mayo 25, 2009

Dios te puede cambiar la raza

Actualización a las 23:00.- Apareció la cita de la revista "Watchtower" (La Atalaya de los Testigos de Jehová) que en octubre de 1900 afirmó que el reverendo William H. Draper antecedió a Michael Jackson pasando de negro a blanco, confirmando que no ser blanquito es una maldición bíblica. El texto en inglés está aquí y aquí, y tienen una traducción al español aquí. En palabras del autor del blog Etiopica, sí es posible estar tan abducido como para creer esta burrada. Creo que esto cierra el tema.

Actualización a las 17:20.- No estábamos tan perdidos. Cuando el autor de este blog encontró perfectamente posible que una religión prometiera un cambio de raza y por tanto cayó en el hoax que se ve abajo, no estaba siendo demasiado ingenuo si consideramos que el Libro de Mormón afirma que los negros y morenos (que lo son por una maldición de Dios, claro), pueden volver blanca su piel si vuelven "al redil" de la obediencia al mandato divino. Algunos amigos están buscando ejemplares de una revista de otra secta religiosa que en los años 30 del siglo pasado afirmaban que la oración había vuelto blancos a algunos negros. O sea, que la valla publicitaria es un bulo, pero la promesa de cambiar mágicamente de raza no lo es.

Actualización a la 14:20.- El letrero que dio origen a esta entrada es un bulo, truco, hoax o engaño en el que caímos demostrando que cualquiera cae (pero no cualquiera reconoce que metió la pata). O al menos eso dice el Ministry of Truth. Si tal es el caso, el letrero es una excelente denuncia de lo que hacen estos tipos, que es avergonzar a otros por ser lo que son, decirles que su dios los abomina y luego ofrecerles la "cura". O sea que menos hijos de puta no son, pero cambio la redacción de la entrada para no llamar al engaño.

O al menos eso afirma una valla publicitaria supuestamente instalada por el "Ministerio de la Verdad" (ni más ni menos), o Truth Ministry, grupo religioso literalista bíblico (cristalibán) orientado principalmente a "curar" homosexuales y oponerse a toda forma de sexualidad no sancionada por la Biblia. Su negocio principalmente es hacer que los homosexuales cristianos se sientan culpables y luego explotar su culpabilidad para reprimir sus naturales inclinaciones.

Este anuncio, un truco de montaje fotográfico, señala cómo la promesa de cambiar la sexualidad que hallan indeseable equivale a cambiar una raza indeseable, y "curar" a los asiáticos para hacerlos blancos.

El letrero dice: ¿Eres asiático y no quieres serlo? Hay ESPERANZA de cambio. Ministerio de la verdad. El anuncio original del grupo religioso decía: ¿Eres gay o lesbiana y no quieres serlo? Hay ESPERANZA de cambio. Ministerio de la verdad.

Y a los que les llaman "hijos de puta" por su agresión contra los homosexuales (o, como dice Paco Taibo II, los "camaradas gays"), los consideran "intolerantes", claro.

mayo 20, 2009

Morir por dios

Actualización el 25 de mayo: Los padres de Daniel Hauser insisten en condenarlo a muerte. Entretanto, se ha hecho público que la "Banda Nemenhah", a la que pertenecen los Hauser, no es una iglesia tradicional india, sino el negocio particular de un tal Philip Landis, que se ha puesto el nombre indio "Cloudpiler" (apilador de nubes) y dejó su original iglesia mormona hace diez años, cuando lo metieron a la cárcel, para fundar esta "religión tradicional basada en la sabiduría milenaria india" y el blablablá habitual en estos estafadores, que podría cobrarse una nueva víctima a cambio de los 250 dólares que cobra Philip Landis por aceptar a alguien en su iglesia falsaria y los 100 dólares de cuota anual, además de tener, como todos estos "sanadores naturales desinteresados y opuestos al negocio farmacéutico", su propio negocio farmacéutico, "Native American Nutritionals".


En estos días en que los sectores religionistas españoles afirman que un padre puede obligar a su hija menor a llevar a término un embarazo y parir aunque ella no quiera ser madre, está llegando a una crisis otro caso que pone en cuestión el supuesto derecho de los padres a imponerle una religión a sus hijos.

