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noviembre 30, 2005

Tiempo de predicciones y MOPAs

Sin darnos cuenta casi, otro año se nos va…

Un año fértil en asuntos memorables dentro del mundo de la charlatanería y el embuste ocultista, como el "fuera máscaras" de Herr Pedro Amorós como censor a grado tal que acabó cerrando el foro de la SEIP simplemente para evitar que hubiera voces críticas a su paradictadura de Panama Jack; como la parademanda de la salsa de pimienta verde; como las "niñas del cementerio" que se le están convirtiendo a Íker Jiménez en un Waterloo (y lo que viene, Íker, que sabemos que nos lees, agárrate al asiento para no darte con el techo de un bote). Año en que los chupaplumas se creyeron una novela (la de Dan Brown) y como buitres se lanzaron a escribir cualquier cantidad de libros pésimos para compartir, si no la gloria, los euros; año de ridículos a cargo de ayuntamientos como el de Monforte del Cid, Alicante, y el de Bélmez de la Moraleda (Teresa Gomis Fúster me escribe para regañarme, con razón, porque trasladé a Bélmez a Alicante, cuando este bonito pueblo exprimido por los charlatanes sigue donde siempre ha estado, en Jaén, disculpas por el lapsus) o universidades como el ITESO de Jalisco, México; año del nacimiento de Cuarto Milenio, la televisión que podía ser peor, aunque usted no lo creyera… y año internacional de la física, por cierto.

Pero, sobre todo, la llegada de diciembre nos anuncia, además de villancicos nauseabundos, de la fiesta del consumo y de las comilonas a reventar, dos acontecimientos esenciales.

¡Las predicciones!


Por estos días los profetas, videntes, adivinos, médiums, parapsicólogos, clarividentes, vaticinadores y zahorís del mundo empiezan a hacer sus predicciones con todo el descaro con el que las hicieron el año pasado, dejando de lado el hecho de que el año pasado fallaron en todo lo fallable y muchos no atinaron ni con lo obvio. Pero por suerte, El retorno de los charlatanes sigue guardando celosamente las predicciones de 2005, tanto el resumen que presentamos aquí como las cien páginas de todas las que encontramos y que los muy masoquistas pueden descargar aquí.

Por tanto, hay que revisar las profecías de hace un año y darle una calificación a los émulos de Costradamus, el adivino cochino, cosa que haremos durante diciembre.

Pero también hay que reunir, recopilar, ordenar y seleccionar las predicciones de 2006 con los mismos criterios del año pasado, es decir, les toca trabajar un poquito a nuestros lectores y enviarnos, conforme vayan encontrándolas: predicciones de España, México, Argentina, cualquier otro país latinoamericano, Estados Unidos (en español, el año pasado traté de reunir las que aparecían en inglés y el tiempo no me daba, que yo sí trabajo)... ¡todas las predicciones valen! Necesitamos la predicción completa, el nombre del supuesto adivinador, el medio, la fecha de publicación y, en el caso de medios impresos, de ser posible la imagen del artículo de prensa escaneado. También nos valen enlaces a páginas de medios o de adivinos. Envíe las predicciones por correo electrónico a esta dirección, y en enero publicaremos las menos vagas para, dentro de un año, divertirnos viendo los resultados de los "poderes paranormales" del charlatanaje adivinante.

¡Y las MOPAs!


¡Se abre el período de nominaciones de los premios MOPA!


Los premios de la Máxima Orden de la Parapsicología Alucinadita, que otorga la Academia de Ciencias y Artes del Neo Ocultismo (ACA-NO) todos los años desde el año pasado, en una fastuosa ceremonia de gala que se realiza el 28 de diciembre, reconocido como el día mundial de los paranormaleros, misteriólogos, parapsicólogos, ocultistas, curanderos, misticoides y pájaros similares, tendrá su estremecedora segunda edición este año.

Para seleccionar a lo más granado del mundo del embuste, el descaro, la fulería, el desahogo y la farsa esotericona, para distinguir a los charlatanes entre charlatanes de 2005, se convoca a que usted, lectora, lector, tú, Íker, tú, Bruno, y hasta tú, Pedro, envíen sus nominaciones a esta misma dirección electrónica.

