Suponga usted que en una revista con aspecto "serio" se encuentra la siguiente frase abriendo un artículo sobre el cáncer: "Debido a los actuales métodos y protocolos de diagnóstico muchos pacientes que no tienen cáncer son tratados con terapias agresivas bajo la sospecha de que lo padecen. Y, sin embargo, detectar el cáncer en sus estadios primitivos, antes incluso de que la patología esté instalada, es hoy posible".
Uno pensaría que el autor es un experto en cáncer que sabe de lo que está hablando y que tiene datos que pueden ayudarnos a detectar la familia de enfermedades llamada "cáncer" con más eficacia que los admitidamente imperfectos procedimientos que tenemos hoy en día.
¿Qué le parecería a usted descubrir que, al tiempo que el autor nos advierte de tales riesgos, estuviera siendo procesado penalmente por diagnosticarle a una paciente un cáncer que ella en realidad no padecía y que por ello hubiera sido condenado, su "consulta" cerrada y la sentencia confirmada dos años después? Quizá usted considerara que se encuentra ante un delincuente, un caradura y un desvergonzado al que le interesa bastante poco la salud de los inocentes que caen en sus garras.
Esto no es un delirio de alguien que encuentra las prácticas de la mal llamada "medicina alternativa" más sospechosas que un tipo enmascarado dentro de un banco, sino algo que ocurrió realmente. La frase fue tomada del artículo firmado por el "Dr." José Manuel López, también conocido entre otros nombres como "Coté", José López Pérez, José M. López, y José Manuel López y Pérez-Cabada, expracticante de artes marciales, artículo, digo, publicado por la revista reina de la denigración de la medicina, Discovery DSalud en octubre de 2002 y al que siguió otro artículo dos meses después donde, firmando de nuevo como "doctor", con lo que revista y autor llevan a sus lectores a la falaz conclusión de que el tipo en cuestión es médico, cuando no lo es, sigue ofertando delirios sin pruebas para convencer a la gente de que no acuda al médico, sino a gente como él. En esos mismos momentos, sin embargo, la justicia gallega lo estaba acabando de procesar por la denuncia de la ciudadana sueca Marie Christin Persson, a la que este individuo le "diagnosticó" (sin ser médico, insistimos) una "especie de cáncer" que ella no padecía, fingiendo además haber consultado el caso de esta paciente con sus "colegas" en la Clínica Mayo de Rochester y anunciándole que le quedaban pocos meses de vida. El procesamiento del falso médico por el Juzgado de lo Penal de Ferrol que lo condenó al pago de una multa de unos 3 mil euros y a la indemnización de su víctima (que seguía gozosamente viva) ese mismo 2002 y que se ratificó en 2004, desveló también que López y Pérez-Cabada había sido ya condenado por intrusismo profesional en sentencia del 30 de mayo de 2000 de la Audiencia de A Coruña por haberle realizado infiltraciones en una rodilla a una paciente a la que con ello le causó una artritis séptica que la mantuvo incapacitada 165 días, o sea, que ya era un sentenciado. Además, la clínica de José Manuel López había sido cerrada por las autoridades sanitarias ese mismo año por realizar prácticas como "la utilización de historias clínicas generales y específicas para algunas especialidades tales como psiquiatría, neurología y traumatología, derivando pacientes a médicos especialistas con escrito de remisión", además de no tener las autorizaciones necesarias, y que tal cierre se hizo definitivo en enero de 2007.
¿Qué defensa presentó el acusado, hoy sentenciado? La que habitualmente ofrecen estos personajes: se dijo perseguido por la "medicina oficial" y por gente que le quería sacar dinero. El papel de víctima, pues, que tan bien representan los victimarios de la charlatanería.
¿Y qué pasó? Pues en realidad nada. José Manuel López y Pérez-Cabada pagó y siguió feliz de la vida "atendiendo" a sus "pacientes" como "médico alternativo" y "doctor en osteopatía", "licenciado en medicina china" y otros cuentos tan rentables como inútiles para el tratamiento de la salud de nuestros congéneres. De hecho lo hacía en clínicas tanto de El Ferrol como de Viveiro, en la misma comunidad gallega donde había sido condenado dos veces y en la que se había ordenado el cierre de su ilegal cuanto inmoral práctica de depredación de pacientes. Y esto se sabe sólo porque, según nos informó Vicente Prieto, miembro de Círculo Escéptico, la justicia gallega ha ordenado el pasado 5 de febrero el registro de sus dos "consultas" nuevamente por intrusismo, y al parecer, dice La Voz de Galicia, por blanqueo de capitales y estafa, con el seudomédico "detenido o retenido", con las cosas aún poco claras por el secretode sumario decretado por el juez instructor.