El caso no es trivial, como lo demostró la argumentación de Richard Dawkins. No podemos hablar de bebés fascistas, comunistas, demócratas, monárquicos, autoritarios o libertarios, y cualquier padre que quisiera inscribir a un hijo para toda su vida en un partido político sería considerado un irreponsable, y su derecho a tal acción sería cuestionable. Pero los padres anotan a sus hijos en su religión, los someten a sus rituales y los hacen llamarse bebés católicos, protestantes, judíos, musulmanes o sikhs sin que el mundo se dé cuenta de cómo se conculca así el derecho de los niños a elegir qué religión profesarán, o a no profesar ninguna.

Por supuesto, muchos de los rituales de una religión no son asuntos triviales. Con desafortunada frecuencia leemos sobre muertes de niños que tienen la desgracia de tener como padres a miembros de la secta de origen estadounidense "Testigos de Jehová". La Biblia no establece ninguna prohibición a las transfusiones de sangre, pero ellos interpretan el versículo 3:17 del Levítico de modo tal que no aceptan las transfusiones y prefieren ver morir a sus hijos considerándose tal acontecimiento "la voluntad de Dios".

Hace unos días se hizo público que otro grupo religioso estaba condenando a muerte a otro menor. La historia, en resumen, es que un matrimonio formado por Colleen y Anthony Hauser se unió hace 18 años a una organización religiosa de los indios norteamericanos llamada Banda Nemenhah, que entre sus creencias estipula la de la "curación tradicional" de los indios. Esta pareja tiene un hijo, Daniel Hauser, de 13 años de edad, que en enero fue diagnosticado con un tipo de cáncer llamado enfermedad de Hodgkin o linforma de Hodgkin, uno de los tipos de cáncer con mayores posibilidades de curación gracias a los avances de las últimas décadas, especialmente si el paciente tiene menos de 50 años y si la enfermedad se detecta en sus primeros estadios. Un régimen de quimioterapia y radioterapia ha conseguido una supervivencia de más del 80% a 10 años en los Estados Unidos. En el caso de Daniel, los médicos calcularon sus probabilidades de remisión de los tumores en 5 años con el tratamiento adecuado entre 80 y 95 por ciento.

Pero los padres han decidido que su hijo no debe ser tratado médicamente. Más aún, el propio Daniel afirma que el tratamiento violaría "sus creencias religiosas", ya que él fue nombrado "hombre medicina" (médico brujo) por la Banda Nemenhah y ahora debe dar el ejemplo de vivir "una vida virtuosa" oponiéndose a la quimioterapia porque es "autodestructiva y venenosa", afirmación que ciertamente no se sustenta ante los mile y miles de personas cuyas vidas han sido salvadas por una quimioterapia que cada día se parece menos a la caricatura que de ella hacen las pseudomedicinas.

Rápidamente se presentó en los alrededores un abogado con ansias de notoriedad decidido a convertir el caso en una cause célèbre de las pseudomedicinas, y llevó el asunto a juicio el 7 de mayo en la ciudad de New Ulm, Minnesota.

Después de ocho días de juicio donde el abogado defendió el supuesto derecho de Daniel de negarse a recibir tratamiento médico y hacer las delicias de los pseudomédicos y sus seguidores tratándose con alimentos orgánicos, hierbas y vitaminas, el juez de distrito John Rodenberg decidió, en una sentencia de 60 páginas cuidadosamente redactadas, que Daniel debía estar sujeto a los servicios de protección a los menores considerando que había sido víctima de negligencia para recibir atención médica. Aunque el juez no retiró la custodia del menor a sus padres, los emplazó a que se le hiciera una nueva radiografía de tórax y seleccionara un oncólogo tratante a más tardar el 19 de mayo.

Lo más relevante de la sentencia es, claramente la afirmación del juez de que Daniel (traduzco) "tiene solamente una comprensión rudimentaria, en el mejor de los casos, de los riesgos y beneficios de la quimioterapia... no cree estar enfermo actualmente. El hecho es que está muy enfermo", señala el juez, que además afirmó que hay un "interés del estado convincente que es suficiente para anular la oposición genuina del menor". Finalmente, con una visión poco frecuente, el juez estableció: "La medicina alternativa no es suficiente", algo que resulta evidente considerando los hechos.

