agosto 31, 2007

Osho®, nueve y diez

Foto del Departamento
Correccional del condado de
Multnomah, Oregon, 1985
(licencia CC,
vía Wikimedia Commons)
El caballero que mira fijamente a la cámara de la policía en esta foto de 1985 es Chandra Mohan Jain, así conocido al nacer en 1931 que pronto se hizo llamar Acharya Rajneesh, más conocido luego veinte años como Bhagwan Shree Rajneesh o "el gurú de los Rolls Royce", y brevemente (cuando afirmó ser la reencarnación de Buda) como Rajneesh Gautaman the Buddha. Si estos nombres no le dicen nada a usted, quizá sí ha oído el último de los muchos alias que utilizó este calenturiento y ambicioso truhán: Osho®. Además de ser su último nombre, Osho® es hoy una marca registrada del "círculo interior" de su secta, los 21 herederos seleccionados personalmente por él, dirigidos por Swami Prem Jayesh (originalmente Michael William O'Byrne, de Canadá, quien al menos hasta hace poco tenía prohibida la entrada en la India), que mantienen un fructífero negocio con los libros e ideas cambiantes de Rajneesh, centros vacacionales "de meditación", ocho sabores de meditación para usted y diversos productos y servicios adicionales, incluido un alucinante "tarot zen Osho®" y una "multiversidad" en Pune, India, para aprender a meditar y conocer las "ciencias esotéricas" entre otras cosas.
Actualización el 2 de septiembre: Un lector informa que la entrada en Wikipedia en español sobre nuestro biografiado es un artículo pelota, barbero, rastrero, obsequioso y esencialmente publicitario sobre el personaje. No se pierda usted el capítulo donde en lugar de aceptar sus delitos se inventan la inevitable conspiración, en este caso a cargo del gobierno de Reagan (que francamente andaba en otras conspiraciones más cachondas y de alcance, como las que usó contra Polonia y Nicaragua). En fin, que más de lo mismo, Wikipedia sigue siendo la tierra prometida de los charlatanazos en varios idiomas.
Rajneesh/Osho conduciendo uno de sus muchos Rolls Royce
en Rajneeshpuram, Oregon, en 1982, para recibir la
adoración de sus adeptos y permitirles la gloria de verlo
a través del cristal. (Foto © 2003 Samvado Gunnar Kossatz,
vía Wikimedia Commons)
El "Osho®" que ahora se promueve en la televisión española como "místico contemporáneo" o algo así no fue sino uno más de los muchos gurús o maestros indostanos que aterrizaron sobre la ingenuidad hippie de occidente en los años 70-80, a grupas del Maharishi Mahesh Yogui. A Rajneesh ya acudían occidentales en busca de "iluminación" desde mediados de los 70, como un producto diferenciado de su competencia. Lo que lo hizo singular es que, a diferencia de otros de su misma profesión, a Rajneesh le costaba muchísimo trabajo fingir ese ascetismo superior, ese desprendimiento de lo terrenal que tan bien simulaban el Maharishi o Su Divina Gracia Swami Bhaktivedanta Prabhupada, fundador de los Hare Krishnas. No, a Rajneesh le gustaban las mujeres guapas, el dinero a espuertas y los autos lujosos, en particular los de la marca Rolls Royce. Su pequeña manía por estos autos lo llevó a ser propietario de 93 de ellos. Su otra afición lo hizo crear una versión propia y aumentada del tantrismo hinduísta que permitía todo tipo de actos sexuales a gusto del maestro. En resumen, convirtió sus terrenales y bastos gustos de ciudadano de a pie en una "filosofía" del "materialismo es bueno" prefigurando un poco al Michael Douglas de "la avaricia es buena" en la película Wall Street, pero con túnicas e incienso.

