San Pablo, primer apologético y fundador del cristianismo como se conoce hoy. (pintura atribuida a György Falkoner, vía Wikimedia Commons) |
"Hola. Te desafío. Pónme a prueba. Te has topado con una máquina de la destrucción de la apologética." La palabra que usa es "juggernaut", un legendario carro del templo de Ratha Yatra dedicado a Krishna que aplastaba a los devotos que se arrojaban a su paso como fanáticos suicidas (recuerden que las religiones indostanas son religiones de paz y concordia y amor).
No entiendo exactamente el reto, pero entiendo la palabra "apologética", que significa la interpretación positiva y beneficiosa de las escrituras cristianas (Antiguo y Nuevo Testamento) para defender la religión utilizando retórica, rollo, falacias y demagogia.
A lo que respondí:
"Yeshulion: La apologética es aburrida. Cualquiera puede hacer apologética, es retórica. Prueba a usar evidencias. Si tienes evidencias, ni siquiera tienes que desafiar a nadie, sólo presentas el hecho, la hipótesis y la evidencia y metodología utilizadas para confirmar la hipótesis. Entonces, sometemos tu proceso a la verificación independiente y, si funciona, se considera una descripción razonablemente exacta y aceptable del universo.
"Si no tienes evidencias, ten la amabilidad de aceptar que simplemente te gusta creer en cuentos de hadas y no puedes enfrentar al universo como es en realidad. No te avergüences. Tal como tú, muchas personas pueden llevar, y llevan, vidas razonablemente felices y productivas, pese al miedo que les causan los seres en los que creen, sin siquiera estrellar aviones contra edificios ni quemar herejes en la hoguera. Trata de permanecer en el grupo de los que no cometen atrocidades en nombre de sus cuentos de hadas y todo saldrá bien. Y hasta podrás enorgullecerte de tus capacidades apologéticas aunque carezcan de significado en la realidad."