¿Coherencia? Me suena...

No hay nada más bonito y jubiloso que creer que los demás deben hacer lo que a nosotros se nos ocurre, especialmente cuando a nosotros no sólo no nos afecta, sino que podemos colgarlo en el perchero cuando llegamos a casa. Obligar a los demás a hacer lo que suponemos nos dice nuestro dios es un subidón para muchos que, a falta de diversiones sanas y honradas, viven obsesionados por los demás.

Les basta salir en manifa con cartelitos, hacer sus presentaciones PowerPoint aterradoras para chavales y afirmar que ellos tienen el monopolio de la moral y el derecho a imponerle lo que quieren a todos los demás. Vaya, que se jodan por mis calzones, que al final a mí no me va a afectar, sólo creo que me da puntos para ganarme el cielo con el sufrimiento ajeno.


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Quedan dos grafismos de la Jornada ERC por la Vida (ERC por El Retorno de los Charlatanes, ojo, no vayan a creer que somos de Esquerra Republicana de Cataluña, que a ellos siempre los confunden con este blog). De haber sabido lo difícil que era hubiera mejor optado por cruzar el Pacífico a nado. Mañana penúltimo fotomontaje.