En el tema de Las Caras de Bélmez® (lo de marca registrada no es burla mía, es cierto, ha sido registrada por la familia beneficiaria número uno del cutrenómeno en cuestión) Antena Tres ha decidido salir a repetir todas, absolutamente todas las trolas, mentiras y cuentos que sobre este asunto penoso se dijeron hace más de tres décadas. Para repetirlo, han elegido a Miguel Blanco y a la tropa de los Seipitubbies, encabezada por Pedro Amorós y su tocayo Pedro Fernández, experto en eso de los sensoers que hacen tururú a voluntad del que tiene el ordenata, según cuentan los que saben y salieron huyendo de la extraña organización que encabeza Amorós. Antier empezaron a calentar el cotarro, ayer (supuestamente) hicieron una cosa que igual se llamó "sesión espiritista" que "experimento científico" y mañana le pondrán el polígrafo al hijo de la fundadora del chiringo, María Gómez Cámara, mismo que también dirá sin duda que esto no es negocio para nadie, pero recibirá el cheque de la televisora con resignación.
Ah, por cierto: el polígrafo (que como usted sabe no sirve para lo que la televisión dice que sirve) "determinará" que el hijo de María dice la verdad. O sea, se utilizará un embuste (el polígrafo) para validar otro embuste (las caras pintadas en el suelo) como se utiliza el otro embuste (las psicofonías).
Era cosa maravillosa ver a Miguel Blanco explicarle a un Jaime Cantizano (rosapresentador televisual con evidente orden de poner cara de acojone y no cuestionar absolutamente nada) que lo de Bélmez no era negocio. Y decir esto mientras uno cobra por decirlo es una hazaña de caradurismo asombroso, estará usted de acuerdo.
Se llevaron a la reportera más sugestionable de la empresa a una bonita representación llevada a cabo por los Pedros, los mismos Pedros que con otro cutrepresentador ya aparecieron una moneda "paranormal", además de hacer sonar a voluntad otros sensores (pero ahora tienen unos sensores mucho más acojonantes, con sirena antiaérea que asusta a cualquiera, que es de lo que se trata).
El espectáculo tuvo lo que siempre tienen los saraos seiperos, incluyendo esas maravillosas grabadoras amaestradas que graban todas las sicofonías del universo mientras las cámaras de la televisora no registran nada, pero sin que nadie note que el asunto es cuando menos extraño, y los sensores igualmente amaestrados. La familia de María vio los fantasmas de rigor (que no vio la cámara, por supuesto). Claro que hubo tiempo para que Pedro Amorós encontrara las psicofonías necesarias y las repitiera, diciéndole a la reportera y al público lo que tiene que oir, algo esencial para su márketing.
Y todo ello mientras los letrerucos que Antena Tres le recetaba al telespectador prometían que las cámaras mostrarían "presencias" y "fantasmas", mientas el dócil Cantizano aseguraba (y usted tiene que creerle) que "algo pasa en esa casa" (yo te digo qué, Jaime: un cuentazo) y repetía como perico que el espectáculo pedriseipero habitual era "científico" y que los tipejos desvergonzados que cobraron por el show eran "expertos". Y en todo ese rato, ni una sola palabra de las docenas de análisis críticos, estudios serios, observaciones incómodas, libros heréticos y decisiones judiciales molestas. Nada, absolutamente nada. Y al final, obviamente, las cámaras no mostraron nada, para sorpresa de nadie que sepa cómo funciona el circo seipero.
Se repitieron las mentiras de siempre, especialmente que el primer monigote pintado en el piso, "La Pava", se ha movido, se dijo que este cutremisterio era, claro, "el fenómeno parapsicológico más importante del mundo", Cantizano dijo que "el CESID" (me parece que eso dijo, queriendo decir CSIC, claro) había "estudiado las caras", afirmación imprecisa y que deja la idea de que tal estudio las declaró esotéricas, paranormales y acojonantes por decreto, y no, ni las estudió el CSIC ni convalidó la ordeña de pasta con coartada cutrenormal... en fin, treinta y seis años de trolas repetidas todas juntas y rapidito.