Por supuesto, no es en lo más mínimo criticable que uno disfrute el sexo mientras no viole la ley, y tampoco lo es que se compre Rolls Royces si lo hace con dinero bien habido y no viola la ley (y mejor si no explota a nadie para conseguir el dinero). Pero obtener todo eso con el rollo místico y presentándose alternativamente como un superhombre, un dios, un Buda y un maestro espiritual ya no parece tan honesto. Y menos cuando usted viola la ley muy seguido y acaba como el caballero de la foto. Menos honesto es también que sus "ideas" fueran todas recicladas de otros autores, y que sus libros, según confesión de sus seguidores, fueran con frecuencia escritos por mujeres de su entorno más cercano, su harén, pues. Tampoco tiene alta puntuación de honestidad no pagar impuestos o defender el sexo incestuoso y el sexo con menores de edad, cosas que según sus seguidores hallaba natural y recomendable. Y tampoco es exactamente honesto tener a unos seguidores espirituales a los que se explota vilmente para obtener una fortuna económica manteniéndolos en condiciones de vida poco recomendables.

Nacido en 1931, Rajneesh se dedicó prácticamente toda su vida a ser gurú o "maestro", consiguiendo una gran cantidad de seguidores en la India y algunos en los Estados Unidos. Dicho de otro modo, no trabajó un solo día de su vida, lo cual lo convierte en la envidia de más de cuatro. Su manejo del asunto de ser gurú y vivir de los seguidores siempre fue pragmático, y siempre buscó el apoyo de una mercadotecnia adecuada para llegar a más seguidores, con lo cual sus enseñanzas eran bastante "flexibles", o de quita y pon: lo que enseñaba ayer podía negarlo hoy si convenía. Igual afirmaba que se iban a acabar las guerras que, cuando una firma de relaciones públicas le dijo que las profecías apocalípticas tenían mucho rating entre los seguidores profesionales, predijo guerras y atrocidades. Y cuando lo atrapaban cometiendo alguna barbaridad, acostándose con una o más adeptas, consumiendo valium y óxido nitroso "como para llenar un dirigible", dice un exadepto (varios ex-seguidores aseguran que era adicto a ambos) o tomando por asalto un pueblo, lo hacía amparándose en el "tantra" o en algún ente espiritual inventado ad hoc esa mañana.

Pero Rajneesh era muy, muy simpático y convincente, y parecía honesto, con lo cual nunca le faltaron seguidores. Su "sabiduría" se puede calcular con sus afirmaciones como "India no necesita alta tecnología", "en el año 2000 se habrán terminado todas las guerras" o sus profetizadas guerras que tampoco ocurrieron. Como fuera, su simpatía, su defensa del placer sexual y del materialismo y una vena cínica y pícara le ayudaron a recorrer el camino al estrellato mediático y a una fortuna cuyos alcances aún no son del todo conocidos.

Hasta que se ahogó en su propio pantano de cuentos.

Las fuerzas de seguridad de Rajneesh practicando en el rancho
Rajneesh. (Foto de The Oregonian, de su serie sobre la
invasión de Rajneesh. Fair Use Policy.)
Verá usted, en 1981, los seguidores estadounidenses de Rajneesh-Osho® compraron un rancho de 26 mil hectáreas en los condados de Wasco y Jefferson, estado de Oregon, en Estados Unidos, afirmando que querían hacer una comuna agrícola muy pastoril y mona. El lugar pasó a llamarse "Rancho Rajneesh", se empezó a construir en él una ciudad en la que llegaron a vivir 3.000 de los seguidores de Rajneesh (los llamados "sannyasins") y a él llegó a mediados de año el gurú en persona, que ya llevaba un tiempo en los Estados Unidos. Al parecer, el revuelo formado en la tranquila zona y en el cercano pueblo de Antelope hizo que cuando Rajneesh solicitó una extensión de su visado, las autoridades decidieran investigarlo. Dos problemas se hicieron evidentes, según cuentan los registros del sheriff de Wasco: una serie de matrimonios sospechosos entre seguidores estadounidenses y seguidores de otros países que parecían destinados sólo a conseguir la estancia legal de los sannyasins extranjeros (simples bodas de conveniencia) y el hecho de que la mudanza del señor Rajneesh de la India al país del dólar parecía estar relacionada con el hecho de que el caballero le debía al gobierno de la India unos seis millones de dólares en impuestos, cantidad que, inexplicablemente, no parecía dispuesto a pagar.

