El lema no es gratuito. De una parte, es común entre los creyentes afirmar que "sin Dios todo vale", es decir, parcen estar seguros de que la gente es buena por miedo a un ser invisible y todopoderoso que lo puede arrojar al infierno, las llamas y la tortura eternas. Parece muy claro que quien se comporta bien por miedo al castigo no está siendo realmente bueno, sino simplemente egoísta, convenenciero y calculador.
A diferencia de lo que dicen estas personas, muchos creen (creemos) que la gente buena que cree en algún dios seguiría siendo buena si se le demostrara que tal dios no existe, mientras que los malvados que asesinan, torturan, persiguen, excluyen, odian y causan infinito dolor en nombre de su dios se quedarían sin la coartada que les da el afirmar que hacen "la voluntad" de su dios.
La gente buena no necesita dioses.
Por otro lado, es común entre las jerarquías que viven de las religiones, especialmente la católica, afirmar que la "falta de dios" es la causante de todos los desastres de nuestro tiempo. Esta afirmación carece totalmente de bases, por supuesto. En tiempos en que su dios era obligatorio tuvimos las cruzadas, la conquista de América y África y la Inquisición, males genuinos y desastres atroces que no surgieron de la falta de dios, sino del celo excesivo de personas que, inexplicablemente, creen en un dios todopoderoso que, sin embargo, los necesita a ellos para que se haga su voluntad.
Finalmente, los datos reales son que la proporción de ateos delincuentes y ateos en las cárceles es menor a la de los ateos respetuosos de las normas de convivencia. En Estados Unidos, tierra del integrismo cristiano y de lo más parecido a los talibanes que ha generado occidente, las cifras son cuando menos para invitar a la reflexión. En Estados Unidos, se calcula que entre el 8 y el 16% de sus habitantes son ateos, y sin embargo sólo el 0,2% de la población carcelaria está formada por ateos según un estudio de Rod Swift, y estas cifras han sido confirmadas una y otra vez en distintas sociedades y por distintas personas.
Millones y millones de personas son buenas sin dioses, y no matan, no violan y no torturan, pero no por miedo a la cárcel o al infierno, sino porque es malo, y no necesitan libros sagrados para saberlo.
¿Usted hace el bien por miedo a dios o porque es, simplemente, una buena persona?