Ciertamente esto fue una alegría para quienes consideran que no se puede sacrificar la vida de un hijo en el altar de las creencias de sus padres, por sinceras o fuertes que éstas sean. Pero el gusto duró poco.

Aunque tanto Daniel como su familia se comprometieron a respetar la decisión del juez, las agencias internacionales informan de que Daniel y su madre están en paradero desconocido y no se presentaron hoy día 20 ante el tribunal como se les había ordenado.

El juez Rodenberg ha dado la orden de búsqueda y captura de la madre, considerando que "es imperativo que Daniel reciba la atención de un oncólogo tan rápido como sea posible". Esto pese a que la radiografía ordenada mostró un empeoramiento significativo de un tumor en su pecho, además de que el niño se quejaba de un "dolor extremo", en palabras del Dr. James Joyce.

Daniel, que además al parecer no sabe leer (sin que se sepa si esto es parte de las prácticas de la secta), está jugándose la vida por unas creencias que le enseñaron sin darle opción.

Quizá es momento de que reevaluemos, como sociedad, el derecho de los niños a su libertad religiosa, más que el consagrado derecho de los padres de imponer sus supersticiones a sus hijos. Quizá es hora de preguntarnos si en la sociedad que estamos construyendo deseamos que los padres, con base en sus creencias religiosas, supersticiones y cuestiones de fe, puedan matar a sus hijos, obligarlos a parir o torturarlos de cualquier modo, o si como comunidad tenemos una obligación de cuidar a todos los niños.

mayo 19, 2009

Cucaracha para el asma, poca... pero cara

A estas alturas, ya usted seguramente sabrá que la homeopatía nunca se ha tomado la molestia de realizar ningún experimento (repito: ningún experimento, ni siquiera uno, nunca, ni de broma) para determinar que sus compuestos medicinales ocasionan los efectos curativos que sus practicantes afirman y por los cuales a usted le piden dinero.

Sin duda los diarios le habrían tenido que avisar que la homeopatía vende como sustancias curativas cosas que simplemente no existen como el oscilococo.

También debería usted estar enterado de que las diluciones homeopáticas son tales que no queda ni una molécula del principio activo (lo que está escrito en la cajita que le venden) en lo que usted se toma. Y que para el caso, en los últimos 5 mil millones de años toda el agua ha estado en contacto con todas las sustancias del mundo, así que si el agua puede "recordar" las sustancias que contuvo, una gota de agua bastaría para curarnos de todos los males del mundo (y también para matarnos, "recordando" venenos atroces).

Y, finalmente, no estaría de más que supiera que nunca en toda la historia humana se ha demostrado que la homeopatía funcione con los sistemas que usamos para aceptar o no que un medicamento funciona, es decir, mediante estudios clínicos de doble ciego con controles. Los estudios que se han hecho, todos reunidos y evaluados, como a usted se le debió haber dicho hace tiempo, no han demostrado nada, como informó la principal revista médica del mundo, la británica The Lancet determinó claramente que los resultados del tratamiento homeopático no son mejores que los tratamientos con placebos, es decir, con sustancias no curativas que se presentan como si lo fueran.

Usted probablemente, sin embargo, no sabe nada de esto porque los homeópatas son sumamente eficaces haciéndose las víctimas, atacando a quienes pretenden desenmascararlos y escondiéndose tras ataques contra el negocio farmacéutico como si eso tuviera algo que ver, además de inventarse una conspiración en la que todo médico, enfermera, microbiólogo y químico son unos asesinos desalmados peores que Hitler.

Lo que menos sabe, claro, es que toda, absolutamente toda la terapéutica homeopática está formada por unos mil pseudomedicamentos. Tras el cuento de que hay "un medicamento para cada paciente, en una medicina individualizada", la realidad es que sólo hay mil medicamentos, de modo que con el paciente mil uno, se repiten por fuerza. Bastante menos individualizado de lo que le ofrecen en venta.

