junio 24, 2004

Entremés sobre una engañifa menor de Ijota

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El ejemplo de la "seriedad" que tiene Iker Jiménez (Ijota) como "investigador" y de la "precisión" de que hace gala como "experto" (apenas una demostración de cómo se puede prostituir la noble profesión del periodismo arrastrándola por el cieno) que nos ocupa hoy, como prolegómeno al éxito fantástico, sensacional y supraterreno que va a disfrutar este especimen el día de mañana con su "alerta mentecata internacional", es un parrafillo que excreta referido a una foto que le mandaron unos crédulos a quienes su infantil fantasmagoria convirtió en "misterio" con cara y toda la cosa.

La realidad de esta tontería de foto, que sólo puede hacer babear como dragón de Komodo a un personaje de la escasa capacidad crítica o el descaro homérico de quien nos ocupa, se explica claramente en el blog Girl in black (que pese al sabroso título está en español) y no vamos a refritearlo ni a repetirlo, sino que lo invitamos a que lea la historia, vea la foto, visite los enlaces, vea cómo se plagian entre sí los profesionales de la memez y, mientras lo hace, preste atención a la siguiente frase de Ijota sobre la "asombrosa foto":

Nuestro experto en lides informáticas -José Manuel García Bautista- realizó un primer análisis en compañía de Rafael Cabello y no detectó señales de fraude por fotocomposición. El Pixelado verificaba una misma realidad.

Suena verdaderemente acojonante, ¿no? Todo un "experto" en "lides informáticas" (sean lo que sean) acompañado ni más ni menos que de otro tipo que no es absolutamente nadie hace un "análisis" del que nada se nos cuenta de una foto cuyas características se nos escamotean y este dúo de mentes superiores (o mentes prodigiosas que suspendieron el examen de admisión a tan memorable estulticia televisual de la parapayasada) "no detectaron señales de fraude por fotocomposición".

Pero no sólo eso, ¡oh, hermanitos!, sino que además El Pixelado (así, en mayúsculas reverenciales) "verificaba una misma realidad".

Putamá, como diría mi tío Carlos, el testimonio de José Manuel García Bautista, Rafael Cabello y El Pixelado (que tiene nombre de luchador mexicano enmascarado) debe ser suficiente para que cualquiera concluya que la foto debe ser considerada "misteriosa", si no es que directamente preternatural y acojonadora de multitudes.

Tal es la idea que nos transmite la tersa prosa hamburguesera de Ijota.

Ijota falta, por supuesto, a la verdad.

José Manuel García Bautista, como lo proclama engreídamente en su propia página de autobombo, es diplomado por la Universidad de Sevilla en electrónica industrial y telecomunicaciones (es la única persona en Internet que parece tener tal título, la Universidad de Sevilla no parece impartirlo ya, al menos con ese nombre), así como por el Ministerio de Energía e Industria en electricidad, está "especializado" en informática de programación e idiomas (especialidad que en Internet sólo aparece ligada a José Manuel, que será el único con tal especialidad, suponemos) y está estudiando relaciones laborales (otro diplomado) en la Universidad de Sevilla.

O sea, para que usted lo tenga perfectamente claro: este tío no tiene ninguna formación ni experiencia en cuanto a la generación de imágenes por ordenador o computadora, ningún conocimiento fotográfico del que presumir, nada de experiencia en el análisis de imágenes generadas digitalmente, y la informática le interesa tanto que ha cambiado de oficio.

Tremendo experto nos acecha.

La otra parte de esta yunta es Rafael Cabello Herrero, del que se sabe que al menos está consciente de que llamarse "investigador" es una exageración y que se metió en el cuento desde que le tomó unas fotos a algo en el cielo e, influido por el panfletoide Karma 7, decidió que esa cosa seguramente se trataba de una nave extraterrestre tripulada. De sus estudios no se sabe nada, pero al leer lo que escribe con su adlátere se deduce que son escasos y le hicieron poco provecho.

Desde hace años, estos dos espantapájaros se dedican a dueto (desprestigiando a los duetos serios como Martes y Trece o Rómulo y Madaleno) a promover la credulidad en fenómenos para anormales, con tan buen tino o tan mal sistema que siempre resulta que todo lo que "investigan" es un verdadero misterio. Dicho de otro modo, no descubren un embuste ni aunque les muerda una nalga.

A estos dos crédulos profesionales les llama un amiguete que vive del cuento y ocasionalmente los promueve inflándoles el ego, y les encarga averiguar si una foto es "real" o no... ¡y resulta que es "real"!

¡Asombroso! ¿Quién lo hubiera dicho?

El dueño de "Milenio 3" oculta estos datos y presenta al primero como "experto en lides informáticas" (al segundo ni lo presenta) en vez de confesar que se trata de habitantes de su peculiar zoológico de la zafiedad.

Lo que tampoco les dice Ijota a sus pobres lectores es que toda su parrafada es un embuste. Viendo una fotografía digital (tomada con cámara digital o posteriormente escaneada), no hay forma de descubrir más que las más burdas manipulaciones. Y si uno hace alguna manipulación digital en alta resolución (digamos, en una imagen de 6 megapixeles a 300 puntos por pulgada) y una vez terminada la reduce a un tamaño "de pantalla" de 800x600 (menos de medio megapixel) y además la comprime un poco con el algoritmo JPEG, no existe forma de detectar la manipulación que pueda haber habido antes.