El año pasado, las categorías premiadas fueron:
  • Mejor negocio paranormal La virgen del sandwich de queso al horno

  • Fenómeno paranormal más oportuno Las "nuevas" caras de Bélmez

  • Mejor ocultista en papel protagónico (hombre) Carlos Trejo

  • Mejor ocultista en papel protagónico (mujer) Leevon Kennedy

  • Mejor ridículo de los medios ante el ocultismo La Federación de Asociaciones de Radio y Televisión de España por darle la "Antena de oro" a Íker Jiménez

  • Mejor ridículo paranormal gubernamental Para la Secretaría de la Defensa Nacional del gobierno mexicano, por entregar a Jaime Maussán las cintas de los "ovnis infrarrojos" creyéndolo experto en algo

  • Mejor demanda judicial paranormal Bruno Cardeñosa por su inexistente demanda Perspectivas# y sus tres editores: Luis Ruiz Noguez (México), Diego Zúñiga (Chile) y Kentaro Mori (Brasil)

  • Mejor somnífero paranormal El fenómeno ovni ante la ciudadanía española, tabique de Gabriel Gomis Martín

  • Mejor troll ocultista en Internet César Sirvent

  • Mejor investigación malhechota El affaire Bélmez

Este año repetimos categorías, pero además usted, sí usted, incluso tú, Javier, o tú, Josep, pueden proponer categorías para sus charlatanazos favoritos.

Como es tradición, los adivinos llegarán sin necesidad de invitarlos porque ya saben dónde será el guateque, si van a ganar o no y si es mejor desconfiar de la crema de nécoras. Los no videntes serán convocados telepáticamente para que asistan a la magna gala que se llevará a cabo celebrando su día, el 28 de diciembre, y recojan el testimonio de su importancia en el mundo de la himbestigazión paranormal y el hesoterismo, su MOPA, que es la graciosa representación de una elegante mopa envuelta en papel aluminio, de 66,6 cm de altura y montada con un tornillo de acero inoxidable sobre un pedestal de aglomerado que es una monada, y que fue diseñada en exclusiva y telekinéticamente para este blog por el gurú hindú-germánico Mengelenanda Valepura, el hombre con los chacras más rápidos del mundo.

(Los MOPAs de este año serán los mismos que los del año pasado. Ya que ninguno de los ganadores se presentó, les cambiamos la plaquita y listo. ¡Gracias por ahorrarnos el volver a hacerlas, solidarios soplaflautas!)

Así que predicciones y Mopas, que se acaba el año.

noviembre 21, 2005

Si hay una explicación... ¿cuál es?

Recibo en la dirección de "Comentarios" de este blog el siguiente mensaje.

HOLA. Le escribe Verónica Solano de Costa Rica. Soy acupunturista graduada hace 5 años de la Universidad de Beijing en Medicina Tradicional China con sede en Tokyo y Pekin, realicé mi internado en el Hospital de la Amistad China Japón en Beijing, y finalicé mi práctica de graduación en la Open International University en Sri Lanka trabajando en la Clínica del Seguro Social de dicho país aplicando acupuntura difícil como voluntaria en pacientes de muy escasos recursos.

Mi historia empieza después de terminar mi carrera como Técnico de Ortopedia en la Universidad de Costa Rica, me picó el gusanito de la ciencia y la salud, y estando en Tokyo por razones de trabajo me inscribí en la escuela con un objetivo claro: "No me importaba un comino la acupuntura, pero quería mantenerme actualizada en anatomía humana hasta que pudiera regresar a mi país con el dinero suficiente para pagarme la escuela de medicina". Yo no creía en nada de eso hasta que un día, en un broma con una amiga que tenía una erupción cutánea me reto a aplicarle acupuntura después de tener más de un mes de luchar con su mal... lo hice, fueron 15 minutos de agujas, y al día siguiente la erupción hacía desaparecido por completo... esto me movió el interés, empecé a dedicar tiempo y cariño a averiguar que había sucedido, y esa lucha me ha llevado cinco años de investigación y desarrollo en acupuntura.

Estoy en el último año de la carrera de medicina en mi país, y hace cinco años fundé el Centro de Acupuntura y Moxibustión y empecé a tratar pacientes con acupuntura, y he de confesarles que funciona, y funciona cada vez más conforme voy comprendiendo los mecanismos de acción y las respuestas fisiológicas del organismo en relación al estimulo dañino que produce hacer agujeros en el cuerpo de las personas, la técnica va mas allá, al producir sangrados con ventosas y estimulaciones que no hacen más que dañar al cuerpo... y que por tanto producen una respuesta de curación interna, un despertar de sistemas inmunológicos y fisiológicos que buscan el objetivo de curar el daño que yo adrede provoqué.

Hace cinco años entreno personal en acupuntura y duro tres años entrenando a cada persona, les exigo tomar cursos de anatomía humana, fisiología, primeros auxilios, esterilización de equipos y vacunas contra la hepatitis B. Reciben instrucción en laboratorio clínico y fisiopatología... y debo admitir que muchos de ellos son médicos innatos que no pudieron estudiar dicha carrera, pero que tienen un interés real por el estudio del cuerpo humano y sus reacciones, muy por encima del interés económico... es así porque sólo los mejores me aguantan tres años de estudio arduo, y bajo mi tutela hoy día se entrenan muchos médicos, terapeutas físicos, enfermeras, etc.

