El soplaflautas mayor Erich Von Däniken es un hotelero defraudador y desfalcador convicto que algunos ingenuos creen que sabe algo de arqueología por su afición al turismo fantasioso y a escribir tonterías que sustenta con falsificaciones de objetos supuestamente maravillosos. Esto le ha permitido vender 65 millones de libros y vivir sin trabajar desde que salió de la cárcel en 1971.
Obviamente, los que escriben libros misteriosos (porque se refieren a supuestos misterios y porque es un misterio cómo escriben tales libros sin que se les caiga la cara de vergüenza) consideran a Erich Von Däniken el modelo a emular, el jefe de jefes, el Pluma Blanca de la chapuza, el Gran Maestre de la impostura, el Mesías del engaño que todos quieren ser, empezando por Juan José Benítez y terminando con el bobo de guardia del ocultismo español, Bruno Cardeñosa, que insiste en decir mentiras sobre las civilizaciones prehispánicas mexicanas pensando que, después de todo, a Von Däniken le funcionó la falsedad de que la lápida del rey Pakal mostraba "a un ser en una nave espacial", conclusión a la que llegó por pura ocurrencia y, claro, sin saber ni la décima parte de un carajo partido por la mitad de historia maya, de lengua maya, de ideografía maya, de simbología maya ni nada por el estilo.
Aquí ya hemos dado cuenta del Sistema Von Däniken que aplican los Íker Jiménez y los Javier Sierra de este sufrido mundo, y no lo repetiremos.
Lo importante es que Erich Von Däniken sintió un día que lo poseía el fantasma de Walt Disney y decidió que sus peregrinas ocurrencias (él las llama "teorías", no olvidemos que los engañabobos creen que "teoría" es cualquier babosada que se les ocurra en sus fantasías una noche de copas, una noche loca) merecían ser inmortalizadas en un parque temático al que llamó pomposamente Mystery Park, "El parque del misterio".
(La verdad es que el nombrecito se las trae, porque si Von Däniken, como asegura, ha desvelado los grandes misterios de la antigüedad, pues ya no son misterios... mientras que si lo siguen siendo es porque los 65 millones de ejemplares de los 26 libros que ha cometido en realidad no sirven ni como papel higiénico porque no explican nada. Pero claro, estamos siendo lógicos, y la lógica está peleadísima con los vendedores de maravillas falsas.)
Como fuere, el parque que se construyó Von Däniken en Interlaken, Suiza, con dinero de otros (¡sorpresa!) ofrece al visitante un recorrido por todas las estupideces de Erich Von Däniken, incluidas referencias tan interesantes como las que hace a ciertos "textos prehistóricos" que son, sin duda, misteriosísisisisisisimos.
("Textos prehistóricos"... joder.)
Sus pabellones incluyen uno sobre Nazca, otro sobre Stonehenge, el inevitable de las pirámides y otros, en medio de los cuales se alza un pabellón central esférico llamado "Panorama Kugel" en el cual se exhibe lo más importante, claro, las obras de Von Däniken.
En el parque, dicen los cínicos, puede uno ver reproducciones de los artefactos falsificados por Von Däniken para vender su cuento (falsificación que admitió ya desde 1978 al programa NOVA de la cadena de televisión por cable PBS, sin que ello le granjeara ningún reclamo de la comunidad asombrológica profesional), y enterarse de las muchas mentiras fantasiosas que ha producido el hábil comerciante suizo, pero presentadas como si fueran hechos científicos serios. Es decir, lo pueden engañar a cambio de 32 euros, que es el escandalosísimo precio de entrada a este negocito, y le permiten oportunidades únicas y esplendorosas como comprar la edición de los 6 DVD de Von Däniken por sólo 120 euros.
Numerosas empresas que no tienen idea copatrocinan el parque, entre ellas, para su vergüenza, Sony, Coca-Cola, Fujitsu Siemens y Swisscomm, además de la compañía federal de trenes de Suiza. Pero esto no quiere decir que nadie haya levantado la voz ante este engaño concertado e irresponsable. El que mejor lo ha dicho es Antoine Wasserfallen, de la Academia Suiza de Ciencias Técnicas, que declaró al diario suizo Le Temps que el parque de Von Däniken era un Chernobyl cultural. Igualmente lo ha hecho el canal de noticias de la televisión pública suiza SRG SSR idée suisse.
Pero como la lógica en este mundo tiene poco qué hacer si se le opone al dinero, el parque ha seguido prestando "servicios" a sus visitantes.
Y es el dinero el que hoy le duele al parque, porque el público es el que ha hablado con la cartera... esencialmente cerrándola. El parque de Von Daniken, informa Reuters el 11 de abril, no ha atraído visitantes suficientes y necesita la friolera de 3 millones de euros en duro y frío efectivo para seguir abierto.
Y esos tres millonucos de euros no van a salir de la cartera del Embustero Mayor, eso es evidente.
Si un tribunal suizo no protege a la empresa contra sus acreedores (con lo que se cierra el ciclo iniciado cuando por dinero Von Däniken gozó de sus vacaciones en la trena, en cana o en el bote), el parque se verá forzado a cerrar.
Los extraterrestres, al parecer, tan interesados en los seres humanos que les enseñaron a apilar piedras (logro para el cual obviamente se necesitaba tecnología transgaláctica), no parecen tampoco interesados en salvar la última ocurrencia del soplapitos de los dioses.
Y la gente, el público, los consumidores cuya ingenuidad pretendía explotar el falsario suizo, dio muestras de inteligencia. Vaya, que una cosa es comprar un libraco para leer camamas y otra muy distinta trasladarse a Suiza para darle a Von Däniken 32 euros.
Desde aquí, un reconocimiento a todos los que no han ido ni tienen previsto ir al Mystery Park del máximo millonario de la denigración racista y la misteriología falsificada.
(Ahora falta ver si la misma suerte tiene el "Centro de Interpretación de las Caras de Bélmez®", megaproyectazo de "los caras" María Rodríguez, alcaldesa del muy sufrido pueblo de Bélmez de la Moraleda, y Pedro Amorós Sogorb, sedicente presidente de algo que él llama SEIP, y que se alzaba como la promesa de una versión casposa del parque de Von Däniken.)