Como debe ser, la Universitat de Girona se ha embarcado en un sano debate universitario sobre la validez de las disciplinas que se pretenden enseñar en el Posgrado en Salud y Armonía del Hábitat de esta universidad.
Puede leer usted desde el inicio, que fue la denuncia sobre el contenido mágico, pseudocientífico y embustero del posgrado y sus ponentes que publicó Alberto Fernández Sierra en su blog, Cerebros no lavados. Luego desde "El retorno de los charlatanes" enviamos una carta por demás respetuosa a la rectora de la U. de Girona, el caso se mencionó en La lista de la vergüenza, se comentó en Magonia y se reflejó en otros blogs y espacios de divulgación científica y defensa del pensamiento racional, además de que se inició una campaña de firmas para pedir que la universidad no dé pábulo a lo que claramente es una expresión pseudocientífica y brujeril, supersticiosa y que se presenta como un negocio de tintes bastante opacos y paranormales.
Como resultado, el Diario de Girona tomó nota del hecho anunciando el millar de adhesiones que en muy poco tiempo obtuvo la petición. Una gran oportunidad para promover realmente el debate a nivel universitario sobre qué es el feng shui y su validez como representación del mundo. Para determinar si existe o no la energía mágica del ki, y si no existe enseñarla como fantasía en letras o en religiones comparadas, pero no como herramienta de la arquitectura. Y qué tan válida es la radiestesia o zahorismo, que es como llaman a la búsqueda de cosas reales o imaginarias con una varita de fresno o un pendulito... en fin, para hacer lo que deben hacer las universidades: promover el conocimiento y luchar contra la ignorancia, la superstición y las creencias peligrosas.
Lo que se obtuvo, sin embargo, fue una reacción del encargado del curso (por parte de la universidad), Gabriel Barbeta, que al final de la nota del Diario de Girona dice que esta legítima, legal, democrática y pacífica campaña es, ni más ni menos que un "ataque con tono amenazador y con falta de respeto, incluso incitador a la violencia" y dice que está estudiando emprender acciones contra el impulsor, ni más ni menos que un estudiante de la universidad.
Obviamente, en la campaña contra la humillación del espíritu universitario ante la brujería y la superstición más basta no hay amenazas más que en el disparatado cabreo de Gabriel Barbeta. Obviamente la idea de que estar en desacuerdo y ejercer derechos legítimos como ciudadanos "incita a la violencia" es más que un error, una mentira y una manipulación. Claramente, esta reacción irracional y tramposa no es la forma en que una universidad debe abordar los temas del conocimiento. Por el contrario es el ya habitual berrinche, pataleta y furia ciega de los fanáticos religiosos, los negociantes de lo paranormal y los vendedores de misterios que no tienen argumentos, hechos o datos.
Si Gabriel Barbeta tuviera información de estudios que validen el fengshui, el zahorismo, la geomancia, la contaminación electromagnética o la tontería que promueve de que el ADN está "en proporción áurea", obviamente los ofrecería a la consideración abierta y libre de todos, mostraría las publicaciones, remitiría a los experimentos y acallaría a los críticos con hechos.
Pero no, el señor arquitecto Barbeta, no tiene pruebas de que estas afirmaciones sean más que fantasías guay que algunos convierten en pingües fuentes de ingresos, como los "geobiólogos" cuyo entramado empresarial ya comentábamos en este blog. Y con base en eso tiene la impertinencia sublime de amenazar a un alumno preocupado por su universidad. El profesor reprimiendo el pensamiento cuestionador en vez de promoverlo.
Eso sí es una amenaza, y urge aclararla. ¿Qué acciones va a emprender contra un alumno que hace uso del pensamiento crítico que debe caracterizar a la universidad, como lo señala la propia rectora de esta institución? ¿Lo demandará, lo echará de la universidad, le bajará la nota?
Si éste es el nivel de debate universitario en Girona, si ésta es la mejor reacción que puede exhibir un profesor ante el cuestionamiento respetuoso de un alumno, si la mentira, la exageración y la amenaza son indispensables para vender pseudociencia en la universidad, caiga quien caiga, estamos bastante peor de lo imaginado.
Invito, por supuesto, a Gabriel Barbeta a que también ejerza acciones contra el autor de este blog. Será un gusto verlo tratando de demostrar en un tribunal que existe el ki, que puede encontrar agua con una varita o que los vitrales pueden armonizar algo más allá de la cuenta bancaria de una panda de charlatanes. Un verdadero gusto.