La acupuntura si tiene una explicación científica, y no aplica en esta nada más que la lógica y la comprensión del cuerpo humano y sus respuestas a los estímulos del medio ambiente, la filosofía china es preciosa y perfecta, lástima que miles de "charlatanes" en el mundo si la utilizan para negocio y no estudian, no se informan, no investigan... no progresan.

La nueva medicina de nuestro siglo busca que acupuntores y otros terapeutas alternativos sean medios que promuevan una salud de prevención, que conozcan los temas de la nutrición y el ejercicio como medios de vida del ser humano, y promuevan una salud basada en el manejo equilibrado del cuerpo humano en relación con su medio ambiente y con los seres humanos.... el acupuntor puede ser un consejero, un informante, un promotor de la salud, si la acupuntura se aplica en y por las razones correctas.

Gracias... espero escuchar de ustedes pronto. Saludos. Verónica Solano Corella.


Respondo


Lo que usted relata es muy interesante, y nos ofrece un testimonio sentido y aparentemente sincero que publicamos sin omitir una coma.

Sin embargo, si usted está interesada en la ciencia tal como lo afirma en su mensaje, sabrá perfectamente que la evidencia anecdótica no puede ser utilizada como prueba en cuanto al conocimiento científico. Un testimonio en asuntos de ciencia es, en el mejor de los casos, una indicación de los posibles caminos de una investigación, pero no constituye una prueba científica, ni mucho menos basta para normar un criterio generalizado de conocimiento y praxis, para aceptar como válidas manipulaciones que intervienen o pretenden intervenir en la salud ni para darle a sus adeptos carta blanca para aplicar en pacientes humanos procedimientos no probados.

Con frecuencia, las personas que sostienen determinadas convicciones pretenden darle a la evidencia anecdótica referida al conocimiento científico el mismo valor que le damos en otros casos, como el de la experiencia cotidiana o el jurídico. Por ejemplo, si alguien nos dice: "Ayer me caí en la calle y me torcí el tobillo", está hablando de algo que conoce cercanamente, de su experiencia concreta y personal, de la que conoce todo lo relevante. No hay muchos motivos para dudar de que se haya caído y se haya torcido el tobillo. Si una persona en un tribunal dice: "Yo vi al acusado disparando contra la policía", también el testimonio tiene valor porque se limita a narrar algo que vio (aunque es bueno mantener un espacio para la duda incluso en esos casos, como señalo en la entrada Guía para detectar a los pillastres y sus patrañas en el punto 13). Estos testimonios no caen en ninguna falacia argumental, y por tanto no son rechazables de entrada y en nuestra vida diaria les damos un nivel razonable de validez.

Pero si alguien dice: "me curé con [x]" (donde "x" es cualquier cosa: acupuntura, agua milagrosa, quiropráctica, aspirina, ayurveda, etc.), el testimonio es dudoso porque cae en falacias argumentales como la llamada rimbombantemente en latín post hoc ergo propter hoc (después de esto, por tanto causado por esto), es decir, el testimonio afirma que como "B" ocurrió después de "A", "A" fue la causante de "B" sin tener realmente forma de saber con certeza que eso ha ocurrido. Es decir, antes que testimonio nos está ofreciendo una suposición sin base sólida, o sea, una simple opinión.

Esta falacia de razonamiento está en el origen de muchas supersticiones, por ejemplo, la del deportista que mete un gol un día que se pone calzoncillos de corazoncitos rojos y decide en lo sucesivo ponerse tal prenda en todos los partidos, como si los calzoncillos tuvieran algún efecto en su capacidad de meter goles. Las supersticiones de este tipo se eternizan aunque se haga evidente que no es verdad que meta un gol siempre que usa esos calzoncillos.

Evidentemente, el testimonio "meto goles porque uso calzoncillos con corazoncitos rojos" es dudoso porque quien lo dice no conoce la cadena causal, sólo la está suponiendo sobre bases más que endebles. Sin embargo, si hubiera suficientes testimonios en el sentido de que hay una relación estadísticamente significativa entre los calzoncillos con corazones rojos y la probabilidad de meter un gol, ello se podría poner a prueba científicamente, con un experimento adecuado que, entre otras cosas, eliminara el hecho de que un supersticioso pueda sentirse más seguro por el sólo hecho de llevar unos calzoncillos que cree que tienen ciertas propiedades que sólo podemos llamar mágicas (y que sería el equivalente al efecto placebo).

