diciembre 21, 2010

¿Director del Centro de Formación en Homeopatía?

Como algunos lectores recordarán, este blog, un servidor y mi perro Teko somos, desde el pasado mes de septiembre, especialistas certificados en homeopatía.

Ahora, y dado que el BioScience Talents Group está buscando un director para cierto "Centro de Formación en Homeopatía" que aún no parece existir, probablemente está en proceso de fundación, este humilde bloguero ha decidido solicitar el puesto (algo que ya han hecho algunos periodistas británicos en otros puestos de la rama homeopática).

Usted dirá: "Pero usted no cree en la magia de la homeopatía", y yo le diré "No tiene por qué hablarme de usted, hábleme de tú. Y eso no importa, conozco a muchos homeópatas que no se creen nada y que cuando les duele el píloro corren a su médico de la Seguridad Social, donde se atienden, operan, revisan, reciben recetas de medicamentos reales que consumen felices y recuperan la salud para poder seguir engatusando incautos. Y además, a diferencia de muchos, yo sí sé qué es la homeopatía."

Usted dirá que sin embargo, es poco ético vender un embuste de estas proporciones. Y allí estaré de acuerdo con usted y le diré que claro que no aceptaría el puesto. Pero no se trata, por supuesto, de que realmente me den el puesto de director de un centro dedicado a enseñarle mentiras a sus alumnos a cambio de dinero, sino ver qué respuesta o falta de la misma obtenemos del citado negocio. Y como me ofrezcan el puesto, mire que nos vamos a reír bastante.

¿Y qué dije yo para que me tengan en cuenta como posible cabeza de la empresa?

Ésta es la carta que he enviado a la empresa de headhunting. Lea y opine:

Estimados señores,

Tengo un gran interés en el puesto de Director del Centro de Formación en Homeopatía que ustedes han anunciado a través del BioScience Talents Group.

Aunque carezco de titulación universitaria, cuento con un diploma de especialista en medicina homeopática de los Laboratorios Boiron, la mayor empresa vendedora de preparados homeopáticos del mundo.

Mi experiencia en 30 años de periodista científico me coloca en una posición singular para dirigir un centro formativo de esta índole, pues conozco a fondo todas las respuestas, pretextos y coartadas que durante 200 años han empleado la homeopatía -y otras muchas disciplinas pseudomédicas- para rehuir la responsabilidad de presentar estudios controlados que validen alguna de las "leyes" de Hahnemann o la mínima capacidad terapéutica por encima del placebo de ninguno de sus preparados. Esta experiencia puede ser invaluable para cualquier institución que pretenda formar personas que finjan curar utilizando procedimientos que rechazan la totalidad del conocimiento científico de la humanidad, ampliando conceptos como "la homeopatía, por su naturaleza, no es sujeta de estudios científicos y debe ser validada por otros medios".

Igualmente, mis conocimientos en otras muchas disciplinas científicas sobre las que he trabajado como divulgador, especialmente la física cuántica, así como cuanto he hecho respecto de la historia de la ciencia y la medicina, me dan una ventaja difícil de igualar en el manejo de términos de la ciencia de modo que parezca que la homeopatía tiene alguna base. "Energías", "campo vibracional", "memoria del agua", "principio curativo", "bioelectricidad", "codificación terapéutica" y otros muchos conceptos ya existentes o producidos ad hoc pueden dar a los estudiantes una firme convicción de que están haciendo algo más que dispensar el agua y la lactosa más caras del planeta. Del mismo modo, estoy ampliamente familiarizado con todas las falacias argumentales comunes, que me permiten hacer argumentos como "la industria farmacéutica es un negocio y por tanto no cura". Algunos años actuando en teatro y televisión me permiten además el control necesario para declarar públicamente frases como la anterior sin soltar la carcajada.

Como periodista dedicado a temas de ciencia y de su opuesta, la pseudociencia, conozco a fondo los procedimientos y estrategias empleados por la homeopatía en Alemania y Francia para conseguir financiamiento y reconocimiento por parte de gobernantes ignorantes de los más elementales principios de la ciencia. Considero que tengo la capacidad de definir estrategias claras y acordes con el pensamiento de los políticos españoles para ayudar a que en un plazo muy breve la Sanidad Pública destine elevadas cantidades al pago de practicantes homeopáticos y los correspondientes preparados. Todo es tema de cabildear la "libertad" en el PP, la cuestión "tradicional-rebelde" en IU, el tema "natural contra artificial" entre los verdes y el aspecto "la gente lo quiere" ante el PSOE.

Adicionalmente a mi labor periodística reconocida tanto en México como en España, he trabajado en comunicación publipromocional, de modo que cuento con las bases necesarias para dirigir certeramente las acciones comunicacionales de la escuela para darle la notoriedad necesaria para cumplir y superar sus objetivos económicos.

Por si todo esto fuera poco, tengo una modesta pero reconocida carrera como escritor de ciencia ficción, ganador del Premio Puebla en 1984, autor de dos colecciones de cuentos y además cuatro novelas policiacas y diversos guiones de cine y televisión, todo lo cual da fe de una capacidad imaginativa que, puesta al servicio de la homeopatía, puede generar numerosas ocurrencias novedosas e interesantes merecedoras de la atención de Discovery DSalud, Cuarto Milenio y Año Cero, independientemente de que sean únicamente fantasía.

La credibilidad de la homeopatía necesita, en mi opinión, un nuevo giro, más allá de los argumentos empleados en los últimos 200 años, donde aún se puede percibir cierta ligera preocupación ética, y me precio de contar con la experiencia, los conocimientos y la capacidad necesarias para generar nuevos argumentos convincentes respecto de esta práctica.

Precisamente por haber recibido un diploma de Boiron en breves minutos de capacitación, y conociendo a fondo los programas de estudios de instituciones que han explotado la homeopatía desde hace años, como el Instituto Politécnico Nacional de México y la Los Angeles School of Homeopathy (entre muchas otras), me considero capaz de desarrollar un plan de estudios prolongado, complejo y altamente convincente pese a las bases tan escasas y simples de la homeopatía, como para crear numerosas materias de aspecto altamente serio y que cubran cualquier cantidad de años y nivel, desde el técnico hasta la licenciatura y el postdoctorado.

Espero que con todo esto quede claro que mi falta de titulación médica no es una desventaja ante la homeopatía sino antes una virtud, puesto que no se me ha indoctrinado en las aulas sobre afirmaciones relacionadas con los gérmenes patógenos, la fisiología, la genética y otras disciplinas que contradicen al maestro Hahnemann que dejó muy claro que de nada sirve investigar el origen de la enfermedad pues éste no puede conocerse (v. Organon, de S. Hahnemann).

Espero su respuesta positiva con los datos concretos de la oferta para proseguir las posibles negociaciones.

Atentamente,
Mauricio-José Schwarz