Ver a José Antonio Fortea Cucurull, neocolumnista de "Periodista Digital", vocero del ultraconservadurismo y facineroso seudoexorcista con "poseídas" de bajo nivel escénico como su frecuente cómplice "Marta", defendiendo a la no menos fantochesca y peligrosa depredadora Amparo Cuevas, "La vidente de El Escorial" ante las cámaras de la televisión, acudiendo a una insidiosa sugerencia de persecución religiosa o algo así por parte del juez es un espectáculo que si lo hubiéramos inventado habría sido totalmente increíble.
Con el pelito cortado, la barbita pelada y la iluminación cuartomilenera que le ponía trastocada en una luz angelical, el supuesto luchador contra Satanás y egocéntrico bloguero y chateador se lanza a todo el país con la visión franquista, cavernaria y brutal que conocemos yua quienes hemos visitado los cenagosos andurriales de sus sermones.
Y para las Víctimas de las "apariciones" de El Escorial ni un gramo de caridad cristiana. ¿Por qué este pobre bloguero descarriado no puede sorprenderse de tal cosa?