enero 28, 2008

Cuatro años contra la estupidez rentable

Llega este blog a sus cuatro años, algo que no suponía cuando comencé a escribirlo agobiado por la presencia de todos los tipos de charlatanería en los medios masivos españoles.

El mundillo de los defensores del misterio, una de cuyas principales ocupaciones es insultar a los osados que no les creen y les piden pruebas de sus fantasmas, curaciones, extraterrestres y demás creencias, anda alborotado. El público en general ni se entera ni se ocupa de los berrinchazos de estos pobres, pero al atreverse uno a poner en duda a los megagurús suprahumanos o patéticos frikis como la Bruja Lola, Íker Jiménez, Paco Porras, Javier Sierra, Walter Mercado, Jaime Maussán y demás, cae uno en el punto de mira de estos tipos, cosa que la verdad no sabía yo hace cuatro años.

Este año ha sido divertido en ese mundillo para este blog y en general. Luego de año y pico en que cada semana me llegaba un nuevo acólito de la iglesia de San Alejandro Jodorowsky a cubrirme de insultos, bastó que publicara ese hecho para que se esfumaran como las neuronas de su gurú. Aumentó el robo de fotografías de mi propiedad (fotógrafo es una de las profesiones que tengo, aunque como todo mundo sabe en realidad soy barrendero sin título) para alimentar los delictivos devaneos reprimidos y anórquicos de algunos machotes fracasados de la telebasura, payasos de las bofetadas famosos porque les han zumbado en público para cerrarles el pico, vaya, especialistas en ser donnadie que lloran por no tener su programa de televisión.

Pero lo más destacado de este año en ese peculiar mundillo, creo yo, es que los defensores del misterio, los escuderos de elementos nocivos como Íker Jiménez, Javier Sierra y Bruno Cardeñosa han abandonado toda pretensión de debatir en el terreno de los hechos, los datos, la experimentación, la confiabilidad o el grado de verdad de las afirmaciones con las que sus héroes se llenan los bolsillos. En este año, dejó de importar el que realmente las pirámides no impidan la putrefacción, ni el que se pasen como "reales" desde trabajos artísticos hasta fraudes fotográficos burdos, ni la verdad o mentira de los delirios conspiranoicos sobre todo tipo de cocos y hombres del saco que portan los buhoneros del misterio (chemtrails, Bilderberg, flúor, la inocencia de los condenados por el 11-M, etc.). A cambio de ello, lo que se argumenta es que tales personajes "tienen éxito", y por tanto los críticos del esoterismo de la telebasura, la radiobasura y la imprentabasura no actúan movidos por el asco, la indignación y la defensa de verdades ante mentiras patentes, sino "por envidia". De este modo, las cifras millonarias en telespectadores, radioescuchas, lectores y euros ingresados han sido este año el argumento principal para defender a los grandes comerciantes del misterio, demostrándose otra vez que eso de "la verdad" es lo de menos.

¿Qué hace este blog? Aunque a veces no nos aguantamos las ganas de poner en su sitio a alguno de los más patéticos desvergonzados del mundillo, este blog sigue sin pertenecer "al mundillo" en el que viven tanto los que sacan raja de él como los que tienen una existencia tan patética que sólo le encuentran sentido declarándose "fans" (de "fanático") de alguna emisión de radio o televisión de algún vivaracho.

Hoy tenemos casi el millón de páginas vistas en estos cuatro años (938.000) y hemos recibido 713,000 visitas. Como ha ocurrido desde que nació el blog, los visitantes no suelen provenir de otras páginas de incrédulos, escépticos o, como nos llaman los creyentes cariñosamente, "esos hijos de puta", ni de las ocasiones en las que se nos menciona en sitios de culto a la personalidad de algún exitoso vendedor de falsedades, sino principalmente de búsquedas en Google. Ejemplos de las búsquedas de hoy, en nuestro aniversario, son: "cuentos tontería fin del calendario maya", "el imán yla salud", "Joan Fontcuberta", médico alemán Hamer cura esquizofrenia", "ramtha", "osho", "curanderos en Brasil", "seres grises pirámides", etc.

Es decir, hacemos lo que nos propusimos: poner al alcance del lector numerosos datos que no suelen encontrarse en castellano, críticas que no se suelen divulgar, información generada habitualmente por otros (el autor de esto no es "investigador" ni mucho menos "himbestigador", es un simple periodista que se ocupa de la divulgación de temas relacionados con la ciencia, entre ellos la crítica a la seudociencia, a la anticiencia y al odio exacerbado a la ciencia habitual en la misteriología con tarifa), y a veces usando nuestros escasos conocimientos de algunos temas (tengo en el ordenador ahora dos fotos de luces que se podrían llamar ovnis salvo porque se identifican si uno sabe de fotografía) para proponer ideas alternativas al mundo habitado por seres preternaturales que promueven los listos de su manada.

Y nada más. Total, este año después de docenas de amenazas, de tremendas declaraciones de intención en blogs, listas de correos públicas y privadas y correos supuestamente privados también, nadie nos demandó, los más hocicones de nuestros trollazos ni se atrevieron a publicar sus opiniones sobre mí (¿realmente alguien cree que me puede importar que uno de esos personajes tenga una opinión nefasta de mí?, no espero menos) en blogs que nadie lee, ni pasó nada de nada, salvo que escribí y publiqué libremente cuando me salió del forro, demostrándose de nuevo que los únicos fantasmas reales son los que viven de vender mentiras a precio de verdades. Y algunas personas, aunque fuera una sola, saben más de lo que podrían saber de no existir este blog. Con lo que se justifica la existencia de este espacio.

Y se justifica un nuevo look, creo yo. De paso, lo invito a jugar a ver cuántos elementos descubre en nuestro nuevo titular esoteriquísimo.