Muchos testimonios como "vi una nave extraterrestre", "vi un fantasma", "me curé con [x]", "me va mal porque me hicieron un trabajito de brujería", "esa mancha en el suelo es una cara provocada paranormalmente", etc., no tienen la validez de los señalados primero, ya que suponen cosas que el testigo ignora (naves extraterrestres o fantasmas, de existir, el mecanismo de la curación, el efecto de un acto de magia en la realdiad). Para validarlos, sería necesario conocer muchos datos que el testimonio no nos da. Por ejemplo (y no digo que sea el caso), su amiga pudo estar sometida a un tratamiento médico contra la erupción que hizo efecto al mismo tiempo que se practicó la acupuntura, o bien la etiología precisa de la afección (de cuyo diagnóstico, origen, agente causal y duración no se nos dice nada) era tal que desaparecería más o menos en ese momento, o bien entró en acción el siempre misterioso efecto placebo (genuino misterio que sólo la ciencia está estudiando en la actualidad, por cierto).

Así, para tener comprobaciones científicas que nos sean útiles, seguramente usted lo sabe, es necesario realizar experimentos con protocolos cuidadosamente diseñados y estrictamente supervisados en cuanto al control de variables, la validez estadística de los métodos de medición y evaluación de resultados y, tratándose de experiencias con sujetos humanos, un sólido y hermético sistema de doble ciego que evite desviaciones de los resultados debidas, entre otras cosas, al ya mencionado efecto placebo.

Ni en la carrera de técnico ortopédico, ni en la de acupuntura (hasta donde yo sé), se ofrece un curso exhaustivo de metodología experimental, con sus apartados de estadística, instrumentación, etc., siendo, como son, carreras orientadss a la puesta en práctica de afirmaciones de terceros.

Sin embargo, usted habla de la "investigación" que realiza. Si tal investigación se ajusta a la metodología que nos ha permitido resolver muchos problemas humanos (desde la construcción de puentes hasta las telecomunicaciones o la cura de la lepra), sería de suponerse que ha sido aceptada para su publicación en alguna revista médica "peer reviewed" o arbitrada, o que, cuando menos, usted puede hacerla pública para que cualquier investigador interesado pueda analizar sus protocolos, revisar sus resultados estadísticamente y, en su caso, replicarla.

Es decir, el problema no son las evidencias anecdóticas, que abundan en el caso de cualquier forma de curanderismo místico, incluso los más disparatados, de lo cual por supuesto puedo ofrecerle ejemplos si lo desea, sino precisamente la falta de pruebas científicas sólidas que respondan a preguntas clave, por ejemplo:

1. ¿Cómo se determina exactamente por dónde pasan los meridianos en distintas personas de distintas estaturas, complexiones y pesos, qué métodos se utilizan para detectar o distinguir tales meridianos y cómo se diferencian de las áreas adyacentes? Se afirma que los meridianos son tejidos diferenciados que transmiten una "energía" determinada y diferenciada llamada "chi", cosa que no hacen otros tejidos, y por lo tanto los tejidos de los meridianos deben tener una diferenciación anatomofisiológica tan clara como la de las neurona que transmiten impulsos nerviosos electroquímicos respecto de, digamos, los osteoblastos o los hepatocitos.

2. ¿Cómo se define el "chi", cómo se mide, cómo se detecta su movimiento y sus desviaciones o bloqueos? Volviendo al caso de los impulsos nerviosos electroquímicos, es muy fácil medir mediante un electromiógrafo cuando un impulso nervioso está llegando o no a una fibra muscular. Conocemos cada vez mejor la química de los neurotransmisores y podemos diferenciar los impulsos nerviosos de otras formas de energía electromagnética (así funcionan también el electroencefalograma y el electrocardiograma). Ya que usted afirma comprender los mecanismos de acción de la acupuntura, seguramente podrá responder a esto con experimentos correctamente realizados y replicables que demuestren, describan y definan dichos mecanismos desde un punto de vista integrado a las demás ciencias biológicas.

3. ¿Cómo se mide y demuestra la "respuesta de curación interna, un despertar de sistemas inmunológicos y fisiológicos que buscan el objetivo de curar el daño que yo adrede provoqué"? Es decir, una afirmación así debe tener estudios igualmente realizados con corrección que nos señalen de forma demostrable, medible y replicable el aumento de tales o cuales tipos de leucocitos o linfocitos o agentes del sistema inmune en respuesta a las prácticas de "daños" causados a los pacientes. Sería ideal, claro, que antes de hacer sangrar a un paciente, se hubieran llevado a cabo experimentos sangrando animales que demostraran ese aumento estadísticamente significativo de los aspectos mensurables del sistema inmune humano, que afortunadamente conocemos cada vez mejor gracias precisamente a la investigación científica.