El asunto es que entre los pseudomedicamentos de la homeopatía, además del inexistente oscilococo hay más de uno que nos invita a levantar la ceja y preguntar "¿cómo funcionará eso?", pregunta que los homeópatas nunca contestarán. Por ejemplo, la Materia Medica de Boericke recomienda la medusa (así, en general, como si fuera un animal y no la mitad del phyllum Cnidaria, con miles y miles de especies) para cuando usted tiene en la piel insensibilidad, sensación de quemaduras, erupciones con vesículas o ampollas, especialmente en la cara.

El mismo libraco nos recomienda, para dolores súbitos, intolerancia a las bandas en las muñecas, brazos o cintura (síntoma que no me parece muy común, pero bueno), dolor en la cadera izquierda, en el corazón y en el ovario izquierdo la milagrosa "ovi gallinae pellicula", que es una forma de latín de cocina para decir membrana de huevo de gallina (de verdad). Vaya, como "mel cum sale" que es, en resumen, miel con sal, y se supone que cura el útero prolapsado (y no).

En este vademecum delirante compuesto por William Boericke en 1927, por ejemplo, se recomienda la ceiba amarilla (suponemos que triturando todo el árbol, que es de tamaño considerable, para la lepra. Por desgracia, y esto debería saberlo usted, la lepra fue incurable hasta la aparición de los antibióticos. Si la dilución hasta el delirio del polvo de árbol de ceiba amarilla hubiera curado la lepra, su descubridor sería recordado como Alexander Fleming. También tiene momentos de cercanía con la magia como el alcohol "expuesto a los rayos X" y varios animales convertidos en polvo al estilo de los peroles de bruja de Walt Disney. Ni siquiera "ojo de víbora", la "Vipera berus" o víbora europea ligeramente venenosa se incluye en la tintura homeopática. Igual que algunos tipos de tarántula y, de manera especialmente interesante, las cucarachas.

Los nombres latinos Blatta orientalis y Blatta americana ocultan a la cucaracha de la India y la cucaracha americana.

La cucaracha de la India, nos asegura Boericke, cura ni más ni menos que el asma. Claro que actúa mejor, cualquier homeópata se lo dirá, aunque no le diga por qué "en pacientes gordos y corpulentos" y si hay mucho moco que parezca pus. Lea usted aquí cómo se decidió que la cucaracha "curaba el asma": un enfermo muy observador, "ingirió té de una tetera en que había caído una cucaracha, obteniendo un gran alivio de su asma después de haber tomado esa infusión, en la que posteriormente encontró la cucaracha".

¡Ciencia pura!

En cambio la cucaracha americana sirve para "varias formas de gota" (a saber cuáles), cuando hay una complexión amarillenta y dolor en la uretra al orinar.

Lo que puede tranquilizarle, en todo caso, es que la Blatta americana se dispensa en una formulación a la sexta potencia. Esto significa que se tomó una parte de una tintura de cucaracha, se disolvió en 99 partes de alcohol, luego se tomó una parte de esa primera dilución (1C) y se disolvió en 99 partes de alcohol (2C) y esto se hizo en total 6 veces, de modo que lo que usted se toma está compuesto por 1/1,000,000,000,000 de cucaracha, seguramente menos de la cantidad de polvo de cucaracha que puede tener el aire que respiramos.

Claro que habría que preguntarnos por qué el aire que respiramos no nos cura el asma.

Probablemente porque no nos pueden vender el aire en pilules de 7 gramos a un precio de 7 libras con 15 céntimos que es lo que cuesta la papilla de cucaracha de la India en una bonita tienda homeopática.

El laboratorio más poderoso y rico de la homeopatía, Boiron, lleva esto a un nivel de delirio: 7 dólares con 45 céntimos por un frasquito de pildoritas de cucaracha oriental a una dilución de 30c.

Para ubicarse, una dilución de 30c exige que una molécula del polvo de cucaracha se disuelva en una esfera de agua de 30 mil millones de veces el tamaño de nuestro planeta (30.000.0000.000 planetas tierra). Cucarachas caras, pues.

Y luego se quejan de las farmacéuticas.

Salud y cucarachas.

