mayo 08, 2013

La "vidente" Browne dio por muerta a una chica ahora rescatada viva

El mundo de lo supuestamente paranormal ha sido responsable de un triste colofón a la historia de las tres jóvenes mujeres que el 4 de mayo fueron liberadas en Cleveland, Estados Unidos, después de una década o más de vivir secuestradas: Amanda Berry, Gina DeJesus y Michele Knight.

Anuncio del tour de Sylvia Browne por sus 50 años
embaucando a la gente.
En el recorrido por los recuerdos de la búsqueda de las mujeres cuando desaparecieron, se rescató el caso de la madre de Amanda Berry (la primera que consiguió huir y denunciar a sus captores y agresores).

Amanda había desaparecido en 2003 y tiempo después su madre, Louwanna Miller, fue al programa de televisión del presentador Montel Williams para promover la búsqueda de su hija. En el mismo programa estaba una mujer que durante años ha afirmado ser vidente y médium espiritual, Sylvia Browne.

Después de que Louwanna presentó las fotos de su hija e hizo la súplica para que el público ayudara en su búsqueda, habló con Sylvia Browne.

La transcripción de la conversación la tenemos gracias a Hemant Mehta:
Louwana Miller: ¿Puede decirme si la encontrarán alguna vez? ¿Está por ahí? 
Sylvia Browne: Ella... vamos, odio esto cuando están en el agua. Lo odio. No está viva, querida. Y te diré por qué, vamos de nuevo. Tu hija no era el tipo de persona que no te habría llamado. 
Pero Sylvia Browne no conocía qué tipo de persona era Amanda Berry, y como siempre ocurre con los "sensitivos", "psíquicos", "médiums", "videntes" y otros impostores sin corazón, no sabía nada del caso. Pero estaba haciendo su espectáculo, ganándose la vida fingiendo conocimientos de los que carece.

Según relata la cadena de televisión ABC, Louwanna Miller estalló en lágrimas ante la fraudulenta "revelación" de Sylvia Browne.

Louwanna creía firmemente en los "poderes" de Sylvia Browne y declaró a la prensa que creía "en un 98%" en lo que le había dicho la supuesta vidente. James Renner, en su libro sobre crímenes no resueltos en Cleveland, The Serial Killer's Apprentice: And 12 Other True Stories of Cleveland's Most Intriguing Unsolved Crimes, en el capítulo referido a los secuestros hoy resueltos, relata lo siguiente:
La madre de Mandy, Louwana Miller, murió el 2 de marzo de 2006. Los médicos dijeron que fue un fallo cardiaco. Su hija Beth dijo que murió con el corazón roto a causa de la desaparición de Mandy, y que se agravó por una reciente visita al programa Montel Williams donde una vidente le dijo que Mandy había sido asesinada. 
Sylvia Browne siguió y sigue afirmando que tiene capacidades sobrenaturales y sacándole dinero a personas ingenuas, desesperadas e inocentes como Louwana Miller.

La gente le reclama a Sylvia Browne en su perfil de Facebook

Y esta es la historia real que se repite una y otra vez, pese a que los videntes, para embaucar a su público, afirmen una y otra vez que pueden ayudar a la policía a resolver casos. Es mentira.

Un año antes, la misma Sylvia Browne había dicho también a los padres del adolescente desaparecido Shawn Hornbeck que su hijo había muerto. Incluso explicó dónde se encontraba el cuerpo según sus "visiones" que causaron aún más dolor a los desesperados padres. Hornbeck fue hallado vivo cuatro años después, también había sido secuestrado por un delincuente sexual.

Sylvia Browne sigue medrando en los medios estadounidenses, especialmente en programas influyentes y sensacionalistas como el de Larry King (el gran promotor del pánico a la telefonía móvil) y fue colaboradora fija de Montel Williams. Durante años ha dicho que aceptaría el reto del millón de dólares de la Fundación Educativa James Randi para demostrar sus poderes sobrenaturales, pero nunca ha hecho la prueba.

Probablemente no necesita el millón, cobrando 700 dólares por cada llamada telefónica de máximo 20 minutos para decirle mentiras a las personas que creen en ella.

Una muestra más del daño que pueden hacer las creencias que se promueven en todos los medios sin ninguna ética, sin ningún escrúpulo, sin ninguna intención de comprobar siquiera cuanto dicen "videntes" y "sensibles" como Anne Germain o Paloma Navarrete.