Locomotora de vapor (fotografía © Mauricio-José Schwarz) |
Cualquier otra persona en cualquier lugar del mundo puede verificar esa afirmación de modo independiente, sin que importe su color, género, preferencia de equipo de fútbol, estatura o capacidad para bailar el tango. Gracias a que distintas personas confirmaron que esto era así, podemos aceptar como certero que "el agua hierve a 100 ºC a una presión atmosférica de 760 mmHg" y se pudo investigar por qué y qué significaba eso.
Sir Francis Bacon pionero del método científico (Wikimedia Commons) |
Antes de esto, las afirmaciones se valoraban según quién las decía (principio de autoridad) y según la lógica o aparente razón que las sustentaba, e incluso la elegancia, el buen decir, la simpatía, la gramática y la floritura del que hacía la afirmación, o incluso dependiendo de qué tan violento, atrabiliario y bien armado estuviera el que hacía la afirmación, de modo que podían imponerse verdades por decreto so pena de que se molestara alguien con poder y nos separara la cabeza del cuerpo, nos asara o cosa similar.
Por ejemplo, Aristóteles afirmó que los seres vivos podían surgir espontáneamente de la materia. Así, decía, los ratones provenían del heno sucio. Creía que el heno sucio se transmutaba y metamorfoseaba para convertirse en ratones, o simplemente que por ser heno sucio tenía la capacidad de sacar ratones literalmente de la nada.
Aristóteles (Wikimedia Commons) |
Seguramente algunos curiosos contaron las patas de las moscas, pero no sabemos qué pueden haber pensado, quizá creyeron que estaban ante una forma de moscas distinta de la conocida por el filósofo griego, o que esa mosca no era realmente una mosca, o bien que la vista les engañaba. Y alguno seguramente pensó que el viejo Aristóteles había metido la pata hasta el lóbulo de la oreja, pero prefirió no mencionar el detalle por apego a su vida, su integridad física y sus propiedades, o simplemente para mantener buenas relaciones con la sociedad a su alrededor que no estaba por la labor de dudar de la autoridad de Aristóteles.
La aparición de la visión científica permitió someter a cuestionamiento todas las afirmaciones sobre la realidad, diseñar experimentos (como el de Pasteur, que finalmente demostró que la generación espontánea no ocurría) y, sobre todo, permitir que muchas personas corroboraran (o refutaran) las más diversas afirmaciones. Así, cuando en el terreno del conocimiento científico se cuela una afirmación falsa, la confirmación independiente permite tarde o temprano extirparla y demostrar su falsedad, sean los rayos N, el fósil falsificado del hombre de Piltdown o la fusión fría.
El problema es que esa misma visión, esa confirmación independiente de las afirmaciones, esa apertura de los datos, métodos y procedimientos que exige lo que llamamos "método científico" ha permitido descubrir fraudes también en el terreno del ocultismo, desde los procedimientos de lectura en frío usados por supuestos médiums o videntes para dar la apariencia de que tienen ciertos datos hasta las afirmaciones de zahorismo, telepatía y otros elementos fundamentales para las creencias del ocultismo.
Los dueños y promotores de las presuntamente paranormales "Caras de Bélmez@" nunca han permitido que se sometan a verificación independiente. (Fotografía: César Tort, Wikimedia Commons) |
Lo que nos piden es que creamos cuanto nos cuentan sin comprobarlo, sin verificación independiente. Igual aceptar que pseudoterapias como la homeopatía pueden curarlo todo (hasta el cáncer, dicen con toda desvergüenza) pero sin estudios de cuántas personas con qué tipos de cáncer en qué etapas fueron tratadas y "se curaron", sólo porque alguien dice que otras personas se curaron y hay que creerle. O que los fantasmas graban voces en los aparatos de los creyentes, pero esto lo tiene usted que creer porque no hay modo de verificar independientemente que las grabaciones no sean accidentes, errores, malinterpretaciones, pareidolias o, simplemente, fraudes (porque esto nunca les pasa a los ingenieros de sonido profesionales que graban en estudios, en conciertos o que recopilan los sonidos de la naturaleza, sólo les pasa a los creyentes). O que hay "energías potentísimas" en los círculos de las cosechas que afirman son creados por naves extraterrestres... pero sin forma de que cualquiera llegue y mida esas misteriosas "energías" como puede medir la temperatura, la presión atmosférica, el voltaje eléctrico o la intensidad de la luz.