mayo 23, 2013

La influencia de la Luna

Sí, es el siglo XXI, y sin embargo muchas personas tienen una visión mágica de las influencias que tienen sobre nosotros los cuerpos celestes que nos rodean. La astrología sigue siendo una superstición popular pese a un problema grave: no funciona. Es decir, no puede predecir nada ni puede describir la "personalidad" ni cualquier otro rasgo de nadie nacido bajo una u otra influencia astrológica.

La Luna durante un eclipse.
(Foto CC de Oliver Stein vía Wikimedia Commons)
El otro problema grave es que no tiene mecanismos de funcionamiento plausibles (y hoy que sabemos que sólo vemos el 4,9% del universo, es decir, la materia ordinaria, mientras que el universo está mayoritariamente compuesto por lo que se calcula es un 26,8% de materia oscura y un 68,3% de energía oscura que los científicos están tratando de identificar con todos sus recursos. Los astrólogos quieren hacerle creer a usted que las poquitas estrellas (unas 149) de las constelaciones del zodiaco determinan toda la vida de los humanos en la Tierra, descontando las más de

300.000.000.000.000.000.000.000

de estrellas que sabemos que hay, cuando menos (y podrían ser tres o cuatro veces más, y todas sumadas son, de nuevo, sólo el 4,9% del total de la masa y energía del universo). Esos trillones de estrellas no nos afectan, dicen los vendedores de magia astrológica.

Sí.

Claro.

Por supuesto.

Le creemos, oh sí, le creemos (como diría Carlos Monsiváis).

Si bien ya hemos hablado de la astrología aquí, la Luna sigue siendo motivo de sus propias supersticiones. Reproduzco y amplío bastante una respuesta que di hace poco en la plataforma Ask.fm sobre la influencia de la Luna. La pregunta era:
Hola Mauricio. Conozco gente que aseguran no creer en la astrología como tal ni en el zodiaco pero si en la influencia de la luna sobre nuestras vidas. Sus argumentos suelen ser que la luna influye en las mareas y que durante la luna llena ocurren más partos. ¿Qué opinas de esto?
Es una interesante forma de pensamiento mágico.

La luna afecta a los océanos, ciertamente, y de modo bastante impresionante como podemos ver si nos detenemos a disfrutar el ascenso o descenso de las mareas, así que lógicamente nos afecta a nosotros. Pues estamos hechos de agua, ¿no?

Pues no.

La Luna no afecta a los océanos por estar hechos de agua, sino porque tienen una gran masa. La gravedad es la medida de la interacción entre dos masas, y a gran distancia los objetos con menos masa, como los lagos pequeños o los estanques, no son preceptiblemente afectados por la masa de la Luna o del Sol (que también interviene en las mareas).

De hecho, las fuerzas de marea también afectan a los gases y a los sólidos, incluso pueden hacerlo de modo espectacular, como se calcula que ocurriría al aproximarse un objeto a un agujero negro: la diferencia de atracción gravitacional en sus distintos puntos lo estiraría en un proceso conocido como "espaguetificación".

Una persona de 80 kilos está formada por unos 48 litros de agua. ¿Si ponemos 48 litros de agua en una bañera (unos 7 cm de agua en una bañera de 125 cm de largo por 55 de ancho) veremos que tiene mareas? Pues no. El efecto de la atracción de la Luna sobre esa masa de agua es infinitesimalmente pequeño.

La atracción gravitacional de la Luna sobre una persona normal (con la Luna en el cenit) es de .00239 newtons. Menos de la cuarta parte de un gramo.

Pero esa misma persona está sujeta a la atracción gravitacional de la tierra, de la atmósfera, de los autobuses, de los edificios, de las demás personas a su alrededor, de los árboles y de todo, lo que anula esa minúscula atracción de la Luna. Si uno se pone de pie junto a la Torre Eiffel en París, ésta puede ejercer una atracción incluso mayor que la Luna. Pero las mujeres embarazadas no tienden a entrar en trabajo de parto al visitar la Torre Eiffel o edificios más masivos.

El argumento es falso porque sus premisas son erróneas. El único efecto de la Luna que provoca las mareas es el gravitacional.

Sin contar con que, claro, ¿cómo sería que esa minúscula atracción anulada y compensada por la atracción de todo cuanto nos rodea provocaría que las mujeres tendieran a entrar en trabajo de parto?

Se puede jugar  con esta calculadora en línea usando distintas masas y distintas distancias para ver cómo se comporta realmente la atracción gravitacional. Es divertido e instructivo.

Y, por cierto, no hay más partos en luna llena. Ni más accidentes. Ni más suicidios. Ni más asesinatos. Son leyendas urbanas producto en parte de que la gente se percata cuando pasa algo de esto en luna llena, pero lo pasa por alto cuando no es luna llena. Como te acuerdas de la vez que pensabas en alguien y te llamó por teléfono, pero olvidas las miles y miles de veces que te llamó alguien en quien no estabas pensando.