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junio 13, 2014

Conspiranoia para principiantes

Cuando uno ve las grandes teorías conspiratorias de maestros como Rafapuaj, Chalades Rex, David Iij o Alex Cojones, se nota que han leído al menos un libro (mal) para armar alguna explicación psicodisléptica y aterradora correlacionando asuntos que tienen tan poco que ver como el color de la ropa interior de Lady Gaga con las ansias imperiales de Vladimir Putin (igual sí tienen que ver, cuidao, cosa de himbestigarlo).

Pero todo tiene su inicio, y si usted quiere algún día cobrar como cobran estos amos del embuste, el escamoteo y el tirimbolocho, puede empezar con lo más sencillo: la fecha culpable.

Tome usted un hecho cualquiera de cierta relevancia. Digamos, la abdicación del rey de España, asunto en realidad tan irrelevante como la ropa interior de Lady Gaga pero que algunos ven peor que las ansias imperiales de Vladimir Putin. ¿Cuándo lo anunció? El 2 de junio. Ni siquiera tiene usted que tener más información, basta ese dato para arrojar la duda más escandalosa y la sombra más oscura sobre toda la situación mediante preguntas cuidadosamente planteadas y siempre con el ceño fruncido, tono de denuncia y mirada de complicidad con el fulano al que le quiere vender el caballo muerto para que lo monte en una carrera asegurándole que va a ganar.

Paso 1: la fecha macabra

¿Por qué el 2 de junio? ¿Cuáles son los motivos siniestros que llevaron a la elección de esa fecha fatídica? (Aquí ya estará dándose cuenta, astuto que es usted, que los adjetivos juegan un papel esencial.) ¿Por qué no el 1 o el 3 de junio sino precisamente el 2? ¿Por qué no el 4 de febrero o el 12 de agosto? ¿Qué significado tiene esta curiosa fecha y qué nos dice del control que ejercen malévolamente sobre la sociedad humana los amos ocultos, los superiores desconocidos, la sórdida élite del poder en la sombra? ¿Y por qué en el 2014? ¿Por qué no en 2013 o en 2012 o en cualquier otro año desde que ese señor es rey? ¿Y por qué no esperar un año o dos? ¿Tendrá esto que ver con el hecho de que para el día de su abdicacion habían transcurrido exactamente (lo de "exactamente" es muy importante, impresiona un kilo) 14.072 días desde su coronación? ¿Y no resulta llamativo (no, pero no lo diga) que eso sean también precisamente 337.728 horas o 2010 semanas? ¿Ve usted? (Para este ejercicio, es utilísimo un sitio web que calcule fechas, como éste, sin que lo sepan sus lectores, que lo admirarán enormemente por su claramente superior capacidad matemática.)

Hasta aquí, cualquier lector atento lo habrá notado, no hemos dado ni una sola respuesta, ni nada de información. No hemos siquiera demostrado que haya algo extraño siniestro o preocupante en la fecha. Y, sin embargo, hemos sembrado la duda en nuestro público, que es de lo que se trata.

Paso 2: la correlación aciaga

Ya estará usted viendo que parte clave del asunto está en tener a mano un buen diccionario de sinónimos como el que acompaña a todas sus emisiones a gente como Íker Jiménez y su banda. No sabemos si haya un diccionario oficial de sinónimos del ikerjimenismo, pero cualquiera es bueno, mientras le informe a usted que "macabro" es también aciago, fúnebre, funesto, luctuoso, lúgubre, mortal, siniestro, sombrío, tétrico, triste, cadavérico, truculento, lóbrego, sórdido, tenebroso, mortuorio, necrológico y demás. Un buen himbestigador de las inquietantas y tantas conspiraciones que nos rodean debe usarlos todos con la habilidad con la que un chef de cuatro estrellas Michelin blande un cuchillo para picar perejil.

Barack Obama
(Foto D.P. SSG Sean K. Harp, vía
Wikimedia Commons)
Sigamos con la abdicación, no porque importe sino para no cambiar de ejemplo, que eso confunde y usted tiene que darle a su público simplismo puro.

¿Qué más ocurrió el 2 de junio? Google es tu amigo. Google es tu mejor amigo. Es mejor amigo que el que te presta 500 euros. Googléalo. Eliges una noticia del 2 de junio o de una fecha cercana que sea relevante para el rejuego del poder. El 3 de junio, el presidente de EE.UU. Barack Obama llegó a Polonia en una larga visita a Europa aprovechando el 70 aniversario del Día D, el desembarco en Normandía. Poco antes hubo elecciones europeas. Poco después empezaba el Mundial de Fútbol de Brasil, El punto es dar algún motivo, el que sea, para poner en duda la fecha. Todavía no tienes que dar respuestas, bastan las preguntas: ¿Qué estremecedora relación hay entre la visita de Obama y la abdicación del rey? ¿Exigió Estados Unidos la abdicación recordando cómo España apoyó oficiosamente los esfuerzos de guerra del Eje? ¿No es significativo que la abdicación haya ocurrido exactamente (ojo) 9 días después de unas sorprendentes elecciones europeas donde "coincidentalmente" el Frente Nacional fue el triunfador en Francia? (Los conspiranoicos nunca aceptan la coincidencia como explicación, por eso siempre ponen "coincidencia" y sus derivados entre comillas.)

Paso 3: la cortina de humo

Si encontramos algo relevante que pasó antes, podemos postularlo como causa de la abdicación, mientras que si pasó unos días después, podemos afirmar que fue consecuencia de la abdicación. Pero si nos exigen que expliquemos alguna de las correlaciones que hemos sugerido sin comprometernos a nada hasta el momento, siempre está la "cortina de humo".

Veamos. La gente cree que cuando ocurre una acontecimiento relevante, el vulgo, las chusmas, la perrada, se olvida hasta de mear para ocuparse únicamente de ese acontecimiento relevante. Es facilísimo demostrar que esto no es cierto y que la gente atiende a varias cosas a la vez, y es difícil que deje de atender a lo importante (salvo por un brevísimo período de tiempo) por lo atrayente. Pero eso mismo lo tendemos a olvidar respecto de los demás, así que siempre podemos invocar la teoría de "la cortina de humo". Es decir, que un determinado acontecimiento ha sido diseñado y escenificado por "los señores que gobiernan desde las tinieblas" para restar atención a otro que es más importante.

Lo bonito de la teoría de la cortina de humo es que puede formar largas cadenas de aparente causación que ni usted ni ningún conspiteórico del mundo tiene por qué demostrar que sea cierta o siquiera plausible. Gracias a ello, el oficio ha florecido sin que nadie ofrezca una mínima prueba de ninguna de las conspiraciones que tenemos en el mercado y que son un montón. Veamos el ejemplo final de esta introducción a la conspisoplapitería.

"La abdicación del rey es una cortina de humo para que no se preste atención a la visita de Obama. La visita de Obama es una cortina de humo para quitar la atención sobre el conflicto de Ucrania. El falso conflicto de Ucrania es una cortina de humo para que la gente no preste atención a las protestas del Tercer Mundo. Las protestas del Tercer Mundo son una cortina de humo para distraer del avance del islamismo internacional. El islamismo internacional es una cortina de humo para distraernos del problema de los transgénicos, el debate de los transgénicos es una cortina de humo para que nadie preste atención al nuevo rey..." (siga usted el ejercicio, use el Mundial de Fútbol y al Club Bilderberg, aunque no sepa qué es, no importa).

Próximamente, nuestro curso para conspichiflados intermedios.