ha afirmado (porque lo cree, no porque sea experto en el tema) que ha bajado de peso debido a una supuesta "dieta ayurvédica". La nota soltó afirmaciones promocionales de este cuento como: "los famosos están rendidos a sus resultados", presentó las declaraciones autobombásticas de la "monitora de ayurveda" de Miguel Bosé, Pilar Franco de Sarabia, para luego mostrar otra ristra de famosos que se han tragado el cuento ayurvédico. Se asegura, a rajatabla, que la tal Pilar (declarada "especialista" sin necesidad de mostrar un solo diploma) "detecta" alguna misteriosa y brujeril "energía" mediante "el pulso" y así lo clasifica a uno en uno de tres grupos:
  • "Khapa", que es estable, fuerte y con tendencia a engordar
  • "Pitta", que es perfeccionista, de carácter fuerte y gran apetito, y
  • "Vata", que es ligero, delgado y creativo
Y ya, eso le resuelve la vida. Se lo dice La Sexta.

A menos que sea perfeccionista, creativo y con tendencia a engordar. O estable, de carácter fuerte y ligero. O cualquier otra combinación no contemplada en el esquema mágico simplista y conveniente de la supuesta dieta ayurvédica. La magia, además de no funcionar, se mete en líos así.

Señalaremos que en realidad la superstición tradicional ayurvédica lo que define es tres humores, al estilo de la antigua superstición occidental de los cuatro humores: vata (aire en el espacio - viento), pitta (fuego en el agua - bilis) y kapha (agua en la tierra - flema), pero a lo que se ve esto es opcional según el negocio de doña Pilar Franco de Sarabia. Pero vamos, una tradición que recomienda comer heces de cabra para el dolor de estómago tampoco da para mucho más.

La tontería de la nota llega a niveles de delirio cuando el redactor suelta lo siguiente sin siquiera pensar (obviamente) en lo que dice. El menú para cada uno de los tres tipos en los que se divide toda la humanidad (wow) es así:
  • Para los khapa: legumbres y verduras
  • Para los pitta: cosas refrescantes, más dulces y en mucha más cantidad
  • Para los vata: alimentos calientes y muchas infusiones
O sea, de todo para todos y es igual, porque refrescantes o calientes, los alimentos tendrán que ser legumbres y verduras (los indostanos no comen carne), y frutas si mucho me apura. Pero como a un "khapa" no le den cítricos porque "no están indicados" en su dieta brujeril, nadie le ahorrará un escorbuto. Y es que a la escasez de Vitamina C le da igual si usted cree en las supersticiones de hace 3.500 años y no en las vitaminas descubiertas en el siglo XX.

Al asunto se le suman los inevitables masajes, que NO sirven para adelgazar, como le podría decir cualquier médico, llamados, dicen, "panchakarma". Ni qué decir que en la superstición ayurvédica la cosa tampoco es así, que el panchakarma son las cinco intervenciones y el masaje se llama distinto, el punto es que le aseguran que en 14 días puede perder "3 tallas".

Un cacho de publicidad valiosísimo, sin duda.

La persona encargada del Twitter de La Sexta Noticias me dijo que recibir porcentaje sería poco ético, por lo cual saqué a colación lo poco ético que es el periodismo que parte de falacias argumentales tan lamentables como la falacia de la evidencia anecdótica, en esta ocasión disfrazado de "si Miguel Bosé dice que bajó unos kilos, el ayurveda es verdad incuestionable".

Habiéndole dado enlaces y habiéndome ofrecido a hacerle el trabajo al redactor que se limitó a repetir lo que le contaron sin ninguna ética periodística, sin confirmar fuente alguna, sin buscar visiones discordantes, vaya, en el antiperiodismo tipo Íker Jiménez, lo que conseguí fue que la persona que le jode las relaciones públicas a La Sexta Noticias tecleando en su cuenta de Twitter (me niego a creer que su posición sea la oficial de esa institución) acabó soltando: "hay gente que defiende cosas no probadas científicamente que le fucnionan". Le expliqué entonces que los periodistas debían estar atentos a las falacias, y que el hecho de que haya gente que cree que la Tierra es plana no justifica que un informativo presente tal cosa como una opinión válida.

Lo siguiente que me asestó fue un "no me seas demagógico", afirmando que no era lo mismo poner a alguien diciendo "la Tierra es plana" que poner a Bosé como experto en dietética y nutrición.

Allí más o menos corté el diálogo diciendo que no le tolero insultos a quien se escuda tras una cuenta de Twitter institucional.

El debate en Twitter es irrelevante. Le dan la cuenta a un periodista que de repente se caliejnta y actúa como un empleado de tercera y llama a los críticos "demagogos" y se pone gallito sin asumir la única posición razonable del periodismo, que es la de averiguar las cosas y actuar según el derecho de la gente a saber, no en función del valor de entretenimiento de las noticias convertidas en show. Pues que se haga su autocrítica, y ya.

Lo importante ahora es ver si el redactor se pone en comunicación conmigo para que le proporcione datos sobre la fiabilidad del cuento ayurvédico, sobre la superstición milenaria en la que se basa, sobre la ausencia total de evidencia científica que hay sobre su eficacia e, incluso (algo que estoy seguro que debió hacer cualquier periodista de doceava categoría), sobre la tal Pilar Franco de Sarabia Rosado, la invalidez total de su supuesto título de la Universidad del Maharishi (sí, ese Maharishi, Sexy Sadie), sus empresas variadas y hasta su accionar político en el oscuro partido político que se armó el Maharishi en su viaje de poder absoluto, el Partido de la Ley Natural, del que doña Pili y su familia fueron candidatos al senado en las elecciones de 2004 y a la Comunidad de Madrid en 1999, conformando un retrato de adepto a secta peligrosa cuando menos señalable.

Entrados en eso, habría que contar cómo el Maharishi y Deepak Chopra (famoso por decir que el ayurveda funciona porque lo dicen los famosos a los que él corteja y trasquila en EE.UU.) hicieron de esta antigua superstición un moderno negociazo, primero asociados y luego peleados. Negocio embaucabobos, no medicina, no ciencia, no conocimiento.

Esperaré. Seguramente sentado como espero que me responda la Universidad Camilo José Cela a su desfiguro con ese maestro de antiperiodistas que es Íker Jiménez, y que por lo visto tiene seguidores (no lo creería de no verlo) en La Sexta, que fuera de sus desbarres esotéricos sigue siendo lo mejor de la televisión española.

La duda que queda es por qué ese escepticismo, ética y cautela periodística cuando se tocan temas económicos, políticos, sociales, de delitos, o incluso deportivos, salen por la ventana cuando se entra en ciencia, medicina y esoterismos varios.