4. ¿Cuál es el mecanismo mediante el cual la actividad del cuerpo para defenderse de una lesión (coagulación, cicatrizado) se convierte en una actividad "inmunológica" para atacar afecciones tan distintas como los desarreglos fisiológicos e infecciones no relacionados con la herida que usted provoca adrede y en cuya curación, hasta donde sabemos, no intervienen exactamente los mismos elementos del cuerpo? Generalmente, la multiplicación de las lesiones o ataques al cuerpo vuelve a éste más frágil y le dificulta enfrentarlos todos, tanto que la multiplicación de lesiones puede llegar a hacer imposible la vida. Pero usted propone que una lesión "potencie" de alguna forma la curación de otras. La lógica que utiliza, según la cual incrementar el daño al cuerpo facilita la curación de todos los daños (y que en una reducción al absurdo sugeriría que quizá el cuerpo puede "curarse solo" de una pericarditis si le damos una paliza al paciente) contradice lo que sabemos del cuerpo y sus mecanismos, y por tanto debe estar sustentada en un cuerpo experimental sumamente sólido. La frase aplicable aquí es que las afirmaciones extraordinarias demandan pruebas igualmente extraordinarias, y no es irracional, negativista ni "cerrado" el solicitar tales pruebas para permitir que un grupo de personas le claven agujas a otros.

5. ¿Qué procedimientos diagnósticos se emplean para determinar la aconsejabilidad o no de un tratamiento con agujas, y cuáles son los criterios mismos de tal aconsejabilidad? Así como hay criterios que indican cuándo se debe o no realizar una cirugía, cuándo se debe o no aplicar un esteroide o una rehabilitación por fisioterapia, definidos mediante la experimentación y aplicación del método científico, es importante saber cuáles son tales criterios en el caso de la acupuntura y en qué estudios están basados. Evidentemente, los procedimientos diagnósticos están estrechamente emparentados con la teoría de la enfermedad y, según recuerdo, la medicina china se ocupa de los desarreglos del "chi" según la teoría de la "pestilencia" y su herramienta diagnóstica preferente son las alteraciones del pulso, pero no quisiera agobiarla pidiéndole una definición precisa de las diferencias en el pulso y la cadena que une tal diferencia del pulso con una u otra patología.

6. Si, en sus palabras, "La acupuntura si tiene una explicación científica, y no aplica en esta nada más que la lógica y la comprensión del cuerpo humano y sus respuestas a los estímulos del medio ambiente", ¿cuál es esa explicación científica y cómo se ha validado experimentalmente?

Note usted que no entro en el debate de quiénes son charlatanes y quiénes no, ni en la posible relación entre un procedimiento ritual tan preciso como la acupuntura y otros aspectos que no tienen nada que ver con él, como la salud preventiva, la nutrición y el ejercicio, cuyos beneficios, práctica correcta y posibles peligros han sido definidos también por la ciencia y no por las prácticas del curanderismo. Es más, ni siquiera entro en la descripción anatomofisiológica aceptada por la tradición china, aunque una somera revisión de la misma nos permite determinar sin lugar a dudas que no ha realizado ninguna aportación relevante al conocimiento que hoy tenemos del cuerpo humano, su constitución, funcionamiento y desarreglos. Y mucho menos toco de momento el tema de la "moxibustión", cuyos mecanismos desafían a la racionalidad de manera mucho más violenta que la propia acupuntura.

Dejo claro, además, que no pongo en duda hasta ahora su sinceridad en cuanto a la creencia en la acupuntura y otras prácticas, y espero que pueda diferenciar, en su respuesta, la creencia (o la convicción profunda) del conocimiento y la forma de obtenerlo, y que pueda ofrecer (no a mí, a todo el mundo) los beneficios de su conocimiento omitiendo la parte de la creencia, la fe, las certezas subjetivas, la convicción de la "perfección" de la filosofía china y las evidencias anecdóticas selectas que no sirven como sustento de la ciencia.

Mauricio-José Schwarz

noviembre 18, 2005

Hay una carta para Cuatro sobre "Cuarto Milenio"

Si piensa que la televisión no debe usar cualquier pretexto para "entretener", sobre todo si "entretiene" con mentiras que conscientemente disfraza de verdades, promoviendo la ignorancia, la creencia en ideas disparatadas, la adoración a desvergonzados negociantes de la charlatanería y el odio al conocimiento y a sus métodos, no deje de firmar la carta abierta que para el nuevo canal Cuatro ha redactado Círculo Escéptico, la más joven de las asociaciones racionalistas españolas.