Para 1982, los seguidores del Rancho Rajneesh eran ya suficientes como para tomar por asalto la ciudad de Antelope. En una elección que convocaron en abril, ganó la propuesta de cambiarle de nombre a la ciudad por el de Rajneesh, incorporando como pueblo al rancho, ahora llamado Rajneeshpuram, y empezaron a exigir información y apoyo en dinero público para sus actividades ante la furia de los residentes originales. En 1983, los visitantes externos a la comuna de Rajneesh, como el sociólogo Lewis F. Carter, que escribió un estudio científico sobre la comunidad en la revista Contemporary Sociology en 1991, detectaron en la comuna el autoritarismo y la búsqueda del "control total" propias de las sectas, lo cual también era evidente en el interés fundamental por que la comuna produjera dinero para satisfacer los caprichos del "dios viviente". A lo que hay que sumar que Rajneesh se paseaba siempre rodeado de guardias armados, habiendo aprovechado su fortuna para hacerse su propio pequeño ejército de incondicionales con armas de guerra, muchas veces para mantener a raya a los exaccionados "fieles".

El capítulo más "mondo cane" de esta historia aún estaba por escribirse. Las tensiones entre los residentes "de siempre" y los advenedizos adeptos de Rajneesh llevaron a que estos últimos acumularan un importante arsenal mientras Osho® predecía que el SIDA mataría a todas las personas del mundo excepto a los de su comuna. Hubo un intento de asesinato del médico de Rajneesh y del fiscal de distrito del condado de Jefferson, el saqueo e incendio de la oficina de planificación del condado de Wasco y escuchas telefónicas y con micrófonos dentro de la comuna. En el colmo de lo bizarro, los seguidores del gurú cultivaron bacteria de salmonella y la esparcieron en bares de ensaladas de 1o restaurantes de The Dalles, en Wasco, afectando a más de 700 personas, con lo que esperaban poder influir en las elecciones de la comisión del condado inhabilitando a los votantes locales, en lo que hoy se considera, simplemente, el primer ataque bioterrorista moderno, y un aviso de ataques de otras sectas, como la de Shoko Asahara y su ataque al metro de Tokio con gas sarin . Rajneesh culpó de todo a su secretaria y buscó una salida a lo que se convertía en un infierno jurídico y mediático, entre otras cosas devolviéndole su nombre original al pueblo de Antelope. Pero no tuvo éxito, de modo que tomó a algunos de sus seguidores, subió a su jet privado y trató de huir, pero la oficina de inmigración y naturalización lo detuvo lo devolvió a Oregon, donde le tomaron la instantánea que abre esta entrada y lo llevó a juicio, acordando con él no sentenciarlo a una pena de prisión si abandonaba el país y se declaraba culpable de violar las leyes de inmigración. Fiel a su autoimagen, Rajneesh, en prisión, exigió una atención adecuada a su estatus superior: comida especial y un trono.

Rajneesh volvió a la India, dejando atrás a sus seguidores, varios de los cuales, en particular mujeres dirigentes, fueron a juicio y resultaron condenados por los intentos de asesinato mencionados, el ataque con salmonella y el fraude migratorio. Mientras ellos pasaban a ocupar una celda en Oregon (su secretaria, Sheela, que solía pasearse armada, fue condenada a 20 años en 1986), Rajneesh recorría 21 países en su jet privado: lo expulsaron de Grecia, pasó por España, anduvo en Uruguay (donde se cambió el nombre a Osho®), visitó Jamaica y volvió a Poona, India, donde finalmente murió en 1990.

Pero sus enseñanzas viven... No las del misticismo blanducho y fácil de esperar de "iluminación interna", sino las de cómo armar una comuna con extranjeros. En abril de este año se informó que las autoridades australianas están investigando a la empresa de Osho® Melaleuca Properties porque, además de conflictos con Byron Shire, donde están ubicados, hay acusaciones de bodas de conveniencia para llevar a Australia a numerosos sannyasins de otros países, repitiendo hoy los acontecimientos de hace más de 20 años en Oregon.

