Interrumpimos brevemente nuestra programación habitual por un asuntillo que ha mantenido en vilo al mundillo ocultista, misticoide, soplapitero, esotericón, paranormalero y misteriópata español.
¿Recuerda usted a Pedro Amorós Sogorb, presidente de un club de chifladitos que se anunciaba como "SEIP" pero se llamaba distinto, especialista en vender "sicofonías", ordeñador de las "Caras de Bélmez®", al que sus "coleguitas" de la engañifa organizada empujaron a hacer lo que ellos no se atreven a hacer y que tontamente demandó al periodista Javier Cavanilles, al director del diario El Mundo y a varias ediciones de tal periódico?
El punto era muy sencillo: para los ocultistas, la crítica a sus ocurrencias es inaceptable, no aceptan la libre expresión y amenazan con los tribunales a la menor provocación. Para quienes los criticamos, esta crítica es una forma de libre expresión sana para la sociedad. Eso se sometió a juicio en la frívola demanda de Amorós contra Cavanilles y medio El Mundo.
El 11 de septiembre, la jueza, Doña María Begoña Calvet y Miró, del Juzgado de Primera Instancia número tres de San Vicente del Raspeig, Alicante, falló:
Que desestimando la demanda interpuesta por la Procuradora (...) en nombre y representación de D. Pedro Amorós Sogorb frente a D. Javier Ruiz Cavanilles, D. Pedro José Ramírez Codina, D. Benigno Camañas Sanz y las mercantiles Unidad Editorial S.A. y Mundinteractivos S.A. debo declarar y declaro no haber lugar a la misma, absolviendo a los demandados de las pretensiones en su contra formuladas con toda clase de pronunciamientos favorables, y todo ello con expresa imposición de las costas del presente procedimiento a la parte actora, de conformidad con lo dispuesto en el Fundamento de Derecho Séptimo de la presente resolución que se da aquí por reproducido.
Traduciendo el formulismo legal, no le da valor a la demanda de Pedro contra medio mundo porque no tiene fundamentos, y absuelve a los demandados de pagar los 60 mil euros que dice Pedro que vale su honor, estando totalmente de acuerdo con la defensa de los demandados, por lo que Pedro tiene que pagarle a los abogados defensores de las personas a las que demandó.
En términos técnicos, esto se llama "ir por lana y salir trasquilado". En lugar de recibir 60 mil euros para la compra de cacerolas, coladores y otros implementos de cocina que suele emplear en sus himbestigaciones, tendrá que palmar con unos 15 mil euros, poco más o menos.
Esta demanda, que según el bobo de guardia del ocultismo español Bruno Cardeñosa iba a ser el fin del escepticismo en España como lo conocemos hoy o algo parecido, viene siendo así una reivindicación del derecho que tenemos los críticos a opinar sobre las tonterías que dicen los ocultistas.
(No haga usted mucho caso, cuando la jueza se negó a conceder las medidas cautelares exigidas por los delirios de Amorós para que Cavanilles y a El Mundo no lo mencionaran más, el presidente de "Soplapitos sin Fronteras", Bruno Cardeñosa, dijo en varias listas de correos que "Amorós había ganado". Pedro, chaval, que con "tractores" así, no necesitas "detractores".)
Vea aquí el análisis a fondo de la demanda a cargo de un abogado que además es escéptico y además es presidente del Círculo Escéptico, la nueva bestia negra de los soplapiteros.
Descárguese aquí el fallo y vea más datos por cortesía de alguien que cree en lo paranormal pero eso no lo vuelve ni tonto ni desvergonzado (repetimos, los creyentes no son lo mismo que los himbestigadores vividores fraudulentos, para los primeros, respeto, para los segundos, caña).
(Actualización lunes 18 de aeptiembre de 2006, 7:00 a.m.) En el blog del Señor Pez puede usted refocilarse con todo lo que tuvo la desfachatez de decir sobre el juicio durante casi dos años el tal Bruno Cardeñosa, ese muchacho tan fantasioso, tan irresponsable y tan desvergonzado, al que en tantos líos lo mete esa boquita y la impunidad que cree que le dan sus padrinos/titiriteros/whatever.
Volvemos a nuestra programación habitual. Tururú...