Los motivos para esta carta se hacen evidentes en el dossier sobre Íker Jiménez recopilado por el CE que recoge algunas de las críticas a las "informaciones", "investigaciones" y libros del inexplicablemente galardonado Jiménez.

(Que no se nos malentienda, como comerciante, como vendedor, como encargado de marketing o mercadotecnia de cualquier taradez con capacidad para embaucar a grandes sectores del público, Jiménez merece sin duda no uno, sino muchos premios, reconocimientos y galardones. Pero darle a premio de periodismo es como darle el Nobel de la Paz a George W. Bush.)

noviembre 16, 2005

Lunáticos en la tele

Pues menuda decepción nos obsequió Íker Jiménez en su megasuperlanzamiento ultraestelar en el nuevo canal Cuatro.

Uno hubiera esperado que, dada la potencia económica del grupo dueño del canal, dado el interés que tiene el canal por competir efectivamente en un panorama muy inclinado hacia Tele Cinco y dado que Íker desea más que nada apoderarse de más medios, cobrar más e impedir que sus críticos tengan tribuna, el "Cuarto Milenio" jimenezero sería al menos superior al espacio de Javier Sierra en Telemadrid.

Pero resulta que no.

El programa de Jiménez constó de tres recortajes. Digo recortajes y no reportajes porque lo que hizo fue recortar historias antiguas y manidísimas (y desprestigiadísimas, como la del "apoloescepticismo"), coserlas con ánimo de modistilla malpagada y recetárselas al público.

Parecería que, después de todo, Íker sabe que los verdaderos creyentes que lo consideran un gran "investigador" y un magnífico "periodista", además de aceptar cualquier ocurrencia de los misteriólogos, son muy afectos a escuchar lo mismo repetido de varias formas, como si la repetición los hiciera más "reales". Luego, otro sector del público no tiene idea de los temas que explota Íker y todo esto le sonará sumamente nuevo. Otra paret del público le es inalcanzable porque no hace caso de tonterías pero tampoco ve qué tan graves son estas tonterías en particular. Y sabe también (para ello se han empeñado los ocultistas negociantes durante años) que serán muy pocos quienes entre el público dispongan de los datos necesarios para darse cuenta de las faltas a la verdad con las que los televidentes fueron aporreados durante 75 minutos, con aviesas sugerencias sensacionalistas sobre el manido caso de Ochate, la idea de que el hombre no llegó a la Luna y el cuento de que la "mesa de Salomón" está enterrada en Toledo.

Lo que me parece más dsetacable es cómo se utiliza a un científico de verdad y que no cree en los delirios conspiranoicos de los ocultistas para darle un barniz de credibilidad al reportaje sobre quienes venden la idea de que el hombre nunca fue a la Luna.

Son multitud los sitios que pacientemente se ocupan de responder a todas y cada una de las extravagantes ideas y observaciones a las que acuden quienes aseguran que los viaje a la Luna fueron en realidad montajes con efectos especiales al estilo de J.J. Benítez, entre ellos El hombre sí pisó la Luna, Of course we went to the moon, Fox TV and the Apollo Moon Hoax o Who mourns for the Moon, entre otros muchos.

Ojo: todos y cada uno de los argumentos que en el programa de Jiménez presentó un tipo con aspecto de cantante pop de los 80 están respondidos y rebatidos ampliamente. Todos. Y uno supondría que un "incansable buscador de la verdad" se ocuparía de demostrar que los contraargumentos y pruebas y razonamientos de los sitios arriba citados y otros muchos son incorrectos o inaceptables basándose en otros datos y argumentos y razones.

Pero como en el mundo del misterio no se trata de avanzar sino de cobrar, los enigmatólogos no se ocupan de mencionar siquiera que existen datos que contradicen su rollo. De nuevo, saben que la mayoría del público no conocerá esos datos y entonces se limitan a repetir los mismos viejos argumentos y a cobrar.

Ésa es una forma de mentira.

Otra forma de mentira es entrevistar al encargado de la NASA en España y dejarlo decir que los viajes eran públicos y que la teoría conspiranoica del fraude de los Apolo es una tontería insostenible. Nos quedamos sin saber si el científico español dio algún argumento contra las afirmaciones del invitado estrella de Íker y resultará que sus palabras fueron convenientemente editadas (como siempre, "por cuestiones de espacio" y no de mala leche). Es decir, a uno le permiten decir todas las tonterías y a otro se le deja decir que son tonterías, pero no demostrarlo, que tanta libertad tampoco es buena.

Pero la forma más clara de la mentira, la más gorda, la más desvergonzada y la más manipuladora, nos la ha hecho notar Gerardo García Trío, autor del blog Bajo el volcán.