Estafas al gobierno mexicano: dinero y vidas

Desde principios de este año, cuando menos, Andrés Tonini ha estado denunciando en su blog El viaje de Lonjho una estafa en la que han caído varias dependencias del gobierno mexicano.

No se trata de una estafa cualquiera, sino de una que puede costar vidas más allá de las decenas de miles de dólares que ya le ha costado al ejército mexicano, a algunas de las innumerables corporaciones policiacas que campan por el país e incluso a Pemex, Petróleos Mexicanos, organización que en el pasado se llegó a destacar por el alto nivel del trabajo científico realizado en el Instituto Mexicano del Petróleo. Tan alto, anoto, que allí entrevisté hace años al Dr. Luis Miramontes, el mexicano que sintetizó la noretistrona en el equipo de Carl Djerassi y George Rosenkranz, permitiendo así la producción de anticonceptivos eficaces y baratos.

La estafa la conforma un "detector molecular" inservible, que en pocas palabaras es una varita de zahorí con unos circuitos que no hacen nada. Sus principios de funcionamiento son una sarta de insensateces nada científicas. Esta varita mágica (que según los estafadores puede "detectar" igual drogas que explosivos, a saber cómo) tuvo una versión anterior llamada "Sniffex" que fue desenmascarada efectivamente de varias formas y denunciada por expertos en seguridad como Bruce Shneier, por lo que se reempaquetó, se le cambió el nombre y se volvió a vender, únicamente a países tercermundistas con líderes autoritarios, medio salvapatrias (o "salvahumanidades" en el caso de México), encantados de conocerse, con un elevadísimo concepto de sí mismos y una ignorancia científica total.

Se trata de un aparato comercializado como GT 200 por la empresa británica Global Technical, que cuando vendía el Sniffex se llamaba "Homeland Safety International". Pero dicho aparato no es utilizado por ejércitos serios como el británico (que sigue siendo quizá el mejor del mundo) o el estadounidense, no, se le vende a países petroleros del medio oriente y a bananeros de centroamérica, entre los cuales los gobernantes recientes han hecho un gran esfuerzo por incluir a México.

No voy a repetir el excelente trabajo de investigación de Andrés Tonini. Por el contrario, lo invito a leer todas las entradas de El Viaje de Lonjho bajo la etiqueta GT200 y valorar la abundante información que contienen.

Los países que han comprado estas varitas mágicas, estas varas de zahorí inútiles, están arriesgando muchas vidas: las de los policías, soldados y expertos que puedan confiarse de las "lecturas" aleatorias del aparato y ponerse en riesgo, y las de los ciudadanos que, a tenor del estilo habitual entre el ejército y los cuerpos policiacos, pueden ser golpeados, pisoteados, pateados, torturados y encarcelados ante la indicación de esta ouija de mano de que entre sus cada vez más escasas posesiones tengan droga o armas.

El pánico de un gobierno desbordado por un narcotráfico con el que los gobiernos mexicanos sucesivos han pactado, junto con la ignorancia plena de los altos cargos gubernamentales y su poca disposición a consultar expertos de verdad tiene ahora una expresión altamente preocupante, la del mágico (y científicamente imposible) GT200, que NO SIRVE PARA NADA.

En el caso de los ovnis petroleros cuyos vídeos entregó el ejército mexicano al peculiarísmo comerciante Jaime Maussán, la ignorancia, indolencia e incuria gubernamental fue una anécdota dolorosa, simplemente, pero al final cómica. En el caso de la gripe porcina o gripe nueva A H1N1, ha costado algunas vidas y ciertamente le costará a México cientos de millones de dólares en turismo y comercio que se han sacrificado en el altar de la incapacidad de gestionar una crisis con visión de estado. En el caso del GT200, el ridículo también se combina con el riesgo de pérdida de vidas de mexicanos.

Vea los datos reunidos por Andrés Tonini y luego pida a su diputado, a su asambleísta, a su senador, a su gobernador, al presidente de México, a los periódicos, a los periodistas honestos (los hay) que hablen para que deje de jugarse la vida de los ciudadanos con un aparato mágico inútil, sin importar cuánto se llevó de comisión quién por comprarlo. Por favor.