Placa conmemorativa en Antelope.
(Foto GFDL de TravisL, vía Wikimedia Commons)
Por cierto, existe en Antelope, Oregon, una placa conmemorativa de la resistencia del pueblo contra "la invasión y ocupación de Rajneesh de 1981-1985". Sin duda el gurú dejó su huella en el pueblo, hoy de unos 60 habitantes.

Ése es, pues, el "místico contemporáneo" que ahora nos están vendiendo, probablemente el místico menos místico de la era de Acuario. Pero como ya hemos dicho, la charlatanería no se crea ni se destruye, sólo se guarda unos años hasta que la gente se olvide de los escándalos y ridículos del pasado, y se saca de nuevo a pasar la gorra entre los entusiastas siempre dispuestos a redescubrir oriente a tanto la dosis.

agosto 24, 2007

Felicidades a Manel Fuentes

Actualización al 27 de agosto - Recibo la siguiente corrección de un lector:

Los Villares (al menos estos "Villares" en concreto) no están en Jaén, sino que son una pedanía de La Peza, en Granada.

Lo más gracioso es que planean poner la antena "más lejos". Dejando de lado la polemica y supuesta relación antenas-cáncer, ponerla más lejos implicaría más potencia, por lo que al pueblo llegaría la misma radiación. Lo "gracioso" es que los móviles, al tener que comunicarse con una antena más lejana, deben emitir con más potencia, y esa es una fuente de radiación bastante más preocupante que la antena, sobre todo por la cercanía a la cabezota dura de algunos.

Eso sí, tendrían mucha más cobertura en los campos cercanos al pueblo.... Lo mismo no son tan tontos mis paisanos como parecen. :)
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Este blog desea felicitar a Manel Fuentes y a su equipo de comediantes por haber conseguido colaborar a provocar un miedo tan irracional que un grupo político atemorizado decidió someter a votación si se ponía o no una antena de telefonía móvil en el poblado de Los Villares, Jaén, pero no sólo eso, colaboró decidida y cachondamente a que la votación fuera de 38 en contra de la antena y 37 a favor, con lo cual el pueblo se queda sin cobertura porque la gente teme los "efectos nocivos" de las antenas de la telefonía móvil.

"Efectos nocivos" de los que no hay ni una prueba mientras que abundan los estudios que señalan que no los hay. "Efectos nocivos" que sólo existen en la mente de los tecnófobos cuando los niegan por igual la Organización Mundial de la Salud y la Asociación Española de Lucha contra el Cáncer, como detallamos cuando le mandamos a "Caiga quien caiga" una cartita que todavía no han tenido tiempo de responder porque la mandamos apenas en febrero y deben estar muy atareados, según se cuenta en las entradas: Cae Caiga quien caiga, Usted protesta, yo lo callo, todos contentos y Más historias de antenas e ignorancia.

Sí, será un tanto jodido sufrir un accidente o problema grave de salud en los alrededores del pueblo jiennense y encontrarnos sin cobertura de móvil por cortesía de unos actores de televisión.

Pero más jodido será que mañana se ponga a votación la enseñanza de la evolución, el heliocentrismo, la eficacia de los antibióticos o la vigencia de la ley de la gravedad. O al menos lo será mientras quienes voten estén educados no en el conocimiento certero y el pensamiento crítico, no con una sólida formación y conocimientos claros sobre esos temas que se les escamotean en los medios, sino en las burradas newageras y escandalosas de unos desvergonzados a los que les importa todo, menos los hechos y los datos.

agosto 07, 2007

Ángeles de saldo, monarquías y chifladuras

Marta Luisa es princesa de Noruega y está casada con un escritor. Ha renunciado a su título de "alteza real", trabaja y hasta paga impuestos. Esto no tiene nada de malo y es hasta loable, pero resulta que además la princesa es (elija usted): vidente, psíquica, sensible, chifladita, clarividente, charlatana, perceptual, terapeuta alternativa o embusteraza.