Con su tono de conspiración misteriosona (un poco boba si se adopta ante un público de más de cinco personas), el locutor nos informa que un "periodista" se acercó amablemente a Buzz Aldrin, el segundo hombre en la Luna, viajero de la Apolo XI, y le pidió que jurara por su madre que había estado en la Luna, afirmación a la que el astronauta respondió como un energúmeno abusón con un gancho de izquierda a la mandíbula que nos recordó las prodigiosas hazañas de "Mantequilla" Nápoles en el boxeo de los 60.

El locutor del programa y su director, es decir, Íker Jiménez, mienten, como ya es tradición.

Como nos lo recordaba Gerardo, en el sitio de CSICOP se recoge la noticia de que el 2 de septiembre de 2002, un coequipero de Íker Jiménez, un creyente en la conspiración lunar, Bart Sibrel (o Bart Winfield Sibrel), que curiosamente se gana la vida vendiendo vídeos y conferencias sobre el tema, se le acercó con malas pulgas a Aldrin exigiéndole que jurara sobre la Biblia que había ido a la Luna. Como Aldrin (72 años, 73 kilos de peso, 1,77 de estatura) le pidió varias veces que lo dejara en paz, Sibrel (37 años, 113 kilos de peso, 1,87 de estatura) le dijo entonces valerosamente: "You're a coward, and a liar, and a..." ("Eres un cobarde, un mentiroso y un..."), y el resto de sus históricas palabras se perdió cuando el astronauta le atizó un moquete (cosa de todos modos reprobable, aunque uno pudiera simpatizar con un hombre que se ha jugado la vida para conseguir una hazaña singular y luego se haya pasado 33 años escuchando estupideces y aguantando el acoso de personajes tan creíbles y serios como Sibrel, Jiménez o Maussán).

Usted puede ver el vídeo en la misma página, subir el volumen, escuchar lo que dice Sibrel y compararlo con lo que Íker dice que dijo.

En realidad, como lo cuenta Phil Plait, Sibrel ya era famoso por acechar a los astronautas de las misiones Apolo y enseñarles una Biblia exigiendo que juraran sobre ella que fueron a la Luna. De hecho, Edgar Mitchell, astronauta de la Apolo XIV, no tuvo problemas en jurar sobre la Biblia de Sibrel que sí había ido a la Luna, cosa que no mencionan ni Sibrel, ni Jiménez ni el resto de su cuadrilla.

Ocultar lo que ya se sabe para seguir explotando misterios que no son tales, vendiendo como noticia una ocurrencia superada y desacreditada es una táctica tradicional de los charlatanes. Su aparición inmediata como estrella del "Cuarto Milenio" de Íker Jiménez, nos dice a gritos que estamos ante un programa de radio con cámaras, pero sin rigor, sin seriedad y con el único objetivo de obtener público y ganancias, que de los hechos reales se ocupen otros menos listillos.

Para la semana próxima, Jiménez nos anuncia que seguirá refriteando los temas que le han dado fama, fortuna y una egomanía de polendas. Lo que Cuatro vende como un "gran especialista" y un "periodista" sigue siendo el Georgie Dan del ocultismo, pues.

noviembre 13, 2005

Telepatrañas

Escribo esto unas pocas horas antes de que Íker Jiménez, misteriólogo mediático y atrabiliario inquisidor fallido de la ciencia en general, inicie su programa "Cuarto milenio" en la nueva televisora privada española "Cuatro".

Ciertamente, quienes nos ocupamos de divulgar el conocimiento científico y el pensamiento crítico y ordenado que subyace al método de la ciencia, estamos muy atentos al programa.

¿Hay oposición a Íker Jiménez porque es más rico (sin duda alguna) que la mayoría de nosotros, o será que se encuentra cuestionable la forma en que manipula la información para tener más público (sin importarle engañarlo) y así obtener ingresos elevados de forma poco ética?

¿Por qué parece haber una obsesión en la figura del regordete mercachifle de enigmas de saldo? ¿Es simple mala voluntad o, como algunos de sus cófrades han afirmado con la desvergüenza que les caracteriza, nuestras críticas nos generan jugosos cheques de la CIA, el FBI, el CESID, el MI5, Kaos, la KGB (bueno, ésa ya no existe)? ¿O se debe a que es preocupante la presencia cada vez más extendida de las falsedades que disemina sin pudor alguno este personaje, primero en revistas charlatanescas, luego en radio, después perpetrando libros y cobrando por hacer "colecciones" de misteriología, luego como colaborador de la televisión mañanera "para mujeres" y ahora como titular de su propio espacio televisual?