Así que he considerado oportuno enviar la siguiente carta, misiva, rogativa y colección de cuestionamientos a la sección de la página Web de "En Antena" donde lo invitan a uno a enviar sus "denuncias" a la dirección actualidadenantena@antena3tv.es y prometen: Nosotros recopilaremos todas las denuncias que recibamos y nos pondremos en contacto con vosotros para que podáis asistir a En Antena y realizarlas en directo. ¿Usted cree que pasará tal cosa? Pues ya le contaré, aunque considerando todo el tema, lo más seguro es que la respuesta sea la misma que nos ha dedicado a este blog y a sus lectores Manel Fuentes, es decir, el encabrone privado y el silencio público.
Pero podría equivocarme. La carta dice:
Estimados señores,Ya les contaré
He visto con interés que los días 28 y 29 de mayo han presentado segmentos sobre el conocido embuste de "Las Caras de Bélmez®" (marca registrada por la familia de María Gómez Cámara). En estos dos días, he visto presentar como "expertos" a un señor llamado Miguel Blanco, que hasta donde sé es un simple periodista que vende misterios, que nunca ha detectado un misterio falso y que dice que ha visto al diablo, cosa que no sé qué tipo de calidad de "experto" otorgue, y al señor Pedro Amorós Sogorb, conocido vendedor de curaciones falsas y que ha sido sorprendido en varias ocasiones atribuyéndose estudios y certificaciones profesionales de las que carece. Junto con Amorós Sogorb estaba Pedro Fernández, de su misma organización, llamada al parecer SEIP, y que no dispone de ningún reconocimiento científico, acreditación, certificación o historial que justifiquen que a estas personas se les considere especialmente cualificados para hacer dictámenes y estudios. Más aún cuando en el pasado se ha demostrado que estas personas tienen un firme interés personal y económico en evitar a toda costa que se critiquen los supuestos misterios que ofrecen en venta, llegando incluso a emprender juicios (que han perdido) contra sus críticos, tratando de silenciarlos.
Me ha llamado mucho la atención que el presentador, Jaime Cantizano, y la reportera, Eva Sanz, hayan afirmado sin lugar a dudas que las acciones llevadas a cabo por estos personajes peculiares no pueden haber sido trucadas, que es imposible que hubiera fraude o engaño y además se dictaminó que se "demostró científicamente" que hay poltergeists, cuando evidentemente tal demostración no tiene ningún elemento esencial para ser considerada "científica", y cuando hay muchísimas formas de trucar los resultados que tanto los asombraron (razón por la cual las investigaciones serias de temas presuntamente "paranormales" deben contar siempre con el ojo crítico de un ilusionista o mago de escenario, que puede ver los engaños que las personas normales no ven, especialmente si están aterrorizadas).
Por todo esto, considero oportuno denunciar al programa "En Antena":Atentamente,
- Por hablar de "demostraciones científicas" sin tener a un solo científico real, cualificado y demostrable que avalara o criticara las experiencias realizadas, que impusiera criterios y métodos realmente científicos.
- Por no mostrar, en su dócil investigación documental, ninguno de los muchos articulos, libros y publicaciones críticos que han demostrado que la afirmación de "paranormalidad" de los monigotes pintados en el suelo es, cuando menos, irresponsable y no se basa en nada que no sean las fantasías de unos negociantes del misterio.
- Por hacerse comparsas de una exhibición lamentable presentándola como "ciencia", falseando lo que realmente es la actividad científica, su método, sus sistemas y sus procedimientos.
- Por no haber incluido en su emisión a nadie de las muchas personas que han criticado a los vendedores de las "caras", especialmente a quienes recientemente han escrito un libro resumiendo la historia de este supuesto fenómeno, cayendo por tanto en un periodismo sesgado, interesado y desprovisto de toda seriedad y objetividad.
- Por presentar como "expertos" a personas que sólo lo son en su imaginación y que se autonombran como tales sin base alguna.
- Por no cuestionar ninguna de las extravagantes y claramente mentirosas afirmaciones de sus contratados, como la del supuesto "movimiento" de la primera cara pintada en el suelo, que siempre se ha repetido sin que haya una sola foto que la pueda probar, porque en las fotos de hace tres décadas está en el mismo sitio.
- Por promover en los medios de comunicación la ignorancia, la superstición, la creencia ciega, la visión acrítica y la credulidad en personajes de dudosa calidad humana, profesional y moral, faltando a la elemental obligación de los medios de dar a su público una información seria, contrastada y equilibrada.
Mauricio-José Schwarz
Periodista especializado en divulgación científica
(Siguen mis datos)