Resulta que la princesa, que se educó como fisioterapeuta, dice que desde niña descubrió que podía "leer los sentimientos internos de la gente", según informaba la BBC, le encantaban las "terapias alternativas" de modo que estudió eso que llaman "medicina holística", hizo algunos trabajos con caballos que le permitieron ponerse en contacto con los ángeles (el mecanismo no ha sido develado en las fuentes que hemos consultado) y a fines de julio decidió poner su empresita con su socia Elisabeth Samnøy, un centro "educativo" llamado Astarté en el cual aseguraba que enseñaría a los clientes, digo, alumnos, a hacer milagros y comunicarse con los ángeles, todo siempre y cuando pagaran las tarifas correspondientes.

Las tarifas son de 24.000 coronas noruegas al año, el curso completo dura tres añitos de dos clases de tres horas cada una a la semana, forrándole así el bolso a la real maestra por un pelín más de 3 mil euros al año.

Claro que tratándose de la cuarta persona en la línea sucesoria de la corona noruega, el asunto es más que si fuera una simple soplaflautas rebuznando sonoramente en algún programa televisual con un presentador sumido en el estupor más absoluto, ya que de entrada pone en cuestión el sistema de salud noruego, que es bastante decentito, la verdad sea dicha, y así se lo indicó incluso Lars E. Hanssen, Director de Salud del gobierno noruego pidiéndole que fuera cuidadosa, mientras que los representantes religiosos y el sector conservador de la política hicieron lo que se supone que deben hacer y en lugar de una crítica seria se lanzaron a gritar que la princesa andaba en rollos satánicos, que ofendía a "la cristiandad", exigieron que dejara la iglesia luterana (que dirige su papá, el rey Harald) y en general se esforzaron por hacer un ridículo peor que el de la despistada heredera. Y no es fácil considerando que en sus funciones como parte de la casa real doña Marta Luisa está a cargo de seis fundaciones de salud como las de los ciegos, sordos y epilépticos, que quizá no se tomen a chunga el hecho de que esta señora prometa milagros por dinero y a ellos no les haga ni uno de gorra. Para remate, expertos en defensa de los derechos de los consumidores del grupo "Forbrukerombudet" dijeron al diario noruego VG que prosperarían las demandas por el incumplimiento de la promesa de contacto directo con los ángeles.

El asunto es que parece que en Noruega se puede llamar a los embusteros por su nombre completo en los periódicos, y esto lo aprovechó aviesamente Trygve Hegnar, director del diario Finansavisen, el principal diario financiero y de economía de Noruega, para decir en un editorial del 31 de julio: "Si la princesa cobra 24.000 coronas por enseñar a la gente a hablar con ángeles, eso sencillamente es una estafa", además de señalar que la princesa se encuentra al mismo nivel que videntes, curanderos y demás embusteros y, de paso, criticar al resto de los medios noruegos por no hacer su trabajo exhibiéndola como un fraude y por ser demasiado blandos con ella.

El caso es que en lugar de secuestrar el Finansavisen o denunciar a sus periodistas por tocarle las reales narices, lo que se apresuró a hacer Marta Luisa fue a borrar de su página Web la promesa de que "durante este curso, usted entrará en contacto con los ángeles y aprenderá cómo realizar milagros celestiales en su vida", promesa al menos tan gorda como otras que nos vienen a la memoria. Y ya sin la promesa, el negocito podrá seguir adelante, suponemos, aunque a ratos la princesa Marta Luisa podría desear no ser "noble", hija del austero Harald y habitante de la libertina y alargada Noruega, sino ser, por poner un ejemplo, un simple periodista español especializado en misterios... que ésos ganan más que ella y además gozan de protección contra los malvados periodistas que no creen en encuentros con ángeles, extraterrestres ni dinosaurios.