¿Será que, como lo documenta ampliamente el dossier que al respecto ha recopilado el Círculo Escéptico y enviado a la televisora, Íker Jiménez se ha destacado por mentir, ocultar información, amenazar a sus críticos, censurar a quienes opinan distinto de él e incluso ser parte de manipulaciones poco claras como en el caso de la fotografía de la que depende todo su último libro y donde se le abrieron varias vías de agua cuando se hizo pública la foto original en la que las fantasmas que comercializaba Jiménez estaban llamativamente ausentes? En resumen, ¿es posible que los críticos se sientan ofendidos ante tanta desvergüenza en lugar de ser parte de una conspiración enorme contra los héroes míticos, sabios y maravillosos que algunos vividores del cuento imaginan ser?

¿O quizá la crítica se debe a que Íker Jiménez se ha empeñado en decirle a su numeroso público que la ciencia, gracias a la cual funcionan la radio, la televisión y las imprentas de las que obtiene sus ingresos, la ciencia cuya medicina lo ha atendido, la ciencia gracias a la que tiene aviones para ir a dar conferencias cobradas, la ciencia detrás de la luz eléctrica, la telefonía móvil, las vacunas que han erradicado enfermedades milenarias, las neveras, los ordenadores, Internet y todo cuanto nos rodea es, ni más ni menos, una forma de "fascismo", es "dogmática" y es "negativista"?

(Amerita paréntesis: hay dos casos históricamente relevantes que ilustran lo que ocurre cuando se le adjudica al conocimiento una filiación ideológica. El primero es el de Trofim Denisovich Lysenko, quien convenció a Stalin de que la genética científica era "ciencia burguesa", lo que no sólo retrasó el conocimiento en la antigua URSS, sino que dejó tullida a su agricultura y costó varios millones de muertos ya que las propuestas "ideológicamente correctas" de Lysenko no servían para aumentar la productividad agrícola. El segundo, claro, es el del racismo eugénico del nazismo alemán, que sobre bases científicamente inadmisibles [pero políticamente convenientes para los gobernantes] ocasionó el genocidio de judíos, gitanos, eslavos y hasta comunistas [había "demostraciones" tipo Íker Jiménez de que "ser comunista" era un defecto genético hereditario, lo que justificaba matar a los hijos de los comunistas tanto en la Europa nazi como en la España bajo Franco durante la Guerra Civil]. La ciencia no es "fascista" ni "comunista", es real (se puede demostrar y funciona) o no. Punto.)

¿Se critica a Íker Jiménez por tener mucho público o porque dice mendazmente que es "escéptico" y repite que "cada quien se debe formar su propia opinión" cuando su principal ocupación es denostar a quienes dudan de él (a los "escépticos" reales) e impedir por todo concepto que "su público" se vea expuesto a opiniones, datos, argumentos, información y visiones que cuestionen lo que él promueve en sus programas, en los que el conocimiento es malo, un simple periodista es una especie de superinvestigador mezcla de Indiana Jones y Mortadelo, y donde absolutamente toda afirmación extravagante se certifica como "misterio genuino" y se comercializa alegremente sin dejar espacio a la duda y al cuestionamiento?

El programa de misteriología rentable que se iniciará esta noche de domingo no puede ni debe estar exento de la crítica que se hace a otros productos televisuales, e independientemente de su rating o de la cantidad de euros que genere en publicidad. En este caso cuando estamos ante alguien que ha construido su "prestigio", su Premio Ondas y sus buenas ganancias en la negación tajante de cualquier valor que puedan tener la enseñanza, la ciencia, el pensamiento cuestionador, la capacidad crítica, las preguntas incómodas y las posiciones independientes, es normal que reciba atención de quienes se oponen a su perversión del periodismo, a las mentiras que difunde y al tonito amenazante con el que se dirige ante quienes tratan de dar información que a él no le conviene.

Pero que no se diga, por favor, que alguien quiere que al pobrecito de Íker le quiten su juguete nuevo, que será de lo que ya estará quejándose el próximo fin de semana en la Cadena Ser donde hace su negocio radiofónico.

Por el contrario, lo que se le puede (y debe) pedir a la televisión española es que por cada astróloga, por cada misteriólogo, por cada TNT y cada Cuarto Milenio ofrezca, atendiendo a lo previsto por las leyes que regulan a los medios de comunicación, un espacio similar (en tiempo, en promoción, en costos de producción, en publicidad) para que el público pueda ver la otra cara de la moneda, los datos, los argumentos, el cuestionamiento libre, crítico y abierto de las afirmaciones descabelladas de los ocultistas neomilenarios.

En pocas palabras, que el público que le da de comer a los medios pueda realmente disponer de suficiente información como para formarse su propia opinión y no la prevista por los mercaderes de la falsedad.