Toda proporción guardada, sobre todo respecto del indiscutible genio de Goscinny y Uderzo junto a nuestro estilo más bien pedestre y populachero, eso es lo que parece ocurrir en los medios de comunicación españoles, donde ni la más cutre radiodifusora a pilas, con cuatro vatios de salida hecha por dos amiguetes que consumen cerveza por hectólitros se salva de tener su "programa de enigmas", su "espacio de lo ignoto", su "nave del misterio" o cuando menos su "lancha a remos del asombro memo". Toda editorial que respete sus cuentas bancarias incluye en su producción libros en los que fingidos periodistas hablan con fingido asombro de fingidos fantasmas, monstruos y platillos volantes. Toda televisión, diario y revista incluyen su horóscopo (aquí incluya usted la excepción que encuentre, porque ahora mismo no tengo claro si la Sexta también tiene a su cartomanciana de guardia) y todo programa con pocas luces destinado a embrutecer a su público (en eso que llaman, con indudable mal gusto, "horarios femeninos") tiene a su curandero bongocero que habla de acupuntura, de hierbitas, de infusiones, de cromatoterapia o de iridología cuántica (salvo cuando le toca revisión en la Seguridad Social, a cuyo médico acude agradecidísimo porque le cura cosas de verdad pese a todos los defectos de esa medicina depauperada por la que nadie quiere pagar más impuestos, ¿verdad?)
En ese mundo de los medios de comunicación, desinformación y ocultamiento de los datos, de cuando en cuando atacan los irreductibles escépticos, cual galos desordenadotes, poco sutiles, bastos, populares y medio anarcos, dejando a los bobanos (los vendedores de boberías, pues, ya sé que el chiste no fue bueno, pero vea usted que son las dos de la mañana y estoy hecho polvo) en condiciones lamentables. Así, alguna vez se nos deja una esquinita en un programa de radio (como mi modesto pero limpio y bien decorado "Rincón prohibido" del programa "Radiolandia" en la RPA, que crece diez minutos a partir del jueves, empezando a las 11:45 más o menos), los espacios de Punto Radio Bilbao que ocupa el odiado Luis Alfonso Gámez, autor del blog Magonia, azote del César y fuente de descrédito para cuanto centurión hay en Bobolandia, y otros lugarcitos así. De televisión ni hablar, pues, porque las raras veces que nos entrevistan, la edición se hace con ánimo asesino de modo que parece un montaje del programa "Sé lo que hicísteis" pero de baja calidad.
Sin embargo, al parecer sólo para tocar las narices (ojalá), la productora Dreamworkers, que actualmente rueda la película "Huevos de hierro" con Florentino Fernández y Javier del Moral, ha anunciado su intención de hacer un programa de galos, digo, de escépticos, para tenerlo en alguna televisora para el otoño, o al menos eso dice Luis Javier Rodríguez en la revista Mr Reivaj, citando entre los posibles colaboradores al autor de este blog, cosa que sería cuando menos horrorosa para la televisión, pero más para los charlatanes hispanos.
¿Será posible que sea posible? Ya le contaremos.
Postdata con postduda: Cada mes de julio, cuando por una u otra causa, en este blog a duras penas hay alguna entrada, hecha con prisa y cortita, los "hespertos" e "himbestigadores" del "mistherio" (que es como el misterio, pero falso) se reúnen a aullarle a la luna y a jurar que me ha dado miedo seguirlos poniendo en evidencia, que me han detenido por compraventa ilegal de bolígrafos Bic, que me he retirado a un lamasterio en Nepal o que finalmente han tenido éxito las maldiciones, muñecos de vudú, velas negras y mal yuyu que me echan con entusiasmo... ¿qué pasará ahora cuando, por motivos igualmente aleatorios, insondables e involuntarios llevo cinco entradas en cinco días? Ya me los imagino exprimiéndose el cerebro o lo que usan como tal en sus adorables cabecitas huecas.