Por desgracia, al momento de escribir estas líneas, que se dice para fingirse interesante, la princesa está ausente por enfermedad y no atiende a nadie desde el 30 de julio. Ojalá alguien le ponga algo de "holismo" debidamente "alternativo" y con jugo de ángel para que se cure pronto, porque en pocos días empiezan los cursos en esa que los noruegos, irrespetuosamente, ya llaman la Engelskole, la escuela de ángeles.

agosto 05, 2007

Crónica marciana

Si uno está atento a la televisión, la radio, las revistas y los libros de supuesta investigación, hay una serie de señores que saben lo que pasa en Marte, que han encontrado "esfinges" y "pirámides" en Marte, que están totalmente seguros de que la NASA oculta información sobre Marte y mil cosas más. Estos señores son parapsicólogos, investigadores del misterio, rarólogos o paranormaleros, y su servicio a la humanidad ha sido, hasta el día de hoy, nulo.

Por otro lado, hay otros señores que afirman que saben muy poquito sobre ese planeta lejano y que, para ir eliminando poco a poco esa ignorancia profunda hay que investigar y estudiar. Estos señores son científicos, y los seres humanos comunes y corrientes tenemos que agradecerles algunas cosillas, desde la acumulación de conocimientos que nos van permitiendo entender nuestro universo hasta asuntos puntuales como la medicina que sí cura hasta los aviones, los ordenadores, la telefonía, las grabaciones musicales, el cine, el vídeo, la luz eléctrica, los automóviles y una enorme cantidad de cosas más.

Bueno pues para saber más sobre Marte, estos señores acaban de lanzar ayer 4 de agosto una nave, la Phoenix (Fénix) que aterrizará en Marte el 25 de mayo de 2008, y entre cuyos objetivos tiene encontrar agua helada y conocer mejor las zonas polares de Marte, donde algunos científicos creen que podría haber habido vida y donde podría, eventualmente, asentarse una colonia humana.

La peculiaridad de esta nueva misión marciana es que cuenta con el apoyo de la Planetary Society, una sociedad de entusiastas de la exploración espacial que ha aportado a la misión un DVD de cristal en el que van grabados mensajes de personajes como Carl Sagan o Arthur C. Clarke, visiones artísticas sobre Marte y un cuarto de millón de nombres de personas que animan, aunque sea sólo con su entusiasmo, la exploración espacial, (incluido el del autor de este blog, cediendo a la tentación de llegar a Marte al menos de nombre antes que los abducidos y sus agentes promotores). El objetivo explícito del DVD es dar la bienvenida a los primeros exploradores humanos que lleguen, algún día, a Marte.

Como la búsqueda de inteligencia extraterrestre se realiza con métodos científicos como los del SETI Institute y no entrevistando al tonto del pueblo, la exploración del espacio no se hace esperando que nos abduzcan los extraterrestres ni entrevistando médiums que están en contacto con los "seres de las Pléyades", sino con esfuerzo, inteligencia, dedicación y muchísima menos publicidad (por desgracia) de la que reciben los profesionales del misterio y sus millones danzarines.

Usted, por supuesto, puede decidir si quiere ser parte de la exploración real del espacio o de las fantasías de algunos que, por ignorancia, por altanería o simplemente por dinero, le dicen que lo que hay que hacer es esperar a que la nave nodriza nos lleve de paseo y los hermanos extraterrestres nos den el conocimiento sin que el ser humano luche por él. Sólo vale la pena recordar que, hasta ahora, el procedimiento primero ha dado muchos resultados y el segundo ninguno, absolutamente ninguno.

agosto 04, 2007

Más rollos judiciales paranormales

Si usted no es habitual del mundillo de lo "paranormal" (sea lo que sea lo "paranormal"), quizá no sabe que a últimas fechas los profesionales del misterio en España, especialmente los autoproclamados "investigadores de los enigmas más acojonantísimos" han renunciado a debatir sus descabelladas propuestas, extravagantes ideas y más patentes mentiras en los foros públicos y han decidido acudir a los tribunales para conseguir que sus críticos sean acallados, un poco al estilo de la fauna "del corazón".

