Cuarto Milenio, emisión siempre dispuesta a provocar el pánico, introducir sus ideas irracionales en el flujo de la comunicación y estar en "la actualidad", esta noche de domingo a lunes se superó a sí misma presentando a Santiago "ahí vienen los malotes" Camacho y al último lombrosiano, el médico José "viéndote la cara te digo si eres asesino" Cabrera, como "verdaderos conocedores" de la economía mundial de ayer y hoy. Este par de lumbreras que han dicho tantas tonterías en televisión cobradas a precio de joyas de la sabiduría, se vieron acompañados por un tal Antonio Miguel Carmona, secretario de economía del PSOE de Madrid, y un tal Vicens Castellano, del programa Ajuste de cuentas de la misma cadena, Cuatro, que es tan serio que rifa cursos de finanzas "para salir de la crisis" que usted puede comprar (si no se gana la rifa) en la escuela en la que trabaja (¿o será copropietario?) el propio Vicens Castellano, cosa que alucina, pero la dejamos para otro día cuando analicemos a los charlatanes que le cobran a usted por ayudarle a salir solito de la crisis mundial, oh, sí, claro, claro. En este caso, los cursillos van de los 175 a los 720 euros, y me reservo mi opinión pero aclaro que es negativa y va con varias palabrotas.
No me meteré tampoco en la insistencia delirante de Jiménez para que se considere "viable" la teoría de la conspiración como "explicación" (o "explicuento") de la crisis, con cierto apoyo de sus cuatro faros de sabiduría. Tampoco quiero dedicar mucho espacio a mi asombro ante la explicación monetarista que se sacó de la manga el supuesto socialista y que habría hecho llorar de ternura a Milton Friedman (lo mejor fue, claro, que no mencionara ningún otro factor de la crisis más allá de la masa monetaria, pero de eso que hablen los que saben) ni a la ya preocupante teoría de Santiago Camacho que dijo que la conspiración de los Illuminati y la sionista (como lo oye usted, señor Goebbels) "reverdecen en Internet" (y si quiso decir que lo que reverdece es la creencia en tales pendejadas, no lo dijo claramente, quizá porque muchos de "sus" libros, que le permiten vivir sin trabajar, son inacabables refritos de las mismas conspiraciones de siempre, incluida la de los Illuminati y la sionista).
Y tampoco me clavaré mucho en el uso de la crisis del 23 en Alemania como forma de promover el pánico entre los espectadores de esta ikerada, aunque tener una carretilla de marcos de 1923 en un programa supuestamente sobre el crack del 29 que se centró en buscarle mangas al chaleco de la crisis del 2008 era cosa rara y parecía tener doblez.
Y es que todo ello palideció cuando, entre las imágenes "aterradoras" del crack de 1929 que mostraban para escalofriar a su clientela, el maravilloso equipo de profesionales de "Cuarto Milenio" nos regaló esta bonita imagen:
Bueno, le pusieron un fondo sepia en lugar del blanco para que diera un aspecto más de la época, pero el original es éste. Haga clic en la imagen para verla en grande.
Si usted no habla inglés, cosa que al parecer comparte con los expertísimos del programa de Cuatro y con el "equipo superprofesional" que confecciona el asombradero dominical, le cuento que el titular a 6 columnas reza: La Bolsa de Valores, Invencible, y el diario está debidamente fechado el 22 de octubre de 1929, dos días antes del jueves negro, o sea que es un excelente ejemplo de la estupidez de los medios de 1929, ¿o no?
Bueno, no.
Porque el segundo "balazo" de la primera columna, abajo del encabezado "El ánimo de Wall Street en ascenso", dice "Los aditamentos de fontanería de oro sólido han sido el producto para consumidores más vendido de 1929", lo que suena un poco raro.
Abajo de la foto de los 10 jubilosos estadounidenses que tienen el aspecto "del pijama del búho", según dice el pie de foto, en la columna 4, el encabezado asegura que (El presidente) Hoover promete 'Un avión en cada cochera' para 1935, algo que sigue sonando extraño.
La quinta y sexta columna son para que casi cualquiera se dé cuenta de que algo anda mal. El encabezado dice: Nuevas técnicas de cirugía cerebral cambian el rostro de la medicina moderna, y abajo, en balazo declara "Abrir el cráneo con una sierra en lugar de un martillo es un audaz paso adelante, dicen los médicos". Eso ya parece de coña a menos que usted crea que antes de 1929 la ciurgía cerebral se practicaba a martillazos.
Pero ya al ver la "oreja" o recuadro que está a la izquierda del nombre del diario, que asegura que este medio se dedica a "Celebrar la opulencia" a cualquier persona normal le suenan muchas alarmas, aunque no sepa que el periódico "The Onion" no existía en 1929, ni se haya fijado (a la hora de copipegar de Internet) en que esta página de periódico de pega está en la Web de The Onion, probablemente el mejor medio de sátira política de los Estados Unidos. En este caso, se trata de una sátira que apareció en la revista en su número del 26 de octubre de 2006, y que como otras trolas varias, el equipo profesionalísimo de Cuarto Milenio se tragó con todo y anzuelo, flotador, caña y pescador.
Si según Íker (y es de dudarse) "Mucha gente cree que esta crisis es artificial", de lo que no hay duda es que mucha gente cree que lo verdaderamente artificial y merecedor de toda desconfianza son las "himbestigaciones" de los profesionales de Íker y de éste mismo, como las de El astronauta fantasma, la de las Niñas del Camposanto y por supuesto la del Hombre de Boisaca que todavía le puede sacar al sedicente periodista canas de bonitos colores. Y ésas son las que unos aficionadillos poco avisados, sin medios y sin equipos de himbestigación, y que además tenemos que trabajar para vivir, le han descubierto así, de paso, al gran capo del misterio de ocasión Íker Jiménez. Uno supone, sin quemarse mucho las neuronas, que rascando un poco más se descubrirían similares falsedades en sus otros temas favoritos, o como él les dice, "investigaciones", o como les dicen otros "pingües negocios de ocultismo todoacien".
Lo cual no impedirá que el día de mañana Íker Jiménez nuevamente intente pasar como "genuina, fiable y procedente de grandes expertos en la materia" cualquier burrada que vea en el Jueves o en la revista Mad, dejando claro cuánto respeto le merecen quienes le siguen, le creen y le defienden de buena fe.