(Todo esto no quiere decir que en este caso haya habido manipulación, como lo sabe usted si ya leyó el blog "The girl in black" y visitó sus enlaces, simplemente demuestra el basto y vasto nivel de mendacidad voluntaria en que se empeñan estos pelagatos para vender misterios inexistentes.)

La fotografía que nos ofrece para engatusarnos Ijota es de 723 x 890 pixeles (si uno la extrae de la página, porque en la página misma aparece reducida a 199 x 243). La imagen tiene una fuerte compresión jpg, como se ve por los "artefactos" en forma de cuadros que se ven al ampliarla, y que son una característica de esta compresión "con pérdida", que sacrifica información a cambio de reducir el tamaño. Pero lo importante es el "objeto misterioso" que según éstos tiene "un rostro", y ése sólo mide 160 píxeles de ancho por 270 de alto, demasiado poco para analizar nada en él. Para remate, nos cuenta Ijota, el cuadrito está tomado de una foto mayor donde aparecen personas que han sido oportunamente recortadas para asombrarnos con este detallito, así que puede ser incluso una interpolación (ampliación digital) de un original más pequeño. Su información está, pues, alterada por los algoritmos (sucesión de procesos matemáticos) usados para tratar la imagen.

Un cuento como el de caperucita, pues. Lo único claro que se puede deducir de la foto es que el objetivo usado en la cámara tiene una fuerte aberración cromática que hace sospechar que no es de muy alta calidad (véase la línea roja que corre en el borde izquierdo del trocito de capirote que se ve abajo).

Obviamente los expertos simuladores de Ijota no saben lo que se puede y lo que no se puede detectar en un cuadro de negativo o diapositiva de película fotográfica manipulado, en una copia y en una copia de copia, y menos sobre la información real que ofrece una imagen digital más allá de los cuentos desaforados que inventan el cine y la televisión.

¿Por qué cree usted que antes los embaucadores fotógrafos de platívolos sólo mostraban impresiones sacadas de un negativo tomado de la supuesta "foto original" de su maravilla, mientras el negativo original siempre se lo comía el perro, se perdía o se lo llevaban "los hombres de negro"? Esto se debía a que el grano de la película es sensible a manipulaciones y, con un microscopio o incluso una ampliadora para impresiones de buen tamaño, se pueden ver irregularidades en la continuidad del grano de la emulsión que les tiraban el negocio a los simuladores. Nada más. La información del grano original se pierde al hacer copias de copias o al digitalizar. Y lo saben.

La fotografía digital es, amiguitas y amiguitos, otra historia. A diferencia del "grano" de la emulsión fotográfica, que es irregular y por tanto resulta observable cuando se pega una foto encima de otra, los píxeles de los sensores de escáners y cámaras digitales están alineados con absoluta precisión, sin ninguna irregularidad. De modo que aunque los dos cuentistas citados como "expertazos" por Ijota lo fueran realmente, aunque hubieran trabajado con George Lucas en Industrial Light and Magic creando efectos especiales y se hubieran pasado el tiempo necesario conociendo las capacidades de programas como PhotoShop o 3DStudio, y hubieran visto de cerca muchos trucos, no tendrían modo de decir con certeza que una imagen no haya sido manipulada a menos que la manipulación fuera muy burda y si tuvieran acceso al archivo digital original. Todo lo cual significa que muy probablemente convalidarán cualquier tontería si les conviene a sus delirios.

Es de dudarse que los dos "analistas" de fotos conozcan el resultado del trabajo de los verdaderos creadores de imágenes digitales que se presentan no ante hordas de plativololólogos ignorantes, sino en CGI, SIGGRAPH y similares reuniones de verdaderos expertos.

Llegamos así a la mariguanada de alto rendimiento que implica atribuirle poderes parapatochescos a una chimostreta llamada "El Pixelado".

Pamplinas. "El Pixelado" no es más que el conjunto de pixeles que forman una imagen digital, y que están distribuidos con plena regularidad, como ya dijimos. Si tal conjunto es sometido además a cualquier forma de interpolación, reducción o compresión con pérdida, cambia radicalmente y no da información útil. Esto Ijota no lo sabe, o lo sabe y lo oculta, o le tiene sin cuidado mientras sus damnificados paguen oportunamente. Eso lo sabrán Ijota y su conciencia (sí, estoy suponiendo aventuradamente y sin base alguna que este chavalote tiene conciencia).

A partir de la fantasía de Ijota, podemos concluir que está vendiendo como "misterio" una foto que no pudieron analizar como dicen dos tipos que no parecen ser expertos en imágenes digitales y su manipulación, y que además no resulta creíble que estén dispuestos a que los resultados sean contrarios al negocio. De de tal no análisis se derivan conclusiones aventuradas, excesivas y francamente desorientadoras y engañosas.

Así "investigan" estos papanatas. De tal tamaño es su irresponsabilidad en cada textículo que vomitan como cebo para desinformar a gente de buena fe.

Para que usted evalúe el éxito del cacharro mediático mediatizador que parirán mañana.