Fernando Cuartero, catedrático de Lenguajes y Sistemas Informáticos y subdirector académico del Vicerrectorado de Investigación de la Universidad de Castilla-La Mancha (UCLM), ha sido condenado a pagar una multa de 204 euros como autor de una falta de injurias por haber calificado en una carta de "vulgares estafadores" a los organizadores de un seminario espiritista celebrado en esa institución académica, en Albacete, el 31 de octubre y 1 de noviembre del año pasado. La titular del Juzgado de Instrucción Nº 1 de Albacete, Otilia Martínez Palacios, considera en la sentencia que, "aunque sea una crítica social aceptada el hablar de la parapsicología como pseudociencia, no lo es el decir que son vulgares estafadores, porque socialmente estas expresiones son ofensivas y menoscaban y quebrantan la fama y prestigio de la persona a la que van dirigidas".En resumidas cuentas, una jueza dice que es una ofensa llamar "vulgares estafadores" a quienes le sacan dinero a la gente por un engaño, el del espiritismo, con una supuesta médium y un supuesto parapsicólogo.
Estafa es sacarle los cuartos a alguien con un engaño. Y es vulgar hacerlo con el viejo cuento de la comunicación con los espíritus de las personas fallecidas. Porque para condenar al profesor Cuartero, lo menos que la jueza debió hacer es exigirle a los organizadores del aquelarre y en particular al demandante, Rafael Campillo, quien ya ha organizado otros cónclaves ocultistas similares, a la médium Marylin Rossner (que acaba de estar del 23 al 31 de octubre dando otros espectáculos en Alicante y había estado en el anterior show de Campillo) y al parapsicólogo Raymond Moody, que demostraran a satisfacción ante el tribunal que lo suyo no es un engaño, sino una realidad.
Sin esas pruebas, la condena no parece razonable. No lo digo yo, sino Yamato, que es abogado y conoce bien el punto donde la estafa paranormal, ocultista y pseudocientífica se toca con el sistema judicial español, en su blog El fondo del asunto.
Suele darse que la justicia española se ponga del lado de diversos pseudocientíficos, ocultistas, brujos y plagiadores. Recordamos la sentencia contra Luis Alfonso Gámez por atreverse a criticar al santón del embuste Juan José Benítez, o las ocasiones en que los jueces se han negado a sentenciar a los estafadores considerando a las víctimas corresponsables de su ruina económica y moral a manos de unos desalmados "halternativos".
En esta ocasión, se ha creado un grupo de Facebook en apoyo al profesor Cuartero y se está organizando una plataforma para apoyarlo en el recurso de la sentencia.
Ciertamente no es que importen los 204 euros de la multa. El tema es un asunto de principios y de utilizar los recursos de la justicia para evitar que ésta se alinee del lado del trilerío organizado y que cuenta además con los dineros obtenidos de la venta de sus embusteros bienes, como los 45 euros que se le cascaron a los inocentes que cayeron en el aquelarre denunciado por el profesor Cuartero.
Y para poder decirle "vulgares estafadores" a los vulgares estafadores de este mundo, por supuesto.