Hace poco, Pedro Amorós, presidente de un grupúsculo autonombrado SEIPySEIP o algo así, perdió la demanda que había interpuesto contra un periodista del diario El Mundo, contra el propio diario y contra su director, Pedro J. Ramírez por sentirse ofendido por algunos artículos. Ahora, por contraparte, un juez ha concedido a Juan José Benítez la suma de seis mil euros como indemnización que deberá pagarle el periodista Luis Alfonso Gámez por ciertas expresiones de éste en su blog Magonia y que, según el juez y el demandante, vulneran el derecho al honor del millonario escritor e "investigador" y por las cuales éste emprendió la correspondiente demanda pidiendo 80 mil euros y la retirada de Internet de todos los artículos de Gámez en los que se le menciona, lo cual el juez no concedió.

No se puede estar de acuerdo con esta decisión del juez, como no se puede estar de acuerdo con el secuestro de la revista Jueves por un dibujo que al parecer también se considera que vulnera el honor del heredero de la corona española, ni con el juez que le quita la custodia de un hijo a una lesbiana, ni con muchísimas barbaridades judiciales. Bueno, al menos algunos no podemos estar de acuerdo aunque otros, sin duda, aplauden estas decisiones. Pero esto no significa, claro, que uno vaya a despeñarse en acusaciones como las que el mundo de la misteriología lanzó contra el juez que sentenció contra Amorós, y que llegaron a niveles de verdad alarmantes. Grave habría sido que Gámez mintiera, falseara los hechos o alterara la verdad, pero no lo hizo y así lo reconoció el juez. Grave es que otros mientan, falseen los hechos o alteren la verdad, pues.

Los jueces interpretan las leyes. En este caso, usted puede hacer lo mismo leyendo los artículos de Gámez y, por supuesto, la sentencia.

Ciertos sectores apasionados del mundo de quienes viven o quieren vivir de la venta de misterios falsos y mentiras varias consideran que esto es una "derrota" del pensamiento crítico y un triunfo de la venta de supersticiones. Y esperan que quienes difunden datos que contradicen sus delirios se callen y los dejen cobrar en paz. En resumen, se están convenciendo de que sus rollos supersticiosos, mágicos y anticientíficos, su pleitesía a la antiinteligencia y su promoción de la ignorancia emocionada, se vuelven respetables porque un juez estuvo de acuerdo que decirle "mentiroso" a Juan José Benítez vulneraba el derecho al honor de esta persona, sin valorar si lo que decía eran o no mentiras, claro.

(A ver cuándo tenemos, eso sí, un juez que defienda el derecho de la gente a conocer la verdad sobre las numerosas afirmaciones que realizan Benítez y su club en los más diversos medios de comunicación, libros, revistas, televisión y programas de radio, todos controlados por los misteriólogos.)

Un juez puede decidir que llamar "mentiroso" a un señor que dice mentiras hiere su delicada sensibilidad y su firme honor, claro, lo cual se repara, claro, con dinero (que es de lo que va el asunto, finalmente, estos señores viven de afirmar la existencia de misterios, a diferencia de sus críticos). Cierto. Pero un juez NO puede conseguir que el Coliseo Romano se construya antes de la muerte de Cristo, ni puede hacer que unas piedras talladas por unos vivillos sean "prueba" de que el hombre convivió con los dinosaurios ni nada por el estilo. Ningún juez puede decretar que existe la magia, ni derogar la ley de gravedad, ni hacer que la Tierra sea el centro del universo. En ese sentido, los vendedores de enigmas cada vez más rancios siguen sin poder ofrecer pruebas sólidas de que sus afirmaciones son ciertas, de que hay motivos para creer en cualquiera de las muchísimas propuestas que se engloban en la misteriología.

Y el tema es ése. Deje usted de lado si hay escépticos altisonantes y gurús mediáticos simpáticos y de hablar cautivador, el tema esencial es que el público sigue a la espera de que los promotores de la enigmatología ofrezcan pruebas sólidas, firmes, contrastables y claras de sus naves extraterrestres, sus megaconspiraciones, sus fantasmas, sus curaciones mágicas, sus poderes mentales y todo cuanto ofertan en su cartera de productos para el asombro bobalicón. Y de ésas, que sí le taparían la boca a los incrédulos, incluido quien esto escribe, que se volvería creyente y promotor de la nueva ciencia, no hay.

Eppur si muove, entonces, que dice la leyenda que dijo Galileo.