Nadie se despiste creyendo que esto representa una "buena noticia" que anuncie una aplicación adecuada de la ley en los terrenos de la "medicina alternativa" o pseudomedicina que usurpa las funciones de la medicina en millares y millares de "consultas" que actúan abierta o embozadamente y ordenan a los pacientes, luego de ganarse su confianza, que abandonen los tratamientos imperfectos pero útiles de la medicina con bases científicas para tomar pócimas dudosas como el Bio-Bac (hoy Renoven, mañana cambiará de nombre), aceptar tratamientos cuya efectividad y seguridad no se han medido y, en resumen, poner su vida en manos de delincuentes desalmados. El día de mañana, José Manuel López y Pérez Cabada, con los inútiles pero vistosos diplomas que lo nombran "doctor" en alguna disciplina de la magia del siglo XXI, volverá a poner su chiringuito en el mercadillo de la salud, apoyado por grandiosos "expertos" como el director de la revista donde se anunciaba (que no es sino el periodista-contactado José Antonio Campoy, famoso por sus entrevistas con un "extraterrestre" y su dirección de la revista Más allá, en la que lo sustituyó Javier Sierra), y "Coté" volverá a hincar los colmillos en las cuentas bancarias y en la confianza de sus "pacientes", impartiendo cursos y conferencias en todo el mundo y gozando de la impunidad que disfrutan todos los demás émulos de Paco Porras que fingen conocimientos de los que carecen para forrarse los bolsillos.
Ojalá, pues, que al menos este caso, que trataré de seguir, sirva al menos para que algunas personas se replanteen su situación como pacientes. Si realmente creen en alguna forma de tratamiento no probada, o "no convencional" o "alternativa", sean precavidos al menos con los "diagnósticos" de gente que no sabe diagnosticar, y nunca abandonen el tratamiento médico, por más que se los recomienden los no-médicos. La medicina imperfecta con bases científicas ha logrado pasar de curar un 5% de los casos de cáncer a un 50% si se detecta a tiempo, es mucho en cierto modo, pero es poco todavía, y esto se sabe. Pero al menos eso lo sabemos, conocemos nuestras probabilidades de vida con la medicina, mientras que no sabemos cómo actúan (o si actúan), cuánto fracasan y cuánto peligro conllevan los diagnósticos y potingues de los suplantadores y simuladores profesionales.
Actualización a las 17:20:Actualización a las 23:00:
- Para que vea usted la credibilidad que los medios suelen darle a la osteopatía, no se pierda este vigoroso panegírico a cargo de 20 Minutos.
- Europa Press afirma que tanto Coté como su esposa y otra persona están detenidos como presuntos responsables de los delitos mencionados, lo que explica por qué la acción estuvo a cargo de la Unidad de Droga y Crimen Organizado.
- Entre los lectores y mis pocos ratos libres se configura una imagen singular del presunto médico José Manuel López y Pérez-Cabada, por cuanto a su capacidad de presentarse como lo que ciertamente parece no ser. Así, lo encontramos en el Directorio Mundial de Neurocirujanos como "Prof. Dr." anunciando su consultorio de la calle Real en El Ferrol. Pero también aparece como "Dr." en las I Jornadas del Síndrome de Fatiga Crónica organizada por la Asociación Madrileña de Encefalomielitis Miálgica/ Síndrome de Fatiga Crónica y Disfunción Inmune (AMEM/SFCDI) (a quienes ya les hemos escrito preguntando por qué lo llamaron como médico sin serlo) y donde dio la charla "Situación Actual en el Diagnóstico: Importancia del Protocolo de Diagnóstico", del que ya hemos visto que sabe poco, y que ocurría en noviembre de 2004, cuando ya llevaba dos condenas por intrusismo, presentándose como "José Manuel Cote López y Pérez-Cabada, enésima versión de su nombre. Sobre la fatiga crónica y la fibromialgia también escribió en la peculiar revista Discovery DSalud, por cierto, incluso afirmando que los pseudomédicos alternativos como él pueden "curar" estas afecciones de las que se desconoce todo. Lo encontramos como miembro de la Academia Estadounidense de Cirujanos Ortopedistas, cosa que no es, y de la Academia Estadounidense de Cirujanos Neurológicos, que tampoco es, no tiene autorización de operar ni gatos, pues. Y hasta nos enteramos que en 2005 era moroso del Impuesto sobre Bienes Inmuebles y era citado en el BOP de Lugo para una providencia de embargo, cosa que no debería tener que ver en este caso salvo por el siguiente punto.
- La tarde de hoy, todavía 7 de febrero, el falso médico y tres coacusados declararon ante el juez. Alerta, Vicente Prieto nos ofrece un nuevo enlace , el correspondiente del diario El Progreso que menciona las fuertes cantidades de dinero que presuntamente los acusados depositaban en cantidades fraccionadas para no disparar los procedimientos de informes al Banco de España que debe hacer cualquier institución bancaria si uno deposita más de cierta cantidad en efectivo en una sucursal. Lea usted lo que dice la policía. La parte del delito económico se la dejo a ellos, sólo quiero destacar una frase que, de aplicarse en el vasto mundo del embuste contra los enfermos, llenaría las cárceles de intrusos y falsificadores. Dice la policía que el accionar del presunto delincuente ponía "en grave riesgo vital las vidas de sus pacientes, aprovechando su ficticia posición como médico para, a través de falsos y exagerados diagnósticos, cobrarles a sus pacientes fuertes cantidades de dinero, presuntamente de forma ilegal, que luego blanqueaba". El dinero se vuelve a ganar, pero los muertos no retoñan, por más que le cuenten a usted historias de reencarnación.